Namikaze Minato o mejor conocido como “Mina”, por el momento esto no era importante .A sus 14 añitos era muy popular en su escuela y no era para menos, poseedor de unos ojos tan hermosos y de una seductora sonrisa ninguna chica se le resistía hasta que conoció a Kushina Uzumaki también de 14 años, era la única que no prestaba a los encantos de su compañero su pensamiento hacia el eran (un presumido mas) a ella no le caía bien ese tipo de personas, así que lo ignoraba al rubio esta actitud no le gustaba ya que estaba acostumbrado a que cualquier chica le dijera que si.
“SUPER CONVIVIO”, era de lo que se hablaba y chismoseaba en la escuela en la escuela, y la gran mayoría mostraba felicidad por este hecho, en especial para Mina tenía una gran oportunidad para que Kushina cayera en sus redes y demostrarle que nadie se le resistía.
La luz de la ventana le molestaba y el gran dolor de cabeza no lo dejaba dormir, decidió moverse pero algo se lo impedía abrió los ojos y quedo en blanco al darse cuenta que estaba desnudo pero no, eso no era lo que le sorprendía lo mas loco del asunto por así decirlo es que abrazado a él y también desnuda se encontraba Kushina, no eso no le podía haber pasado, tal vez cualquier chico en su lugar sería feliz, la pelirroja era muy hermosa y de una linda personalidad , no lo negaba, pero el solo quería un beso y tan siquiera un abrazo de ella y era en serio, solo eso pedía para demostrar que nadie se le resistía y nada más. No se tomó la molestia de despedirse y huyo, que mas le quedaba no sabía, no sabía que hacer, además el solo tenía 14 años.
Ya había pasado 17 años de lo sucedido, ahora Mina era un hombre responsable a sus 31 años, presidente de la compañía Namikaze y soltero ya que por el momento no le interesaba los compromisos a excepción de su empresa claro está.
Era un día entre semana al salir de la empresa agotado, se disponía a ir a su departamento, se dirigió a su coche abrió la puerta se sentó y prendió el motor, estaba a punto de arrancar cuando alguien lo sujeto por el cuello, esto lo asusto ¿Y que tal si era un fantasma?, se preguntaba aunque él no creía en eso, pero ya muchos de los trabajadores habían dicho que en el estacionamiento pasaban cosas raras ¿Y si era un alma en pena? Negando movió la cabeza, para después tranquilizarse al ver por el espejo retrovisor a un chico…..¿Rubio y de ojos azules?, era su imaginación o ese chico se parecía a el, no lo dio importancia y en un movimiento rápido sujeto al chico de la del brazo, forcejeo con el hasta pasarlo al asiento del copiloto lo azoto fuerte a la puerta sujetándolo con violencia del cuello de la camisa provocando que el chico soltara un gemido por el dolor.
-¿Cómo fue que entraste?...Responde o me vere en la necesidad de llamar a la policía- Decía serio, el joven sonrió para después contestarle.
-No tengo porque responder a tus preguntas, viejo- Contesto burlón lo cual hizo enfurecer a Minato quien le propino un fuerte golpe en la mejilla dejándosela hinchada y en el acto rompiéndole el labio provocando que saliera un hilillo de sangre.
-Mi madre me había dicho que eras amable pero veo que se equivocó, aparte de dejarla abandonada y con un bebé le pegas a tu hijo, eres de lo peor por eso te odio “padre”- Lo último lo dijo retadoramente.
El mayor no podía asimilarlo, ¿Acaso eso era cierto, o solo era un juego? Si tal vez era eso, una broma que le había jugado alguien. Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar al chico llorar.
-¿No me crees verdad?- volteo lacar para otro lado- pero te diré algo hay tu si me quieres creer, el nombre de mi madre es Kushina Uzumaki- Y aunque se limpió las lágrimas estas no dejaban de salir decidió mejor cubrirse los ojos con el antebrazo para ver si así dejaban de salir, continuó hablando- ¿Te suena? Tu hiciste el “amor” con ella cuando fue lo del “super convivio” o acaso miento-
Y ahí estaba recordando el pasado, las imágenes que llegaban a su mente eran precisas y muy ciertas, pero ¡¿Cómo reaccionar cuando te dicen eso?! .Era cierto lo que el chico le decía, era cierto no tenía que pensarlo más, enfrente de él estaba la respuesta.
-Y ¿cómo te llamas?...yo ni quise golpearte, espero me disculpes- Decía con culpabilidad y algo de tristeza. Su pregunta no fue contestada el silencio lo mataba y la culpa también, ahora que lo veía bien el chico se veía mal y luego con el golpe que le había dado…rayos como pudo haberle golpeado a su hijo. Y como la perseverancia no era su fuerte, no lo soporto mas, quito bruscamente el brazo del chico de la cara, lo agarro de las muñecas, las alzo para inmovilizarlo y con la otra mano lo agarro del mentón para que lo volteara a ver.
-Yo de verdad no sabía que existías, de haberlo sabido en estos momentos tu madre, tu y yo seriamos una gran familia- El semblante que mostraba el mayor era triste pero sincero, para después mostrar una gran sonrisa- je eres lindo te pareces a mí, tu eres muy pero muy lindo hijo-
Esas declaraciones tomaron por sorpresa al menor el cual abrió grande los ojos, para después sonrojarse y mostrar una sincera sonrisa. Minato lo soltó, se quitó la corbata y con ella limpió la sangre q había salido del labio del menor, el chico se dejó hacer cerrando los ojos sintiendo como esa tela tan suave era pasada por su labio.
-Ahora si me puedes decir cuál es tu nombre-Al mostrar que ya no mostraba ningún rastro de sangre, dejo de limpiarlo se separó de él y le mostro una gran sonrisa. Al no sentir la tela, el menor abrió los ojos dispuesto a responderle, pero al momento de ver la sonrisa del ese señor tan atractivo también se contagió de esa sonrisa.
Lo que sucedió después Minato no se lo podía explicar, el chico se abalanzo a él, se colgó de su cuello y lo beso para después morderle el labio inferior provocando que saliera un poco de sangre el cual lamio con gusto, se separó un choqueado Mina para después sonreírle.
-Mi nombre es Naruto Uzumaki y tenía razón mi madre ¡Eres una persona mable dettebayo!-
Después de darle un coscorrón y quitarlo de encima, se dirigieron a la casa del Namikaze , mientras, Naruto le platicaba sobre su vida y del por que del beso, lo había besado por que era así como a veces saludaba a su madre y la mordida en el labio era el desquite del golpe que le había propinado hace rato. También le conto que al principio de su niñez lo odio pero al enterarse que su padre no los había abandonado, que el era producto de una borrachera y al escuchar a su madre hablar tan bien de su padre, quería conocerlo pero no había tenido ninguna oportunidad bueno hasta ahora y la hirientes palabras que había dicho al mayor solo era para probarlo y así comprobar lo que decía su madre. Llegaron a su destino y Mina estaciono el coche.
-Yo de verdad me sentía solo al no tener un padre, pero ahora que te encontré estoy feliz- Minato lo miro sorprendido para después mostrarle una sonrisa y revolverle el cabello cariñosamente.
-te prometo que nunca estarás solo- Naruto correspondió la sonrisa y sin mas se dispusieron a subir al departamento.
El menor se sorprendió al ver en donde vivía su joven padre, era una suite pero no como las que veía en las películas, esta era mucho mas grande con piscina jardín y toda la cosa, hasta sus ojitos le brillaban de la emoción.
-Mmm…je je creo que un poco chica, pero espero y te guste aunque no se por cuánto te vayas a quedar, no es que te esté corriendo, si no que, a mí de verdad me gustaría que te quedaras para asi aprovechar el tiempo que no estuve contigo, bueno no se si te gustaría la idea-
-Claro que me encanta la idea- Mostrando una gran sonrisa.
-Hijo no crees que haya algún problema con tu madre-
-No, no creo que a ella le importe, en estos momentos ha de estar feliz con su nueva familia-Lo dijo con una sonrisa pero mostrando una tristeza.
A quien quería engañar Naruto ¿Qué no sabía que aunque mostrara una sonrisa los ojos siempre decían la verdad? Minato ya no quiso preguntar más, decidió mejor abrazarlo siendo correspondido por el menor, lo bueno de todo esto es que se iban a conocer más.
Y así fue, los días pasaban y ello eran muy unidos, Naruto iba a la escuela y al regresar hacía de comer para después hacer la tarea. Minato a veces lo dejaba a la escuela, le gustaba comer con el, ayudarle a su tarea y a veces jugaban videojuegos todo era normal o asi parecía…pero lo que ellos no sabían es que no se estaban tratando como padre e hijo.
Todo empezó la primera noche que llego Naruto, después de que Mianto lo abrazara y el correspondiera, Naru se separó un poco, agarro a Mina de la cara y lo besó esta vez era uno dado con desesperado y apasionado. El mayor no correspondió al beso estaba serio Naruto al darse cuenta de eso abrió los ojos y se alejó del mayor, ahora se daba cuenta que lo que estaba haciendo no estaba bien, la mala costumbre que tenia de saludar a las personas que quería con un beso en los labios, pero esta vez se había pasado, es que de verdad que ese contacto lo necesitaba por que Minato le inspiraba confianza y ternura, y el menor quería sentirse protegido.
-No, no quise hacerlo, lo siento- Y lagrimas salían de sus bellos ojos, por tal acción tal vez su padre lo odiaba.
Minato al ver la expresión que le mostraba sintió un vació en su pecho. Tal vez no tenía nada de malo ese beso solo era una muestra de cariño ¿verdad?, limpió las lágrimas de Naru y lo beso calmando así las lágrimas del menor, este no era un beso superficial si no apasionado el cual fue correspondido al sentir que era suficiente se separaron y se sonrieron.
Mina se sentó en el sillón azul que estaba en frente y golpeo suavemente a lado de el invitándolo a sentarse, no le hizo caso por que en vez de sentarse a lado se recostó en el sillón dejando caer suavemente su cabeza en la piernas del mayor, cerro lo ojos y mostro una gran sonrisa sorprendiendo a su padre…¿Cuántas veces ese mocoso lo iba a sorprender? Se Preguntaba Mina, aunque estaba feliz, el beso para los dos había sido lo más bonito o eso pensaba el mayor sin darse cuenta que Naru pensaba lo mismo sonrió para después acariciar esos mechones rubios y rebeldes que tenía su hijo logrando que Naruto se durmiera al observarlo así le hizo feliz.
Pero esto no acababa así ese beso era uno de los muchos que se daban, para ellos uno no era suficiente. Naru cuando se iba a la escuela se despedía de beso en la boca de él, cuando Minato llegaba a su casa cansado del trabajo su hijo lo recompensaba con un beso, y no con uno superficial cuando se lo daban en la mañana este era apasionado sus bocas parecían un rompecabezas armándose y sus lenguas bailaban más bien tenían una pelea sin tregua alguna las cuales podían separarse por falta del preciado oxígeno.
Era costumbre que salieran cada fin de semana al cine, al cine, al parque de diversiones o solo salían a caminar por ahí, agarrándose de las manos entrelazando los dedos. A Mina le gustaba ver cocinar a su hijo pero lo que más le gustaba era abrazarlo por detrás y darle un beso en la mejilla provocando una linda sonrisa por parte del menor. Cuando veían películas de terror Naruto era el que más se asustaba y por las noches se metía en la cama de su padre él no lo rechazaba, al contrario, lo abrazaba a fuertemente a él y le daba un beso en la frente.
Eran padre e hijo y se demostraban el amor que se tenían, ¿Acaso eso era malo?...claro que no, para ellos no estaba mal, pero la realidad era otra, aunque para la sociedad no estaba bien, esto no era normal, por que besas a tu hijo en la mejilla y no en la boca, un padre no mete la lengua en la boca de su hijo para jugar con la contraria, por que un hijo no se mete a la cama de su padre y lo abraza de esa manera. Para ellos todo esto era normal, pero no se daban cuenta que con esas accione se estaban dañando mutuamente, y otra vez sin darse cuenta el amor meramente “fraternal” que se tenían se había transformado en amor, en ese amor que está acompañado de la locura y la pasión, ya no podían retractarse por los dos habían caído en la trampa en esa trampa que ellos mismos habían hecho.
Hay de celos a celos y en ocasiones estos son buenos hacen que te des cuenta de cosas que desconocidas o que no quería aceptar…
Era un sábado en la mañana ese día al Namikaze le tocaba trabajar, Naruto estaba algo deprimido para ese día habían planeado muchas cosas y ahora su padre tenía que trabajar y al que darse en su casa pero paso de estar triste a feliz, se le había ocurrido una idea, sabía lo mucho que le gustaba su comida a Mina así que sin más decidió hacerle la comida y llevársela.
Tres veces había tocado la puerta de la oficina de su padre pero no obtuvo contestación alguna y su paciencia no era tanta, opto por abrir la puerta …ahora entendía por que no habrían la puerta, su padre estaba ahí pero no estaba solo, se encontraba con su secretaria y no estaban platicando se estaban besando. Tal fue su impacto que tiro la comida provocando que los presentes voltearan a verlo, la secretaria con un poco de vergüenza y Minato sorprendido.
-Lo siento no quise interrumpir es mejor que me vaya, lo espero en la casa padre-Recogió la comida y se fue deprisa.
-Naru- susurro triste el mayor para después ver se iba, y el sin hacer nada.
Maldita sea esta vez no quería llorar, de verdad que no quería hacerlo pero ya no podía más esa escena lo tenía afectado, no entienda por que pero no le gustaba que nadie besara a su padre, esto que sentía no era celos claro que no era solo preocupación, ¿cierto?, se limpió las lágrimas y volteo a verse en el “espejo” de un edificio mostrando una sonrisa dolida, su padre estaba en el derecho de ser feliz y besucearse con quien sea, él no podía ser egoísta, decidió ya no darle muchas vueltas al asunto, necesitaba pensar bien las cosas y llegar a una conclusión definitiva y yendo a su casa no lo haría decidió mejor ir a la casa de su amigo, de es pelirrojo que tanto quería su amigo Gaara.
Minato estaba preocupado era muy tarde y Naruto no llegaba, tal vez debió de ir tras de él, pensaba, pero no quería por que muy en el fondo tenía miedo ¿Por qué? Ni el mismo lo sabía, después de dar muchas vueltas en la sala se asomó a la ventana, un coche estaba estacionado en frente de el salía un pelirrojo y un rubio, se dio cuenta que era su hijo estaba aliviado. Gaara jalo a Naru y lo abrazo este le sonrió y le dio un casto beso. Minato frunció el ceño al ver esto y un sentimiento de enojo lo invadió para después tranquilizarse y esperar sentado en el sillón a que Naruto llegara.
Naru al abrir la puerta se encontró con su padre el cual se poro se acercó a él y lo abrazó tan fuerte y cariñosamente, el menor le correspondió Mina se separa un poco de el para después besarlo pero el menor lo rechazó poniendo la palma de su mano en su boca y después movió la cabeza negativamente le sonrió y se separó de Mina.
-Esto ya no debe pasar-
-¿Y por que no?-Le pregunto serio el mayor.
-Por que no, tengo sueño mejor me voy a dormir- No avanzo ni un paso cuando el mayor lo jalo y lo agarro de los hombros.
-Es por que tienes novio verdad-
-…-
-¡Responde Naruto! Es por ese novio que tienes ¿verdad?- Dijo enojado.
-Eso no es cierto- Respondió calmadamente.
-¡Claro que sí! ¡Los acabo de ver basándose-Naruto se sacudió bruscamente para que lo soltar, después de lograrlo lo miro a la cara enojado.
-Ya te dije que no tengo novio lo dije por ti, tú y “la” secretaria se estaban besando-
-No es lo que tú piensas Naru deja que…-
-¡Cállate! No soy idiota se lo que vi o me vas a decir que besas a cualquiera-
-Eso te lo debería decir a ti-
-Yo solo le estaba dando las gracias, el solo es mi amigo-
-Oh entonces cuando me besabas a mí solo hacías por agradecimiento-
-Eso es mentira, es muy distinto, yo, es mejor que me vaya a dormir-Esa conversación no los llevaba a ningún lado eso Naru lo sabía muy bien, estaba por irse pero esta vez fue sujetado de la muñeca, estaba siendo arrastrado al cuarto de su padre. Minato cerró fuerte la puerta y la cerró con seguro para después aventar al menor en su cama.
-Pero que te pas… -La frase fue interrumpida por el beso demandante que le daba su padre. Correspondía al beso pero al darse cuenta de que lo que estaban haciendo estaba mal lo empujo, se limpió la boca y sin darse cuenta de sus ojos salían lágrimas, provocando que el otro lo mirara preocupado.
-No vuelvas a besarme, ¿Qué no lo entiendes? Esto se está saliendo de control …¡esto no es normal padre!-
-Lo siento hijo pero no puedo evitarlo tú…-
-Tendré que regresar con mi madre es mejor para los dos-
¿Había escuchado bien? Su hijo, su Naruto ya no quería estar con él, un terrible miedo se apodero de él, no, no quería separarse de su niño, ahora no, que se daba cuenta que estaba enamorado de Naru, si tal vez suene loco pero ahora todo cuadraba y no quería quedarse solo mucho menos sin su “Naru-chan”. Lo abrazo fuerte, provocando que cayera encima del menor, el otro trataba de zafarse, trataba de golpearlo pero tampoco funcionaba.
-NO me dejes, por favor no lo hagas, moriría de dolor-Dejo de forcejear para apartarlo un poco y verlo a la cara quedo en shock al ver a su padre llorando desconsoladamente, rayos por que todo era tan difícil pensaba Naru, pero ahora lo entendía él también amaba a su padre, de la misma forma que él lo hacía.
Tal vez esto no era normal pero al fin de cuentas era amor, el más puro amor sin importar lo que digan los demás, soportarlo ya no, le limpio las lágrimas, lo agarro de las mejillas y lo besó, un beso que era correspondido, se separaron un momento para mostrarse mutuamente una sonrisa y unir sus frentes.
-Yo te amo Naru y no me importa lo que digan los demás, por favor no me dejes-
-Shh…no digas más, yo también te amo y no pienso dejarte ni hoy ni nunca-Se sonrieron de nuevo para volverse a besar.
-Ah ah Minato…ah más más-El Namikaze se encontraba embistiendo al menor mientras este tenía abrazada las piernas a sus caderas y las manos en el cuello de su padre.
Lo que estaban sintiendo los dos era delicioso, pues se estaban entregando a la pasión.
-Ah mío… eres ah ah mío Naru-Decía un excitado Minato a un sonrojado Naruto.
-Ah sí, mmm, tuyo ¡aaaah!- Minato embistió con más fuerza sabían que el final estaba cerca, quería ver al cara de su amante, le quito las manos de su cuello y las puso a cada lado entrelazando sus manos y arremetiendo pero con más fuerza y velocidad.
Era hermoso lo que veía, a su hijo sonrojado jadeando su nombre mientras un hilillo de saliva salía de esa “boquita”, no aguantaron más y se corrieron los dos al mismo tiempo, Naruto en el vientre de su padre y Minato en el interior de este, ya no había por que arrepentirse, no les importaba lo que dijeran los demás lo más importante era su amor.
Al final Naruto no se fue y se quedó con Minato, esta vez dormían en el mismo cuarto y en la misma cama, la actitud del rubio menor hacia su padre era más melosa solo con él se portaba así y al mayor no le molestaba al contrario le encantaba, y mas los celos que provocaba en su pequeño ya que ni en el trabajo lo dejaba solo, lo iba a ver todos los días y le dejaba de comer.
Un día la secretaria los descubrió, a Naru sentado en las piernas del mayor y a punto de darle de comer en la boca, el menor al darse cuenta que era la misma secretaria que había besado a su padre no lo pensó más, dejo la comida en el escritorio, agarro a su padre de la nuca y lo beso apasionadamente aclarándole a la señorita que es hombre era suyo dejando a una sorprendida y sonrojada señorita que así sin más se fue corriendo de ahí.
El día que su hijo los encontró besándose es por que ella se le había declarado, pero Minata le aclaro que no podía corresponderle, al principio ella lloro y se puso triste para después brindarle su apoyo y su amistad ya que ella ya sabía que esos dos andaban y como dicen por ahí si tu ers feliz yo soy feliz sin importar que no sea conmigo.
Pero en fin, su hijo no era el único que había cambiado si no también el,ya que era mas sobreprotector y celoso, los dos eran un par de celosos pero más Minato, su hijo era popular en la escuela sin mencionar que su hijo tenía la costumbre de darles un casto beso a uno que otro amigo “especial” que tenía Naru.
-Debes de entender que yo solo te amo a ti-
-Si eso lo sé pero me molesta que te la pases besando a todo el mundo-
-¡Eso no es cierto! Yo solo lo hago con mis amigos y eso no quiere decir que signifique algo-
-Oh vaya que bien que me lo dejas claro, entonces no importaría si besara a las secretarias de la empresa al fin de cuentas son mis amigas y no significa nada – Le dijo con una gran sonrisa. A Naruto no le gusto para nada su comentario, estaba enojado, aventó a su padre al sillón sentándose encima de el con las piernas a cada lado de la cadera del mayor.
-Ni se te ocurra Minato Namikaze – se inclinó un poco a su padre sosteniéndose con una mano en sillón y con la otra mano acaricio sus labios- La única persona que puede besarte soy yo- Le dijo seriamente. Minato lo agarro rápidamente y lo volteó haciendo que se invirtieran los papeles ahora era el que estaba encima del menor.
-¿Ahora entiendes como me siento yo?, de verdad ya no hagas, no lo soportó-Dijo sinceramente, haciendo que Naruto mostrara una sonrisa llena de amor.
-Lo siento, te prometo que no lo vuelvo hacer, yo soy tuyo y te pertenezco-Jalo a Minato y lo besó, comenzaron a acariciarse y a basarse mas demandantemente. Hicieron el amor en el sillón, entregándose por completo y reafirmando su amor…por que sin importar nada el amor era uno de los sentimientos más puros que pueda tener una persona sin importar a quien vaya dirigido, lo hermoso es que fuera correspondido…lo demás ya no importaba.