Su madre le había dicho poco antes de morir, que si alguna vez veía a un dragón en problemas, lo ayudara… pero había hecho todo mal. 

Su madre nunca le advirtió que podrían reconocerla.... ni que ayudar a otros dragones fuera a ser tan peligroso y atemorizante… 

Un simple encuentro, uno de esos que pueden cambiar la vida de una persona... Ahora Micah Rein tendra mas de un problema para solucionar, todo relacionado con un malhumorado dragon y una vieja promesa a su madre.

EMPIEZA LA TRIOLOGÍA. LIBRO 1. 

Historia de Yakuzas Y policías de la INTERPOL, en Japón.

Sorpresas, misterio y unos personajes bonitos y bien locunos.

Lean, ;)

Besos, Ellelover

PRÓXIMAMENTE, LA TRIOLOGÍA EN FÍSICO,

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-La vida no siempre es agradable. Las cosas que pasan en su mayoría son tragedias, las cosas buenas que pasan siempre intentan ser destruidas por terceros que aman el sufrimiento ajeno. Las personas no son de fiar, buscan ganarte tu confianza y después destruirte, desechándote como un muñeco viejo y roto. La vida es una porquería, ¿No crees? La salida más fácil sería morir, entonces, ¿Por qué sigues acá, de pie, sufriendo en silencio y aguantando toda esta basura? ¿Cobardía al dolor? ¿Una persona inocente que no merece sufrir con la basura que tú vives? ¿Un tercero al que recaerá todo el desprecio del que eras víctima si te vas? Hay muchas cosas por las cuales el suicidio muchas veces es pospuesto, sólo esperas el momento justo para saber cuando tu vida ya no es necesaria. Si es así, te doy la bienvenida al club de los suicidas reprimidos, Scott Wolf –El pelinegro me tendió la mano con una mirada gélida reflejada en sus orbes azulinos. Yo la tomé sin mucho miedo, avanzando a ese lugar confiadamente. ¿Miedo? Olvidé su sensación hace mucho-

-º-

Ese lugar que todos creen abandonado, cuando en realidad alberga vida por tres horas al día, siete días a la semana. Donde se reúnen personas que perdieron toda esperanza con otros iguales a ellos, que sólo pueden aguantar en silencio, sin quejarse, sin decir ni una palabra de todo aquello que tienen que sufrir, aguantar y aborrecer todos los días de su vida. Ese lugar del que hablo es el club de los suicidas reprimidos, ¿Quieres conocer a sus integrantes? Aun si no quieres, te diré quienes son las personas que tienen la desgracia de tener una vida de mierda.

-Benjamín Müller: Fundador del club. Tiene 18 años, siendo el mayor del lugar. Su cabello es negro como la noche y posee un par de ojos azul eléctrico que parecen escarbar en tu alma, dejándote helado cuando te mira directamente. Müller vive a cargo de su padre, un alcohólico que le odia con todo su ser gracias a que por su culpa su madre murió. Bueno, según su padre es su culpa, ya que la señora murió en el parto de Benjamín. A raíz de ello el pelinegro sufre múltiples maltratos de los que no quiero hablar.

-Lily McCartney: La única mujer del grupo y más joven integrante, 14 años para ser exactos. Con su cabello rubio y rizado, junto sus ojos zafiro, podría ser la envidia de muchas chicas, pero la verdad está muy alejada de ello. Sus padres viven trabajando, dándole poco o nulo cuidado a su situación. En su curso muchos le molestan, no por su apariencia, sino por su actitud. Ella vive en eterno mutismo, con una mirada decaída que podría deprimirte con sólo verla. Casi todos se aprovechan de la pobre chica, buscando sacarle lágrimas que ella no se molesta en soltar. ¿Te dije que sus brazos están llenos de cortadas y por eso siempre usa manga larga? Pero no, ella no es la causante de aquellas cicatrices, luego te diré quién le hizo eso a la pequeña Lily.

-Aarón Wells: Sin duda el más problemático de todo el club. 16 años, cabello cobrizo y ojos castaños. Vive con su madre, su padre les abandonó cuando él sólo tenía 3 años y se fue con una universitaria. La mujer que le dio la vida constantemente le reprocha, lo insulta y llega a golpearlo cuando éste le ignora por su propio bien. Tiene secretos, como cualquiera de nosotros, pero los de él… son un caso especial. ¿Su fiel acompañante? Un gato negro y blanco, llamado Cloud. Gato que, por cierto, su madre odia.

-Connor Harrison: 17 años, cabello castaño y ojos miel. El único que ya había intentado suicidarse. Fue encontrado por su madre cuando estaba colgado de la viga del techo, pero la mujer logró salvarlo antes que la respiración se cortara. Sus problemas no son causados por maltratos, desamor u otra tontería de esas. Él siempre estaba decaído gracias a que su hermanito menor, Cameron, de sólo 12 años, estaba enfermo de cáncer. Debido a esto siempre carga con un aire deprimente, te digo yo que ese niño es especial para él… muy especial.

-Scott Wolf: El miembro más reciente del club. 15 años, cabello rubio y ojos verdes. Él era la versión masculina de Lily. Con sus padres constantemente trabajando debe quedar al cuidado de su tío, que un hombre agradable no es. En la escuela tiene un grupo de matones personal, que se encarga de hacer la temprana adolescencia del rubio un infierno. Sus razones para temerle al suicidio son simples: Teme que duela. No sería agradable ir al otro lado con tu cuerpo doliendo a horrores, ¿O sí? A diferencia de Lily, él si se corta a voluntad, siendo esta una manera de liberarse. Contradictorio, ¿No crees?

Y bien, ése fue el club de los suicidas reprimidos. ¿Te gustaría unirte? Oh, y otra cosa; la única forma de salir de allí es simple: El suicidio. Con estas simples palabras, déjame decirte: Bienvenido al Club de los Suicidas Reprimidos.

A Bruce no le gustan los perros; son ruidosos, sucios y no muy listos. No le gustan, pero a ellos él si. Teniendo que lidiar con canes que le siguen a casa, y dueños que se quejan de no poder entrenarlos, toma la desicion de aprovechar un poco su aparente talento. Y lo odia.

Pero necesita el dinero.

Chris acaba de llegar de Londres. Confia en que Texas sera una nueva oportunidad para su carrera. Pero a partir de ahora, necesita dejar su nueva casa y salir a la universidad, con lo lejos que esta, y que le ah tocado el turno matutino, debe pasar mucho tiempo fuera. No puede dejar a Erik, su husky, solo en casa todos lo dias, pero las mujeres del barrio le dan la solucion.

A unas casas de la suya, un adolescente pasea a los perros todos los dias, por 3 dolares la hora.

Shinji es un joven de 17 años, alto, atlético y perdido desde el divorcio de sus padres. Un día le roban la bici y tiene que volver a casa a pie, desde el dojo donde ha estado pensando en su sinsentido de vida... entrenándose en artes marciales que a nadie parece "convencerle": ni siquiera a él mismo.

En un famoso puente del centro de Osaka se encuentra con un misterioso ser que le hará replantearse su propia existencia y hacerle dependiente, poco a poco, de ese hombre y todo lo que le rodea.

Una obsesión enfermiza que cree que le hará encontrar su camino. 

¿Será cierto? ¿O terminará la cosa... mal?