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65. Hyun Sik (06) por dayanstyle

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Il Hoon no estaba seguro de qué pensar. Estaba verdaderamente perplejo. Huyn Sik era como nadie que hubiera conocido antes. El chico había dado desinteresadamente a Il Hoon, sin pedir nada a cambio. El guerrero ni siquiera había tomado ventaja de Il Hoon cuando estaba en lo alto y fuera por su orgasmo.

No estaba acostumbrado a tratar con gente honesta.

—Mi nombre es Jenissi. —El hombre rubio se alargó sobre el mostrador del  Java y le dio la mano a Il Hoon—. Me alegro de ver que Huyn Sik está sentando la cabeza.

—No puedes decir eso —reprendió Jeonghan a Jenissi—. Tienes que decir que son sólo amigos.

Jenissi lo miró completamente confundido. —Pero Xero me dijo que Huyn Sik y Il Hoon estaban golpeando botas, haciendo el tango bajo las sabanas... tu sabes… — él se acercó más y le susurró a Jeonghan, pero Il Hoon oyó al hombre muy bien—… Tienen sexo.

—Eso no significa que una persona se está asentando sólo porque ellos lo están haciendo —respondió Jeonghan.

—Estoy aquí. —Il Hoon agitó su mano ante ellos—. Y los escucho —susurró. Estos eran una extraña pareja. Sabía que Jeonghan era un demonio.

Lo que más le sorprendió fue que Jenissi era un vampiro. Como los shifters los vampiros eran muy raros en Remtin. En realidad no sabía nada de los vampiros.

Parecía que iba a encontrar todo tipo de especies en los últimos tiempos. A él le gustaba reunirse con gente nueva, pero aun así era un poco tímido cuando llegaba a hacer nuevos amigos.

—Vas a tener que disculpar a Jenissi. Él no tiene absolutamente ningún filtro entre su cerebro y su boca —dijo Jeonghan mientras se movía rápidamente detrás del mostrador. Il Hoon se estaba mareado tratando de ver al hombre.

—Pero él es un buen amigo a tener.

—Así que. —Jenissi se inclinó en el mostrador—. He oído que casi mataste a Dae hyun.

Il Hoon miró de un hombre a otro, preguntándose si no había entrado en una especie de universo paralelo. —Eso no es lo que sucedió.

—Jong Up dijo que luchaste con Dae hyun y le hiciste gritar  —dijo Jeonghan antes de reírse—. Me encantaría haberlo visto.

Il Hoon miró hacia donde Huyn Sik estaba hablando con Useung, preguntándose si sería grosero si él se alejaba del mostrador. Jeonghan y Jenissi parecían estar operando en otro nivel.

—Aquí. —Jenissi deslizó una copa en el mostrador—. De la casa.

—¿Qué es? —preguntó Il Hoon. Cogió la copa y sorbió, algo con olor agrio. Arrugó la nariz mientras dejaba la taza de nuevo sobre el mostrador.

—Es solo un montón de cosas que puse juntas.

Sí, Il Hoon iba a pasar de eso. Podía ver a Jeonghan intentando ocultar su sonrisa. Il Hoon no estaba seguro de lo que estaba pasando, pero no era conejillo de indias de nadie. —Yo voy a pasar.

—Lo juro. —Jenissi levantó las manos en el aire—. ¿Por qué nadie quiere probar mis nuevos brebajes?

—Fue un placer conocerlos chicos. —Il Hoon se alejó antes de que Jenissi lo convenciera de beber esas cosas con olor desagradable. Antes de que llegara a Huyn Sik, Il Hoon escuchó una gran explosión fuera. Huyn Sik estuvo a su lado en un segundo, tirando de él hacia el mostrador.

—Quédate con Jeonghan y Jenissi.

Eso no era una opción que hubiera elegido. Il Hoon preferiría quedarse cerca de Huyn Sik. Le dio al guerrero una inclinación de cabeza antes de que el chico se fuera.

—¿Qué crees que está pasando? —dijo Jeonghan mientras se apresuraba detrás del mostrador—. Yo espero que no sea Kim Woo Bin.

—¿Quién? —preguntó Il Hoon.

—Una criatura de gran tamaño y cerebro de guisante que probablemente jugaría con tus entrañas —respondió Jenissi.

¿Y Huyn Sik sólo corrió para ahí? No había manera de que Il Hoon estuviera dejando al hombre correr hacia el peligro. A pesar de que no conocía al Guerrero tan bien, Huyn Sik era el hombre más agradable y dulce que Il Hoon alguna  vez conoció.

No iba a perder lo que esperaba tener con el hombre.

Corrió hacia la puerta, Il Hoon ignoró a los hombres gritando por él para que volviese a la cafetería. Saber que el hombre estaba en peligro había puesto las cosas en perspectiva para Il Hoon.

Quería a Huyn Sik como suyo.

Il Hoon se retiró para atrás cuando vio que era el edificio de al lado el que había sido atacado. La gente corría por todas partes y vio... Il Hoon tragó saliva mientras miraba el cadáver en la tierra delante de los restos.

No estaba seguro de quién era, pero nadie merecía morir así.

¿Y si había sido Huyn Sik? ¿Y si el guerrero yacía allí muerto? El corazón de Il Hoon se encogió ante el pensamiento de cualquier cosa ocurriéndole al demonio.

Empujando a los hombres y mujeres en dispersión, Il Hoon hizo todo lo posible para localizar a Huyn Sik. Vio a uno de los demonios, ¿cuál era su nombre… In Seong. Il Hoon vio a In Seong haciendo algo raro con las manos.

Fuera lo que fuese, el fuego que había estado ardiendo en la parte delantera del edificio fue lentamente extinguiéndose

Casi parecía que estaba usando agua, pero no podía ser  correcto. ¿Cómo podría alguien llamar a los elementos? Il Hoon nunca había oído hablar de tal cosa. Simplemente no parecía posible.

Antes de que Il Hoon pudiera correr hacia In Seong una mano se cerró sobre su brazo, clavándole los dedos en su carne.

—Tú, pequeña puta rata.

¡Jude !

—¡Déjame ir! —gritó Il Hoon mientras trataba de escapar.

—Cállate. —Jude  extendió la mano hacia atrás y luego golpeó el rostro de Il Hoon—. Ya has causado suficientes problemas, pequeño pilluelo. Estoy dispuesto a apostar que puedo usarte contra esos guerreros malditos.

—¡Ayuda! —gritó Il Hoon con todas sus fuerzas, pero él no lo hizo bien. El hombre comenzó a cantar algo, y lo siguiente que Il Hoon sabía, es que estaba de regreso en el apartamento de Jude .

¡No!

—Sé  que  fue  el  elfo  quien  te  ayudo  la  última  vez.  Tan  pronto  como lo encuentre mataré al fey por traicionarme.

Il Hoon dio patadas y puñetazos, haciendo todo lo posible por liberarse, pero sólo enojo a Jude . Él golpeó a Il Hoon con tanta fuerza que su cabeza colgaba hacia un lado.

—Puedo mandarte a la inconciencia si eso es lo que quieres.

Eso no era lo que quería Il Hoon. La única cosa que realmente quería era a Huyn Sik.

¿Por qué diablos había salido de la cafetería?

 

 

Huyn Sik hizo que todos los heridos fueran atendidos antes de volver  al  Useung Java. No estaba seguro de lo que había sucedido. No hubo ataque después de que In Seong apagara el fuego. Nadie reclamaba la responsabilidad.

Kim Jong Gook dijo que estaba allí de pie hablando con un cliente cuando el frente del restaurante explotó. No tenía ningún sentido para Huyn Sik.

Las cosas simplemente no estallaban por ninguna razón.

Al entrar en el Useung Java, Huyn Sik miró a su alrededor por Il Hoon, pero no lo vio en ninguna parte.

—Tratamos de detenerlo —dijo Jeonghan mientras se apresuraba hacia Huyn Sik—. Pero él no quiso escuchar. Il Hoon salió corriendo de aquí justo después de que tú lo hicieras.

Le tomó un segundo registrar las palabras, pero cuando lo hicieron, Huyn Sik salió fuera de la cafetería, escaneando las calles. No vio a Il Hoon en ningún lugar.

—Huyn Sik.

Se volvió a ver a Peter corriendo hacia él. El vampiro lo miró frenético.   —Vi a un pequeño demonio siendo arrebatado. No estoy seguro de quién era, pero él no parecía que quería ir.

Il Hoon.

—¿Viste quién se lo llevó?

Peter asintió con la cabeza. —Algún demonio con el pelo largo y rubio y vestido muy estrambótico. Si no se viera tan siniestro, sería guapo como el infierno.

Jude había tomado a Il Hoon. Huyn Sik estaba realmente harto del demonio. Esta vez, cuando se encontrara con Jude , Huyn Sik mataría al maldito hombre.

—Gracias. —Huyn Sik giró sobre sus talones y se dirigió por el callejón, por una sombra para entrar en Remtin. Un lugar al que juró no volver, pero seguro era un lugar al que no iba a volver mucho.

Él comenzó a asaltar al edificio de Jude, pero dudó.

Esto tenía que ser una trampa. ¿Por qué si no iba a tener a Il Hoon? Huyn Sik conocía que el demonio no daba una mierda por Il Hoon. Fue el principio de las cosas.

Huyn Sik lo había tomado de Jude  y ahora Jude  lo tomó de Huyn Sik. Sólo que Huyn Sik iba a terminar el partido de hoy, ahora mismo... tan pronto descubriera la manera de entrar en el edificio sin ser atrapado. Se alegró de frenar y decidió pensar. Allí había dos hombres, en la azotea y uno en la entrada.

Tal vez debería haber traído respaldo.

Al volver la cabeza, Huyn Sik estudió el diseño. Si pudiera llegar a la parte del edificio sin que nadie lo viera, él podría ser capaz de encontrar una manera de entrar. Ni siquiera estaba seguro de si había una entrada en ese lado, pero ir por la puerta principal estaba fuera de cuestión.

 

—¿Necesitas ayuda?

Huyn Sik se dio la vuelta, listo para atacar cuando vio a Joshua de pie detrás de él.

—¿Estás tratando de hacer que te maten?

Joshua cabeceó hacia el edificio de apartamentos. —No, pero tú si lo haces. Apretando los dientes, Huyn Sik volvió de nuevo hacia el edificio.

—Jude  tomó a Il Hoon.

—Si, me lo imaginaba cuando te vi acarreando tu culo por el callejón. Peter me dijo lo que pasó y sumé dos más dos.

Huyn Sik resopló. —No pensé que fueras lo suficientemente inteligente como para deducir lo que Peter había visto.

—Los insultos no harán que te ayude —dijo Joshua con un gruñido de broma—. Sucede que soy muy inteligente.

Dejando escapar un suspiro cansado, Huyn Sik palmeó en el hombro a Joshua.

—Estoy preocupado por Il Hoon.

La expresión de tomadura de pelo de Joshua se escabulló. —Y es por eso que estoy aquí. —Había un borde duro en su voz, que dijo que él sabía que Huyn Sik se preocupaba por Il Hoon aunque Huyn Sik nunca admitiría ese hecho a cualquiera.

Huyn Sik no pensaba que jamás se acostumbraría a la cercanía de los guerreros. Todavía le asombraba que alguien pudiera poner su cuello en la línea por él.

Frotándose la barbilla, Joshua miró el edificio. —Viendo que Il Hoon está en el interior, no puedo simplemente quemar el lugar.

Los ojos de Huyn Sik se agrandaron. —Ni se te ocurra.

—Dije que no iba hacerlo. —Joshua rodó los ojos—. Pero eso no significa que no voy a quemarla cuando lo saquemos.

—Puedes quemar toda la maldita cuidad una vez que nos hayamos ido para lo que me importa. —Este lugar no poseía buenos recuerdos de Huyn Sik. No lo molestaría lo más mínimo si fuese borrado de la faz del mapa. Lástima que no podía tirar a su querido padre al fuego también.

No había visto a su padre desde que lo había visto en la Casa del pancake. Tal vez el hijo de puta se había arrepentido. Huyn Sik nunca tenía tanta suerte. Algunos podrían pensar que estaba equivocado por lo que sentía por Moonchul, pero nadie había sido testigo de las cosas que su padre había hecho con él.

Que el bastardo arda en las llamas del infierno.

—¿Tal vez puedas usar la cosita de tu mente… —Joshua movió sus dedos por su sien—… para que los tres se vayan?

—¿Cosita de la mente? —Huyn Sik miró Joshua—. ¿En serio?

—Yo sé lo que puedes hacer —dijo Joshua y luego estrechó su ojos en Huyn Sik—. Eso sí, jamás juegues con mi mente.

A pesar de que la situación era grave, Huyn Sik sonrió. —Yo no lo haría ni sueño con ello. Tu cerebro es frágil, ya como está.

—¿Puedes jugar con la cabeza o no? —preguntó Joshua, pareciendo cansado de la conversación sobre su frágil cerebro.

—Puedo, pero tendrá un efecto en mí.

Joshua dio unas palmaditas en el brazo de Huyn Sik. —Cubro tu espalda.

Huyn Sik sabía que el hombre lo haría. Joshua estaba allí para él era lo que Huyn Sik podía contar en esta situación. Volviéndose, Huyn Sik dejó su mirada en los dos hombres que estaban encaramados en el techo. Sintió sus mentes y llegó a  los dos.

Vayan a casa. No los necesitamos aquí. Jude  no se merece su lealtad. Vayan a casa.

Huyn Sik siguió cantando las palabras una y otra vez hasta que vio que los dos hombres se volvían y se iban. Un bajo latido comenzó en la parte posterior de su cabeza, pero Huyn Sik no tenía más remedio que ignorar el dolor sordo cuando se centró en el hombre de pie junto a la puerta principal.

—Mierda —dijo Joshua mientras pellizcaba la nariz de Huyn Sik y ladeó su cabeza para atrás—. Puedo decir por la hemorragia nasal que no has estado practicando. Estas jodidamente sangrado como un aficionado.

Hubo una reprimenda suave en la voz del demonio. Huyn Sik no había estado practicando. Odiaba ahondar en la mente de otras personas, porque veía lo peor de lo que eran. Sólo había algunas imágenes que eran tan viles que Huyn Sik deseó poder borrarlas de su memoria.

Cuando manipulaba la mente, nunca sabía lo que iba a encontrar.

—Yo voy a patear el culo de Vernon por no continuar con tus lecciones. — Joshua sonaba enojado—. Mantén la cabeza inclinada hacia atrás mientras yo lidio con el chico de la puerta.

Huyn Sik quería discutir. Odiaba ser mimado. Pero Joshua se fue derecho. Huyn Sik no era de ninguna utilidad en estos momentos. Joshua no sólo iba a masticar de nuevo el culo de Vernon, él iba a decirle a Him Chan.

Era el trabajo de todo el mundo tener en cuenta a los demás. Si Huyn Sik no se mantenía al día con sus lecciones, entonces ponía en riesgo a todos los demás. Huyn Sik sabía que no debió detenerse. Pero en su defensa, las imágenes a  veces se veían jodidamente horribles, quedándose en el por un largo tiempo.

—No le prenderas fuego —dijo Huyn Sik—. Yo no necesito que te apresures a   la construcción y establezcas todo el lugar en llamas.

Joshua miró a Huyn Sik. —Yo, a diferencia de ti, he dominado mis habilidades. Sé lo que estoy haciendo.

Huyn Sik vio como el hombre en la puerta principal se limpió la frente y luego se abanicó. Incluso desde donde se escondían, se veía el sudor que corría por el rostro del hombre.

—¿Vas a hacerlo sudar hasta la muerte?

—Cállate —se quejó Joshua—. Estoy muy enojado contigo ahora.

Como un niño que pone mala cara, Huyn Sik se quedó en silencio. Vio cómo el demonio se quitó la camisa, usándola para limpiar el sudor de su cuerpo. Incluso Huyn Sik enojado como estaba porque Jude  había secuestrado a Il Hoon, observar al hombre desnudarse lentamente porque estaba demasiado caliente era divertido como el infierno.

—Mira eso —susurró Joshua.

El hombre en la puerta empujó sus pantalones por las piernas, agitando ambas manos en su entrepierna. Sudor continuaba saliendo desde el cuero cabelludo del hombre, pero parecía más preocupado de que su pene estuviera en llamas.

—Eso es malo —se rio Huyn Sik.

Pronto el demonio estaba totalmente desnudo, corriendo por las calles de la ciudad. Joshua se volvió a Huyn Sik. —Y eso, mi hermano, es el resultado de quedarme en mis clases y dominar mis facultades.

—No tienes que restregármelo —dijo Huyn Sik mientras se ponía la camisa y se limpiaba la sangre de la cara y el cuello.

Joshua golpeó a Huyn Sik en su hombro. —Eres un maldito Guerrero Demonio. Ya sabes ¿cómo de grande podrían ser tus poderes si tu practicaras? Estoy dispuesto a apostar que puedes revolver los cerebros de todo el mundo en ese edificio, al mismo tiempo con o sin la migraña o las hemorragias nasales, si te hubieras mantenido en tus clases.

Huyn Sik no iba a debatir el tema en estos momentos. Tenía a un pequeño demonio que rescatar y a un hijo de puta malvado que matar. El sermón podría esperar. —¿Listo?

Joshua rodó sus hombros. —Vamos a hacer esto.

 

 

 continuara...

 

 

 


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