A mediados de la dinastía song (siglo xiii) donde el cultivo, el ganado y el comercio estaban a la mano de un buen gobierno , justamente en verano, una pareja hermosa de campesinos esta por casarse, sus nombres, Kaito Shion y Len Kagamine, una hermosa pareja donde el amor era lo que mas se notaba al verlos,  juntos o separados, sus vidas no podían ser mejor, justo en el Tanaba o festival de las estrellas, donde los hermosos arboles de sakura florecen, donde el viento calido arrulla el papel que cuelga de estos, justo abajo, en un hermoso árbol, la muestra de amor y cariño entre dos personas se hace presente, pronto habría boda, la celebración mas hermosa, porfin justamente es donde Kaito, le declara su amor a su prometida Len, haciéndole una demostración del arte de  chikara kurabe  (una técnica de artes marciales)  con las técnicas de atemi (golpes como patadas golpes de puño etc)  dándole asi a entender a su familia, que podría cuidar bien de su hijo. Dejo asombrados a todos por la precisión y hermosura de los golpes y patadas de salto que daba, aceptando asi, el unir sus familias, los Shion y los Kagamine, el secreto de Kaito para tales hermosuras de movimientos, su sensei  Gakupo  Camui.
En la ceremonia nucia, Len esta usando un vestido blanco representando su nueva vida casado y el final de su infancia, hecho de seda shiro-maku (blanco puro) Kaito usando un kimono azul rey , las lluvias de agosto se hicieron presentes, arrancando trozos de cielo, desgarrando los arboles, rompiendo las tinieblas, todos corrian, la gente gritaba, aquel hermoso kimono blanco se tiñio de carmín, cuando un árbol cayo sobre la hermosa  antes feliz novia, la gente se amontono, Kaito rogo , pero todo era imposible, Len, murio, en su mano estaba una de las tazas con el sake casi por terminar (una costumbre en la bodas)

La noticia llego, “Len murió, justo, en su boda…” Kaito estaba deprimido, no comia, no bebia, no salía al mundo exterior, se la pasaba encerrado en su humilde choza, solo, lamentando la muerte de su pareja, acompañado de sake e incienso estaban sus anhelos de volver a verlo, de tocarlo, de abrazarlo, de besarlo, de sentirlo, de, volver a amarlo, por otra parte, Gakupo entrenaba fuertemente, el también había escuchado sobre eso, se sentía mal por Kaito, no era lastima, era, otra cosa, algo que, simplemente no podia descifrar, un sentimiento, no era una emoción, era un sentimiento fuerte que lo envolvía junto con  Kaito, seguía entrenando, mas fuerte, mas rudo, mas hábil, el imaginar tan solo a Kaito siendo aplastado por ese enorme árbol era algo horrible, pero, saber que seguía con vida y que  lentamente se provocaba la muerte, era algo peor, si, el sabia eso y si no se lo impedia, estaba seguro todo terminaría  peor. Una vez dio el ultimo golpe, tomo su katana y fue corriendo hacia Kaito, hacia su hogar, su ahora solitario hogar.
“No permitiré esto, no te dare el lujo de morir, no dejare que te reunas con la persona que crees haber amado, no sin antes ser mio”….