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El Huésped por Andro5meda Minamino

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¡Un nuevo proyecto ha surgido! No me maten, sé que aún tengo memorias escondidas pero prometo alternar ambos hasta terminarlos. (Si claro) ¡Bueno!

Es.......

tan tan tan taaaaaan

¡NaruSasu! Jamás he escrito un NaruSasu, espero que me quede apetitoso. Una cosa nueva, he leído algunos fics crossover con the host pero ninguno terminado, espero no me pase lo mismo. (La verdad solo ha sido uno pero buee..)

Me encanta naruto, el libro de the host y la nutella, pero lamentablemente ninguno es mío así que me conformo con escribir sobre ellos y comerlos, enserio.

 

 

La adrenalina era lo único que lo mantenía con vida. Corría. Con todas sus fuerzas.

 

Idiota. Era un idiota.

 

Su hermano le había dicho que se quedara ahí, que no dejara entrar a nadie. Que el entraría. Pero le habían engañado. Había sonado como si la puerta estuviera atorada. Y la abrió.

 

Y firmó su sentencia.

 

Ojos plateados mirándolo con cautela y la mentira más vil que jamás oyó. No te haremos daño. Malditos hipócritas. Iban a matarlo.

 

Lo golpeó y comenzó su carrera, se alejó lo más que pudo. Buscó donde esconderse, Itachi no regresaría hasta el día siguiente y tenía que estar cerca para aclararle que seguía con vida. Si es que sobrevivía. Su hermano no lo pensaría dos veces cuando viera el que el escondite no serviría más como tal. Se iría sin él. Era un acuerdo.

 

Un auto se interpuso en su camino. Era el mismo bicho rubio de antes. Tranquilo, no te hare daño. Ten cuidado, no te lastimes. Corrió en la dirección contraria. Miro a su alrededor, solo había dos direcciones. Su carrera los había llevado a la carretera. Muchos más autos llegaron después del primero. Y le siguieron más y más. No podía hacerlo, no podían atraparlo. No podía ponerlos en peligro.

 

Naruto.

 

Corrió al límite de la carretera. ¡No te hagas daño!  Saltó la verja que separaba el asfalto del precipicio sin fin. ¡No lo hagas!

 

Se tiró al vacío.

 

Perdóname.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-

 

-¿Cuándo despertará?

 

-En unos minutos, tiene que pasar por varias cosas.

 

-…

 

Podía sentir las miradas en su espalda, pero aun no despertaba. ¿Por qué? Tal vez el proceso aún no terminaba, reviso cada una de sus terminaciones. Todo estaba correcto. Entonces un flashback lo golpeó.

 

Pánico, miedo, frustración, pérdida.

 

Deseos de morir. Oscuridad.

 

Una caída y dejo de sentir.

 

-¿Y cuándo estará listo para trabajar?

 

-No por lo pronto.

 

Abrió sus ojos y posó su vista en el techo blanco. Aquel recuerdo había sido el último que tuvo su huésped. Su muerte. Se concentró en otros recuerdos, lo que quería aquel buscador eran respuestas y él iba a dárselas.

 

Una playa y una puesta de sol, había muchas personas. Aquel recuerdo era de antes de que se diera la invasión. Lo desecho, aquello no le serviría para sacarse al buscador de encima. Una chica pelirroja apareció en su campo de visión junto con un chico de cabello naranja. Los amigos de su huésped. Indagó más profundo en busca de más rostros y nombres. La imagen de un chico pelinegro con ojeras muy marcadas abarco sus pensamientos. Pero entonces la vista de los ojos más azules que jamás imagino fue lo único que obtuvo su atención. Una sonrisa que le robo el aliento. Su nombre…

 

¡NO!

 

Abrió los ojos con pánico, ese no había sido él. Exploró con más rudeza pero ya no había nada, en cambio había oscuridad. Miró a su alrededor y se encontró con que estaba en una especie de cuarto. Al parecer le había tocado un huésped  con mente compleja. Se acercó a un espejo que estaba cerca y se paró justo frente a él. Este le devolvió su reflejo. Pasó sus ojos por sus pies y subió hasta llegar a su rostro. El miedo lo invadió. Aquellos no eran sus ojos. Esos eran negros y lo miraban con odio profundo.

 

-¿Se encuentra bien?- salió de su estupor y miro a las dos almas que se hallaban con él. Una sanadora y un buscador.- La sanadora le sonrió comprensiva.- La muerte de este huésped ha sido bastante traumática. Es normal que reaccione así al último recuerdo.- Miró a la sanadora, una mujer rubia bien dotada, sus ojos plateados lo tranquilizaron.

 

-Sí, gracias.- sintió esas palabras raras en su boca, como si no estuviera acostumbrado a ellas.

 

-Bienvenido a la tierra.- volteó bruscamente la mirada hacia el buscador, había olvidado que estaba ahí. No podía decirle lo que había visto, que había visto a su huésped dentro, que permanecía en él.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-

 

-¿Cuál era su nombre?

 

-Sasuke Uchiha.- respondió con simpleza.- Estaban escondidos en una cabaña antes de que mi huésped fuera capturado.

 

-¿Estaban?- volvió a preguntar el rubio.

 

-Sí, estaba con su hermano.

 

¡Cállate! ¡No lo digas!

 

-Itachi Uchiha.- respondió, en seguida se sintió arrepentido.

 

Te odio

 

-Sal de mi cabeza.- exigió

 

Esta es mi cabeza, ciempiés.

 

-¿Qué sucede?- la interrupción del buscador interrumpió sus pensamientos y lo tomó desprevenido pero supo rápidamente que decirle.

 

-Estaba pensando que no se su nombre.- aclaró con una sonrisa sincera, era cierto después de todo. El otro lo miró con fijeza.

 

-Mi nombre no importa, simplemente dime buscador.- finalizó.- por el contrario, creo que debería conocer el tuyo.

 

-Salvación Inspiradora

 

Ridículo

 

-Bien.- la forma en que lo dijo le disgustó, parecía satisfecho pero al mismo tiempo dudoso. ¿Es que ya sabía de su problema? El intruso en su mente bufo.- ¿Alguna otra información?- los ojos azules acudieron a su cabeza.

 

-Una chica pelirroja llamada Karin y un hombre un poco mayor de los veinte llamado Juugo.

 

¡NO! ¡Ya cállate! ¡No sigas!

 

-Y…

 

¡Los encontrarán! ¡Lo matarán!

 

-¿Y…?- animó el buscador. Pero no pudo seguir, el dolor y el miedo lo llenaron. No quería que le hicieran daño a ese humano.

 

-Nada más, seguiré buscando.- el buscador no pareció convencido pero le dejo ir.

 

.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Miró su reflejo en el espejo con miedo de ver esos ojos negros, pero se encontró con ese plateado encantador de las almas.

 

Es repugnante.

 

Se veía extraño. Su cabello era negro con toques de azul eléctrico, su piel blanca como la leche le daba un aspecto bastante femenino, no es que le molestara. Era el primer planeta que visitaba en el que se dividían en dos sexos, por lo que si le hubieran puesto en una chica no le habría importado. En el mundo de las luces todos eran… ¿Cómo se decía aquí? Hermafroditas. Un mundo hermoso.

 

No finjas que no estoy aquí

 

Suspiro, tal vez debería cambiar su aspecto un poco. Tal vez así ese huésped molesto se fuera de su cuerpo de una vez por todas.

 

Es MI cuerpo

 

Se puso a divagar mientras buscaba en su cabeza, encontraría más recuerdos para encontrar a esa resistencia.

 

No lo permitiré

 

De eso estaba seguro.

 

.-.-.-.-.-.-.-.

 

Ahora daba un paseo. Cuatro paredes y dos mentes en un cuerpo no era una buena combinación. Encontraba almas a su paso, todas se saludaban cordialmente. Le encantaba ese ambiente tan lleno de paz y tranquilidad.

 

Hipócritas

 

¿Alguien te ha dicho lo fastidioso que eres?

 

De vez en cuando

 

Por lo que se no eres una persona habladora, podría decirse que demasiado maduro para tu edad. Y aun así te niegas a aceptar tu muerte.

 

No estoy muerto

 

No, pero estás reducido a ser una voz en mi cabeza.

 

Hn

 

-Muy buenos días.- saludo un alma sacándolo de su plática mental, la saludo de regreso. Pensó que las cosas estaban mejorando. Se llevaba mejor con su huésped y podían hablar sin que este le insultara. Todavía no entendía los sentimientos humanos del todo pero iba aprendiendo.

 

Oye, ¿Los ciempiés se espían entre sí?

 

No nos llames así. Espera. ¿Qué?

 

Ese auto tiene rato siguiéndonos.

 

¿Qué? ¿Cómo te diste cuenta?

 

Digamos que tengo experiencia

 

Iré a hablar con el

 

¿¡Qué!? ¡Espera!

 

Sin hacer caso de las advertencias se dirigió hacia el auto estacionado bastante cerca de donde estaba. Toco la ventana y enseguida el vidrio polarizado bajo. Le sonrió al buscador que lo miraba irritado. Empezaba a fastidiarse y estaba seguro de que su sonrisa se veía demasiado falsa en su cara.

 

MI cara, engendro

 

-Buenos días buscador, ¿Le puedo ayudar en algo?

 

-Estos días no has sido de mucha ayuda.- dijo altanero. A Salvación Inspiradora  no le gustó para nada aquel tono.- Te tengo una buena noticia.- esta vez el buscador sonrió siniestro, nunca se había visto una sonrisa así en un alma.

 

Este está planeando algo

 

-Mañana realizaremos un cambio de huésped, te ha costado mucho trabajo encontrar sus recuerdos. No quiero que te sobre esfuerces.- por más que pensó no pudo reconocer el tono del buscador.

 

Se llama sarcasmo, inepto

 

-Así que te trasladaremos a otro huésped y a mí me pondrán en el tuyo, cuando consiga la información necesaria regresare a mi cuerpo y tu huésped será desechado.

 

¿¡Que!?

 

-Yo no soy un saltarín.- contestó serio.-No veo necesidad en…

 

-Solo trato de ayudarte.-la sonrisa del alma se le hizo hipócrita. Un escalofrío lo recorrió, estaba empezando a pensar como su huésped.- Ve mañana a mi oficina…

 

-¿Mi sanador lo sabe?

 

-Suigetsu será informado mañana…

 

¿Suigetsu?

 

-¿Cuándo? ¿Antes o después?- la mirada desconcertada del buscador lo alertó, debía tranquilizarse. Las almas no actuaban así. El rubio comenzaría a sospechar de él si seguía comportándose de esa manera. Pero si lo hacían, si lo cambiaban de huésped…

 

Los encontrarán

 

No puedes permitirlo, sientes lo mismo que yo. Niégate. Has algo.

 

No es tan sencillo

 

-De acuerdo.-dijo asintiendo, dándole la confianza que solo un alma puede dar al buscador. Este asintió y se marchó del lugar con un acelerón, dejando al alma atrás. Corrió a casa, necesitaría algunas cosas para el viaje que ¡Oh sorpresa! Había olvidado avisar que haría.

 

¿Qué planeas?

 

Primero le haremos una visita a mi sanador

 

.-.-.-.-.-.-.-.-

 

-¿Sanador?

 

La casa era completamente blanca, tanto que lastimaba los ojos. Después de tocar varias veces escucharon un ruido dentro de la casa, bastante fuerte, como una caída. Eso preocupo al alma quien abrió la puerta.

 

¿Por qué no tenía cerrojo?

 

Al contrario de ustedes, las almas no tenemos que temer que otras almas nos hagan daño. No está en nuestra naturaleza lastimar o robar.

 

Hn, Hace un momento llamaron a tu sanador Suigetsu

 

¿Qué con eso?

 

¿Es que no todos ustedes tienen nombres ridículos?

 

Decidió ignorar a su huésped por el momento y observo la casa, era muy amplia y había muchas cosas antiguas en ella. Al final del pasillo había unas escaleras de caracol, también infinidad de pinturas, la mayoría de ellas hechas por el mismo. Hace poco descubrió su pasión por la pintura, a pesar de que su huésped le decía que era una pérdida de tiempo. Le gustó encontrar una afición propia y no que tuviera que ver con los gustos de su huésped.

 

-¡¡BU!!

 

-¡¡AHH!!- llegó hasta el techo con el salto que dio. Atrás de él un chico peli blanco se reía con todas sus ganas. Cuando el susto se le hubo pasado miró a quien era su sanador tranquilo mientras este seguía riéndose. No se molestó, las almas no se enfadan, ¿Qué haría un humano normal?

 

Meterle un putazo

 

-Es un gusto tenerte aquí de nuevo.- rio entre dientes el sanador.- ¿A qué debo tu visita?

 

Esa actitud respetuosa no pega con su personalidad

 

-El buscador ha decidido cambiarme de huésped, estoy seguro de que sospecha de la voz en mi cabeza.- la seriedad ocupó el rostro del sanador. El peli blanco había descubierto su secreto en una de sus sesiones al descubrirlo hablando solo, inmensa fue su sorpresa al descubrir que él le pasaba parecido. Pero hacía mucho tiempo que no escuchaba a su huésped hablar. Lo había perdido.

 

-Bien entonces… recurriremos al plan A.- el sanador subió corriendo las escaleras y pocos minutos después bajo con una maleta de mano. Se preguntó que llevaría.-Haremos un viaje para conocer el mundo.- Suigetsu le guiño un ojo mientras él lo miraba incrédulo.- ¡Al fin! ¡Estaba cansado de buscar un pretexto para salir! ¡Un viaje de relajación con mí apoderado! ¿Qué mejor que eso?

 

¿Y a este que le picó?

 

Déjalo, nos va a ayudar

 

-¿A dónde iremos, sanador?

 

-Umm… buena pregunta.

 

Yo sé a dónde pueden ir, pero debes jurarme que ese ciempiés también es de fiar.

 

Estoy seguro, ¿A dónde iremos?

 

Te llevaré con mi familia

 

 

Notas finales:

Eeeeeeeeen fin! Esto ha sido todo, aun no hay apriciones estelares peeero si me dejan review prometo continuarlo a ver que pasa.

¿Cómo reaccionará Naruto al ver que Sasuke ya no es Sasuke?

Descubrelo en el proximo capitulo si dejas review :P

Saludos!!

(Enserio dejen review, necesito saber si esto es basura)


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