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A Beautiful Lie por Ichi-san

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Notas del fanfic:

¿Nuestros ojos podrían engañarnos?


:(


 

Notas del capitulo:

La mentira despierta en tu cama en la noche
y piensa acerca de tu vida
¿Deseas ser diferente?
Tratar de alejarte a la verdad
Las batallas de tu juventud
Porque este es solo un juego

Naruto es propiedad de kishimoto :33

The World Is Ugly

Se froto la nariz con el dorso de la mano y se puso las gafas de sol estilo piloto. Las llevaba puestas en su cabello desde que salió de la clínica. Mantenía el paso firme y seguro, no siendo un hombre al que le guste perder el tiempo, solía pasar a tomar un café expreso, incluso cuando estaba de camino entre un lugar y otro. Caminaba siempre muy cerca del auto negro con vidrios polarizados que vigilaba su seguridad, desde que salía de su hogar hasta que volvía a entrar. Considerando la rigidez de la mentalidad de su familia era inevitable estar vigilado. Solo por esta ocasión rompería la rutina, doblo en una esquina y perdió el auto, entro en un pequeño local, una cafetería, considerable cambio a lo que estaba acostumbrado. Las baldosas de las paredes y pisos de un naranja deslumbrante. Lo ignoro completamente y tomo asiento en su lugar cerca de la ventana.

Sentía la mirada pesada de todos los individuos que paseaban cerca del lugar. Que podrían envidiar de él, ser un hombre exóticamente atractivo en cuanto a físico, estar a punto de atarse con otro hombre el cual pensaba que se amaban mutuamente, su vida era miserable en muchos sentidos. Desde su niñez, el solo fue procreado para ser el futuro de un negocio familiar. Miro de reojo la sortija en su dedo, era toda una belleza, oro puro, en disimulo la deslizo asta descolocarla y la guardo en su bolsillo junto a su reloj. Solo era una mentira prefabricada. Odiaba su vida.

–Disculpa ¿te encuentras bien? –estaba tan sumido en sus pensamientos no había captado el atardecer por medio de la ventana, parpadeo un par de veces y dirijo su clara mirada hacia el majestuoso rubio, alto, bronceado y guapo. Los ojos azules lo captaban expectantes esperando la respuesta. Deslizo nuevamente las gafas hasta su cabello, chocando sus pupilas contra las azulinas.

–Naruto… –dijo sorprendido, el rubio despertó de un trance, sabía que el chico se le hacía demasiado conocido, sin decir nada apreso al menor entre sus brazos estrujándolo al punto de asfixiarlo.

–Gaara, te extrañe tanto…

***

– ¿Cuándo volviste de Inglaterra? –pregunto el pelirrojo, sorbiendo jugo de granada cortesía de Naruto que resultó ser el nuevo dueño del establecimiento, el rubio también dejo de tomar su ponche de frutas y enfoco al menor, observando la belleza casi femenina en los rasgos del chico. Sacudió la cabeza un par de veces, intento recuperar el hilo de la plática.

–Volví hoy, solo por negocios… y a visitar a un amigo de Oxford. –sonrió con alegría mostrando sus afilados y blancos dientes. Gaara nunca imagino encontrar a su mejor amigo de la infancia en una cafetería. Sin mencionar que se sentía feliz por la aparición de su primer amor. Pero en este punto de su vida ya no importaba nada. 

– ¿Quieres salir un momento?– propuso el rubio, el menor asintió y salieron a un parque cercano.

Caminando por el césped, alrededor del pavimentado se veía el grupo de niños que pasaba cada día, exactamente a la misma hora. Recupero el recuerdo del porque visito la clínica. Sin darse la vuelta, de cara a cara con Naruto dijo por encima del hombro:

– ¿Cómo sigue tu padre?

–Bien, se ha podido recuperar del cáncer… –Naruto dijo lo anterior con un poco de nostalgia–. Lo único que anhela, es un nieto… –rio levemente siguiendo el paso, Gaara paro en seco, su rostro parecía inmóvil, pero sus ojos brillaban opacamente detrás de las gafas oscuras. Continúo caminando hasta que llego a la par de Naruto. Pasarían veinte minutos antes de que Gaara mirara su reloj de bolcillo faltaban 10 minutos para las 6. Decidió aprovechar ese tiempo. Caminaría un poco más y tomaría los pocos rayos del sol, aclararía su mente para regresar a su rutina diaria y afrontar la larga tarea que se presentaría, pero antes de todo disfrutaría la compañía de su viejo y muy, muy querido amigo. Con la punta del dedo le hizo un gesto al Uzumaki para que lo siguiera a la pequeña fuente, área principal del parque.

Mientras se sentaba en un banquillo a uno cuantos metros de la fuente, Naruto le observaba en silencio, también tomo asiento.

– ¿Y tus locos hermanos? –pregunto Naruto sintiéndose un poco incómodo por el silencio, él era una persona activa llena de energía. Gaara apoyaba su espalda en la banca, procurando descansar esta parte de su cuerpo y alejando sus pupilas de los últimos rayos del sol, eran muy potentes, su pálida y delicada piel tampoco lo soportarían.

–Temari se ha casado y Kankuro sigue en el negocio del teatro… –dijo, en una especie de gruñido, ellos habían tenido mejor suerte eligiendo sus destinos. Naruto decidió cambiar el tema. Termino por contar su vida al pelirrojo.

***

Pasaban de las 7 de la tarde y aun no oscurecía completamente, Naruto hablaba tan rápido que a Gaara le costaba entender y encontrar sentido a la charla. Su celular vibro en su bolsillo, no le tomo importancia pero las vibraciones seguían constantemente, interrumpiendo al rubio decidió a revisar. 10 llamadas pérdidas de un número más que conocido y un mensaje de texto.

“Donde te has metido“

–Me tengo que ir… –dijo en otro gruñido, mientras Naruto se incorporaba ofreciendo la mano para ayudarlo a parar. Gaara lo acepto maldiciendo su pálida piel que dejaba al descubierto su sangre  subir a sus pómulos.

–Te acompaño… tengo tiempo. –Gaara negó, tomo la barbilla de Naruto con ambas manos y lo beso justo en los labios, Naruto se puso rojo hasta la raíz sintiendo el contacto de los labios contrarios sabor granada. Volvió a sentir aquellas molestas mariposas revoltosas en lo más amplio de su estómago. Así tomando la cintura del contario entre sus brazos y haciendo el contacto más cercano.

–Adiós Naruto, fue agradable volver a verte… –susurro contra los labios ajenos separándose, entrego una tarjeta con su número y salió corriendo del lugar.  Dejando a un Naruto confundido y por qué no feliz.  

***

–Llegue… –su voz resonó en toda la mansión pero nadie contesto al llamado, aún seguía preguntándose por que se tomaba la molestia de anunciar su llegada si de antemano sabía que su pareja nunca contestaba. Comenzó a caminar cuando unos fuertes brazos lo apresaron por la espalda, el efímero recuerdo de Naruto estrujándolo se removía en su mente. 

– ¿Dónde? Y ¿Con quién estabas?

Un escalofrío recorrió toda su espalda hasta la punta de los pies, intento zafarse del agarre que empezaba a utilizar presión. Sentía la necesidad de gritar con quien se encontró, camino y compartió una hermosa tarde, pero a ojos del otro seria como clavarle un puñal en la virilidad. El problema radicaba en saber el punto débil del contrario en este caso eran los celos.

–Con nadie… estaba en el parque.

Soltando el agarre dio vuelta para ver a su oponente, frente a su persona había un hombre; alto, blanco de negruzcos cabellos largos y cortos, ojos tan negros como la misma noche, cuyos trajes de corte impecable reflejaban la disposición ordenada de su mente.

–Te creo, por el momento…

– ¡Gracias! No sé si tomarlo como un alabo u ¡ofenderme de mi poca credibilidad! –canturreo esperando que los pozos negros se apartaran de su persona.

–Llegaron tus estudios…

¡Oh! dios justo lo que no quería escuchar, si era positivo su vida estaba acabada. Después de todo su destino estaba escrito y predicho por su segundo mejor amigo.

– ¿Y?

 –Te lo diré después de las cena, invite a un amigo. A sí que por que no vas a bañarte, y ponerte algo que te haga ver más hermoso… –dijo rosando sus labios con los del menor.

–Está bien. Sasuke…

***

El agua caía sobre su cuerpo desnudo, seguía pensando en Naruto y el pequeño pero reconfortante encuentro, una sonrisita tonta de niñato enamorado se asomó en su rostro. Y desapareció casi de inmediato al escuchar como la cortina se corría, saber que su ducha era ultrajada por su futuro dueño.

Sasuke entro en la ducha mojando su cuerpo casi de inmediato al contacto con el agua volteo a su pareja para besarla con ansias mientras lo conducía hacia la pared más cercana, tocando su cuerpo a gusto.

De un momento a otro estaba empotrado contra las baldosas del baño sintiendo lo frías que estaban, abrazado al cuerpo del mayor, su cuerpo era embestido con un ritmo casi frenético y alarmante que lo hacía gritar como poseso. Sasuke penetraba el pálido cuerpo que se podía confundir por el de un quinceañero, se sentía tan bien entrar y salir de la apretada cavidad que lo recibía con un gemido a cada golpe que daba contra los glúteos expuestos.

El pelirrojo se sentía venir tan solo de recordar que su pareja era muy bien agraciada de aquel tributo y sentir como su cavidad era obligada a abrirse para recibirlo. De una estocada descoordinada sintió tocar el cielo y mordió el hombro del mayor para apagar ese fuerte estremecimiento, escucho los jadeos de su amante y supo que el fin estaba cerca.  Unas fuertes y certeras embestidas culminaron el momento. Ni siquiera se preocupó por saber si su pareja usaba protección.

***

Ambos tomaron otro baño, salieron y vistieron su cuerpo para la ocasión. Ropa no tan formal por parte de Gaara y otro lustre traje para Sasuke. Una chica de la servidumbre informo el estado de la cena. Momentos después el timbre resonó en toda la mansión.

–Ya llego… –murmuro Sasuke, deslumbro el reloj de pared verificando la hora de llegada de su invitado. Veinte minutos después de las diez. Gaara lo miraba expectante sentado en la cama, esperando que le dieran indicaciones para salir a recibir al amigo de su pareja.

Bajaron por al recibidor, Gaara se quedó unos pasos atrás y no logro ver bien al invitado que era cubierto por el abrazo fraternal que Sasuke entregaba.

–Te presento a mi prometido…

Fue cuando se dio cuenta de la gran coincidencia, nada más y  nada menos que Naruto Uzumaki. Gaara siendo el mejor actor del mundo simulo sorpresa al extraño, saludo cortésmente y se mantuvo al margen durante la cena. Sasuke hablaba tranquilamente hasta que su celular sonó.

–Disculpen

Salió de la habitación dejando los solos.

–Gaara, yo…

–No digas nada, por favor… sé que debí decirte pero no pude. –agacho la mirada sintiéndose porquería.

–¿No voy a poder seguir viéndote? –los azulinos ojos contenían la tristeza, llego a ilusionarse después de aquel encuentro. Apretó los puños. Gaara abrió la boca para pronunciar palabra pero Sasuke regresaba.

–De que hablan…

–Le pregunte la fecha de su boda, jeje sigues siento todo un teme… –rasco su nuca intentando tranquilizarse y no sonar quebrado.

–Y tu un dobe… dentro de un mes estaremos unidos para siempre ¿Verdad? –tomo la mano del pelirrojo y mostro ambos anillos al rubio.

–Si…  

***

Naruto se retiró con un mal sabor de boca pasando las once de la noche, a pesar de no dejar de reír a carcajadas, por rememorar cosas estúpidas que le sucedían a Sasuke en la universidad.

Gaara estaba recostado en la cama matrimonial, esperando que Sasuke se dignara a salir del baño y apagara las endemoniadas luces. El azabache salió con un sobre que muy probablemente serían los resultados del pelirrojo y una caja de preservativos en mano. Tiro ambas a la basura bajo la sorprendida mirada de Gaara.

– ¡Felicidades estamos esperando!

Sintió el mundo caerle encima, como un balde de agua helada sobre su cabeza, Sasuke subió a la cama y toco el vientre del menor. El mayor sueño de Sasuke venía en camino…

That The World Is Ugly
But You Are Beatiful To Me

Notas finales:

Bueno tenía este fic escrito desde hace mucho tiempo y quería subirlo aquí, espero que sea de su agrado.

¿Algún comentario? :33


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