¿Por qué escribo? Para no estar sólo, para estar sólo, porque más que sólo vale estar mal acompañado. Porque hace frío ahí afuera, porque llueve sobre el corazón. Para vista, gusto, tacto, olfato y oído y para saber que alumbra lo que tanto nos gusta. Por ego y por apego. Porque sí, por si, porque no, para no. Para ser feliz, por no ser feliz, por infeliz. Porque queremos ver y que nos vean. Porque estar cansado tiene plumas, la avaricia comienza en el dar y porque sólo entonces soy. Para pedir perdón. Para ser el enfermo y el psiquiatra. Para acabar con la propiedad privada de mis palabras.