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82. Tae Heon (07) por dayanstyle

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La habitación era algo que Min Woo esperaría ver en una película de terror sobre una desvencijada casa embrujada. La pintura se había descascarillado en las paredes, dejando tras de sí un mosaico de mugre, por lo cual tenía miedo de moverse. Había una cama – si se podría decir que  era una cama – contra la pared. El colchón era tan fino como una galleta y tan lleno de manchas que Min Woo tendría pesadillas acerca de dormir en  él durante años. El suelo no estaba mejor. Compartía la habitación con una rata, y había tantos excrementos que el piso parecía moteado.

También apestaba como un vertedero de basura.

Estaba inmóvil en medio del cuarto y rogó para que los gérmenes no lo atacaran. Si salía de aquí, iba a frotar su cuerpo de la cabeza a los pies. Tal vez él mismo se metiera en un tanque de desinfectante. Pero todo eso era secundario ante el gran miedo de Min Woo. ¿Qué si alguien entra aquí y quiere… quiere hacer cosas que él no estaba dispuesto a hacer?

Al entrar en este sitio, vio que había un centauro, demonios, vampiros y un anfitrión de otras criaturas míticas. De la manera que todo el mundo estaba vestido, no podría decir quiénes eran clientes y quienes prostitutas. Todos llevaban ropas oscuras.

¿Y Tae Heon había crecido aquí? Min Woo se preguntaba cómo Tae Heon podía tener ni una pizca de compasión en su interior. El hombre debería ser igual de cruel, despiadado y odioso que el hombre que había secuestrado a Min Woo.

Pensó en su compañero, y sintió que estómago se retorcía. ¿Había descubierto Tae Heon que lo habían secuestrado? ¿Estaba su compañero preocupado por él? ¿Estaba tratando de encontrarlo?

 

Minwoo  se  puso  rígido  cuando  alguien  movió  la  manilla  de  la puerta. Esta se agito y luego se abrió completamente. Tomo en una respiración profunda y entonces la soltó mientras la puerta chirriaba al abrirse. No había ningún lugar al que pudiera correr o esconderse.

Estaría a la merced de quien entrará por esa puerta. La idea tuvo a  sus rodillas doblándose mientras esperaba.

La primera cosa que vio fue un par de ojos azul cristalino. Ellos parecían grandes y asustados. Lo siguiente fue una cabeza con un pelo negro como el ala de un cuervo mientras la persona se asomaba más en la habitación.

—Entra ahí —, dijo una voz áspera al otro lado de la puerta. Entro alguien que era mucho más bajo que Min Woo e igual de delgado. Fue empujado hacia adelante antes de que la puerta se cerrara de golpe, y Min Woo oyó como bloqueaban la cerradura.

Observo, con curiosidad, al recién llegado. El tipo no parecía que quisiera estar aquí más de lo que Min Woo quería. El pequeño hombre estaba temblando visiblemente cuando alzó su mirada alrededor de la habitación.

—¿Quién eres? —Min Woo preguntó. Vio las orejas puntiagudas y el color azul de su piel. No llevaba camisa, lo que permitió a Min Woo ver el pecho del pequeño tipo.

Nunca había visto una criatura que fuera tan inocentemente bello.

—Soy Min Hyuk—respondió el hombre. —¿Y tú, quién eres?

—Min Woo —Él ladeo su cabeza hacia un lado. —Supongo que nunca has estado aquí antes.

Min Hyuk movió su cabeza. —Me cogieron mientras cazaba en el bosque. Soy un elfo de las sombras —La ira contenida en la voz del hombre.

 

Min Woo asintió mientras miraba alrededor de la habitación. —Creo que tenemos que averiguar cómo salir de aquí —aunque el hombre que lo había traído aquí no había puesto a Min Woo a trabajar aún, su suerte permaneciendo virgen no duraría mucho más. Tarde o temprano alguien vendría  por él, y Min Woo quería haberse ido para entonces.

—¿Cómo? —Min Hyuk pregunto. —Hay dos guardias en la puerta y no veo ninguna ventana por ninguna parte.

Min Woo sonrió, haciendo todo lo posible para llevar al hombre un poco de confort. —No tengo ni idea, pero vamos a resolverlo.

—Oí a Kwang Soo hablando abajo —, dijo Min Hyuk

—No sé quién es —, admitió Min Woo. Había habido mucha gente abajo cuando había llegado y no le presentaron a nadie. No es que él quisiera ser presentado.

—La persona que es dueña de esta casa de mala reputación —. Min Hyuk describió al hombre y Min Woo comprendió rápidamente que Kwang Sooera la misma persona que lo había secuestrado.

—Dijo que puesto que él poseía a un virgen, iba a vender la mercancía al mejor postor —. Min Hyuk mordió su labio inferior. —Creo que estaba hablando de mí. Dijo que el hombre de arriba, que supongo que eres tú, estará trabajando para cuando termine la noche.

Al infierno con que Min Woo lo haría. Él no trabajaba en ninguna maldita cosa. Podría no ser virgen, pero estaba lejos de ser un bien dañado. Podía contar cuantos amantes había tenido con los dedos de una mano.

—¿Cómo propones que escapemos? —Min Hyuk pregunto. La voz del hombre tembló mientras miraba a Min Woo con esperanza.

Esa era una muy buena pregunta. No había modo alguno de que ellos pudieran dominar a los guardias. Y aunque pudieran, había otros muchos más por todos lados. Min Woo los había visto mientras era llevado arriba. A menos que uno de ellos poseyera las habilidades de Misión Imposible, no iban a salir de esto.

Min Hyuk no parecía del tipo de Ethan Hunt.

—Tendremos que esperar hasta que nos rescate mi compañero —, dijo Min Woo.

—¿Estas acoplado? —Los ojos de Min Hyuk se ensancharon.

—Recientemente  acoplado,  —Min Woo  dijo  con  un  guiño. —con uno de lo demonios guerreros.

 

Min Hyuk frunció el ceño. —No sé lo que es un demonio guerrero, pero espero que nos pueda salvar.

—Tú y yo los dos —, dijo Min Woo con un suspiro tembloroso.

 

 

 

Tae Heon se deslizó a través de la puerta mientras alguien salía. Él era invisible, pero si alguien lo tocaba, podría ser detectado. Los otros guerreros tomaron posiciones afuera. Estaban esperando hasta que la diversión comenzara.

Tan pronto como Tae Heon caminó dentro, los recuerdos de su tiempo aquí le asaltaron. Él estaba parado en el lugar exacto donde su tío lo había derrotado al darle una paliza delante de todos, porque Kwang Soo pensaba que él le estaba robando. El dolor de lo que su tío le había hecho, vino a Tae Heon como un fantasma. Sus miembros dolían mientras miraba a la sucia alfombra en la que se había desmoronado mucho tiempo atrás.

Céntrate. No estás aquí para recordar.

Tae Heon pasó sus ojos a lo largo del piso y miró hacia las escaleras que llevaban arriba. Las escaleras en las que mate a un traficante de drogas. Tae Heon no sabía si podría hacerlo. Demasiados recuerdos dolorosos emergían cada vez que su miraba caía sobre algo. Parecía que no había esquina, o rincón en este lugar, que no le recordaran a su tío.

Pero tienes que hacerlo. Tienes que conseguir sacar a Min Woo. No puedes dejarlo en este lugar.

Enderezando su columna, se trasladó a la parte inferior de las escaleras. Bordeó al guardia que estaba ahí y se movió lentamente hacia arriba, con cuidado de no tocar a nadie. Putas de ambos géneros y varias especies    caminaban delante de él. Tae Heon arrugó la nariz ante el hedor que era interminable infierno eterno. Era el hedor de los olvidados, de las almas con cicatrices y maltratadas.

Las personas tenían los ojos sin vida, como si no hubiera nada detrás de ellos. Vidas apagadas. ¿Cómo es que se había olvidado de las condiciones de pesadilla de este burdel?

Tae Heon se movió lentamente, sus pasos cuidados. Un error y sería descubierto. Había subido sólo tres escaleras cuando Kwang Soo apareció doblando la esquina. Se quedó allí hablando con uno de sus guardias.

El corazón de Tae Heon golpeó violentamente en su pecho, y temió que su tío fuera capaz de oírlo. La parte de Tae Heon que recordaba cada toque cruel de ese hombre quería agarrar a Kwang Soo y rajar al hombre desde el ombligo hasta la garganta. Casi había vuelto sobre sus pasos para hacerlo cuando recordó que tenía que sacar a Min Woo de aquí.

En lugar de ir hacia el asesino, Tae Heon se quedó parado allí, su mano agarrando la barandilla con fuerza mientras analizaba cada siniestro centímetro de su tío. Finalmente él podía observarle sin ser golpeado por ello. Estudió las duras líneas de la cara del hombre, la barbilla marcada, la deformada nariz y los ojos sin alma.

El demonio había dejado cuerpos por todas partes. Nadie estaba a salvo del funesto hombre.

Lo que incluía a su propia carne y sangre.

—Lleva al elfo de las sombras al sótano y asegúrate de que está limpio de los pies a la cabeza. Tengo unos pocos compradores interesados en él.

—¿Y el humano? —el guardia preguntó.

El estómago de Tae Heon se retorció en más de un millón de pequeños nudos.

Kwang Soosonrió. —Envía a su primer cliente.

Tae Heon se giró y se presionó lo mejor que pudo contra la barandilla mientras su tío pasaba. El demonio se paró y miró alrededor, sus ojos estrechándose antes de que continuara su descenso.

Tan pronto como su tío pasó de largo, Tae Heon continuo subiendo las escaleras. Él superó al guardia, que no parecía moverse tan rápido. Tae Heon no podía abrir todas las puertas hasta encontrar a su pareja, así que se  apretó de nuevo contra la pared y esperó a ver la puerta que abría  el guardia.

Cuando el guardia entró en el último cuarto a la izquierda, Tae Heon silenciosamente elimino a los dos guardias que habían estado de pie junto a la puerta. Los puso en la sala al otro lado del pasillo, agradeciendo que estuviera vacía.

Una vez escondido lo que había hecho, Tae Heon fue por su compañero. Cuando él entro en la habitación, vio que el guardia tenía a un hombre más pequeño agarrado por la muñeca, tirando del elfo de las sombras hacia la puerta.

—Déjame ir —, el elfo de las sombras gruñía mientras tiraba y pateaba en vano. El guardia arrastraba al elfo.

—¡Déjalo en paz!

Tae Heon se giró ante el sonido de la voz de su compañero. Vio la determinación en los ojos verdes de Min Woo. Él iba a luchar contra el guardia para ayudar al elfo.

Tae Heon tocó al guardia en su hombro. El demonio se congeló y miró alrededor. Esto dio al elfo la oportunidad de soltar su muñeca.

La mirada del guardia recorriendo la habitación. —¿Quién está ahí? Tae Heon se movió más cerca y susurró. —La muerte.

Rompió el cuello del guardia antes de que tipo tuviera la oportunidad de reaccionar. Su cuerpo se desplomó en el suelo. Tae Heon acarició la cara de Min Woo y su compañero se inclinó ante su toque.

—¿Quién hizo eso? —pregunto el elfo.

—Mi pareja —Minwoo afirmo con un tono lleno de orgullo. — ¿Pero cómo vamos a salir de aquí? Hay demasiada gente abajo. Nosotros no podemos simplemente salir por delante de ellos..

El elfo se giró en un semicírculo mientras entrecerraba sus ojos. — No veo a nadie.

Tae Heon agarró la mano de Min Woo y amplió su capacidad a su compañero. El ser humano desapareció.

El elfo grito. —¿Cómo hiciste eso?

—No podemos dejarlo aquí —Min Woo apretó la mano de Tae Heon, dándole a Tae Heon el consuelo que tan desesperadamente necesitaba. —Lo secuestraron de su hogar, Tae Heon. Tenemos que llevar a Min Hyuk con nosotros.

—Te oigo hablar —. Min Hyuk declaró mientras estiraba la mano y la pasaba por el aire. —Pero, ¿adónde fuiste?

Tae Heon levantó la mano de su compañero y besó la palma antes de agarrar al elfo por la parte superior de su brazo. Pronto las moléculas de Min Hyuki eran un reflejo de su entorno

—Yo… yo no puedo ver mis brazos —, el elfo tartamudeo.

—Asegúrense de que nadie los toque —, Tae Heon advirtió a los dos hombres. —Ellos pueden no ser capaces de verlos, pero todavía están aquí. Si creen que estamos huyendo, estaremos en un montón de problemas.

Los tres se trasladaron a la puerta, y Min Woo la abrió. Tae Heon miró al pasillo antes de sacar a los dos hombres de la habitación. Min Woo cerró la puerta rápidamente, y luego se dirigieron hacia la parte superior de las escaleras.

Tae Heon dio un pequeño gruñido cuando vio a dos guardias hablando mientras estaban parados en las escaleras. No había forma de que fueran capaces de pasar por ahí, no cuando tenía a Min Woo y a Min Hyuk con él. Iban a tener que esperar a que los guardias se fueran.

 

Pero eso era peligroso. Cuanto más tiempo se quedaran aquí, mayores eran las posibilidades de ser atrapados. Allí estaban sosteniendo un aliento colectivo mientras el tiempo parecía pasar lentamente. Tae Heon comenzó  a preguntarse si  esos  dos  nunca  se  moverían  cuando  Lee Kwang Soo apareció en la parte inferior de la escalera.

—Vamos a ver lo que está demorando a los otros guardia.

Tae Heon empujo a Min Woo y a Min Hyuk a un lado, mientras los dos guardias que les habían bloqueado su salida los pasaban. Sólo habían agotado su tiempo. Tae Heon tenía que eliminar a estos hombres.

Como si leyera su mente, Min Woo comenzó a moverse, llevando a Tae Heon y a Min Hyuk con él. Su compañero corriendo por las escaleras pero se detuvo cuando llegó a Lee Kwang Soo.

El hombre estaba parado justo en medio de la escalera, impidiendo que pasaran más allá del hombre. Tae Heon se movió hasta que los tres estuvieron pegados contra la pared.

Uno de los guardias apareció en la parte superior de la escalera. —Se han ido.

—¿Quién se ha ido? —Kwang Soopregunto como si la idea de sus premios secuestrados, desapareciendo fuera absurda.

—El ser humano y el elfo —, el guardia respondió. —Tres de tus hombres están muertos.

Kwang Soose giró y gritó. —¡Cierren este lugar!

Las esperanzas de Tae Heon de una huida limpia habían desaparecido. Dos demonios vigilaban la puerta mientras Kwang Soo daba órdenes al resto, instruyéndoles del modo de encontrar a Min Woo y Min Hyuki. También  ordeno a sus hombres que agitaran sus brazos en el aire mientras buscaban.

Tae Heon termino de bajar las escaleras, teniendo a los dos hombres con él. Se colocaron junto a la puerta, a pulgadas de uno de los demonios.

Tan pronto como ellos presionaron sus espaldas contra el muro, la búsqueda comenzó. Si se hubieran quedado en los escalones habrían sido descubiertos. Los guardias subieron las escaleras, cubriendo cada centímetro alrededor de ellos.

Él podía sentir al elfo temblando al igual que Min Woo. Tae Heon no  estaba  seguro  de  cuánto  tiempo  estos  dos  podrían  esperar  bajo    tanta presión. Si los nervios de Tae Heon estaban alterados, él sabía que el elfo y su compañero estarían a punto de estallar. Pero estaba orgulloso de la forma  en que Min Woo estaba aguantando. La mayoría de los humanos, para ahora, habrían tenido un colapso. Su compañero se quedó quieto totalmente firme, mirando a los hombres que buscaban por el burdel, aunque todavía temblaba ligeramente.

Tae Heon debía conseguir que los guardias se alejaran de la puerta. Apretó un beso contra la mejilla de Min Woo, inhalando el aroma de su compañero, bañándose en el dulce olor antes de susurrar. —Voy a eliminarlos. Mientras que alejo a los guardias de la puerta, quiero que tú y Min Hyuk salgan.

—No voy a dejarte —El tono de Min Woo era firme.

—¿Quieres arriesgarte a ser atrapado? —Tae Heon preguntó. —Sí continuamos aquí, nos encontraran.

—Él tiene razón —Min Hyuk dijo en voz baja. —Tenemos que irnos ahora o nos arriesgamos a volver a ser capturados.

Justo cuando Tae Heon estaba a punto de liberar a Min Woo y a Min Hyuk, Kwang Soo entró en el vestíbulo. Estaba tan cerca que Tae Heon podía oír al hombre gruñendo suavemente.

—Ellos no pueden haber salido —, Kwang Soo grito. —Tienen que estar aquí en algún lugar —. Miró alrededor y luego torció sus labios en una mueca. —Sé que estas aquí, Tae Heon.

La declaración de su tío envió un pico de miedo a través de la espina dorsal de Tae Heon. Su agarre en ambos hombres se apretó.

Era el mismo tono que su tío usaba justo antes de hacerle sufrir de dolor. —¿Has venido a rescatar al humano? —Su tío entrecerró los ojos. — ¿Y te llevas al elfo como premio?

Min Hyuk se contrajo cerca de Tae Heon, como si estuviera tratando de hacerse lo más pequeño posible. No era una hazaña difícil teniendo en cuenta que el hombre media sólo alrededor del metro sesenta y era tan flaco como un palillo de dientes.

 

—Dame al elfo de las sombras, y tú y el humano pueden salir de aquí ilesos —, prometió Lee Kwang Soo.

Tae Heon sabía que era una mentira. Si él se mostraba, su tío intentaría matarlo. Kwang Soo no honraba su palabra. Además no había manera de que Tae Heon dejara al elfo en las crueles manos de su tío. No querría dejar ni a un perro rabioso con ese demonio.

—Tienes cinco segundos antes de que espire la oferta —, dijo Kwang Soomientras sus fosas nasales se ensanchaban. —Dame al elfo —. Su tío había gruñido las palabras como el demonio que era.

Los tres hombres se agacharon cuando Kwang Soo lanzo su brazo hacia fuera. Su tío no había golpeado a Tae Heon por medio milímetro. El hombre gruñendo se alejó hacia el cuarto donde solía mostrar sus prostitutas a su clientela.

Tae Heon esperó hasta que el hombre estuvo fuera de la vista antes de levantar a Min Woo y a Min Hyuk, empujando al guardia que estaba más  cerca. El demonio gritó mientras se tambaleaba sobre el otro  guardia. Tae Heon sabía que sólo tenía preciosos segundos. Golpeo la puerta abriéndola y empujo a su compañero y al elfo afuera. Antes de que Tae Heon pudiera seguirlos su cabeza fue empujada hacia atrás. Alguien tenía un férreo control sobre su cabello.

—Muéstrate —, Kwang Soo gruño antes de gritar a sus guardias para que persiguieran al humano y al elfo.

Tae Heon se mostró mientras giraba, rompiendo el agarre. Él estaba parado cara a cara con su peor pesadilla.

Antes de que pudiera parpadear, Kwang Soo estrelló su puño en su mandíbula, haciendo que se tambaleara hacia atrás. Su tío siguió golpeándolo un poco más, sacando el aire de los pulmones de Tae Heon.

—Bastardo patético —Kwang Soodijo con un gruñido. —¿Cómo te atreves a entrar en mi territorio y quitarme lo que es mío?.

Él gruño cuando Kwang Soo golpeo de nuevo en su costado. Tae Heon juró  que había escuchado a sus costillas romperse. Se tambaleó hasta que su espalda golpeó la pared

Kwang Soo se movió para golpearlo de nuevo, pero Tae Heon se apartó y el puño de su tío golpeo atravesando la pared.

—¿Crees que porque Him Chan hizo de tu patético culo un guerrero puedes vencerme? —pregunto Lee Kwang Soo.  —¿Crees que ahora eres mejor  que yo?

Tae Heon bloqueó el siguiente golpe. El miedo tenía un agarre mortal en él. Todo lo que podía ver era a un niñito quejumbroso que rogaba a su tío para que no le hiciera daño, que rezaba todas las noches para salir de este lugar.

Pero Tae Heon ya no era un niño pequeño que tenía miedo de  los grandes monstruos.

El único poder que Kwang Sootiene sobre ti es el miedo. Las palabras de Him Chan resonaban en la mente de Tae Heon. Eso era lo que los abusones sostenían sobre sus víctimas. Tae Heon se negó a ser la víctima de Kwang Soodurante más tiempo.

Kwang Soo estampo su puño en un lado de la cabeza de Tae Heon, haciendo que este viera las estrellas. Él se sacudió el dolor y se levantó en su altura completa, ahora se alzaba sobre su tío. —Si —, dijo. —Yo  sé que soy  mejor que tú y te venceré.

Su tío echó la cabeza hacia atrás y se rió. —Vamos, inténtalo, pedazo de mierda.

Tan pronto como su miedo se desvaneció, la formación de Tae Heon golpeo. Cuando Kwang Soo lo atacó de nuevo, agarró el puño del demonio, utilizando la otra mano para causar el mayor daño posible. Sabía que sus hermanos tenían a Min Woo y a Min Hyuk. Ellos estaban a salvo.

Ya era hora de que recuperara su vida.

Tae Heon dio un golpe tras otro, nunca aflojando, nunca dando a Kwang Soo la oportunidad de golpearlo. Los guardias estaban parados y observando. Incluso vio alguna sonrisa satisfecha en sus caras.

 

Tae Heon levantó su brazo para dar el golpe mortal pero dudó.

A través de su boca magullada y sangrienta, Kwang Soo sonrió. —No tienes lo que hay que tener, maldito bastardo —. Él se limpió la boca. — Seguiré apareciendo, Tae Heon. No me detendré hasta que haya destruido todo lo que amas.

La amenaza era todo lo que Tae Heon necesitaba. Se apodero de la cabeza de Kwang Soo y rompió el cuello del demonio. Su tío cayó al suelo. Tae Heon miro los ojos sin vida del hombre y no sintió nada. Absolutamente nada.

Cuando los guardias se movieron, Tae Heon se giró, tomando una postura de lucha.

Ellos pasaron el cadáver y se dirigieron hacia la puerta.

Tae Heon se apoyó contra la pared y tomó una respiración profunda. Su mente girando alrededor del hecho de que la única persona que lo había torturado, la única persona que había entrado en sus pesadillas, ya no era capaz de dañar a otro ser.

Min Woo caminó adentro, miro al suelo a Lee Kwang Soo, y entonces corrió al lado de Tae Heon. Cayendo en sus brazos. —Llévame a casa.

Tae Heon envolvió sus brazos alrededor de su compañero y se aferró a él como si su vida dependiera de ello. Enterró su cara en el cuello de  Min Woo y sintió como si pudiera respirar por primera vez en su vida.

 

Continuara...

 


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