-         No, no, no…   -   casi se delata de la maldita excitación que sentía, inconscientemente se llevo una mano a su entrepierna, la sobo con fuerza pues le dolía de lo malditamente despierta que la traía…

Había tenido que correr para que no lo descubrieran, llego a una esquina del castillo y ocultándose entre las sombras de la casi noche, se dejo caer de rodillas, se llevo las manos al rostro cubriéndoselo y lentamente se fue dejando caer al suelo quedando con la frente pegada a este, comenzando a mecerse lentamente mientras una solitaria lagrima escapo de uno de sus hermosos ojos verdes.

Una solitaria lágrima que vino a reforzar con firmeza la decisión que acababa de tomar…

Quizá no se hubiera decidido, si no es por la pequeña palabra que escucho, escapo de entre sus labios al momento de llegar al orgasmo…