El ser humano es capaz de entregarse a sus pasiones, sin siquiera enterarse de tal acto. Con el deseo de encontrar  lo que se le ha de otorgar como suyo. Ha de hacer daño si algo le impidiera tomarlo, ha de dejar la razón de lado, ha de aferrarse con uñas y dientes a su pasión. Aunque dicha pasión radique en un ser igual a él mismo, a un ser humano, a alguien con decisión propia (se ha de creer). Si te acepta y/o logras obtenerlo, bien, todo tu esfuerzo ha valido la pena; si no lo hace has de ser muy desdichado. Pero si es otro quien te aparta, no solo has de ser un perdedor ante éste, sino te has de rendir ante los pies de quien antes fuese tu pasión, mostrándole tu debilidad, y luego huyendo cual cobarde, suplicando por su compasión, perdón y misericordia por las penas otorgadas.

¿Te arriesgas al odio o al amor eterno?, ¿sigues tu pasión o te rindes cuál cobarde?,  ¿cuál es tu decisión?... 

OC. X Josh