Tú también cuidarás de mí
Siwon despertó por la mañana como era habitual, el primero en toda la casa y diez minutos antes de que sonara el despertador. Sonrió al ver a Kyuhyun dormir entre sus brazos. Aquellos diez minutos de tranquilidad que podía tener a primera hora de la mañana, le daban fuerzas para pasar todo el día de ajetreada faena en la oficina, porque sabía que, a la mañana siguiente, volvería a tener aquellos diez minutos de paz en los que podía contemplar como su chico dormía profundamente entre sus brazos. No había nada en el mundo que le produjera la misma tranquilidad que contemplar el rostro apacible de Kyuhyun durmiendo.
La alarma del despertador sonó en su mesita y, sacándole de su ensimismamiento, le obligó a separar sus brazos del cuerpo de Kyuhyun para llegar hasta él y apagarlo. Dejó descansar su cabeza sobre la almohada mirando al techo unos segundos antes de levantarse. Se metió en el baño, se pegó una ducha y salió de vuelta al cuarto, encontrándose con que Kyuhyun seguía sumido en un sueño profundo. Eso le extrañó un poco, Kyuhyun acostumbraba a levantarse mientras él estaba en la ducha, pero no le dio mayor importancia, a lo mejor estaba algo cansado, así que prefirió vestirse en silencio y salir de la habitación para ir a preparar el desayuno.
Una vez lo tuvo todo listo, volvió al pasillo y fue a despertar a Suho. Entró en su habitación y se acercó hasta la cama dónde el pequeño dormía hecho una bolita, abrazado a un peluche de un conejo blanco, regalo del tío Sungmin. Siwon sonrió, dormía en la misma postura con la que había dejado a Kyuhyun en la cama.
-Suho -le llamó suavemente Siwon agachándose junto a su cama en forma de coche de carreras-, Suho -repitió moviendo un poquito su brazo.
El pequeño se revolvió en la cama dando un par de vueltas antes de abrir los ojos parpadeando molesto ante la luz que se colaba por su ventana.
-Suho, despierta venga...
-¿Appa Won? -preguntó medio incorporándose en la cama restregándose un ojo con su manita-. ¿Dónde está appa Kyu? -preguntó, pues siempre era Kyuhyun el que le despertaba.
-Vamos a dejar dormir a appa Kyu un poco más, ¿sí? -le pidió-. Venga, vamos a lavarte la cara y después a desayunar.
Suho asintió aún medio dormido y se puso en pie dándole una mano a su appa para que le acompañase hasta el baño. Allí se lavó la carita e hizo pipí para después salir hacia la cocina ya totalmente despierto y con apetito de lobo.
Ambos se sentaron en la mesa de la cocina y comieron su desayuno entre risas y charlas, Suho se levantaba siempre con mucha energía. Después se lavaron los dientes y Siwon fue con Suho hasta su habitación dónde lo ayudó a vestirse para ir a la escuela.
Una vez el niño estuvo listo, Siwon salió con él hasta el salón y, al darse cuenta que Kyuhyun no estaba todavía allí, miró extrañado hacia su habitación. ¿Seguiría el menor durmiendo?
-Suho, ¿quieres ver los dibujos un rato? -le preguntó encendiendo el televisor para poner el canal infantil-. Yo voy a despertar a appa, ¿vale?
Suho asintió y se sentó en el sofá a ver la serie de dibujos animados mientras Siwon llegaba hasta su habitación. Al abrir la puerta, se dio cuenta que Kyuhyun seguía dormido en la misma posición que le había dejado antes de salir de allí.
Se acercó hasta la cama y le dio un beso en la frente, tratando de despertarlo, pero Kyuhyun ni se inmutó, parecía que hoy tenía el sueño muy pesado.
-Kyu... despierta -le pidió-. Es hora de levantarse, Hyunnie...
Kyuhyun parpadeó un par de veces confuso, antes de incorporarse mirando desconcertado a Siwon.
-Se te han pegado las sábanas -comentó el mayor sonriendo.
-¿Qué... Qué hora es? -preguntó desorientado-. No he oído el despertador...
-Tienes tiempo todavía -aseguró el mayor-. Yo me tengo que marchar ya. Tienes el desayuno en la cocina y Suho ya está listo.
Kyuhyun le miró aún un poco desconcertado y se llevó una mano a la cabeza despeinándose más de lo que ya lo estaba.
-¿Estás bien? -la preguntó Siwon al verle tan perdido-. ¿Te encuentras mal?
-N-No -negó el menor-, sólo estoy un poco dormido todavía -respondió Kyuhyun parpadeando repetidas veces.
Siwon sonrió.
-Bueno, me marcho ya, ¿vale? Nos vemos por la tarde.
Kyuhyun asintió y se estiró un poco para corresponder al beso de despedida que Siwon le ofrecía antes de marcharse. Cuando Siwon salió de la habitación, se puso en pie, aún medio desorientado, ¿cómo podía no haber oído el despertador?
Decidió dejar de darle vueltas al tema y se cambió de ropa con prisas para después salir al salón.
-¡Appa! -saludó Suho desde el sofá-. Hoy me he levantado antes que tú -le informó contento el niño saltando del sofá para llegar a su lado.
Kyuhyun le sonrió y le revolvió el pelo antes de llegar a la cocina y beberse el café, a ver si así espabilaba de una vez.
-¿Lo tienes todo ya? -le preguntó al pequeño-. ¿Has cogido tu mochila? ¿Los libros? ¿Los lápices de colorear? ¿La bata para no mancharte? -empezó con la larga lista de cada mañana mientras el pequeño asentía a todo-. Muy bien entonces -le felicitó-. Venga, podemos marcharnos ya.
Suho cogió su mochila de encima del sofá y corrió al recibidor a ponerse sus zapatos mientras esperaba a que su appa cogiera su cartera y su teléfono antes de reunirse con él.
Salieron de casa y Kyuhyun acompañó al chiquitín hasta la escuela, igual que lo hacía cada mañana. Se despidió de él, prometiéndole que pasaría a buscarle por la tarde y después se marchó a trabajar.
Para Kyuhyun, ese fue un día largo, parecía estar algo espeso y tenía la cabeza en otra parte, alrededor del mediodía, empezó a encontrarse un poco mal, una punzante jaqueca se instaló en su cabeza y ni siquiera las pastillas que fue a buscar a la farmacia parecían calmarle demasiado.
Sungmin, su mejor amigo y compañero de la oficina, parecía preocupado por él y le preguntó varias veces cómo se encontraba, sin embargo Kyuhyun le dijo que estaba bien, tampoco es como si él pudiese hacer nada para mejorar su estado simplemente diciéndole que se encontraba mal.
-¿Quieres que te lleve a casa? -se ofreció Sungmin a llevarlo en su coche cuando su jornada terminó.
-No hace falta -negó Kyuhyun-. Tengo que ir a buscar a Suho a la escuela.
-Te llevo -insistió.
Kyuhyun terminó aceptando, no tenía ganas de discutir con él y a Suho siempre le ponía contento ver al "tío Min". Así que se subió al asiento del copiloto y esperó a que Sungmin arrancara. Cuando llegaron a la escuela ambos bajaron del coche para ir a por el pequeño.
-¡Tío Min! -exclamó Suho al verle parado junto a Kyuhyun y sin dudarlo se lanzó a los brazos del rubio.
-Hola renacuajo -lo saludó Kyuhyun revolviéndole el pelo juguetonamente-. ¿Qué tal las clases?
-¡Bien! -respondió el pequeño entusiasmado-. ¿Vienes a casa a jugar tío Min? -le pidió.
-Bueno... eso depende de tu appa...
-¡Appa! ¡¿Puede venir tío Min a casa?! Porfa, porfa, porfa... -suplicó.
Kyuhyun medio sonrió ante el rostro iluminado del menor y simplemente asintió.
-¡Bien! -exclamó el pequeño.
Sungmin sonrió ante el entusiasmo del chiquitín y se dirigieron todos al coche.
-¡Yo quiero ir delante! -pidió el pequeño echando a correr hacia la puerta delantera.
-No, Suho -negó Kyuhyun llegando a su lado-. Los niños tienen que ir en el asiento de atrás.
-Porfa, appa... -hizo un puchero.
-No -negó otra vez, sabía perfectamente que a veces Suho trataba de manipularle con pucheritos adorables-. Venga, sube aquí -le ordenó abriendo al puerta trasera.
Suho obedeció, con la cabeza gacha y arrastrando los pies se subió al asiento trasero. Kyuhyun se inclinó en el asiento y le puso el cinturón de seguridad antes de sentarse en el asiento del copiloto, dejando descanar su cabeza contra el asiento, cerrando los ojos.
-¿Te sigues sintiendo mal? -preguntó Sungmin al verle.
-No, estoy bien -mintió, lo cierto es que aquella jaqueca no parecía disminuir, pero no quería que Suho se enterara.
Sungmin arrancó y en menos de diez minutos estuvieron en la casa.
-¿Quieres algo de beber? -le ofreció Kyuhyun a Sungmin echando a andar hacia la cocina.
-No, no te molestes.
-No es molestia -aseguró el castaño-, tengo que hacerle la merienda a Suho de todas maneras...
Kyuhyun se metió en la cocina mientras Suho arrastraba a Sungmin hasta su cuarto para enseñarle sus nuevos juguetes. En la cocina, Kyuhyun buscó de nuevo alguna pastilla para el dolor de cabeza y se la tragó con un sorbo de agua, después se puso a hacer la merienda del pequeño. Cuando estuvo lista, la llevó hasta su cuarto junto con algo de picar para el mayor y después regresó al salón, dejando que Suho se divirtiera con el tío Min.
Sungmin llevaba ya algo más de una hora en casa cuando Suho le arrastró otra vez al salón para enseñarle los dibujos que había estado haciendo la tarde anterior y que seguían desperdigados en la mesita del café del salón.
-¡Oh! -exclamó el pequeño llegando antes que él-. Appa se ha dormido -comentó al mayor señalándole con un dedito a Kyuhyun dormido en el sofá.
-No le despiertes -le pidió Sungmin al ver al menor profundamente dormido sentado en el sofá-. Vamos a dejarle dormir, ¿vale?
Suho le miró curioso, pero no le discutió, en lugar de eso agarró sus dibujitos tratando de no hacer ruido y se volvió a la habitación, esperando porque tío Min le siguiera.
Sungmin se acercó hasta Kyuhyun preocupado y colocó suavemente una mano sobre su frente.
-Tiene unas décimas... -murmuró.
Miró a su alrededor, buscando algo con lo que tapar a Kyuhyun y reparó en el teléfono móvil del menor, que reposaba en la mesita del café de dónde Suho se acababa de llevar sus dibujos. Sonrió al ocurrírsele una idea y agarró el móvil, dispuesto a llevarla a cabo.
Kyuhyun sintió su cuerpo ser separado de los mullidos cojines del sofá por unos fuertes brazos situados bajo sus piernas y espalda, trató de abrir los ojos para descubrir qué pasaba, pero sus párpados estaban muy pesados y sentía que si conseguía abrir los ojos, no lograría mantenerlos abiertos, sentía su cuerpo muy cansado y su cabeza retumbaba horriblemente. Sin embargo, no le hizo falta abrirlos para reconocer a la persona que le llevaba en brazos.
-Wonnie... -le llamó en un susurro, reconocería el olor de su colonia en cualquier parte.
-Shh... estoy aquí, no te preocupes -la calmada voz de Siwon resonó un poco por encima de su cabeza.
-Suho... -llamó de repente el menor, acordándose de su pequeño.
-Está bien -aseguró-, está con Sungmin.
Kyuhyun resopló aliviado, apoyándose mejor contra el pecho del mayor cuando sintió que éste echaba a andar, no tenía fuerzas ni para alzar sus brazos y sujetarse a su cuello.
-Debí imaginarme esta mañana que no te encontrabas bien -murmuró el mayor andando con él en brazos hacia su habitación-. Nunca duermes hasta tan tarde...
Kyuhyun no respondió, suficiente trabajo le estaba costando mantenerse despierto.
Siwon entró en su habitación y colocó con cuidado a Kyuhyun sobre su cama, las sábanas de la cuál ya había apartado antes. Le dio un beso en la frente, comprobando su temperatura mientras le arropaba.
-¿Te has tomado algo para la fiebre? -preguntó el mayor.
Kyuhyun negó.
-Sólo... una pastilla para el dolor... de cabeza -respondió trabajosamente.
-Te traeré algo -informó el mayor dirigiéndose a la salida.
Para cuando Siwon regresó a la habitación, Kyuhyun se había vuelto a dormir. Por un momento pensó en despertarle y darle la medicina, pero no se veía capaz de despertarlo al verlo dormir tan profundamente. Dejó el vaso de agua y la pastilla que había traído, encima de la mesita de noche y después se dirigió al armario en busca del pijama del menor y el suyo propio.
Se cambió primero y después se acercó hasta la cama para desnudar al menor y ponerle ropa más cómoda. Kyuhyun estaba tan profundamente dormido que no se inmutó al sentir las conocidas manos del mayor rozar su piel desnuda hasta vestirlo entero de nuevo. Siwon se asustó un poco, pensó que quizá el menor se había desmayado a causa de la fiebre al ver que no despertaba ante su contacto, pero un leve ronquido del menor lo tranquilizó, asegurándose de que su chico estaba dormido y no en coma.
Salió de nuevo del cuarto hasta la cocina y regresó a la habitación cargando con un bol lleno de agua y un par de paños. Dejó el recipiente en la mesilla de noche y sumergió el paño en el agua, a continuación lo escurrió y lo colocó sobre la frente del menor. Esperaba que eso le bajara la temperatura,
-Wonnie... -el susurro de Kyuhyun le obligó a acercarse a él, acariciándole el pelo con cariño.
-Estoy aquí -aseguró el mayor.
-Vete a dormir con Suho -le pidió aun con los ojos cerrados-. No quiero contagiarte...
Siwon sonrió enternecido, ni en esos momentos el menor podía dejar de preocuparse por él. Kyuhyun era de esas personas que pueden parecer frías y egoístas a simple vista, pero en cuanto te coge un poco de cariño, es la persona más entregada que jamás hayas podido conocer. Y Siwon sabía lo mucho que le importaba él al menor, por eso no pudo evitar sonreír.
-No te preocupes por mí -le pidió subiéndose a la cama a su lado-. Estaré bien -le prometió.
-No hyung... -negó el menor-, si nos enfermamos los dos... ¿quién cuidará de Suho mañana?
Siwon sonrió de nuevo, sólo había una persona por la que Kyuhyun se preocupase más que por él, y ese era Suho, el niñito que había bendecido sus vidas.
-Suho está bien y, si nos enfermamos los dos mañana, Sungmin cuidará de él -aseguró-. Se lo ha llevado a dormir a su casa para que tú pudieras descansar tranquilo, así que haz el favor de dejar de preocuparte, ¿sí?
Kyuhyun asimiló durante unos segundos las palabras del mayor antes de asentir suavemente.
-Duérmete -le pidió Siwon acariciando su cabeza con ternura.
Pero Kyuhyun ya se había vuelto a dormir.
Siwon se acomodó a su lado, y pasó la noche en vela, cuidando del menor. Siempre se preocupaba porque el menor no pasara frío, Kyuhyun desde pequeño había sido una persona enfermiza y, a la mínima que refrescaba un poco, siempre cogía un resfriado. Pero parecía que esta vez no le había cuidado bien, aquellos últimos días habían bajado las temperaturas y el menor no se había abrigado como correspondía...
Kyuhyun pasó mala noche, dando vueltas y vueltas en la cama, destapándose inconscientemente por el calor, obligando a Siwon a taparle de nuevo para hacerle sudar y así hacer a la fiebre remitir.
Alrededor de las cinco de la mañana, por fin su temperatura volvió a ser normal, su respiración dejó de ser entrecortada para pasar a profundizarse y acompasarse, y dejó de moverse y retorcerse en la cama, sumiéndose en un profundo y apacible sueño. Siwon por fin pudo dormir tranquilo.
Kyuhyun despertó en la mañana con un estornudo que le obligó a incorporarse de golpe, despertando a su chico por el sonido.
-¿Estás bien? -preguntó Siwon preocupado.
-He estado mejor -respondió Kyuhyun con voz nasal, producto de la congestión.
Siwon sonrió divertido ante la voz del chico y llevó una mano hasta su frente.
-No tienes fiebre ya -informó.
-No me duele la cabeza tampoco -le hizo saber, se sorbió la nariz intentando descongestionarla para poder volver a hablar con normalidad, pero no sirvió de nada, el resfriado sólo empezaba...
-¿Porqué no me dijiste ayer que te encontrabas mal? -preguntó el mayor.
-No me encontré mal hasta el mediodía -le explicó Kyuhyun dándose por vencido con su voz-. Por la mañana estaba bien.
-No tan bien -negó él-, si no hubiese venido a despertarte, seguirías frito...
-Estoy bien ya, hyung -aseguró Kyuhyun intentando quitarle hierro al asunto, sabía que Siwon se sentía culpable por su estado, cuando ni siquiera aquello era responsabilidad suya.
-¿Bien? -preguntó-. ¿Es que no te oyes? -bromeó.
-Bueno, ya -aceptó-. Tengo mocos, ¿y qué?
Siwon rió divertido.
-¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo? -le preguntó Siwon.
-Yo me preparo algo -comentó Kyuhyun levantándose-, tú sigue durmiendo.
-Oye, aquí el enfermo eres tú, deberías dejar que te cuide.
-Siempre cuidas de mí hyung -respondió Kyuhyun-, ahora déjame a mí cuidarte y acuéstate otra vez, no has dormido nada ¿a que no?
Siwon parpadeó sorprendido, nunca había creído a Kyuhyun tan perspicaz.
-Sí que he dormido -contestó.
-Permíteme decirte que tus ojeras te delaten -apuntó Kyuhun-. Debiste hacerme caso e irte a dormir al cuarto de Suho, no habrías pasado mala noche.
-Ei -le llamó Siwon poniéndose en pié también para llegar a su lado-, si tú pasas mala noche, yo también. ¿Ese es el trato, no?
-No recuerdo que hayamos hecho un trato así -comentó Kyuhyun viendo como el mayor se acercaba a él.
-Viene implícito desde el momento en que me dijiste que sí.
-¿Que sí qué? -preguntó confuso.
-Que sí aceptabas salir conmigo -respondió Siwon abrazándolo por la cintura.
Kyuhyun le miró sorprendido por sus cariñosas palabras antes de percatarse de la cercanía de Siwon y sus intenciones.
-No, hyung -intentó apartarse del beso que el mayor quería darle-. Te contagiaré -trató de explicarse.
-No importa -aseguró el mayor-, tú también cuidarás de mí.
Y, colocando una mano en su nuca, evitando así la huída del menor, juntó sus labios en un tierno beso. A Kyuhyun ese beso le supo igual que al primero que se dieron. Tan dulce, tan cálido, tan tierno, tan largo y tan amoroso como el primero.