Después de todo, quizá su situación no era tan mala.
La palabra “furioso” no era suficiente para describir cómo se sentía Zinan hasta ese momento, pero justo cuando estuvo a punto de mandar todo al demonio y renunciar al papel que se le había dado, se dio cuenta de algo que podía salvarlo: Haruki estaba erecto.
La razón más obvia era por el efecto de la droga que le dio pero decir exactamente por qué o cómo no importaba ahora. Después de todo Zinan solo debía practicar su reacción, no todo el acto sexual, por lo que la ayuda que representaba Haruki no era completa. Suspiro y lo miró. Así era mejor: sería rápido, él no tendría por qué enterarse.
Bajó sus pantalones y comenzó a masturbarse. Se sintió realmente bien puesto que no se había tocado desde hacía varias semanas. La carrera de un actor podía ser bastante demandante incluso en ese sentido.
Sacó de su chaqueta un pequeño tubo con lubricante y colocó un poco en sus dedos. Se había tomado la molestia de averiguar cómo debía prepararse correctamente para no lastimarse y en poco tiempo ya estaba listo. Introdujo sus dedos en su cavidad e involuntariamente gimió. Se detuvo al escuchar su propia voz ¿En verdad había sido él? ¿Así debería sonar?
Dentro de él se sentía tan caliente que sintió miedo. Tocar partes de su cuerpo que no debían ser tocadas se sentía realmente bien, tanto que incluso podría seguir haciéndolo. Metió sus dedos un poco más y se atrevió a moverlos, estaba viscoso como consecuencia del lubricante. Sentía como se expandía ante cada roce y un escalofrío recorrió todo su cuerpo. La sensación era extasiante al trabajar tanto su parte trasera como delantera. Pudo haber terminado con eso justo ahí, pero su deseo lo llevó a más; si ya había empezado fácilmente podría terminarlo.
Dejó de tocarse y notó que Haruki seguía erecto. Mordió su labio ante la duda, pero la presión en su cadera lo obligó a actuar. Se acercó al adormilado chico y desabrochó su pantalón. Suspiró al ver como el miembro de Haruki terminaba por levantarse frente a sus ojos y un deseo incontrolable se apoderó de él. Lo necesitaba.
Tomó la botella con lubricante y colocó un poco más en su entrada. El contacto frío contra su piel lo hizo estremecer. Subió a la cama y miró a Haruki de nuevo ¿De verdad podría hacerlo? ¿Aprovecharse de un chico menor y que además había estado enamorado de él desde la preparatoria? Bueno ¿Por qué no?
Terminó por quitarse los pantalones y su ropa interior y se colocó sobre e miembro erecto del joven chico. Solo debería sentarse y mover su cadera un poco, solo eso. Sabía que si lo pensaba más tiempo probablemente se arrepentiría, por lo que no quiso esperar y lentamente comenzó a sentarse. Sintió cómo algo caliente rozó su entrada, amenazante con querer entrar; Zinan también quería que eso sucediera, por lo que empezó a ejercer presión sobre él. Tuvo que sujetarlo para evitar causarse daño y empujó la punta dentro de sí, sintiendo un pequeño rebote. Jadeó como consecuencia y poco a poco se sentó hasta que sus glúteos tocaron la pelvis de Haruki. Ya estaba completamente dentro y se sentía realmente maravilloso. Un espasmo recorrió todo su cuerpo y le causó una nueva erección. El lubricante había sido de gran ayuda para economizar el tiempo.
Durante todo el proceso había escuchado pequeñas quejas de parte de Haruki que no iban más allá de pequeños gruñidos, por lo que decidió no tomarle mayor importancia: ahora ya no le importaba si se despertaba o no, solo quería sentirlo dentro de él. Sintió que sus pezones se pusieron duros y solo bastó un ligero movimiento de sus manos para desabotonar su camisa y poder rozarlos con sus dedos para que las nuevas sensaciones de su cuerpo lo obligaran a eyacular, provocándole algo parecido a una corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo. No pudo evitar arquear su espalda ante un ligero temblor que lo invadió de pies a cabeza.
Fue en ese momento cuando Haruki se despertó como consecuencia de las contracciones alrededor de su erecto miembro.
-Ha… ¡Haitani-san! ¿Q-Qué haces?- llamó confundido al chico sobre él.
-Lo lamento, pero me impacienté- jadeó Zinan logrando controlarse –Creo que me vine muy rápido-
Haruki apenas y pudo comprender lo que estaba sucediendo. Tenía a Haitani sentado sobre su miembro erecto, apenas cubierto por su camisa abierta y con una expresión más que seductora. Sobre su abdomen había rastros del semen que acababa de expulsar, lo que provocó que se excitara involuntariamente.
-Te pusiste duro de nuevo- se sobresaltó Haitani por la curiosa similitud con la escena que debía actuar, permitiéndose repasar parte de su diálogo –Puedo sentir como se hace más grande dentro de mí-
-Haitani-san… por favor, esto no es correcto- respondió Haruki terriblemente sonrojado.
-No tienes que preocuparte por eso- respondió en un jadeó –Yo me encargaré de hacer que no pienses en nada más que en mí-
-¡E-Espera…! ¡Para!- pidió antes de que Zinan se inclinara hacia delante para besarle y morderle el cuello.
-Haruki… estás muy duro- le dijo mientras empezaba a moverse de nuevo. Ya antes había ensayado el movimiento de su cadera para simular la penetración, pero ahora que lo hacía de verdad resultaba ser más complicado de lo que hubiera imaginado y contrariamente a cualquier idea que pudo tener antes… se sentía muy bien. Prácticamente sus caderas se movían solas, con el único deseo de llenarse del placer que le provocaba estar montado de esa manera sobre Haruki.
-Haitani-san…- jadeó el chico –Te mueves muy rápido… me voy a correr-
Irremediablemente Zinan le hizo caso y comenzó a moverse más lento. Aun no podía dejar que se corriera porque todavía no tenía todo lo que necesitaba. Optó por apegarse un poco más al guion y tomó las manos del chico para llevarlas a su pecho y motivarlo a que lo tocara aunque en realidad sería su seme quien lo haría de manera voluntaria.
-P-Por favor… tócame- gimió –Cada parte de mi cuerpo; quiero que acaricies mi alma con tus manos y que me des la oportunidad de ser tu preciosa posesión-
Haruki no cabía en las palabras que Zinan le decía a pesar de que no supiera que todas eran como resultado del guion que el uke debería decirle a su seme durante el sexo en la escena que había causado todo eso. Él realmente quería a Zinan de corazón y el hecho de que ahora le diera esa oportunidad lo alegraba de una manera inmensa. Rozó son su pulgar sus pezones, provocándole un leve gemido. Su cuerpo era tan perfecto, tan delicado, moldeado perfectamente a cómo debía ser el de un actor que ignoró por completo si aquello en verdad estaba bien o no: ya que había escuchado la confesión de Zinan podía ser sincero con él de nuevo.
-Me gustas Zinan- le dijo recorriendo sus manos hasta su espalda para abrazarlo –Tu ya eres lo más precioso para mí, lo fuiste desde hacía mucho tiempo-
El chico de cabello rubio estaba tan adentrado en las sensaciones nuevas que embargaban su cuerpo que apenas y prestó atención a las palabras de Haruki. Fue cuando él se movió y de un solo tirón terminó por recostar a Zinan sobre la cama, colocándose sobre él.
-Ha-Haruki… espera, así no- trató de detenerlo puesto que la escena se había desviado por completo. Un gemido vergonzoso salió de él cuando el chico empujó dentro de su cuerpo en esa posición.
-Te quiero Zinan- jadeó inclinándose hacia él para besarlo –Diez veces, cien veces, mil veces más que cuando estábamos en la escuela-
Los puntos que tocaba dentro del cuerpo de Zinan eran tan estratégicos y precisos que no tuvo la oportunidad de volver a pedirle que se detuviera, sino que por el contrario se centró en satisfacer todas las posibilidades que abrían paso a una escena sexual.
Todo era posible ahora.