La niñez. La etapa más linda, tierna y despreocupada de la vida. Esa etapa donde lo único que nos rodea es inocencia y felicidad…
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El calendario marcaba la palabra “Viernes” en el. Y como de costumbre Sasuke se levanto temprano para asistir a la escuela.
Cuando Mikoto fue a despertar a su pequeño querubín, este ya se encontraba vistiéndose sin dificultad alguna.
- Que rápido cresen -pensó con melancolía la mujer.
Con todo el sigilo posible cerro tras de si la puerta, dejando así al pequeño continuar con su ardua labor.
Mientras tanto se dirigió a la habitación de su hijo mayor. Después de todo Itachi también debía asistir a la escuela ¿No? Aunque cuando entro ya lo encontró mas que listo para partir. ¿Es que nadie la necesitaba ahí? O peor aun ¿Es que sus hijos no dormían?
Con resignación se dirigió a su habitación, pues ella todavía conocía a alguien que necesitaba ser despertado con sus encantos…
Cuando el Uchiha menor termino de arreglarse se dirigió a con toda la tranquilidad del mundo la cocina de su casa. Al llegar a esta se encontró a su madre terminando de preparar el desayuno.
- Buenos días Sasuke – le sonrió como solo ella lo sabe hacer.
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Mientras tanto, en otra casa un pequeño rubio se encontraba sentado frente a un plato de cereal… en el cual terminaría su rostro de continuar así. Pues el niño estaba más dormido que despierto, así que ya no faltaba mucho para eso sucediera… y claro que Minato ya lo esperaba con ansias.
- ¡Naruto! ¡Date prisa o llegaremos tarde! – reprendió una mujer pelirroja
- Kaa-san, no quiero ir a la escuela – bostezo- deja que me quede en casa – Bostezo de nuevo- solo por hoy
Obviamente la respuesta era un rotundo “No” así que adelantándose a ello Naruto puso cara de cachorrito triste bajo la lluvia. Nadie se resistía a esa mirada, ni siquiera…
- ¿Entonces dejaras solo a Sasuke-kun? – pregunto el rubio mayor. Después de todo, Minato también tenia sus trucos.
Y como si le hubiesen activado el interruptor de “Encendido” el niño devoro su cereal y corrió por sus cosas a la velocidad de la luz.
En cuestión de segundos el pequeño ya esperaba en frente de la puerta. Minato rio, Naruto era tan predecible.
- E inocente - penso
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Frente a la puerta de la escuela ya se encontraba un pequeño niño pelinegro recibiendo indicaciones de su madre.
- Recuerda Sasuke. Hoy tu tío Obito vendrá a recogerte después de clases – repetía Mikoto por decimo quinta vez en lo que iba del día.
Sasuke solo asentía a lo que le decía su madre.
- ¡¡¡SASUKE!!!- grito Naruto mientras corría hacia su amigo.
- ¿Qué es lo que quieres, Dobe? – pregunto con fastidio. Aun era temprano y ese rubio ya estaba de escandaloso.
- ¡Oye! ¡No me digas Dobe, Teme! Debatió con enojo.
Con un movimiento de mano ambos niños se despidieron de sus respectivas madres y entraron a la escuela.
- ¿Dobe? – repitió Kushina mientras los veía alejarse.
- ¿Teme? – Mikoto estaba en Shock
¿Quién le había enseñado esas palabras a sus angelitos? No lo sabían. Pero cuando encontraran al culpable lo desollarían vivo.
Por alguna extraña razón a Obito le recorrió un enorme escalofrió su espalda. Más le valía comenzar a practicar su discurso suplicando por su vida.
- Oye teme – hablo el rubio - ¿Es cierto que Obito-san va a recogerte hoy?
- Si dobe, es cierto.
- ¡Wow! ¡Que genial! Yo quisiera tener un tío como Obito-san- dijo con entusiasmo
- Hum, pues te lo regalo
- ¿Eh? ¿Quen seria tan tonto como para regalar un tío como Obito-san? ¡El es genial!
- Yo no lo creo – dijo con enojo
¿Tío Obito genial? Sin duda el dobe había perdido su última neurona. ¡Su tío era todo menos genial!
Sasuke frunció el seño al recordar todas las veces que el pelinegro se había burlado de el diciendo que Naruto era su novio y que aun era muy pequeño para andar de novio con el rubio.
Ohh pero Sasuke algún día seria grande y sin duda se vengaría… O quizás podía comenzar ahora y contarle a su Otou-san que había visto a su tío besarse con Kakashi el otro día en su casa, y que para que no dijera nada le dio dulces.
Jeje ya veía a Obito corriendo por toda la casa implorando piedad.
(Sora: ¿Dónde quedo la inocencia? ¡Tiene 4 Años por el amor de dios!)
Y así con un malévolo Sasuke planeando su venganza empezaron las clases.
- Y bien, niños. ¿Hicieron todos su tarea? – pregunto el sensei con una tierna sonrisa
Naruto sudo frio. Ya decía el que algo se le había olvidado.
La tarea consistía en hacer un dibujo sobre que querían ser de grandes y detrás de el escribir el porque.
Después de que Iruka reviso a todos su tarea y regaño a Naruto por su incumplimiento, comenzó a pedirles a los niños que pasaran al frente a mostrar sus dibujos y contaran lo que habían escrito. El 1° fue Kiba.
- Yo quiero ser veterinario – dijo el niño sosteniendo un dibujo de un cachorro blanco – para poder curar a Akamaru cuando este enfermo. Al igual que Hana-neesan
Para todos era bien sabido que para el pequeño castaño su perro Akamaru era muy importante. Así que a nadie le sorprendió.
- Yo quiero ser el dueño de una fabrica de dulces – Chouji sostenía el dibujo de una bolsa de papas en las manos. – y Shikamaru una nube – mostro el dibujo de su dormido amigo.
- ¡Yo quiero ser la más hermosa! – Sakura llevaba el dibujo de una corona- así como miss universo
- Sigue soñando ¡Frentona! – se burlo Ino mientras le enseñaba la lengua.
Como era de esperarse una batalla entre las niñas se desato. Y aprovechando el alboroto varios niños comenzaron a arrojar cosas. A Iruka-Sensei le costo mucho tranquilizarlos, casi una hora.
Ya todos tranquilos continuaron con la actividad.
- Yo quiero ser tan Guai como Guy-sensei- decía Lee haciendo poses raras
¿De donde sacaba tanta energía ese niño? Eso quería saber Iruka.Y así poco a poco siguieron pasando.
Tenten conto que ella quería ser policía como su papa y Hinata dijo que ella quería ser alguien tan fuerte como su papa. Iruka sudo frio al imaginarse a la tímida niña tan intimidante como su padre… ese hombre si daba miedo.
- ¡Yo quiero ser millonaria! -Grito Ino cuando llego su turno- para así poder comprar mucha ropa, zapatos y viajar por todo el mundo.
Los niños de hoy en día son tan ambiciosos. Muchos tenían sueños muy lindos y otros tantos sin sentido, pero igualmente tiernos.
- ¡Cuando sea grande, seré un gran bombero! – grito con emoción Naruto – para si poder ayudar a la gente que lo necesite
Y así contando sus aspiraciones futuras, llego el receso. Cabe decir que al terminar este los niños se retirarían a sus casas por junta de maestros.
Sasuke se encontraba sentado en un pequeño tronco degustando el pequeño lunch que su madre le había preparado con tanto amor. Un rato después llego Naruto a sentarse a su lado. Ya era costumbre que por mal comportamiento el rubio saliera al último de todos.
El niño saco un paquete de galletas y lo comenzó a comer, todo en silencio.
- Nee Sasuke – hablo después de un rato. El de ojos negros solo lo volteo a ver- ¿Sabes que es lo que yo quiero ser de grande?
- Claro que si Dobe- el rubio frunció el seño ante el insulto- Dijiste que querías ser bombero
- Bueno si… - se comenzó a sonrojar- Aparte de eso – Sasuke negó- ¡¡Quiero ser tu esposo!!
El azabache al escuchar las palabras de su amigo se quedo estático. Cuando por fin proceso la información recibida abrió grandes los ojos y miro a su amigo como si le hubiese salido otra cabeza.
Cuando el rubio lo quiso hacer reaccionar Sasuke se levanto corriendo y se encerró en un baño. ¿Qué más podía hacer? Sin duda no se esperaba eso…
Minutos más tarde se podía ver a un Obito tratando de sacar a su sobrino de los baños. Cabe decir que eso no lo logro si no hasta unas horas después, dándole la certeza a Sasuke de que ya nadie estaría presente en el lugar…