Draco Malfoy, tras la guerra, debe compadecer ante el Wizengamont, quienes decidirán su futuro. Su percepción del mundo, tres horas antes de la vista, no puede ser más penosa ni patética, hasta que se entera de que el imbécil de Potter quiere declarar en su favor.

Draco Malfoy, quiere olvidar, quiere engañarse así mismo, tratando de que sus sentimientos queden en el olvido, queriendo que los recuerdos de aquella persona tan especial, no vuelvan a flote.

Pero la vida, puede dar segundas oportunidades, solo hace falta querer tomarlas…

Cuando una situación se escapa de tus manos atrae una serie de concecuencias. Cuando la discución de estos dos amigos de conveniencia se sale de los rieles atrae concecuencias.

¿Por qué una calurosa discución atrae cálidas concecuencias?

¿Cómo resistirse? ¿Por qué no hacerlo? ¿Acaso ambos lo disfrutan?

—Hoy, he descubierto que prefiero mil veces pasar la vida discutiendo contigo, antes que hacer el amor con otro.

Lucius sabía muy bien que le esperaba a su hijo en cuanto el Señor Tenebroso le pusiera las manos encima. Claro que no permitiria que nadie lo tocara antes que él...