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AMAME OTRA VEZ por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

La osadia de cierto moreno no tendra limites por lo cual cierta rubia debera tomar armas en el asunto.

CAP.3

ELIZABETH

 

 

¿Quién se creía que era?, bueno, cierto era que ese joven había sido su prometido y que mal que mal era el Heika de Shin Makoku pero aun así no daba crédito a su osadía.  Puesto que su querido coni-chan lo había rechazado cortésmente y esta en vez de iniciar la retirada digna que se esperara de un monarca solo se había quedado ahí, en medio de ellos dos tomándole el brazo a su compañero, insistiendo nuevamente.

 

-Heika creo que mi pareja de baile a sido claro al rechazar su petición de baile, por favor no sea impertinente- dije fuerte y claro para que se sintiera, si no humillado un poco avergonzado de sus acciones puesto que no daba marcha atrás, sin imaginarme que el descarado tenia una carta bajo la manga.

 

-Vaya Wolfram, no sabia que ahora necesitabas guarda espaldas, tanto miedo me tienes- dijo en tono burlesco a lo cual mi querido coni-chan contesto molesto que no era así y que nos dejara en paz. Retomábamos entonces nuestra danza cuando siento que alguien toma mi brazo y me lleva hasta el, mientras Wolfram era de la misma forma alejado de mi.

 

-Lady Elizabeth por favor, permítame esta pieza- me pidió galantemente el Gran Sabio pero entonces recordé a mi ni-chan y retrocedí a verlo-No se preocupe Shibuya no muerde, además no tiene nada de que temer, si no intento nada en tantos años de compromiso ahora menos, no lo cree- le mire y asentí sin darme cuenta, entonces tomo mi mano y comenzó a dirigirme en el baile, mientras yo continuaba observando a la pareja que bailaba cada vez mas lejos de nosotros.

 

No intentara nada, eso dijo el Gran Sabio, pero yo ya no estaba tan segura de aquello, porque si bien en el pasado le tuve celos a ese joven extranjero convertido de la noche a la mañana Maou gracias al gran Shinoun para luego sentirme aliviada tras escuchar de la boca de varios sirvientas de la cruda realidad de mi adorado ni-chan, ahora discrepaba.

 

En el pasado había ayudado a alejar a los fastidiosos pretendientes de Wolfram, con mucho esmero y hasta con sacrificios personales, hasta el punto de ser castigada, pero todo valía la pena con tal de verlo feliz.  Podía recordar como temblaba la primera vez que uno de esos sujetos se presento para cortejarlo, todos le apoyaban, mientras el se hacia el fuerte e intentaba de alejarlo con la mayor etiqueta posible, luego vino lo peor, el sujeto en cuestión se había atrevido a levantarle la mano en plena reunión, entonces me atravesé y justo a tiempo mi ni-chan agarro su mano dándole un fuerte golpe. 

 

-¡Estas loca, sabes que hubiese pasado de haberte abofeteado!-

 

-Si, se hubiese retractado a los pocos minutos porque a quien quiere es a ti- dije autosuficiente y feliz de haberlo salvado.

 

-¡Idiota, el te hubiese aceptado y luego de unos meses habría roto el compromiso!- decía furioso mi coni-chan.

 

-Wolfram que dices eso no…- Me calle, porque por primera vez en mi vida juraría que el tenia miedo, le tome de las manos y lo note, temblaba -Porque dices eso- no tuve respuesta -Por favor ni-chan, acaso ya no confías en mi- poco a poco se fue abriendo a mi, me contó como aquel descarado lo acosaba sin descanso, como ante su familia se mostraba sereno, amable y todo galante, mientras a solas no paraba de intentar de manosearlo sin éxito, ya que mi coni-chan sabia como defenderse.  Como le había gritado a la cara que una vez le diera la bofetada seria suyo y que ni con su rechazo rompería su compromiso, ya que su familia estaba de acuerdo con que el fuera su prometido.  De cómo luego de tomarlo con o sin su consentimiento esperaría un par de meses y luego de disfrutarlo lo lanzaría al olvido, alegando que su carácter lo había decepcionado.  Me hirvió la sangre al escuchar tal canallada y jure que jamás permitiría que alguien tan vil le tuviera.

 

A este ser desagradable le sucedieron damas interesadas en al posición y el dinero, otros hombres también lo hicieron pero a menor escala, ya que nadie olvidaba todavía lo que mi coni-chan le había hecho a su primer pretendiente por haber intentado comprometerse con su mejor amiga. A todos me encargue de alejar, hasta que él llego.

Apenas me entere del compromiso al cual había sido forzado aceptar mi querido coni-chan, emprendí el retorno al reino sin esperas y luego de convencer a mi tío y a Sir Spielberg de que yo seria la mejor elección para ser la futura prometida del Maou emprendimos el viaje, claro esta que yo no tenia intenciones de quedarme con este, mis intenciones eran otras y creo que Sir Spielberg lo noto desde el principio.

 

Me sorprendí cuando mi querido Wolfram me grito molesto llamándome traidora, no entendía lo que le sucedía si siempre era yo quien le salvaba de aquellos seres indeseables que solo se le acercaban para intentar ensuciar su cuerpo y su alma, entonces de la sorpresa termine impactada.

 

-¡El es mío, escuchaste Elizabeth así que no te atrevas a tocarlo!-

 

-¡Coni-chan acaso no viste que lo rete a duelo!- le grite igual de molesta sin entender que le pasaba.

 

-¡Dije que no lo toques!-

 

Me quede helada viendo como se alejaba de mi lado, acaso el estaba….no, eso era imposible, mi coni-chan solo deseaba ser un gran soldado y llegar al grado de General igual que su hermano mayor, era por ello que rehuia cualquier tipo de relación amorosa, entonces que sucedía. Era claro lo que pasaba para mi, aquel sujeto de seguro lo había amenazado, claro, como era el Maou se creía con el derecho de tomarlo sin siquiera tener el mínimo de consideración por la decisión de este.  Estaba furiosa, a que nivel llegaría la intimidación de aquel sujeto que su querido Coni-chan por primera vez se negaba a recibir su ayuda.

 

Fue en un momento de ira, ni siquiera lo pensé porque de hacerlo jamás habría intentado de herir a mi querido Wolfram entonces él apareció y con su propio cuerpo lo protegió…….Seria que realmente lo amaba, no lo sabia con exactitud pero de lo que si estaba segura en ese momento era que su coni-chan si lo hacia, por ello decidió alejarse con un dolor punzante en el pecho.

 

Tras años de escuchar como aquel Heika se reía en la cara de su prometido engañándole y hasta atreviéndose a mostrarse en publico con sus conquistas, por fin aquel error había acabado, el mismo sujeto había terminado con su compromiso tras besar a una joven en un baile en frente de todos, humillando así por ultima vez a su querido coni-chan que tras esto no dudo en firmar la ruptura del compromiso como en otras ocasiones.

 

Llego lo mas rápido que pudo a Bielefieled, le agradecería por siempre a Sir Walterona por tomarla en cuenta tras la llegada de su sobrino en sus tierras. Cuando le vio supo de inmediato que estaba destrozado, aunque el se mostrara autosuficiente y orgulloso, podía engañar a todos, menos a ella.  Aquella noche se escabullo hasta su cuarto, entonces le vio, lloraba, pero en cuanto se percato de su presencia seco sus lagrimas disimulando el gesto como si tuviese sueño.  Se acerco a el y le abrazo.

 

-Llora coni-chan, llora- molesto intento alejarse de ella, pero no le permitiría alejarse tan fácilmente de su lado.

 

-Elizabeth que dices soy un soldado-

 

-Vamos Wolfram, soy yo, llora, déjalo salir, vamos hazlo- le pedí pacientemente mientras el de a poco comenzaba a abrasarse a mi, dejando salir todo el dolor que ese infeliz le había causado.

 

Poco a poco se fueron acercando igual que en su niñez, nuevamente eran los buenos amigos de siempre, le agradaba ver a su Coni-chan feliz y aun mas al darse cuenta que teniendo cerca al Heika este hecho no le afectaba en lo mas mínimo.

 

“LO HA OLVIDADO”, pensé, entonces la opresión en mi pecho se esfumo y algo extraño sucedió. “ES MI TURNO DE HACERTE FELIZ”, fueron las palabras que aparcieron de repente en mi mente y por extraño que pareciera no les temi.

 

Si el estaba furioso yo lo estaba aun mas, como se atrevia a decirle aquello luego de todo el daño que le habia hecho, claro, como jamas tendria a un ser tan digno de el como mi coni-chan de seguro habia comprendido que él siempre fue el candidato ideal para ser su consorte, era solo eso, porque de amarlo de ninguna manera, de seguro era todo una estrategia para ganarse el respeto de los nobles que desde la ruptura lo fastidiaban con un sin fin de posibles prometidas para el.  Era tan vil que creia que su Coni-chan caeria tras esa frase, y para que, para que luego de que este aceptara siguiera burlandose de sus sentimientos, refregandole en la cara a sus amantes, humillandolo hasta mas no poder, ¡pero ya no!, porque ahora Wolfram sabia quien era y si en algun momento lo volvia a cegar ella se encargaria de abrirle los ojos.

 

-Te amo, ja, cree que es tan facil decir esas palabras después de tanto tiempo y para que-

 

-Pero hiciste bien Coni-chan, no te dejes engañar esta vez- dije preocupada al verle pensativo-Coni-chan- insisti un tanto preocupada, lo cual el noto al instante.

 

-¡Claro que no, de un Bielefieled nadie se burla tu lo sabes bien!-

Sonrei con satisfacción tras escucharlo  y mas cuando agregaba.

 

-Si piensa que caere en su juego se equivoca, porque aun siendo el Maou…le haré pagar cualquier insolencia en mi contra, tenlo por seguro-

 

 

Pero ahí estaba, bailando con aquel sujeto que tanto le habia hecho daño, acaso no era esa una suficiente escusa como para hacerlo arder en las llamas del infierno, acaso estaría cayendo en sus redes nuevamente.

 

-No- dijo suavemente al ver que se alejaban del salón.

 

-Lady Elizabeth desea beber algo de ponche- dijo el Gran Sabio intentando alejarme del centro de baile, entonces me di cuenta, el era su cómplice.

 

Le mire con furia a lo cual el solo sonrío con burla tomándome con fuerza del brazo y dirigiéndome hasta la otra esquina, pero como es bien sabido por cualquiera, Elizabeth Von Peeters no se dejaría vencer por nadie, así fuera el mismísimo Gran Sabio.

 

-Si me disculpa- le dije dándole un pisotón, a lo cual este por instinto me soltó dando un grito de dolor que luego se transformo en una sonora carcajada. Deseaba matarlo, sinceramente me debatía entre salvar a mi coni-chan de aquel pervertido o ir a la cárcel.

 

-Lady Elizabeth creo que esto le servirá- dijo aun con una gran sonrisa en su rostro extendiéndome aquel pañuelo, el cual utilice de inmediato para intentar secar aquella mancha de vino que por torpeza de aquel moso habia sido dada vuelta en mi vestido cuando deseaba ir tras mi Coni-cha.

 

Horas mas tarde nos encontramos el se veía distinto, le reclame por ser débil, intento de defenderse pero sin mucho éxito, yo tenia razón.

 

-Yo tenia razón, el te ha cegado nuevamente-

 

-No Elizabeth, te equivocas, el no…-

 

-No lo defiendas, porque sabes bien que es así- él ya no hablaba, solo miraba a cualquier punto con tal de no mirarme-Dejaras que te humille de nuevo- ninguna palabra salía de su boca -Entonce es eso-

 

-¡No Elizabeth!...te equivocas, esta vez es diferente-

 

-Porque coni-chan- pregunte notoriamente molesta.

 

-Quiere que nos casemos cuanto antes- me dijo mirándome con la esperanza de que yo le apoyara.

 

-Y luego que- le recrimine.

 

-Como que luego que Elizabeth, seré su consorte- dijo un tanto feliz.

 

-Le dijiste que si a su proposición-

 

-Claro que no, se merece sufrir un poquito mas- decía cruzando los brazos de esa forma tan infantil que me agradaba.

 

-Sufrir dices, jajaja-

 

-De que te ríes, el sufre sabes, lo veo en sus ojos, además todos lo dicen- me contestaba molesto por mi actitud.

 

-Wolfram te aseguro que el único que sufrirá no será otro mas que tu, o acaso olvidaste todo lo que te hizo- agacho la cabeza, sabia que estaba siendo cruel pero era necesario para que abriera los ojos de una buena vez por todas.

 

-Esta vez es diferente, lo se-

 

-Porque, porque dijo que te ama, porque se arrodillo a pedirte perdón, porque dijo que se casaría contigo- pude ver sus ojos vidriosos pero aun así orgullosos  -Te aseguro que a la menor oportunidad volverá a lo mismo-

 

-¡No será así!- me grito furioso.

 

-¡Porque no, si antes lo hizo porque esta vez seria diferente!- le conteste molesta.

 

-Porque seré su consorte y por respeto el…-

 

-¡Jajajaja!- reí, reí pero reí lo mas fuerte y sobrenaturalmente posible, quería que le doliera, deseaba que entendiera el error que estaba a punto de cometer, debía detenerlo, abrirle los ojos.

 

-Ya basta Elizabeth, no me hagas olvidar que eres una dama y lo mas importante mi querida amiga- dijo en tono molesto, lo cual me intimido por un momento.

 

-Porque soy tu amiga te lo digo Wolfram, porque te vi sufrir por el tras la ruptura, porque antes de ello podía escuchar a la chusma y hasta los mismo nobles riendo detrás de ti por como te trataba por ello es que te digo todo esto-

 

-Lo se y te lo agradezco- me dijo esbozando una pequeña sonrisa-Pero ahora todo es diferente porque el me ama-

 

-Coni-chan, te aseguro que eso no es lo que el siente- dije con pena mientras el se arrepentía de haberme tomado las manos.

 

-Vasta Elizabeth-

 

-No-

 

-Tu no lo conoces, el jamas haría algo como eso-

 

-Tampoco te humillaría ante otros, acaso eso no fue lo que me dijiste una vez-  capte su atención y esta vez era definitiva –Quien te dice que luego de tomar lo que no se atrevió antes te arroje de su lado como una vez lo hizo-

 

-No…el no seria…no el no- decía cabis bajo sin darme la cara.

 

-Que sucede si al contrario, se casa contigo y luego se arrepiente- sentí como su cuerpo se tensaba tras este comentario pero aun así no decía ni una sola palabra –Aceptaras por el bien del reino que el lleve a sus amantes a tu lecho-  Al fin me ha mirado y en vez de la furia que imaginaba su rostro me muestra dolor.  –Que tal que una de ellas le de un hijo antes que tu, aceptaras al bastardo y por ende a ella- comenzaste a negar con la cabeza.  –Entonces que harás coni-chan-

 

-Yo…yo…- intentas de formular una frase pero el dolor te gana y se me rompe el corazón, te has apoyado en mis piernas y lloras igual que aquella noche, estas destrozado, lo se, mis palabras son duras, te duele que te diga la verdad pero es por tu bien, lo sabes. 

 

Acaricio tu cabeza y me pregunto cual será tu decisión, deseando desde el fondo de mi alma que sea la que yo espero con tanta desesperación.

 

 

 

 

Continuara....................

Notas finales:

Bueno lo pimero es lo primero, mil disculpas por la demora, tras subir el capi de los prometidos reales, me dije, basta de tanta flora y ponte a escribir, asi aqui lo tienen, recien salido del horno, espero que no les dececione y tambien que continuen leyendome.

Por cierto, no se si el apellido que le puse  a Elizabethe es ese, busque el de Raven pero no lo encontre, por lo que si no lo es agradeceria que me lo dijeran para corregirlo.

Bueno como siempre gracias por leer y por comentar.


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