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AGONICA ESPERA por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

KYO KARA MAOU NO ME PERTENECE, SOLO UTILIZO LA HISTORIA Y SUS PERSONAJES PARA CREAR HISTORIAS ENTRETENIDAS.  ESTA DE MAS DECIR QUE SON SIN FINES DE LUCRO.

CAPITULO 2.: REMORDIMIENTOS


Por más que intentaba no paraba de darse vueltas en la cama, cuando por casualidad paso a rozar la mano de alguien, esto le había puesto extremadamente incomodo, estaba tibio.  Deseaba salir de ahí a como diera lugar, pero sabia bien que eso no podía ser, seria sospechoso que a esas alturas durmiera en otro cuarto.


-¿Qué sucede?- , ahí estaba esa voz que tanto quiso ignorar pero que ya no podía.

-Remordimientos- , se volteo hacia el otro lado, aunque sabía que de nada le serviría, la voz resonaba desde el centro de su cerebro.

-Déjame en paz- , le pidió abriendo sus ojos, pensaba erróneamente que al hacerlo la pesadilla acabaría pero fue todo lo contrario, frente a él estaba un rubio, en la misma posición de cuando se despidió para dormir.

Se puso nervioso al verle tan quieto.  ¿Extrañaría sus patadas nocturnas?, meditaba cuando aquella voz regreso para atormentarle nuevamente.

-Se ve tan hermoso, hasta parece un Ángel- , sentía melancolía en esas palabras.

-Es un demonio- , le contesto con firmeza.

-Los demonios eran Ángeles en u principio, lo sabias-

Estaba irritado, porque no se callaba de una buena vez, que le importaba toda esa sarta de explicaciones, cuando saldría el sol para terminar de una buena vez por todas con esa tortura.

Sintió algo húmedo caer por la montura de su nariz, quiso reprimirse pero aun estando en las penumbras sintió como su vista se nublaba por un par de segundos, luego sintió como su rostro quedaba empapado de lágrimas.

-Aun es tiempo- , le decía la voz.

-Puedes dar marcha atrás-

Como iba hacerlo, que explicación daría, como miraría a todos.

-¡No lo pienses!- le increpaban.


¡Ya cállate, es tarde, acaso no lo entiendes, déjame en paz!, le grito a su voz interna.


-Mmm...- , escucho al rubio quejarse.

-Aaaa- , se le escuchaba gemir apenas con el rostro notoriamente descompuesto, encendió la luz impulsivamente, no deseaba verlo pero ya era tarde, estaba demasiado choqueado para reaccionar.



Su prometido estaba pálido, se notaba transpirado no solo en el rostro,  sus rubios cabellos estaban húmedos y apenas movía su cuerpo, su respiración era floja, sus labios se tornaban morados.


-¡As algo!-


Su prometido agonizaba, su amigo moría, todo gracias a él.  Acerco la mano a su frente, estaba helado, pequeñas gotas de sudor caían por sus ojos bien cerrados, su respiración comenzaba a hacerse inconstante.  ¿Que debía hacer?


-¡Maldito cobarde as algo!- , le gritaba la voz que ya no se encontraba en su cabeza, si no en el extremo de la cama, junto al moribundo, era un reflejo tenue de aquel ser que tomaba su cuerpo prestado, aquel que vivía en su interior, tan bien conocido como el Maou.


Se le notaba angustiado, miraba con tristeza al muchacho que se debatía entre la vida y la muerte.  Le miro suplicante, a él, ese ser todo poderoso le estaba rogando ayuda, entonces lo comprendió, la primera vez que le vio, la cachetada, la angustia al verle en peligro, el despertar abrazado con fuerza a el, las miradas a ciertas zonas sin querer, ¡por Dios!, hasta los sueños subidos de tono que tanto le molestaban.


-Lo amas- pregunto secamente mientras el otro intentaba tocarle sin éxito.

-No- suspiro al escucharlo.

-Lo amamos-


El alivio inicial desapareció al escucharlo.


-Eso no- , le contesto de una.

-Deja de negarlo, ayúdalo- , le rogaba mientras el moreno negaba rotundamente con la cabeza.

-Tu lo amas, no yo, todo esto es por tu causa-

-Como puede ser eso, ambos somos la misma persona- contestaba el ser que cada vez se hacia mas visible.

-¡No!, ¡es imposible!- grito enrabiado.

-¿Por qué?, ¿Por qué somos hombres?-

-Exacto, a mí…a mi no…me gustan…esta mal-

-Entonces dime porque te demoraste tanto en hacerlo- le increpo molesto.

-¡Tengo conciencia!, ¡no quería!-

-¡Pero lo hiciste!, ¡ahora rectifica tus actos!-


El muchacho comenzó a llorar, no deseaba ver morir a Wolfram, pero al parecer no tendría otra opción.

-¡Que esperas!, ¡aun puedes salvar a quien amamos!-


Tras escuchar estas palabras, nuevamente confirmaba lo unido que  aquella alma suya estaba con el rubio, no pudo evitarlo, una mueca de asco apareció en su cara.

-¡Pervertido, acaso no ves que es un hombre!- le acuso con desprecio.

-¿Cómo puedes ser tan terco?, lo dejaras morir-


El moreno miro detenidamente como el muchacho que había jurado protegerle se retorcía del dolor, respirando con mayor dificultad.  Luego le miro a el, le observaba como si se tratara de una deidad, ¿tanto lo amaba?, jamás se atrevería hacer lo mismo, solo de imaginarlo su rostro se tornaba rojo, su corazón se aceleraba y deseaba estar muerto por caer tan bajo, para colmo, todo a causa de alguien de su mismo genero.

Wolfram podía ser un bishounen, como ningún otro, pero no por eso sucumbiría ante el sin pelear.  Así fue durante ese par de años, hasta que apareció el dichoso decreto obligándolo a tomar un consorte, de otra manera debería abandonar el trono por ser un afuerino, para colmo Shinoun ya no existía, al menos ante los ojos de los diez nobles, como podría cambiar aquella regla sin su dichosa autorización.  El no quería casarse, mucho menos comprometerse, entonces le recordaron que ya lo estaba, así fue como sin poder siquiera reclama todos en palacio comenzaron los preparativos de la tan esperada boda real.  Por un momento quiso intervenir en aquella parafernalia pero Greta se veía feliz que al fin sus padres formalizaran su unión, como podía romper las ilusiones de su hija.  Luego estaba Wolf que con cada día que pasaba mas feliz se veía.  Se resigno como el debilucho que era, pero entonces apareció Sara para abrirle los ojos, no tenia porque acatar aquellos designios estupidos de un dios que se ocultaba de sus súbditos, debía haber alguna forma de zafarse de ese lío a como diera lugar.  Tanto el como su amigo de Pequeño Shimarron se encomendaron en la tarea de indagar a fondo en la biblioteca real sobre aquel decreto.  Pasaron días sin encontrar nada mas que estupideces, baya que habían leyes inútiles que ni siquiera se le habían pasado por la mente que pudiesen existir, hasta que el mismo lo hayo, la forma de dar termino al compromiso, apenas termino de leerlo se le revolvió el estomago, no solo eso, le hervía la sangre de ira al imaginarse eso para su amigo.   Desde una esquina escucho como su amigo le llamaba, algo dudoso le entrego un libro viejo indicándole un pasaje en particular, la cláusula que tan desesperadamente buscaba, estaba justo ante el. 


Un nuevo grito lo saco de sus recuerdos, el rubio estaba en forma fetal, ahora lloraba sin control por las fuerte contracciones que debía tener a causa del dolor.


-¡Ayúdalo!- , le ordenaba el Maou, ante la mirada aterrada del moreno.

-No…no puedo- , se le escucho apenas decir, mientras miraba al joven sobre la cama.

-¡Si puedes, esta en tus manos!- increpaba con desesperación a su contra parte.

-No hay otra alternativa-

-¡Mentiroso!, sabes bien que la había- le recrimino a un moreno que negaba con aseveración aquella afirmación.

-Pudiste dejar que amara a otro-

-A él jamás se le hubiera  cruzado por la cabeza, por la mente, no, el no-

-Pudiste pagar para que le seducieran-

-¡Nunca me hubiera engañado, lo conozco!-

-Podrías haberle tendido una trampa, darle una poción de amor, dejarlo solo, en su estado de euforia, ningún hombre o mujer se habría negado hacerle suyo-

-¡Como puedes!, ¡nunca!, ¡Wolfram no se merece algo como eso!- respondió furioso, esta vez mirando fijamente a su otro yo.

-¡Pero esto si!- le dijo indicando exasperado al moribundo.

-No…pero humillarlo, atarlo con una persona, solo por que yo, ¡eso no!- grito finalmente.

-¡Idiota!, ¡a eso se le llaman celos!-

-¡No es eso!, ya cállate- , le decía mientras se tapaba sin éxito sus oídos, la voz seguía tomando mas fuerza en su cabeza.

-¡Vamos deja de parlotear y ayúdalo Yuri!-

-¡Déjame en paz, maldito pervertido!- le grito con odio en su rostro.

-Esa es tu ultima palabra- , pregunto con solemnidad el espíritu frente a el.

-Si, esa es mi decisión- , reafirmo el muchacho.

-Entonces que así sea, pero no olvides la oportunidad que rechazaste-

Le respondió el Maou con mirada inquisidora.




CONTINUARA….

Notas finales:

Espero que les haya gustado la continuacion, gracias por los comentarios anteriores y espero que sigan enviandome, aunque sea para regañarme, jejeje, es que alguien encontro un parrafo mal escrito, pido disculpas por eso, no me di cuenta.

Perdon si no pongo el parrafo, ya se me olvido cual era, en todo caso en los rewiws esta descrito en un comentario.

Gracias por seguir leyendo mis fics y hasta la proxima.


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