Una cálida mañana se asomaba en la ciudad de “Devil city” (N/A: donde vive Dante y vergil, asi le puse x q en el videojuego no dice), los pájaros cantaban, las mamas llevaban a sus hijos a la escuela, la gente abría sus locales y se disponía a vender.
Se podía decir que todo era tranquilo y pacifico para todos. Para todos menos para vergil, que andaba como alma que lleva el diablo (… ¿o mundus?, pfff me entendieron xDD) por culpa de su “queridísimo” hermano y las estupideces que cometía, porque como siempre, el tenia que hacerse cargo de lo que hacia
-maldito Dante –murmuro vergil mientras caminaba sin rumbo por la mansión sparda -¡siempre haciendo idioteces! ¡Waaaaa! –el albino grito de furia mientras golpeaba con sus puños la pared de la habitación que alguna vez, habían compartido de pequeños.
-Flashback-
Vergil se despertó de muy buen humor esa mañana, algo muy raro en el, más sin embargo era algo que no pudo evitar. Bajo de su recamara y comenzó a preparar un desayuno considerado como manjar para él; lasaña y espagueti, acompañado claro por uno de sus vinos más caros que tenía en su reserva. El desayuno le quedo perfecto y acto seguido, comenzó a comerlo.
Estaba en medio desayuno, cuando un sonido molesto lo interrumpió de sus actividades
-¡RIIIIIING, RIIIIIIING, RIIIIIIING! –sonó el teléfono. Vergil se levanto a regañadientes de la mesa y se dirigió hacia donde estaba el teléfono para contestar.
-¿si, diga? –hablo lo más sereno posible, ya que por dentro estaba maldiciendo a cualquier ser que osara interrumpirlo en este momento.
-buen día, ¿vergil sparda al teléfono? –la voz de un hombre viejo se escucho en el otro lado de la bocina, se escuchaba algo molesto.
-sí, ¿Qué se le ofrece?
-hablo para verificar si usted es hermano de un tal “Dante Sparda” –vergil estuvo a punto de responder que si, pero el anciano no dio tiempo de eso –porque si es asi, le informo que está en la delegación detenido, y queremos saber si está dispuesto a pagar una fianza para que lo saquemos.
OoO ¿Qué DEMONIOS? –pensó vergil al escuchar lo ultimo –ashh este idiota, siempre metiéndome en problemas…
-¿de cuánto es la fianza? –pregunto el mayor de los sparda molesto
-15,000 dlls –hablo el viejo como si del clima hablara
-oOo ¡¿15,000 dolares?! –grito enojado -¿pues que demonios hizo?
-mmmmm déjeme ver –se escucha como si el viejo estuviera revisando papeles –pues… según esto, será juzgado por daños a propiedad ajena, abuso de confianza, por tener muchas deudas que no puede pagar y…
-si, si, si ya entendí -lo interrumpió vergil, “demonios Dante, ¡siempre tu! –y si no pago ¿que es lo que le pasa?
-pues, mínimo, permanece 5 años en la cárcel, o hasta que sus deudas estén saldadas
-y ¿Cómo las saldaría, si está en prisión? –inquirió el azulito
-con trabajo en prisión ¿no es obvio? –hablo el interlocutor
“si no pago su fianza, de seguro sufrirá mucho en prisión… Hummm y apuesto a que con ese rostro, será el más violado de los presos” –pensó vergil
-pagare su fianza, no lo trasladen a ningún lado ¿De acuerdo?
-está bien, señor Sparda –en cuanto el anciano colgó vergil, echo literalmente una furia, camino por su gabardina a su habitación, y después se dedico a dar vueltas por la casa completamente enojado.
-Fin Flashback-
“¿Por qué hago esto? –Pensó -¿no se supone que aprendería la lección si lo dejo en prisión?... ¡demonios, claro que no! ¿en que estoy pensando?”
Y acto seguido vergil salió de la mansión con un solo proposito en mente: sacar de ahí a su hermano.
-En la delegación de Devil City-
Vergil estaciono su auto frente a un edificio grande y rodeado por algunos policías. Bajo de este y entro al lugar.
El edificio por dentro era un desastre; personas llorando por que alguno de sus familiares o amigos estaban ahí dentro, y algunos porque los interrogatorios los habían hecho recordar momentos tristes, algunos vendados o llenos de sangre por diferentes cosas, policías obligando a que algunos presos se rindieran y los dejaran llevarlos a sus celdas sin oposición.
El portador de Yamato, harto de estar entre tantos humanos se decidió de una buena vez ir y hablar con el anciano y sacar a su hermano rápido.
-disculpe, vengo a pagar la fianza de Dante Sparda –le dijo vergil a una chica que parecía ser la secretaria.
-¿Dante Sparda? Hummm déjeme ver –la chica comenzó a revisar algunos archivos de la computadora –a si, esta en la celda 11, pague la fianza con la cajera de allá –señalo a una chica tras una ventanilla – y luego diríjase con aquel guardia de seguridad, el lo llevara a la sala de espera y después de firmar algunos documentos, podra llevarse al joven con usted –concluyo la chica ignorándolo olímpicamente y poniendo su atención en el monitor (facebook xDD)
-g-gracias –dijo vergil sin entender muy bien que hacer, pero sabía que debía ir a una casilla y luego… bueno, ya lo investigaría más tarde xDD.
Se dirigió a la casilla y se encontró con un hombre robusto, y feo, le pago lo que tenía que pagar y se fue con un tipo de seguridad, que lo llevo a las oficinas que se encontraban en el segundo piso de la delegación. Entro a un lugar donde había muchas personas sentadas en sillas esperando a que sus familiares o lo que sea que fueran de ellos salieran. “genial, -pensó vergil –más tiempo desperdiciado con humanos (sarcasmo mode-on)”
Y sin más se sentó en una silla y se dispuso a leer un libro de bolsillo que tenía en un su gabardina sobre hechizos y todas esas cosas.
-Mientras tanto, en la celda 11-
-o vamos nene, solo bájate los pantalones y siéntate en mis piernas, yo hare el resto tesoro –el chico puso cara de ¿WTF? o.O y se fue corriendo al otro lado de la celda cuando un socarrón Dante le palmeo el trasero, y le guiño el ojo. (N/A: y pensar que vergil creyó que su hermano seria el violado, nunca le paso por la cabeza que el seria el violador xDDD)
-aléjate de mí, mocoso gay –hablo el chico de cabello azabache que figuraba tener unos 18 años
-o me rompiste el corazón –dijo Dante sarcásticamente y puso una media sonrisa –jajá anda acércate antes de que el guardia venga, te aseguro que lo disfrutaras ;D
-¡N-NO! Y ya déjame en paz –grito el chico al ver que Dante no para paraba de acosarlo
Dante estuvo a punto de soltar otro de sus comentarios pervertidos, pero el guardia llego y los interrumpió.
-¡ey tu! –Señalo a Dante –sales fuera, tu hermano vino a pagar tu fianza –Dante miro al oficial incrédulo, “mi hermano ¿vergil?” -pensó el rojito
-¡al fin! –Grito el chico azabache –llévese a ese pervertido de aquí
El oficial solo miro feo a Dante, porque ¡eran hombres! Y Dante solo le dedico una sonrisa de lo más arrogante. Acto seguido salieron de las celdas para llevarlo con su hermano que ya había pagado la multa.
-En la sala de espera-
Vergil se encontraba a la mitad de su libro, cuando escucho que una bocina lo nombro
-vergil sparda, favor de presentarse en la casilla 7, gracias –hablo la voz de una mujer. Vergil busco con la mirada un lugar que dijera casilla 7.
En realidad la “casilla 7” era el letrero de una puerta, y sin más, se acerco a la puerta, giro la manija y entro. Adentro estaba un oficial parado cerca de la puerta, había una mesa y un tipo gordo del lado derecho de la mesa, del izquierdo estaba Dante sentado con su cara apoyada sobre manos y los codos sobre la mesa, a su lado había una silla extra.
-siéntese joven Sparda –hablo el tipo gordo con traje beige, señalándole la silla al lado de Dante
Vergil hizo lo que el hombre dijo y se sentó a su lado, fulminando con la mirada a Dante, pues aun estaba molesto por lo que había hecho.
-escuche joven, puedo intuir que a pesar de ser gemelos, usted es el mayor ¿no es verdad? –vergil asintió – bien, entonces en usted recae que esto no se vuelva a repetir, si bien Dante ya tiene 18 años y es mayor de edad (N/A: no se cuantos años tienen los gemelos jejeje asi que les puse 18 n.n) necesito cerciorarme de que esto no se vuelva a repetir, asi que, el estado demando que si el chico no se queda a vivir con algún familiar que nos asegure que esto no se volverá a repetir, no lo dejaran salir una vez mas y cumplirá su condena correspondiente, esta vez sin posibilidad de fianza –concluyo
Vergil se quedo pensativo durante un rato, pues sabía que lo que diría de seguro no traería buenas consecuencias… para el mismo “me odiare por esto” –pensó
-no se volverá a repetir oficial, se lo garantizo –hablo vergil un tanto molesto -… por que vivirá conmigo de ahora en mas…
Dante, que escucho a la perfección, casi se atraganta con su propia saliva, y comenzó a toser como loco por la sorpresa.
-¡¿QUEE?! –Alcanzo a articular Dante –¡pero de que diablos hablas, yo no…!
-Dante, cállate… -hablo vergil con su fría voz y una seguridad que te helaba la sangre, y Dante no tuvo mas opción que cerrar la boca, después de todo, el lo estaba sacando de apuros.
-bien, entonces si asi serán las cosas, firme aquí –el tipo gordo le mostro una hojas donde planteaban el acuerdo y otras donde dejaban salir a Dante bajo fianza.
Vergil firmo y el viejo gordo les entrego un folder con muchos papeles judiciales, y después de unas cuantas horas desperdiciadas, salieron de ahí y se dirigieron al auto.
-gracias por sacarme de esa pocilga “bro” –dijo Dante mientras entraba al auto y ponía los pies en el tablero.
-¡baja los pies! Y no me lo agradezcas, porque no lo hice de gratis, -hablo vergil enfadado –en cuanto lleguemos a tu choza esa que tu llamas casa, sacas todo lo que tengas de pertenencias, o lo que quieras conservar y regresamos a la mansión. –Dante solo asintió y echo el asiento hasta atrás para dormir un rato.
Después de pasar a la casa/agencia de Dante y sacaron los objetos más importantes del rojito y subirlas al auto, se dirigieron a la mansión Sparda. No articularon palabra en todo el camino.
Cuando llegaron, Dante salió del auto y entro como burro por su casa, seguido de vergil que lo miro con cara de “pásale estas en tu casa (nótese el sarcasmo)” aunque en si, esa también era la casa de Dante, pero hueeeeeno xDDD.
Cuando entraron, Dante dejo sus cajas en el piso y contemplo la casa, hacia mucho que no iba a visitar a vergil por que le causaba mucha nostalgia recordar aquellos años, que ahora se veían tan lejanos. Dejo a un lado sus pensamientos y se sentó en el sofá con los pies sobre la mesa de centro de su madre.
-¡baja los pies de ahí, Dante! –grito furioso vergil pues acababa de pulir la mesa.
-tranquilo vergil, no te esponjes –Dante bajo los pies y se comenzó a reír, cosa que molesto a vergil
-solo lárgate a tu cuarto y acomoda tus cosas… -dijo vergil furioso.
Dante hizo ademan de despedirse, y justo cuando iba a subir las escaleras, freno en seco atrayendo la atención de vergil.
-emmm… vergil, ¿Dónde voy a dormir? –vergil lo miro confuso por un momento
-¿Cómo que no recuerdas tu habitación? –vergil solto una risita apenas perceptible
-¡claro que la recuerdo idiota, pero… si mal no estoy, dormíamos en la misma habitación, ¿no? –vergil miro con curiosidad el rostro de Dante, pues estaba tapado por su flequillo mirando hacia el suelo, y si sus ojos no se han vuelto daltónicos, casi podría haber jurado que percibió un ligero rubor en la cara de Dante, antes de que bajara la vista.
-s-si, pero yo duermo en la recamara extra desde que llegue aquí, asi que tu puedes dormir en donde dormías antes. –Dante solo asintió y subió los escalones a toda prisa.
-Hummm, que raro es… -y sin darle mas vueltas al asunto se olvido de su hermano, y se dirigió a su habitación para tomar su pijama (ya era de noche, porque se pasaron el dia entero en la delegación y sacando las cosas de Dante) y darse una ducha.
Salió del cuarto con solo pantalones para no tener que cargar tanta ropa de regreso y se dirigió al baño, que estaba justo frente a la recamara de Dante.
-hey Dante,-le llamo a su hermano -¿Cómo vas con eso? –pregunto Vergil refiriéndose a su habitación.
-pues voy… OoO –Dante se quedo estático cuando volteo y miro a Vergil, el mayor de los gemelos solo tenía puesto un pantalón negro pegado y unos calcetines, su torso desnudo dejaba apreciar por completo sus bien formados bíceps, y ese pantalón pegado dejaba muy poco a la imaginación
“demonios vergil, no te falta nada, lástima que eres mi hermano” –pensó Dante.
-¿se puede saber porque me miras tanto? –hablo vergil un tanto incomodo por la mirada lujuriosa que le dedicaba Dante
-Hummm ¿Qué? –“¡demonios, me le quede viendo como baboso! ¿Qué habrá pensado de mi?” –a, no nada es solo que, ¿te vas a bañar? –un leve sonrojo se vio en la cara de Dante.
“que raro, ya van dos veces que Dante se sonroja con mi sola presencia” –pensó Vergil
-hemm, si ¿tú también te vas a bañar? –pregunto Vergil
OoO “¿JUNTOS?” –pensó Dante
-hemm, si ya te alcanzo…
O/////O -¡NO IDIOTA! Me refería a que si te bañarías cuando yo terminara, ¡por separado! –sonrojo al 100 por parte de vergil.
-aaa ya capte, mmm si cuando termines… -“que lindo se mira sonrojado” –pensó el rojito al ver a su hermano sonrojado hasta las orejas “Hummm, tengo un plan….” *mirada sádica*
-hey “bro”, que lindo te vez sonrojado, jeje –Dante se comenzó a reír ante la cara que le puso Vergil
Ò///Ó -¡cierra la boca! –grito Vergil –el sonrojo es porque, porque… ¡porque tengo calor!, además tu también te sonrojaste
-si pero yo me sonroje poquito, en cambio tu, los tomates te tendrían envidia de tan rojito que te pusiste ¡ajjajajajajaa! –Dante prácticamente se doblo de la risa al ver la cara de su hermano
“Hummm, con que jugando sucio ¿Heee?, pues ya verás querido” –pensó maléficamente cierto azulito
Y acto seguido vergil camino a paso de gigante a donde estaba Dante, lo tomo de los hombros y ante la mirada atónita de Dante, lo restregó contra la pared, acerco su cara a solo centímetros de distancia, sintiendo el rubor de Dante, a lo que este sonrió, pues había logrado su acometido.
Estaba a punto de separarse cuando una mano jalo su cabeza, regresándola a la posición de hace unos segundos y… unos labios se posaron sobre los suyos, saboreándolos y buscando una rendija por la cual profundizar el beso, ¡eran los de Dante!
“¡¿WTF?!” –penso vergil al darse cuenta de La situación, que cada vez se ponía mas… comprometedora.
Dante se dio cuenta de que Vergil estaba distraído, y no le agrado mucho que digamos, pero después de pensar un rato y que su cerebro captara lo que paso “¿pero que carajos estoy haciendo?” pensó Dante y volviendo a la realidad, inmediatamente soltó a Vergil, que lo miraba atónito OoO
“¡diablos! Ahora si me pase” –pensó Dante