Mi nombre es Kevin. Soy un estudiante normal y corriente, con la vida más sencilla que os podais imaginar. De la universidad a casa, de casa a la uni, y de vez en cuando una fiesta con los colegas. Me defino como una persona tranquila, segura de si misma e inteligente. Sin muchos problemas en la vida, aunque mis amigos se dedican a "incordiarme" por mi inclación sexual, claro que en broma. Y ciertamente a veces hasta molesta, ¿que pasa si nunca he estado con ningun chico a los veintipico? No es su problema... es el mio... ni si quiera se donde buscar.

Claro, ¿que quien me iba a decir que me encontraria a un muchacho desamparado sin paraguas y bajo la lluvia? 

"No puedo escapar, es como si estuvieras conmigo ahora pero las palabras que dijiste... siempre parecen que se desbanecen. Desde que te fuiste lejos soy solo otro rostro en la multitud... Algún día... Algún día yo sé que volverás"

Hola, mi nombre es Josh, tengo 17 años y os voy a contar mi historia.

bueno la historia trata de un chico que es secuestrado por la mama de su mejor amiga y no les dire mas ....

Daron un chico que no pensaba enamorarse de verdad

Andrew un chico cuya vida era un infierno

¿Estar juntos les hará bien? 

¿Estar juntos.....?

Hola. Supongo que debo empezar presentándome ¿no? Pero, os advierto que no se me da demasiado bien presentarme, de verdad.

Soy Gareth Joe Anders, y tengo 17 años. Soy de Erzetown, Colorado. Y puede que no os interese demasiado mi historia ¿no?

Bueno, digamos que “mi historia” os puede resultar un tanto…eh…extraña, lasciva, depravada, pervertida, sucia…cómo queráis llamarlo.

Lo más peor de esta historia, es que vivo en un entorno de homofóbos. Y por “entorno de homófobos” me refiero a mis “queridos y adorados” –nótese el sarcasmo- padres, con quienes por desgracia vivo.

Bueno, supongo qué pensaréis ya que os cuento esto. Sí. Soy homosexual.

Antes pensaba que era bisexual, pero con el tiempo me he ido dando cuenta de que soy homosexual del todo. Y no es algo de lo que me arrepienta, la verdad.

¿Y por qué he calificado esta historia con todos los adjetivos anteriores?

Fácil.

Mi problema y mi tormento tiene un nombre muy simple: Derek. Mi hermano menor de 15 años.

Y ya os podéis imaginar lo que pasa…sí…estoy enamorado de mi hermano menor.

Secuela de El pecado de san Elliot

Ocho años han pasado desde que el internado Saint John cerró sus puertas, pero Fortuna no dejará que Elliot y Leo tengan paz, al menos, no eternamente.

Por azares del destino volverán a encontrarse, cada uno con su propia vida, y muchas preguntas se plantearán de nuevo, buscando respuestas diferentes.

    No era curiosidad. No era tampoco ningún tipo de presión social adolescente o alguna tontería así. Yo ya me había aventurado a probarla en un pasado; era relajante, tranquilizante… Era una sensación bastante placentera. Como lo esperaba; al pasar un poco más de una hora, el efecto del cannabis comenzó a hacerse presente. Esa sensación de estar cayendo, pero a la vez, de estar subiendo. Era irónico.

   Por alguna razón, tenía la sensación de haber hecho o dicho algo que no debí de haber expresado. ¿Qué era? No lo recordaba…  Aunque quizá no olvidaba nada y sólo me preocupaba en vano. Sí, debía ser eso; sólo los nervios de haber estado con Andrei. Sólo eso. Porque era Andrei, mi mejor amigo y confidente… La persona que me gustaba. 

Esther es un chico de la calle, que vive en un mundo entre la inmundicia y la decadente ciudad. Crea una fantasia subreal en su mente, tratando de escapar de las garras podridas de la sociedad.

Hankon es un militar machista, que vive una vida lineal e incolora. Huyendo de sus recuerdos y encapsulado en su burbuja

Ambos se encuentran en dos mundos diferentes, que colisionaran para poder sobrevivir a esta selva de concreto. ¿Podrian surgir sentimientos en un amor bipolar?, o ¿Simplemente odio y rencor?

Una noche despejada, cinco estrellas brillan en el firmamento con más fuerza que las demás.

Y aunque ellos no lo sepan, algo está a punto de suceder. Los engranajes del destino han empezado a girar.