Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AGONICA ESPERA por DRAGIOLA

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Llego a palacio a brindar su ayuda.

Todo estaba saliendo de acuerdo a lo planeado.

Pronto, muy pronto pondria sus manos sobre el inutil del Maou.

 

CAPITULO 3: ENCUENTRO CON SARALEGUI



El Rey Saralegui llego a Pacto de Sangre esa tarde, como solía hacerlo desde el anuncio de la boda real, con el pretexto de prestar ayuda al Heika de Shin Makoku en ciertas cosas que a muchos no les interesaba o incomodaba hacer, por lo cual el repentino ofrecimiento de este, fue muy bien recibida.   


Tras esperar media hora en el salón real, se percato que el ambiente estaba más agitado de lo habitual.  Cuando el consejero del reino fue a darle la bienvenida protocolar se entero de la tragedia ocurrida.

Ante los ojos de todos se veía impactado y  apenado por lo sucedido, más en su interior, no aguantaba las ganas de estar solo para celebrar su victoria.

Lo había conseguido, aquel  demonio que interfería en sus planes ya no existía, por fin podría hacer y deshacer  en aquel país, de a poco conseguiría agradarles, aunque lo primordial era cierto moreno gobernante de dichas tierras.  Tendría éxito en lo que su antecesor fallo.  Utilizaría cualquier arma a su alcance, si debía drogarlo para hacerlo suyo lo haría, si con eso no conseguía sus propósitos, entonces aun quedaba el arma final, el crimen que había cometido.  Claro que esto solo lo usaría como último recurso, ya que sabía bien que con las preferencias del Maou, seria difícil hacerle caer en sus garras.

Con solemnidad dio su mas sentido pésame a cierto castaño, quien en ves de agradecerlo, le ignoro siguiendo su camino, pero no sin antes dejarle en claro algo que lo saco de sus casillas.


-Mi hermano aun no a muerto, para su desgracia- , dijo acentuando las últimas palabras.


Sabia que el no era del agrado de varios miembros de palacio, pero llegar al punto de mentirle, eso no.  Para su suerte el sujeto no se detuvo a verle de frente, porque de hacerlo, se habría percatado que la serenidad que tanto caracterizaba al joven Heika humano, había desaparecido por completo.

Gracias a su guarda espaldas pudo salir de su estupor y recobrar la compostura.  No lo comprendía, el veneno era de los buenos, tanto que ni el mejor medico u hechicera podría detectarlo, su actuar era lento, doloroso y seguro.  Entonces, porque había fallado, acaso el rubio se bebió solo un poco, estupido Yuri, pensó.  Le advirtió que debía darle todo el contenido a beber.  Seria posible que lo aya mezclado con alguna bebida, no, claro que no, esa poción infalible no debía ser afectada por algo así.

Intento de tranquilizarse, estaba vivo, el maldito de Wolfram Von Bielfield, seguía entre ellos, estorbándole.  Pero no por mucho tiempo, las palabras del peli lila fueron concisas y por como se refirió al prometido real, obviamente estaba más cerca del cementerio que del altar.  Recordar eso lo tranquilizo, debía aclarar sus ideas, lo primero que debía hacer ahora era ver Yuri a como diera lugar.

No salía de su asombro, que le pasaba, porque se comportaba así, con él precisamente, en ese momento se arrepintió de haber ordenado a su acompañante dejarlos solos.

Permanecía sentado, esperando en ese gran despacho del Heika de Shin Makoku, ya se había aclarado y pensado en las posibles alternativas que podría seguir de ser necesario, ahora estaba a punto de enterarse de primera mano de lo ocurrido, pero estaba tardando mas de lo esperado, cualquier otro se habría marchado, pero el no, al contrario, le había servido de mucho.

Entro al despacho acompañado de su consejero, le saludo cordialmente, se notaba cansado, pidió al hombre retirarse, lo cual hizo sin mucho agrado, enseguida le pidió lo mismo a su escolta, quería tener el máximo de privacidad posible.


-Y bien, como sigue- pregunto sin recibir respuesta alguna.

-Yuri, no te sientas culpable, hiciste lo que debías-


El moreno tenia la mirada perdida, se veía bastante mal, se notaba que aquellos días le habían afectado mas de la cuenta.  Hacia solo dos meses le hizo entrega de la poción ponzoñosa y a dos semanas desde su partida de aquel reino, lo único que esperaba escuchar eran las trágicas noticias del deceso de un demonio de fuego.  Aquella situación le habría hecho gracia, había regresado a manipular la débil mente de su supuesto amigo, por fin daría el paso final en sus planes y con que se encontraba, un regalo a medias.   Como le hubiese gustado poder controlar su mente como hacia con la de otros, pero bien sabia que le era imposible, por eso su trabajo se torno mas complicado.


-Pronto dejara este mundo, serás libre- continuaba el de ojos ámbar

-No quiero- , contesto el rey, lo cual no asombro a su interlocutor.

-Veras que con el tiempo todo esto no será mas que un triste recuerdo- le decía como consuelo al muchacho que ahora se encontraba con la mirada fija en el escritorio.

-Podrás encontrar alguien a quien ames y que no te impongan-  el  moreno levanto la vista, le miro con una pequeña sonrisa en el rostro.

-¿Cómo tu?- contesto a un Sara que fingía perfectamente un estado de timidez.

-Bueno…Yuri…yo…no se- dijo con la cabeza gacha fingiendo nerviosismo.

-Me amas- pregunto el de ojos azabaches.

-Yuri…yo…no creo que sea…el momento-

-Porque no, a rey muerto bienvenido sea el que le siga- dijo el Heika mientras un fingido rubio lo veía con molestia.

-No digas esas cosas, Wolfram aun no muere-

-Pero lo hará y necesitare de alguien que caliente  mi cama-


Escuchar esas palabras de una persona recatada, como bien sabia, que era el moreno, lo lleno de sorpresa, aunque también de cierta satisfacción, al parecer su cometido seria mucho mas fácil de lo que pensó,  el torpe rey de los demonios sentía algo por él.


-Entonces, me amas- pregunto otra vez.

-Yuri…yo- dijo apenas en un susurro.


Estaba tan concentrado en su papel y en sus planes que ni se percato que el moreno ya no se encontraba sentado tras el escritorio, solo se dio cuenta de ello al sentir sus dedos en su barbilla.  Frente a él, a unos centímetros de su boca, se encontraba un moreno, al cual podía sentir su calido aliento erizándole la piel.  Algo no andaba bien, su comportamiento osado pasaba todos los límites, ese no era el sujeto tímido y enclenque como solía llamarle su competencia.


-Me incomodas- dijo con seriedad.

-No vas a responderme- le pregunto aun más cerca.


Debía arriesgarse, aunque fuera una imprudencia, lo sabía, por lo cual respiro profundo y respondió lo más mustia que pudo.


-Si-


El moreno sonrío alejándose de el, hasta llegar al puesto que anteriormente ocupaba para sorpresa del rubio.


-Wolfram también decía amarme-

-Lo se- le respondió quedamente.

-A veces dudaba que fuera cierto, sabias que el solía odiar a los humanos-


Se mostró extrañado al escuchar eso, después de todo su rival se ocupaba de la educación y crianza de la hija adoptiva del Maou, quien se sabía bien era humana.


-Sorprendente verdad, todos decían que gracias a mi cambio su forma de pensar- el rubio asiente sumiso al escucharle.

Del cajón saco un pequeño frasco que deposito sobre el escritorio.

Silencio que espeluznante puede ser.


-El lo hizo sin siquiera dudarlo, ¿Por qué?- el moreno rozaba el frasco con cuidado.

-Se lo ordenaste- contesto el de mirada ámbar

-No exactamente, ¿lo habrá hecho por amor?-


El momento había llegado, los remordimientos comenzaban afectarlo, ahí estaba el frágil y débil joven que conocía.


-¿Amor?, no creo que fuera eso, solo fue conveniencia- respondió mientras el joven rey lo escuchaba con atención.

-Como desobedecerte con su boda tan cerca-


Le miro extrañado, lo noto, el rubio sabia de sus dudas acerca del informe entregado.


-El estaba junto a ti por cuestiones políticas, nada más-

-No lo creo- contesto el moreno.

-Recuerda, tu mismo me contaste que su primera reacción ante el compromiso fue retarte a duelo-


Ya estaba, sus palabras surtían efecto en el otro joven.


-Pero-

-Yuri, solo se quedo a tu lado por influencias, el espía lo dejo bien claro en su informe-

-Quizás, tienes razón pero porque…- el moreno seguía dudando.

-Hasta fingía cariño con tu hija- eso si asombro al Heika de los demonios que definitivamente le dedicaba completamente toda su atención.

-Perdón, se que debí contártelo antes-


El moreno tomo aire, lo necesitaba, para poder preguntar.

-Dime-

-Fui testigo de cómo maltrataba a tu hija-

-Greta jamás me contó nada-

-Le temía-

-Pero nunca le vi. marcas de golpes-

-Seria demasiado obvio, él la tenia bajo amenaza, la mandaría lejos de tu lado, por eso no se atrevía hablar-


El moreno estaba sorprendido al igual que algo molesto, estaba jugando a la perfección sus cartas.

-¡Porque no me lo dijiste antes!-


El rubio se mostró apenado.

-Como podría, cuando apenas nos conocíamos, era tu prometido, creo que al igual que tu pequeña, temía no me creyeras-

-¡Pero y después, antes de esto!- alego furioso el moreno.

-¡¿Me habrías creído sin pruebas?! , además el compromiso era sólido y luego vino el anuncio de tu boda, como creerías eso de la persona que amabas- se defendía casi llorando.

-Tu sabias que las cosas no eran así- le dijo con firmeza el rey.

-Lo sospechaba, mas no estuve seguro hasta hablar contigo, por eso contrate al espía, hay muchas cosas de las cuales tu no estas enterado-  termino de decir en su defensa.

-Soy un idiota, un imbecil- decía mientras miraba un costado del cuarto.

-No te equivocas, eres confiado, noble, por eso se aprovechan-

-Lo crees- pregunto el moreno, ante un rubio que asentía afirmativamente.

-Y tu-  le indico con algo de pena en la voz.

-Crees eso…de mi, aun sabiendo mis sentimientos-  pregunto sentido el rey de Pequeño Shimarron por sus dudas sobre el.

-El también decía amarme y mira todo lo que he descubierto- , el ojos ámbar se mostró indignado, se levanto bruscamente del a silla en la que se encontraba.

-Si crees eso de mi, entonces no hay nada mas que hablar, me retiro- dijo alejándose.

-Sara, estas seguro- pregunto el moreno.

-Me has ofendido, a diferencia de Sir Bielfield, mi orgullo no tiene precio.  Adiós Yuri- dijo mirándole de reojo y marchándose con decisión.



Las semanas pasaron y el rey de Shin Makoku, ni siquiera se había pronunciado, acaso debía presentársele sumiso, ¿habría utilizado mal sus cartas?   Calculo mal  su jugada maestra, la actitud de su dizque amigo había cambiado, estaba preparado para ello pero también lo estaba estar a su lado, doblegando su frágil persona.  Entonces que hizo mal en esa ocasión, no lo comprendía, Yuri debió arrastrase hacia el por consuelo, culpa o complicidad, mas nada de eso ocurrió.  Ni siquiera fue informado del deceso de su rival, algo bastante común en las ramas políticas entre los aliados, lo normal hubiese sido que le llegara una misiva para dar sus condolencias, sin eso no tenia derecho ni de presentarse al funeral, lo cual le chocaba, ya que había soñado con ese momento clave al decirle adiós aquel impertinente metiche que tanto odio, con eso abriría una nueva puerta en sus planes de conquista.   Pero él se encontraba en su reino, recibiendo noticias, esperando paciente, mordiéndose las ganas de presentarse, tragándose la rabia.

Hasta que el tan esperado día llego, del reino de los demonios llegaba una misiva, la recibió con emoción, Berias se percato de su alegría apenas toco la carta.   Pero a pocos segundos la felicidad se desbocó mostrando un rostro marcado por la ira, en sus manos el papel se encontraba arrugado, tuvo que contenerse para no romperlo, lo dejo caer saliendo furioso de su despacho.  Su guarda espaldas comprendió que deseaba estar solo, no era necesario que se lo dijera, después de todo le conocía de pequeño.  

Se agacho a tomar el papel y aunque no debía, se aventuro a leerlo.  Pudo comprender la irritabilidad de su rey, la carta era una clara invitación a una boda real, la del Heika de Shin Makoku, aunque no especificaban  los nombres de los novios, no se debía ser adivino para saber que uno de ellos era Yuri Shibuya y el otro, sin lugar a dudas no era el de su rey.




CONTINUARA…

Notas finales:

Bueno este capitulo no me convencio mucho pero la historia ya esta escrita, la intente de arreglar un poco, asi que, bueno espero que les guste.

Cualquier comentario es bien recibido, gracias por seguir leyendo esta historia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).