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...Y EL UNIVERSO CONFABULO por rosale

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Notas del fanfic:

Esto va a ser cortito, sencillo y nada rebuscado, un poco cliché, pero se me antojaba hacer algo así.

 

Como siempre esto es para One_FluffyMaknae y Ale-Chan...

Notas del capitulo:

Este capítulo es sobre todo introductorio, y mostrar las ganas y vocacion Kyu por su trabajo...

 

 

 

CAPÍTULO 1

 

 

Cuando se vieron por  primera vez  algo pasó, el universo confabulo y decidió que era hora de unir sus destinos.

 

 

[…]

Las mañanas siempre eran iguales, la leve conciencia de un cuerpo que funciona en base a la rutina y antes de que suene la alarma ya sabe que es hora de despertar y comenzar la jornada, extender el brazo tantear sobre la mesita de noche y  apagar la alarma, sentarse en la cama, con pereza bañarse, arreglarse para ir al trabajo,  la primera taza de café del día, preparar el desayuno y  con una sonrisa despertar a su pequeño milagro con caricias y besos y si la situación lo amerita,  un ataque relámpago  de cosquillas.

Ver como esos grandes ojos castaños se abren de a poquito y brillan con la inocencia y dulzura del alma pura de un niño.

-          Ya es hora de levantarse campeón -  y su hijo se sienta en la cama con los cabellos parados apuntando en todas direcciones y  se frota los ojitos con el dorso de las manos.

-          Appa un ratito más – remolón vuelve a meterse entre sus cobijas y se ríe bajito sabedor de lo que viene.

-          Mi pequeño dragón esta insinuando que no se va a levantar – le toma entre sus brazos con cobijas incluidas y el niño ríe feliz de ser cargado por su padre.

Le lleva hasta el baño y le deja ahí después de sacarle del revoltijo de cobertores, le oye cantar desde el interior una de sus extrañas composiciones.

 

 

[…]

Está nervioso, debe admitir, no durmió bien y cuando intento desayunar se le hizo un nudo en el estómago y lo único que fue capaz de hacer, es beber un poco de té.

Condujo con calma y llego pronto hasta su nuevo trabajo, no se encontró con tráfico porque aún era temprano, estaciono su vehículo en el área correspondiente a los profesores, respiro hondo y con decisión bajo y saco una caja de la maletera, ese era un nuevo comienzo, empezar de cero haciendo lo que amaba.

Ya conocía su aula, la Directora Kang se la mostro el día que le llamo para decirle que estaba contratado y que debía ir hasta el establecimiento para firmar su contrato.

El decorado del salón era colorido e infantil, las pequeñas mesitas para seis niños con sus sillitas, los estantes pegados a la pared llenos de contenedores con varios tipos de juguetes, lápices para colorear, cuadernos para pintar, cuentos infantiles, con todo lo necesario para iniciar con la formación de esas mentes inquietas y traviesas, en una de las paredes una pizarra acrílica donde les enseñaría y dibujaría para ellos, su escritorio en una esquina donde deposito la caja que traía, en la pared del fondo dos filas de perchas individuales con los nombres de los alumnos encima de cada una, allí debían dejar sus mochilas abrigos y loncheras, camino hasta allí paso sus largos dedos por cada una de las plaquetas pintadas con colores brillantes, sonriendo intentó imaginar al dueño de cada nombre, estaba ansioso quería conocerlos.

 

 

[…]

Aparco su vehículo y saco a SuHo del asiento para niños de la parte trasera, le alzo en brazos tomando su mochila y el pequeño aferraba entre sus bracitos su flamante lonchera, estampada con nubes y tortuguitas obsequio del tío Yeye por supuesto, y un muñeco de felpa con forma de un dragón de expresión bonachona color azul, mandado desde Beijín, por el Tío HanGeng.

Volvían del receso de navidad, y era de  conocimiento del salón del traslado de la señorita Kim, debido a que su esposo era transferido a Busan, un nuevo profesor vendría a ocupar el puesto vacante.  A él personalmente no le daba buena espina que un hombre se hiciera con la docencia de los pequeños niños de cinco y seis años de preescolar, pero admitía, estaba siendo prejuicioso.

 

 

[…]

Miro a todos los niños uno por uno y ellos hacían lo propio con él, le miraban con gran curiosidad y uno que otro con cierta timidez, sonrió para todos ellos y también  levanto la mirada hacia los padres de familia que estaban parados en el fondo del aula, en su mayoría madres y solo dos varones.

Se paró derecho e inclino haciendo una reverencia.

-          Mi nombre es Cho KyuHyun, a partir de hoy seré su profesor, voy a poner todo mi esfuerzo y espero nos llevemos bien – los niños sonrieron al escuchar la voz suave de su nuevo maestro.

Era un hombre joven tal vez de unos veinticinco años, alto y delgado,  con un tono de piel muy claro, cabello castaño y despeinado,  vestido con jeans y botines oscuros,  camisa gris y suéter con cuello en “v” verde  y un saco de paño en un gris más oscuro que la camisa. Lo suficientemente elegante para ser el primer día pero dando una imagen cálida y cómoda.

Uno a uno los padres fueron saliendo del salón, se despidió de todos diciendo que se verían a la salida y podrían despejar cualquier duda que tuvieran, menos  uno.

Un pequeño se aferraba al cuello de su padre, sin intención de dejarle ir.

-          Vamos campeón es hora de que inicie tu clase – SiWon se sentía mal por tener que dejar a su hijo, que era renuente a quedarse dándose cuenta que la señorita Kim ya no sería su maestra, intentaba calmarlo dándole suaves caricias en la espalda y hablándole bajito.

-          Appa, no quiero, vamos a casa – la voz quebrada de su hijo le entristecía, estaban en el fondo de la clase donde SuHo había llegado en cuanto los demás padres de familia comenzaron a retirarse y el maestro se distrajo.

-          Debo ir a la oficina, hijito – lo cargo en brazos consiente de que un par de niños comenzaban a inquietarse viendo a su compañerito.

-          Iré a trabajar con appa – escondió su carita en el pecho de su padre  – llévame contigo.

-          SuHo, por favor no llores  -  estaba por salir del lugar con su hijo en brazos.

-          ¡Hola! SuHo – una voz masculina se escuchó, el joven maestro hablo de manera jovial y sonriente a padre e hijo, el niño se aferró aún más a SiWon pero con cierta curiosidad miro al maestro – Señor Choi –continuo.

-          Si nos disculpa…- SiWon fue interrumpido.

-          Ya se iba ¿verdad? – su tono aún era distendido pero la orden era clara, dejar el aula solo, lo cual hasta cierto punto le molestó. – te cuento un secreto SuHo -  se acercó un poco más y en plan confidente le dijo bajito -  estoy muy nervioso, porque hoy es mi primer día con todos ustedes.

SuHo le presto más atención a ese adulto, separándose un poco del pecho de su appa. ¿Acaso los mayores también se asustan con persona extrañas?

-          Pero ¿sabes?, tengo muchas ganas de conocerles y jugar con ustedes, enseñarles nuevas cosas, contarles cuentos y cantar.

Con menos miedo el niño le miraba curioso, ¿harían tantas cosas divertidas?

-          Pero voy a necesitar de la ayuda de todos ustedes – los demás  niños aún metidos en sus juegos y conversaciones prestaban atención a lo que el profesor decía. Este a pesar de estar hablando con SuHo dirigía sus palabras a todos.

-          Así que ¿podrías quedarte SuHo? – le sonrío dulcemente, el niño miro a su appa quien con una amplia sonrisa asintió. Miro nuevamente a su profesor y tímidamente dijo un “si” bajito.

-          Que bien, gracias SuHo – el maestro extendió los brazos para cargar al pequeño y este naturalmente extendió los suyos aceptando, provocando sorpresa en su padre quien un tanto descolocado dejo que el maestro cargara a su hijo, para ser completamente ignorado por todos y de manera silenciosa salir del aula encontrándose con la mirada del maestro que le regalo un imperceptible movimiento de cabeza como despedida, por otro lado SuHo le vio cuando ya estaba en la puerta y con una sonrisa le dijo adiós con una de sus manitos.

 

 

[…]

Durante la mañana no logro concentrarse por completo, sus pensamientos estaban puestos en su hijo y como estaría pasando ese primera día con el nuevo profesor.

Decidió que acabaría lo que faltaba del proyecto en casa, trabajaría la mayor parte de la noche, porque lograr ese contrato era imprescindible para fortalecer  y asentar su prestigio como estudio arquitectónico, él y su socio trabajaron duro durante los últimos cuatro años y era su momento.

Tomo sus cosas y las guardo en su mochila.

-          ¿Ya te vas SiWon? – su socio le pregunto mientras llegaba con un montón de cartillas con muestras de tapices, para alguno de los proyectos en los cuales también eran encargados de la decoración.

-          Sí, JoongWoon  Hyung, estoy inquieto por SuHo, ya acabe con los pendientes y trabajare en casa.

-          Sí, bueno ve, ya va ser hora de recoger a al pequeño dragón – siempre sonriente y calmado le despidió con esa sonrisa que solía encandilar a más de uno o una, según sea  el caso.

-          Adiós Hyung, no te quedes hasta muy tarde.

-          Miren quien habla, conduce con cuidado.

Llego a la escuela justo a tiempo, camino hacia el aula y se encontró con un grupo de madres que conversaban animadas mientras sus hijos iban por delante todos sonrientes y un tanto hiperactivos.

Las saludo con cortesía y ellas de igual modo, pero sin prestarle mayor atención, miro a través de una de las ventanas y se percató que solo quedaban SuHo y  Lay los dos sentados en su mesita y el maestro estaba junto a ellos mirando como  dibujaban,  mientras los niños moviendo mucho las manos le contaban algo y provocaban una enorme sonrisa y ganándose cada uno una caricia en sus cabecitas, el joven maestro levanto la vista y vio que el appa de SuHo llegó para recoger a su hijo,  quien sintiéndose observado levanto la vista y vio a su appa.

SiWon entró en el aula y SuHo corrió a él completamente feliz y fue cogido en brazos ambos sonriendo y regalando una vista de lo parecidos que eran y como a ambos se les formaban hoyuelos.

-          Appa bájame– pataleo  un poco y fue depositado en el suelo nuevamente y  corrió a su mesita para terminar el dibujo que estaban haciendo en compañía de Lay.

-          Buenas tardes profesor Cho

-          Buenas tardes señor Choi – el profesor invito al padre de familia a tomar asiento en la silla que puso delante de su escritorio y él se sentó sobre el mismo de manera  casual.

-          Tal vez fui un tanto agresivo en la mañana, quería disculparme por ello – inicio KyuHyun quintando los lentes de marco grueso que llevaba puestos. – Pero era necesario que lo haga de esa manera, como usted comprenderá  la primera impresión que los niños obtuvieran de mi era fundamental para iniciar bien.

SiWon, no pudo evitar notar detalles que antes pasaron desapercibidos  cuando vio al profesor a primera hora de esa mañana, una de ellas era que tenía unas manos preciosas blancas y de largos dedos, otra eran los labios, de un color rosa claro rellenos y perfectos para su rostro. Una de las quejas que obtenía de la gente que lo rodeaba era que solía mirar con demasiada intensidad a los demás, tal vez por ello vio como el profesor se notaba un tanto incómodo y llevaba una  de sus manos por debajo de la nariz tapando sus labios en el proceso,  y SiWon carraspeo incomodo saliendo de su letargo  cruzando las piernas intentando acomodar sus ideas.

-          No se preocupe profesor, entiendo – sonrió con sinceridad mirando directamente a los ojos de KyuHyun, quien ahora sí, no pudo evitar  verse contagiado por la misma y sonreír también. - SuHo, suele ser un niño agradable y por lo general bien portado, pero  es tímido cuando se trata de conocer a nuevas personas, pero por lo que vi al llegar, creo que con usted   se siente cómodo y sinceramente me alivia que sea de ese modo.

La primera impresión que el profesor Cho tuvo del señor Choi, es que era un padre cariñoso, tal vez un tanto sobreprotector, en la mañana se centró en el pequeño SuHo, por lo que no se fijó mucho, pero ahora que tenía toda su atención puesta en él y después de ser víctima de la intensa observación del mismo, tiene que admitir puede llegar a ser intimidante. La manera en la que sonríe es hermosa  y notar los hoyuelos que le forman llaman la atención de cualquiera, pero sobre todo el modo en el que gesticula y mueve las manos al hablar hacen que se imposible no prestarle tu absoluta atención  y básicamente  percibir lo masculino que es en todas sus maneras y el tono grave de su voz.

-          SuHo hoy ha sido un niño muy bueno, ha participado en todas las actividades y  es solidario con sus compañeritos, como ahora, está ayudando a Lay a pintar su dibujo  porque el que hizo antes se le mojo demasiado con las acuarelas  y se rompió. – miró hacia los niños que  concentrados estaban en lo suyo.

-          Me alegra oír eso -  el pecho se le llenó de orgullo cuando el profesor  alabo a su hijo, sabía que SuHo era bondadoso y noble, pero también que era muy travieso e inquieto.

Los niños fueron hasta ellos con el dibujo tomándolo con mucho cuidado, para enseñárselo al profesor.

-          ¿Ya acabaron  niños? – tomo la cartulina - ¿vamos a ver?, lo hicieron  muy bien, - miro a ambos niños que sonrieron felices - son muy buenos dibujando, ahora hay que colgarlo para que seque más rápido.

Camino hasta  el tablero donde secaban los demás dibujos y  tomo dos imanes y los puso encima de cada extremo de la cartulina.

-          Todos son unos pequeños artistas -  SiWon estaba parado detrás del profesor observando  con curiosidad los dibujos infantiles.

-          Enséñale tu  dibujo  a tu appa SuHo – el niño  con un poco de timidez le mostro el suyo y luego se fue a seguir jugando.

SiWon no pudo evitar conmoverse.

-          El tema de hoy era dibujar a tu  familia, como puede ver SuHo hizo a la suya.

En el dibujo de SuHo estaban su appa tomando de la mano a un pequeño que era SuHo, el tío Yeye con una especie de tortuga en las manos, el tío Hannie, todos sonriendo y  estaban al aire libre, y desde una nube  mirando en dirección a ellos el dibujo de una mujer con alas de ángel.

-          Cuando le pregunte quienes eran, me dijo que eran appa, él y sus tíos, y que ella - señalo al ángel - era su omma que  cuidaba de él desde el cielo.

-          La omma de SuHo murió cuando le dio a luz, nació prematuro y  era muy frágil, tal vez por eso soy sobreprotector con él – hablaba un tanto ensimismado – he intentado  que mi hijo tenga presente que su omma le amo mucho y que sepa  de ella, disculpe – miró en dirección al profesor y este pudo ver dolor, tristeza y añoranza en esa mirada – lo siento, creo que hablo demasiado.

-          No, saber un poco más acerca de los niños me ayuda a enseñarles mejor – la sinceridad con la que el padre del niño hablo le conmovió, porque de donde él venía esa sinceridad y mostrar los sentimientos de ese modo tan transparente era considerado una debilidad y vista como una  falta de carácter. Pero viendo al señor Choi,  no podía estar mal de ninguna manera, amar a un hijo no puede estar mal.

-          Bueno  - sin querer de pronto se sintió demasiado vulnerable y no le agrado, la coraza que tan esforzadamente construye cada día, hoy con las palabras correctas tal vez, la sucesión de hechos concretos le hicieron hablar de manera tan abierta, lograron que se despoje voluntariamente de ella – Campeón, guarda tus cosas, ya es hora de ir a casa – busco a su hijo  necesitaba salir de ahí.

-          Appa y ¿Lay se quedara solo? – vio preocupación en la carita de SuHo.

-          No pequeño, yo me quedaré con él, ¿verdad Lay? -  KyuHyun tomo la mano de Lay y acompaño a los Choi hasta la puerta del aula.

-          Hasta mañana profesor – SiWon inclino ligeramente la cabeza y SuHo le imito.

-          Hasta mañana Señor Choi, adiós SuHo – le dio una caricia en la cabecita.

Y cuando se miraron lo hicieron por un rato más largo de lo habitual, el universo confabulo y sus destinos embonaron, casi con un audible “clic”.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero les guste ^^


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