EL CASO DE LOS ESCORPION
-Comencemos desde el inicio.
Todo sucedió hace siete años con la aparición del primer caso sobrenatural más diabólico nunca antes visto; el Caso de Pandora.
Pandora fue una niña criada dentro de una secta que alababa al diablo, la cual paso generaciones preparando la invocación de sus más cercanos servidores: Los Dioses Gemelos. Le hicieron creer desde muy pequeña que sus dioses renacerían en ella, la prepararon para ese momento toda su vida, y eso basto para afectar su estado mental, a tal grado de que su adoración por sus dioses rozaba la locura, y acepto su tan “privilegiado” destino.
Sin embargo, Perséfone, su madre no lo acepto, y se puso en contacto con un sacerdote, el cual a su vez nos contactó a nosotros para que acudiéramos a Italia lo más pronto posible para detener el ritual pagano. Lo hicimos, sin embargo, llegamos demasiado tarde.
-Estuvimos ahí en la llamada “Noche Negra”. Vimos a los dioses cruzar a nuestro plano, a la par de una puerta que nos fue imposible evitar que se abriera, y nos enfrentamos a ellos con el tiempo en contra.
-Debíamos sellarlos antes del amanecer, porque si amanecía, ellos tendrían la oportunidad de quedarse para siempre aquí, y la puerta, aunque ya no la pudiéramos ver, se quedaría abierta. La noche era nuestra única oportunidad.
-Recite más de cincuenta oraciones esa noche para repeler a más de cincuenta demonios que no dejaban de multiplicarse, mientras él se encargaba de acabar con los dioses gemelos.
-Combatir contra ellos no fue nada fácil, llegue más allá del límite en todos los sentidos posibles, pero al final logre sellarlos en una caja de plata que Pandora sostenía en sus manos antes de morir, creo que…había sido un regalo de su madre.
-Cuando salió el sol, todos los miembros de la secta estaban muertos, y aun ahora desconocemos el motivo. Preferimos no seguir indagando ya que teníamos a los responsables atrapados, y nos encargamos de resguardarlos bien, llevando la caja al vaticano.
-Sin embargo, tres años después del Caso Pandora, la caja fue robada de ahí por ladrones profesionales que la vendieron en el mercado negro, donde paso de dueño en dueño hasta llegar a la familia Cáncer.
-Como saben, los Cáncer construyeron esta mansión en el siglo XVIII, y la han heredado a sus descendientes desde entonces. El último fue Manigoldo y su esposo Amista, quienes tenían tres hijos; Alone, el mayor que estudiaba en Italia, y los gemelos Aspros y Defteros.
-Esos niños eran dotados como nosotros-la sorpresa reflejada en sus compañeros le hizo continuar-Su nivel de cosmos era igual al mío, y eso causo que lograran algo que creía imposible-los miro con seriedad-Rompieron el poderoso sello que había puesto en la caja, un sello que se suponía, solo yo podía retirar.
-Los dioses poseyeron a los gemelos, y los obligaron a matar a sus padres; uno, empujado por el balcón, y el otro, quemado en el sótano. Luego ambos se suicidaron. El hijo mayor, Alone, regreso de sus estudios en el extranjero a los pocos días, y al enterarse de lo que había pasado, puso en venta la casa para después, regresar a Italia. Durante dos años, la mansión no tuvo comprador, pero al inicio del tercer año, la familia Aries la adquirió.
-Esa familia sufrió ataques de parte de los Cáncer, ataques que con el tiempo se hicieron más agresivos hasta casi matarlos. Fue entonces, cuando decidieron llamarnos.-dijo el menor de los castaños.
-Bueno, en cuanto a eso, quizás los dioses se unieron a las almas de los gemelos y obligaron a sus padres a quedarse atrapados aquí, sin encontrar el descanso eterno. De esta forma pudieron alimentarse de sus energías, y acrecentar sus poderes.
-Ya veo. Cuando los Aries nos llamaron descubrimos que los demonios poseían a Mu y a Kiki para usarlos como contenedores y poder cruzar a nuestro plano completamente. Aquella vez, logramos intervenir a tiempo, y devolverlos a la “Dimensión Oscura”, liberando en el acto a la familia Cáncer, sin embargo, la caja desapareció después de exorcizar a los niños-dijo el gemelo menor.
-La buscamos por dos años, y luego nos enteramos que la caja apareció en esta misma mansión, y que fue Milo quien cometió el error de abrirla. Hasta el momento sabemos que uno de los dioses escapo del exorcismo y se refugió en la caja, poseyó a Milo para usarlo para realizar el ritual que trajo de vuelta al otro demonio en el cuerpo de Camus, por lo que, como verán, este asunto ya se nos fue de las manos. Necesitamos su ayuda, te necesito Aioros. Los padres de los niños no están muy contentos con saber que mantengo a sus hijos inconscientes como si estuvieran en coma, como única salida para evitar que los demonios invadan nuestro plano.
-Bueno- suspiro con resignación-Para empezar Aioria, tú en realidad nunca los exorcizaste.
-¿Qué?
-¡Eso es imposible! ¡Yo lo vi con mis propios ojos!-apelo, Kanon.
-Sí, pero lo que viste en realidad, fueron las almas de los Cáncer desprendiéndose de la oscuridad que los consumía-explicaba Saga-Un dios se escondió en la caja aun unido al alma de uno de los gemelos, mientras el otro regreso por voluntad propia a la Dimensión Oscura, debió ser el más debilitado tanto por la separación del alma humana de un elegido como por tu exorcismo.
-Por lo tanto-continuo Aioros-Realmente, lo que hizo Milo fue fortalecer a su hermano para que volviera a esta dimensión.
Aioria enmudeció ante esta revelación.
-Okey, digamos que es cierto, ¿nos van a ayudar o no?
-Para eso estamos aquí, Kanon. Vinimos en cuanto nos llamaron.
-Y deberías agradecerlo, tuve que usar mis contactos para alcanzar un vuelo que me trajera a Londres en dos días.
-¡Oh vamos, cierra la boca! Aquí tu sales sobrando, yo solo accedi a la ayuda de Aioros.
-Tranquilos, por favor-decía el aludido para evitar una pelea-Recuerden que tenemos un caso y…
-¡Despreocúpese, señor Sagitario!-interrumpió Degel, llegando a la sala con su esposo-¡Nosotros ya no necesitamos a mas imbécil que hagan promesas falsas a nuestra familia! ¡Así que lárguense de mi casa, ahora!
-Pero…-intento decir, Aioros.
-¡PERO NADA!-grito Kardia, haciendo retroceder al castaño-¡YA OYERON A MI ESPOSO, LARGO!
-Señor Escorpio, por favor…
-¡DIJE LARGO, AIORIA!
-Espera, Kardia-alguien más se unió a la discusión-Ellos vinieron a ayudar, no creo que esta sea la mejor manera de recibirlos.
-¡¿En serio?! ¡Kanon y Aioria dijeron lo mismo, y mire lo que hicieron!
-Mi esposo tiene razón. ¡Mis hijos fueron poseídos y lo único que hacen es mantenerlos inconscientes como animales! ¡No resuelven nada! ¡Ya no quiero charlatanes aquí!
-¡No son charlatanes!-los defendió Kanon-Saga es mi hermano y Aioros mi cuñado. Si los llamamos es para que ayuden a exorcizar a sus hijos, no tiene por qué insultarlos así.
-¡Otra razón para correrlos! Si son familia, seguro que son igual de incompetentes que ustedes.
-¡Eso no es verdad!-exclamo Saga con el ceño fruncido-¡No sabe de lo que habla, Escorpio!
-¡¿Ah, no?!¡Pero si la sangre maldita se hereda!
-¡Si es así, no me sorprendería si sus hijos son igual de bastardos que sus padres!-dijo Aioria.
-¡¿Qué dijiste imbécil?!
La discusión continuo entre los gemelos, Kardia y Aioria, mientras el Padre Shaka trataba de calmarlos. Por su parte, Aioros se mantuvo al margen posando su mirada en Degel, quien lloraba desconsoladamente con el alma destrozada. No pudo evitar sentir nostalgia ante aquel hombre, comprendía perfectamente cómo se sentía, seguro sentía culpa por no poder proteger a sus hijos, y no era fácil sobre llevar ese sentimiento una vez que se implanta en ti. Él lo sabía, había pasado por lo mismo en su embarazo cuando la muñeca de cuerda que su esposo le había reglado como celebración del bebe, fue poseída por un demonio femenino y casi mata a su hijo, y con recordarlo, el deseo de ayudar a esa familia creció.
Se acercó, pasando entre el trio que casi llegaba a los golpes, tomo sus manos y cuando el, alzo la mirada para verlo, encendió su cosmos para borrar todas las heridas que el de cabellos verdes tenía en el cuerpo, y las cuales, Aioria no había podido curar del todo. Degel enmudeció al sentir esa aura tan cálida recorrerlo, tan confortante, tan llena de paz y amor, esa aura lo hacía sentir como si todo estuviera bien, algo que no sintió con el menor de los Sagitario. De alguna forma, ese hombre frente a él, había logrado hace que recuperara la esperanza y la confianza en los demás, y pensó que quizás no estaría mal darle una oportunidad.
-¡Oye!-lo llamo Kardia, dejando la discusión-¡Aléjate de mi esposo, imbécil!-se acercó dispuesto a apartarlo a la fuerza, pero se detuvo cuando el castaño hablo.
-Solo lo ayudaba a sanar sus heridas- luego camino hacia él y tomo su mano, sobresaltándolo-Señor Escorpio, comprendo que este desesperado con todo lo que ha pasado, pero le pido por favor que nos deje intervenir una última vez.
-¿Por qué he de confiar en ti?-aparto su mano-Confié en tu hermano y me fallo.
-No soy como Aioria-afirmo con seriedad-Soy mucho más poderoso que él.
Aquellos sorprendió a todos, incluso al mismo Aioria.
-¡Eso no es verdad! El Padre Shaka dijo que…
-El Padre Shaka y el vaticano dieron por hecho lo contrario porque yo me retire de esto hace siete años, antes de que me conocieran.
-¿En serio?-alzo una ceja-¿Y qué te hace volver ahora?
-El deseo de ayudarlos.
-Eso no me convence.
-No necesito convencerte a ti-se volvió hacia el de cabellos verdes-Lo que necesito es que usted, Degel, me dé su aprobación para proceder.
-Degel no va a…
-Está bien-respondió, interrumpiendo a Kardia-Esta vez, seré yo quien ponga mi confianza en ustedes, pero si me fallan no habrá más oportunidades, ¿de acuerdo?
-Gracias-agradeció el mayor de los gemelos con una sonrisa.
Esa noche prometía ser muy larga. Ahora que los padres habían aceptado, solo quedaba proceder y Aioros sabía exactamente cómo hacerlo. Después de siete años, una vez más volvería a ejecutar su misión.
OOOOOOO
Observaba el atardecer desde el balcón de la habitación donde Milo y Camus dormían cuando de pronto sintió la presencia de su hermano detrás de él.
-No sabía que trabajabas en esto, hermano.
-Nunca te lo dije.
-Y me dejaste creer que habías negado tu don como mucho otros lo hacen.
-No soy como los otros.
-Eso me queda claro, porque tampoco sabía que eras más fuerte que yo.
-No te sientas mal, nadie lo sabía además de Saga-lo miro-Cuando nos separamos, empecé a ejercer nuestra misión realizando exorcismos y ayudando a los demás, salve a 157 familias, expulse a 174 demonios, libere a innumerables almas en pena, y seguí trabajando aun cuando conocía a Saga, pero cuando me topé con el Caso Pandora tuve una visión que me hizo abandonarlo todo.
-¿Visión? Creí que los elegidos no podíamos tener ese tipo de visiones.
-Yo sí. Aioria, mi poder va más allá de solo ver, escuchar y exorcizar demonios, como es tu caso. Soy capaz de cruzar a la dimensión oscura, expulsar demonios al infierno de donde ya no vuelven, y entiendo la lengua infernal. También tengo constantes visiones del futuro y el pasado, y además…-cerro los ojos, apretando los barrotes-Tengo el poder de invocar armas sagradas.
-¡¿Las armas de los ángeles?!-pregunto sorprendido-Increíble Aioros.
-No es tan increíble cuando ves y sientes la muerte de tu esposo antes de que pase.
-¿Esa fue tu visión?
-Sí.
Aioria suspiro. De alguna forma lograba comprender a su hermano, no debía ser fácil ver la muerte de alguien que amas antes de que pase, y lo peor, saber que no podrás evitarlo. Viéndolo desde ese ángulo, ese don suyo incluso parecía una maldición, y tal vez por eso trato de alejarse de esa vida.
-Quizás, Dios te mostro su muerte para que la impidas o para que la cambies-Aioros los miro-Solo digo que no puede ser solo una mala señal, todo depende como lo veas.
-Quisiera creer eso, Aioria.
-Entonces inténtalo. No hace daño creer-tomo su hombro en señal de apoyo, y el mayor sonrió con ese gesto-Por cierto, lo de esta noche…
-¿Quieres saber cómo planeo resolverlo, verdad?-el menor asintió-Bueno, como sabes, no son solo demonios los que enfrentamos sino dioses del infierno, y aun si los devolvemos a la Dimensión Oscura, volverán a entrar por la puerta que sus discípulos abrieron para ellos, una puerta que por cierto, ni yo pude cerrar.
-Entonces…
-Entonces, la única solución que encuentro es expulsarlos a un lugar de donde ya no puedan volver.
-El infierno.
-Así es.
-¿Cómo lo harás?
Aioros lo miro con extrema seriedad, y dijo:
-Cruzado a su dimensión.
OOOOOOO
Al caer la noche, el Padre Shaka se retiró de la mansión para informar al vaticano del exorcismo que iba a realizarse, llevándose consigo a los Escorpio por su propia seguridad, mientras los exorcistas subían a la habitación de los niños y los acostaban en dos camas individuales, cada una a lado de la otra dejando un pequeño espacio de separación entre ellas, en donde Aioros se paró y extendió los brazos a los lados para tocar sus frentes. Luego, cerró los ojos aumentando su aura espiritual.
-No lo olviden-hablo Aioros-Cuando entre, su ejército cruzara y atacara a todos en esta casa. Su deber es contenerlo desde aquí.
-No lo olvidaremos-respondió Saga-Solo cuídate, Aioros.
“Eres tú el que más me preocupa”-pensó. El castaño aumento más su cosmos y una luz brillante lo envolvió al igual que a los niños. Aioria abrió los ojos con asombro al sentir la energía de un portal abriéndose cerca de su hermano, y a energías oscuras innumerables que rápidamente cruzaban a su dimensión. De pronto, la luz blanca desapareció y los niños despertaron de su reposo, al instante en que Aioros caía al suelo inconsciente, mientras su espíritu entraba a la otra dimensión, seguido por una parte de las auras oscuras de los niños.
-¡GRRRAAARRR!
-¡ARGGRR!
Milo y Camus saltaron al techo rugiendo como animales y caminando sobre él, de la misma forma en que las arañas lo hacían, al tiempo en que los demonios soldados empezaban a rodear al trio de exorcistas como sombras que soltaban risas siniestras.
-¿Estás listo, Saga?
-Por supuesto-contesto, sacando su biblia y su crucifico. Kanon imito su acción.
-Me alegra que seas así, señores-decía Aioria, extendiendo su rosario hacia los poseídos y encendiendo su cosmos al límite, o al menos hasta donde su última batalla le permitía llegar-Porque en este momento, una nueva guerra santa acaba de empezar.
-¡AAARRR!-rugieron los niños a la vez, y de sus bocas emergieron cientos de plagas.
Los exorcistas de inmediato se lanzaron a la batalla.
OOOOOO
Repugnante.
En definitiva, era repugnante.
Al llegar a la Dimensión Oscura, lo primero que percibió fue ese asqueroso olor a azufre y putrefacción que emanaba del lugar, ese olor que, en un principio de su carrera, le hacía vomitar hasta sacar todo lo que había consumido en una semana, y daba gracias que ya no fuera así.
Ese lugar estaba en extremo oscuro, alguien normal o un elegido normal, no podría siquiera ver su propio cuerpo, pero él no era de ninguna forma normal. Sus ojos eran especiales, mucho más que los que se consideraban especiales, y por eso en medio de las tinieblas que en el Principio cubrieron al mundo, fue capaz no solo de verse, si no de ver a quienes habitaban ahí.
Incluso esos seres le resultaban asquerosos. Camino entre demonios con cabezas de chivos, cabras, leones, y toros, entre las súcubos, las demonios del placer con cuerpo perfectos pero olientes a putrefacción, y sus contrapartes masculinas, los íncubos. Ambas especies totalmente desnudas saciando sus deseos carnales con sus propias manos; las súcubos, introduciendo sus dedos en su vagina y gimiendo de placer, mientras los íncubos, de alguna forma que desconocía, mordían y lamiaban sus propios penes, lo cual le causo unas inmensas ganas de vomitar, pero se contuvo.
Lo hizo incluso aun cuando vio a mujeres desnudas succionando de los miembros de animales que alababan como dioses.
Atravesó rápidamente esa parte hasta llegar a donde se supone se encontraban los dioses, pero una vez llego ahí, una colosal esfera de energía oscura, más grande que la que Aioria había combatido, fue disparada en su contra.
-Bienvenido a nuestro reino, Sagitario.
OOOOOO
- PEST OBNOXIUS MUNDI HOMINES, IN NOMINE DEI SUI ET MUNDI UNGLUED IN LUMINE-recitaban los gemelos a la vez, hacienda que sus voces se mesclaran en una sola- PEST OBNOXIUS MUNDI HOMINES, IN NOMINE DEI SUI ET MUNDI UNGLUED IN LUMINE.
Mientras Saga y Kanon repelían a las plagas, Aioria se enfrentaba a los poseídos con su cosmos esforzándose por crecer a cada segundo.
-¡¡GRRRRAARR!!-Camus salto del techo y se lanzó con sus garras hacia el exorcista, pero fue estrellado en la pared con su aura que lo mantenía inmovilizado-¡MALDITOOOORRR!
-¡AIORIAAARRR!
-¡Joder!
El castaño apenas tuvo tiempo de reaccionar y esquivar la uña afilada de Milo, para luego arrojarle una botella de agua bendita, pero esta no le causo ni el más mínimo efecto. Frustrado, creo una esfera de luz y la disparo, sin embargo, Milo fácilmente la corto en el aire.
-JAJAJAJA-rio con soberbia-¡NO PUEDES VENCERME, AIORIA! ¡¿POR QUÉ NO MEJOR LLAMAS A TU HERMANITO MAYOR?! ¡SEGURO ES MEJOR CONTRINCANTE QUE TU!-y nuevamente, se lanzó contra él.
-¡JODETE, DEMONIO!-grito, tratando de inmovilizar al de cabellos azules con su cosmos, pero el aura oscura de este era, de pronto, mucho más poderosa para rechazarlo-¡Maldición!
“¡Apresúrate, Aioros! No creo resistir tanto”.
OOOOOO
-Que patético-dijo en tono burlesco-¿Acaso creen que eso funcionara conmigo? ¡Se equivocan!
El de ojos azules encendió su cosmos, sacando su rosario, el cual tan solo agito muy suavemente, y el ataque de los dioses desapareció.
-¡¡AAAARRRR!!-se oyó es rugido de uno de los dioses, y de inmediato innumerables plagas lo impactaron.
Aioros no se inmuto ante esto, simplemente acrecentó su aura y nuevamente agito su rosario para que todas las plagas desaparecieran sin recibir ni el más mínimo daño.
-¿Ya terminaron de jugar?-pregunto, invocando una espada sagrada-Porque creo que es hora de ponernos serios.
-Hmps-entonces, los dioses se manifestaron con enormes espadas idénticas-Perfecto-dijeron a la vez.
Y sin más demoras, las espadas de los dioses gemelos se dispararon como rayos contra la del exorcista, quien apenas pudo bloquear sus ataques y contraatacar. Fuera como fuera, esa batalla seria definitiva.
OOOOO
-¡¡¡AAAHHH!!!
-¡AIORIA!
Kanon sintió que el corazón se le detenía al ver como su pareja era estrellada contra la pared de forma brutalmente, tanto que lo vio escupir sangre al caer.
-¡Aioria!
-¡Espera, Kanon!-lo detuvo-Dominas estas oraciones mejor que yo, tu encárgate de las plagas y yo ayudare a Aioria.
-¡¿Qué?! ¡No voy a…-pero antes de que pudiera replicar, Saga avanzo con velocidad hacia donde se encontraba el castaño.
-¡PERDISTE HUMANO!-grito Milo, acercándose a él.
-¡¡¡ES HORA DE QUE MUERAS!!!-secundo Camus.
Entonces, todos los vidrios de la casa se rompieron y los pedazos se dispararon contra Aioria.
-¡MALDITOS!-exclamo, intentando repelerlos con su aura, pero i estando al límite lo logro-¡¡NO!!
Apretó los ojos y espero el golpe, mas sin embargo, este nunca llego. Al abrirlos de nuevo vio a Saga parado frente a él, sosteniendo una daga dorada en su mano con la que, al parecer, detuvo el ataque. Pero esa daga era diferente, Aioria lo sentía, esa arma despedía un cosmos similar a…
-¡¿COMO REPELISTE NUESTRO ATAQUE?! ¡¿ACASO ESE COSMOS ES…
-¡Exacto!-reconoció con una sonrisa burlona-Esta daga resuena con el cosmos de Aioros, y mientras la tenga en mis manos, no podrán herirnos.
-GRRR, ¡¿QUE?!
-Aioros tiene el poder de convertir cualquier arma en un arma sagrada por medio de sus rezos, esta daga solo es una de muchas.
-¡NO TE CONFIES HUMANO!
-¡NO TE PROTEGERA PARA SIEMPRE!-dicho esto, los demonios-sombras al fin se movieron para rodear a los exorcistas-¡¡ATAQUEN!!
-¡¡AAAARRRR!!
- O DEUS CURARE TE. PROTEGAT NOS PROTEGAT, ET AD MUNDI DONA NOBIS DIABOLICA. SOLVITE TENEBRIS LUCET ET SPES HOMINUM, SALVA NOS AB OMNIBUS MALIS VIRES NOS DESERAT. IN NOMINE PATRIS ET FILII ET SPIRITUS SANCTI; AMEN!-recito Kanon, apresurándose a llegar junto a sus compañeros, extendiendo su crucifico hacia los entes.
-GRRGRR
Ante esta oración, las sombras se detuvieron, y parecían retroceder, pero los dioses empezaron a disparar esferas de energías oscuras en su contra.
-¡CALLA, BASTARDO HIJO DE PERRA!
-¡MUEREEERRR!
Saga las repelía lo más que podía con su arma sagrada, sin embargo, era consciente que no las detendría por mucho tiempo, así que se comunicó con Aioria a través de sus cosmos.
“Aioria”
“Saga”-respondió, por la misma vía, alzando la vista hacia él.
“Aioria, tenemos que darle más tiempo a Aioros, y las cosas se están complicando”.
“Lo sé, pero no sé qué podemos hacer. Casi me he quedado sin cosmos”
“Usaremos una técnica que Aioros me compartió una vez, pero necesito tu ayuda”
“Ya la tienes. Dime, ¿en qué consiste?”
“Dibuja con tu cosmos una cruz en el suelo, arrodíllate y junta tus manos para orar, entrelazando el rosario entre tus dedos, y recita conmigo la siguiente oración.”
El castaño reunió el poco cosmos que aún le quedaba e hizo todo lo que el de cabellos azules le había ordenado, esperando que esto de verdad ayudara.
OOOOO
El chispear de las espaldas resonaba en todo el lugar, provocando un eco ensordecedor que llegaba a lastimar los oídos del exorcista, pero aun así siguió peleando con todas sus fuerzas. Cuando su espada chocaba con las de los gemelos, era como si sus propios cosmos se impactaran con una fuerza que hacia retumbar la tierra, y Aioros hacia hasta lo imposible por resistir la batalla.
Su aura espiritual había alcanzado un nivel más allá del límite, y aunque le permitía soportar las tremendas descargas de energía oscura que ambos dioses le disparaban, sabía que no soportaría por mucho tiempo. Esas descargas matarían cualquier elegido, y justo por eso, causaban gran daño a su cuerpo. Si morirá ahí, moría en su dimensión también.
Esquivo un ataque del Dios del Sueño, y bloqueo el del Dios de la Muerte que pretendía jugar sucio, atacando por la espalda. Sus cosmos una vez más chocaron, pero en esta ocasión, el de los dioses logro rechazar el de Aioros, lo cual lo disparo al otro extremo de la dimensión.
-¡¡AH!!
-Parece que alguien ya no puede con la pelea-rio el de la muerte.
-No puede continuar, que patético.
-No te preocupes, acabaremos con tu sufrimiento ahora.
“¡Malditos!”
Y antes de que alguno pudiera reaccionar, Aioros ataco a la velocidad de la luz, tomando por el cuello al gemelo de cabellos rubios y arrojándolo al suelo, para luego enterrarle su espada en el pecho, lo que provoco que brotara humo de la herida.
-¡¡AAAHHH!!
-¡BASTARDO!
El segundo dios intento atacarlo, pero el castaño fue más rápido y disparo una esfera de luz blanca de tamaño colosal contra él, la cual lo impacto con una de las paredes oscuras del lugar.
Sin embargo, tales ataques tuvieron un precio demasiado alto. El exorcista tuvo que apretar su pecho justo donde estaba el corazón en un intento de calmar el dolor infernal que este le producía, además por si fuera poco, sentía su cuerpo espiritual demasiado agotado, tanto que se veía transparente, y ya empezaba a costarle respirar. Esa tarea se había convertido en un esfuerzo sobre humano.
Cayo de rodillas en la oscuridad sintiendo que pronto perdería la conciencia, y se esforzaba porque no fuer así.
-Parece que ya te cansaste, humano-“¡Maldición!”-apretó los puños con impotencia.
-Que débil eres Aioros, es humillante que alguien como tú nos haya encerrado la última vez.
-Pero eso no se repetirá. Acabaremos contigo ahora-y el filo de dos espadas se levantó en la oscuridad, dispuestas a terminar con todo-¡MUERE, SAGITARIO!
OOOOO
-Bien Aioria, ahora repite después de mí. “World mala inficit homines- decía Saga, repeliendo los ataques de los poseídos.
-World mala inficit homines
-Pro parte Dei omnipotentis et sancti Mammalia
-Pro parte Dei omnipotentis et sancti Mammalia
-AAARRR-ambos poseídos posaron su vista en Aioria y Saga, deteniendo sus ataques.
-Quae ego praecipio tibi ut ubi proficiscere et vade
-¡Quae ego praecipio tibi ut ubi proficiscere et vade!
-¡¡NOOO!!-grito Camus, disparándoles con todo su poder.
-¡¡DETENGAN ESA ORACION, YAAARRR!!-soltó mas plagas que lograron traspasar a los gemelos, y herirlos con ácido.
-¡¡AAHH!!-se quejó Kanon, cayendo al suelo por el dolor.
-¡TERMINA, AIORIA!...¡ IN NOMINE PATRIS…¡AAHH!
Al sentir que Saga era cubierto por los insectos junto a Kanon, y que estos se acercaban a él, Aioria abrió los ojos con determinación y grito:
-¡IN NOMINE PATRIS ET FILII ET SPIRITUS SANCTUS!
-¡¡¡AAAAHHHH!!-gritaron ambos poseídos cubriendo todo de oscuridad.
-¡AMEN!-apretó los ojos sintiendo como los insectos devoraban su piel con rapidez-“Aioros…”
OOOOO
-Rayos, ¿en qué te has medito pequeño?
-¿Eh?-alzo la vista y se encontró con un ángel de mirada cálida-¿Sísifo?
-¿Quién más? Jejeje
-¿Cómo llegue aquí?...¿A los Campos Elíseos?-pregunto confundido, según el, estaba por ser asesinado por los dioses gemelos.
-¿De qué hablas? Tú no estás aquí-respondió sereno.
-¿Qué?
-Que no estás aquí.
-Creo que no entiendo, Sísifo. ¿Estoy aquí y a la vez no? ¿Por qué siempre hablas con acertijos?
-Bueno, mi viejo amigo, en realidad no estás en los Campos Elíseos, solo tu mente viajo aquí. Creo que necesitabas hablar conmigo, ya que yo si estoy aquí.
-En otras palabras, estas en mi mente.
-Sí. Y deberías agradecerlo, los dioses te están dando una paliza, lo cual me demuestra lo mucho que me pones atención cuando hablamos.
-¿Qué?
-¿Cómo que “que”?-exclamo indignado-Es el colmo, Aioros. ¿Acaso de verdad no recuerdas lo que dije la última vez que nos vimos? Te di la fórmula para acabar con ellos.
-¿Lo hiciste?
Sí, cuando te enfrentaste a ellos la primera vez.
-¡¿Y cuál era?! Sísifo, por favor dímelo -decía desesperado.
-No tienes remedio-rio, viendo que el castaño empezaba a desaparecer-Que lastima, ya tienes que irte.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡Espera, Sísifo! ¡Necesito tu ayuda, dime como vencerlos!
Aioros vio desesperado como poco a poco el panorama a su alrededor volvía a ser el de antes, y como Sísifo iba desapareciendo por completo, pero antes de que su voz se extinguiera, susurro:
-Sus nombres son la clave.
“¡Sus nombres!¡Claro! ¿Por qué lo había olvidado? Solo tengo que usar el poco cosmos que me queda, y recitar la última oración para exterminarlos.”
-¡MUERE, SAGITARIO!
Aioros reacciono a tiempo y esquivo el ataque, para luego alejarse unos pasos, extendiendo el rosario hacia ellos.
-¿Aun te quedan fuerzas? Bueno, no será por mucho-dijo el dios del Sueño con diversión
-¡Esta será tu tumba, Aioros!-sentenció el dios de la muerte, casi saboreando su muerte.
-¡Te equivocas!-encendió su cosmos-¡No ganaran, ya sé cómo detenerlos!
-¡Estas delirando! ¡Nadie puede vencernos, somos dioses!
-¡Yo sí!-cerro los ojos y recito-¡HOMINIS REBELLIONI EX LUCIFER, TURPEM TENEBRIS, APPLE DAMNANDUM EDEN, PRO LUCIS, SANCTA TRINITAS, DEO ET MUNDO. DII ET SOMNO MORTIS, ET INFERNI EXPULIT, ET HYPNOS THANATOS!
Ante esto, los ojos de los dioses se abrieron con horror y un portal apareció detrás, absorbiéndolos dentro.
-¡¡NOOO!!
-¡¡ESTO NO TERMINA AQUÍ, SAGITARIO!!-gritaba Thanatos-¡¡VOLVEREMOS, SOMOS LOS DIOSES HIJOS DE LUZBEL,Y CUANDO LO HAGAMOS, TU FAMILIA Y TU DESCENDENCIA SERAN LOS PRIMEROS EN CAEEEERR!!
OOOOO
Al terminar la oración, una luz blanca estallo iluminando todo el lugar y borrando todo rastro de oscuridad en la mansión.
Aioria se levantó un poco aturdido, y se acercó a sus compañeros que yacían el suelo, aun con algunas heridas en su piel.
-¡Kanon!¡Saga! ¿Se encuentran bien?
-Creo que si-respondió Kanon, incorporándose al igual que el mayor-¿Ya todo termino?
-Pues…
-Si-respondió Saga, captando la atención de ambos-Miren a los niños, tal parece que Aioros también consiguió ganar.
Los exorcistas posaron su vista en ellos, y efectivamente sus auras oscuras habían desaparecido por completo. Ahora, brillaban con la luz de inocencia típica de la niñez.
-¿Y Aioros?
-¡Aioros!-Saga se apresuró en dirigirse hacia la habitación donde se encontraba su pareja aun inconsciente-¡Cielo! Aioros, despierta amor-lo tomo en su regazo y trato de despertarlo moviéndolo ligeramente-¡Por favor, despierta!
-Tranquilo Saga-dijo Aioria, acercándose a su cuñado y poniendo su mano sobre la frente del de ojos azules- Esta bien, no te preocupes. Solo está demasiado agotado por su batalla, imagino que debio ser mas dura que la nuestra.
Saga suspiro con alivio, para luego levantarse cargando al castaño en sus brazos.
-Bien, entonces muchachos, larguémonos de aquí.
Sus compañeros asintieron. Esa había sido una noche muy larga, y de verdad, necesitaban descansar, y más ahora que por fin lo harían tranquilos.
OOOO
-Gracias, de verdad muchas gracias-decía Degel a los cuatro exorcistas.
-No fue nada. Nos alegra haber ayudado-contesto Aioros, luego de despertar de su sueño-
-Salvaron a nuestros hijos-habló Kardia, mirando a sus pequeños que eran revisados por los paramédicos-Estamos en deuda con ustedes.
-Es nuestro trabajo, señor Escorpio.
-Igual, muchas gracias.
Cuando terminaron los agradecimientos, la pareja de Aioros y Saga se despidieron de sus hermanos y tomaron su auto para regresar a su hogar, mientras Aioria se acercaba insinuante hacia su esposo, quien le dirigió una mirada lasciva.
-Creo que es todo, Kanon. Ya podemos volver a casa.
-Así es, y espero me repongas los días que pase sin ti.
-¿Días? Apenas fue una semana.
-Una semana es mucho-lo abrazo por la cintura-Casi un siglo. Ya quiero llegar y acariciarte todo el día.
- Y estaré encantado de que lo hagas.
Ambos se besaron y se estrecharon con suma fuerza. Aquel había sido un caso sumamente difícil, y casi se pierden el uno al otro, pero mientras estuvieran juntos al final de cada día, todo valía la pena. Más aún si aun así podían salvar a más personas.
-Te amo Kanon.
-Te amo, Aioria.
Fin.
“La Mansión de los Escorpio fue abandonada luego del exorcismo de la familia. Más tarde, el vaticano la demolió y prohibió el ingreso a la propiedad por la seguridad de las personas, sin embargo, nunca dieron explicaciones de la razón.
Se creyó, por mucho tiempo entre los elegidos y los miembros de la Iglesia, que los Dioses Gemelos habían sido expulsados al infierno definitivamente. Los mismos Kanon y Aioria lo confirmaron, sin embargo, veinte años después, tras la muerte de Saga de Geminis y Aioros de Sagitario, se descubrió en sus archivos más secretos que, en realidad, Aioros nunca los expulso. Solo los durmió en su propio interior hasta su muerte, despues de la cual se cree, ellos se liberaron en este plano.
Hasta ahora, se desconoce la razón por la que Aioros no cumplió su misión, pero durante años se le acuso de traicionar la causa divina, y más tarde, se le desconoció como Elegido de Dios.
Su hijo, Seiya de Sagitario, quien heredo su voluntad y su poder, hablo en su defensa en una entrevista a dos años de que saliera a la luz el secreto de su padre, dijo:
“Mi padre Aioros fue un buen hombre, y estoy seguro que tuvo una buena razón para no cumplir la misión que se nos ha encomendado a los Elegidos de Dios desde la Era del mito, por eso yo creeré en él, digan lo que digan, lo hare, y a pesar de que esas razones se las haya llevado a la tumba, lo seguire haciendo."
El paradero de la Caja de Pandora, sigue siendo un misterio aun a 50 años de su desaparición…”