Yesung se va por dos largos años, y Kyuhyun no lo puede evitar. Y a pesar de que ni siquiera el sabe de sus propios sentimientos, al final, no se queda tan vacío como creía él. 

(~º-º)~

Quiso besarlos, y lo hizo. Pero Myungsoo no correspondió. Se quedo ahí estoico, rígido.

Bésalo. Bésalo. Siéntelo. Es tuyo. Siempre ha sido tuyo.

Grito su ser, desesperado, rogándole que lo hiciera. Lo necesitaba. Pero él no quería; no quería ver sus moratones, sentir sus labios partidos, posar su mirada en los ojos de Sungyeol: hinchados de tanto llorar.