CAP.4
LA IMPOTENCIA DEL HEIKA
Estaba furioso, cualquiera que lo conociera pensaría que se trataba de un impostor, mas no era así, tampoco se trataba del Maou tratando de impartir justicia entre su pueblo, no, simplemente su Heika no se encontraba de buen humor y el responsable de eso era nada mas ni nada menos que Sir Wolfram Von Bielefield.
-¡No puedo creer que nadie me lo haya dicho!
-Pero Heika esto es una cuestión militar y pues, bueno no pensamos
-¡No pensaron, que no pensaron me dices Gunter!
-Bueno…es que…él…el es un soldado y pues…pues
-¡Pues nada, yo soy el Heika deberían informarme de todo lo que sucede en mi reino!
-Si…si pero…bueno…es…Sir Von Bielefield
El pobre peli lila estaba a punto de colapsar de los nervios nunca pensó ver en tales condiciones a su amado Heika y mucho menos por aquel insensato mal criado, si alguna vez quiso verlo furioso soñando con cuan gallardo podría verse ahora se arrepentía rotundamente.
-Cuando volverá
-¿Quién su majestad?
Por Shinou que deseaba que la tierra lo tragara porque aun sabiendo que tanto el como su monarca eran demonios estaba casi seguro que vería una transformación y no precisamente la de su Maou que se encontraba completamente rojo de la ira.
-Gunter, de quien demonios llevamos hablando durante 10 minutos
-Ahaaa…de…de…Sir…Von….Bielefield-contesto el consejero tragando apenas su propia saliva.
-Entonces… ¡porque demonios me preguntas tal tontería como de a quien me refiero!
Era definitivo su pobre monarca había perdido la cabeza por culpa de ese horrible mal criado y a diferencia de las veces anteriores no sabia que hacer, al menos antes el mismo pedía que lo enviaran lejos pero ahora para su sorpresa era todo lo contrario, solo rogaba porque no descubriera su intervención en la dichosa misión a la cual fuera enviado el rubio porque sino podía darse por rotundamente perdido.
Por otra parte otro moreno veía muy complacido tal escena y a duras penas evitaba reírse de su amigo, al fin estaba probando una buena dosis de su propia medicina y esta vez esperaba que se diera cuenta cuanto había hecho sufrir aquel demonio que aunque orgulloso sabia bien lo que sentía por él.
-Heika el volverá mas pronto de lo que espera- le decía amablemente un joven de cabello castaño con el cual innegablemente no podía molestarse.
-Es que…no lo entiendo Conrad, no se supone que esto debería saberlo antes yo, digo no, soy el Heika- dijo algo sentido el joven de ojos negros ante una corta sonrisa de su padrino.
-El regresara con bien se lo aseguro, además, usted jamás se ha preocupado por quien mandan a las misiones de reconocimiento ¿porque ese cambio de actitud?
-¡Claro que me preocupo!, lo que sucede es que antes me la pasaba mas en mi mundo que acá pero ahora es diferente, debería saber este tipo de cosas y… ¡Oye que te he dicho de llamarme Heika!
-Lo siento- respondió algo risueño el castaño al darse cuenta que ha diferencia de otras ocasiones su ahijado no se había percatado de este pequeño detalle antes.
-¡Nada de lo siento!, eres mi padrino, tu mas que nadie deberías tratarme como tu igual cielos si…
Vaya que su ahijado estaba preocupado por su pequeño hermano, quien lo diría si tan solo hace un par de años el era el primero en ofrecerle misiones y por supuesto este aceptaba encantado creyendo que lo consideraba mas capacitado que a sus hermanos, claro esta que todo aquello pasaba siempre y cuando le aseguraran que cuidarían muy bien a su prometido. No podía negar que le agradaba ver ese brillo en los ojos de su monarca cada vez que veía a su hermanito pero tampoco al notar que este se negaba a darle una oportunidad y es que bien sabia cuanto había sufrido su pequeño hermanito en aquella relación. Lamento profundamente cuando su ahijado rompió el compromiso porque sabia que con eso terminaría por romperle el corazón pero ahora lo lamentaba aun mas porque si a él le rondaban las dudas con respecto a los sentimientos de Wolfram el podía dar fe que este aun seguía perdidamente enamorado de su ex prometido pero el daño que el moreno le había causado era demasiado grande y era por ello que el se había quedado a un lado de tal intento de reconciliación, en definitiva Gwendal tenia razón, en líos de pareja era mejor no meterse, ya verían ellos si se daban o no una oportunidad, aunque en el fondo de su corazón algo le decía que nada estaba escrito como sus protagonistas lo deseaban.
Vio como su Heika finalmente tomaba asiento algo apesadumbrado detrás de su escritorio, mientras su hermano mayor le dejaba enfrente una ruma de informes listos para ser leídos y posteriormente firmados.
-Pero son muchos
-Creo haber escuchado que usted se preocupaba por su reino Heika- dijo el moreno de cola de caballo picando la herida reciente de su monarca que no dudo en enarcar una de sus cejas.
-Gwendal acaso no sabes lo que es una conversación privada
-Lo se su majestad- contesto solemnemente el General de Shin Makoku
-¿Entonces, porque estas escuchando tras la puerta?- pregunto un moreno con la vena de la sien ya bien hinchada.
-Siento informarle que las puertas abiertas no conocen de protocolo y mucho menos cuando dichas conversaciones son expuestas a los cuatro vientos como si estuviera en la feria del pueblo- contesto Sir Von Voltaire dejándole otra ruma de documentos en el otro costado del escritorio.
-Pe…pero… ¡porque tantos!- dijo horrorizado el Heika ante tales montañas de papeles.
-Pues para compensar todos esos años que se la paso en su mundo, o es que acaso el discurso que dio no era verdad
Definitivo, su pequeño oni-chan no era el único que le causaría problemas a su ahijado con la dichosa reconciliación, sino que ahora veía que su hermano mayor haría todo lo posible porque dejara de interferir en la vida de este como lo había estado haciendo, según el, desde que llegara a su mundo, así tuviera que llenarlo de papeleo proveniente desde el nacimiento de Shin Makoku… y luego Gwendal decía que era el quien sobre protegía demasiado a su hermanito.
Por como se veían las cosas serian unas semanas de lo mas interesante y si esto seguía así por fin podría probarle a cierta doncella que los sentimientos de su amigo eran realmente sinceros y que si alguna vez su comportamiento fue dudoso ahora era todo lo contrario, solo esperaba que con esto el tuviese alguna oportunidad también, después de todo los cupidos también tenían derecho a enamorarse y mas si era un Sabio.
Se afirmo las gafas respirando profundo, debía dirigirse al Gran Templo para dar informes acerca de los avances del día y solo esperaba que Shinou no estuviera más irritado de lo que esperaba, porque si Yuri pensaba que era el único molesto por no estar informado sobre los pasos de cierto rubio estaba totalmente equivocado.
Continuara..........................