Después de comer y tomar el medicamento Yunho se recostó sobre la almohada. Estaba tan cansado que empezó a cerrar lentamente sus ojos, pero no quería dormirse ya que temía que Jaejoong huyese de su lado. Él se preguntaba cual era ese miedo que estaba sintiendo en desde el fondo de su corazón, estaban poniendo en duda sus verdaderas intenciones hacia Jaejoong.
Pasaban de las tres de la mañana y la tormenta parecía estar cada vez peor. Con el paso del tiempo pronto el medicamento haría su acción analgésica y dejaría completamente dormido a Yunho. Para que eso no sucediera Yunho intentaba entablar una conversación con Jaejoong, ya que no quería cerrar los ojos y perderlo de vista.
- ¿me ves como un mounstro? – volvió al ruedo con su pregunta.
- Mejor descansa – dijo Jaejoong para no responder ya que si lo hacía diría la verdad.
- Cada verano veníamos a esta casa con Junsu… - miro hacia la ventana observando la lluvia – Recuerdo que Junsu no sabía nadar pero como le dijeron que en el fondo del océano había un tesoro se metió… tuve que lanzarme al mar para sacarlo…
Jaejoong se quedo en silencio mientras escuchaba a Yunho, no porque le interesara conocerlo sino porque había mencionado a Junsu y eso si le interesaba.
- Cuando lo regañe me dijo que quería encontrar ese tesoro para que mi padre no trabaja y pasara más tiempo junto a nosotros…- sonrió débil Yunho – desde que nació siempre he estado a su lado para que no se sintiera solo pero no funciono… por más que estuviese a su lado, Junsu siempre se sentía solo… no quería que mi hermano se sintiera así… quería que sonriera… quería que fuera feliz.
- Eres un buen hermano – dijo Jaejoong alejándose para ir a la cocina, pues tenía que bajar la fiebre de Yunho – No eres tan malo como pensé – sonrió levemente.
Cuando Jaejoong volvió a la habitación observo que Yunho se había quedado dormido. Dormía tan plácidamente con una dulce expresión en su rostro, parecía otra persona, muy diferente del ser diabólico al que había conocido hace más de un mes. Para bajar la fiebre de Yunho, Jaejoong recordó que su madre le ponía paño helados en la frente. Repitió la misma acción con Yunho.
Luego examinó la temperatura corporal de Yunho pasándole su mano por la frente – Aun está muy caliente – dijo preocupado así que continúo con los paños helados. La madrugada estaba cayendo y él había pasado todo su tiempo cuidando de Yunho.
El rostro de Yunho hacia pequeñas muecas como sonrisas <<- ¿Qué estar soñando?>> pensó Jaejoong pues tenía que existir alguna conexión entre esas muecas y los sueños de Yunho.
En el momento en que Jaejoong estaba por bajar a la concina para enfriar los paños sintió que alguien lo cogía por la mano. Esa otra mano lo impulsos a caer. Cayó sobre el cuerpo de Yunho. Asustado pidió disculpas, pero Yunho estaba profundamente dormido.
Jaejoong al ver hacia su mano comprendió que Yunho fue quien lo había tomado ya que seguía sosteniéndole la mano. Algo molesto intento levantarse, pero Yunho lo tomo entre sus brazos y lo llevo hasta el costado derecho de la cama, siendo el izquierdo ocupado por él.
- ¿Qué haces? – preguntó Jaejoong mientras intentaba alejar a Yunho pues lo estaba abrazando con demasiada fuerza – Si es una nueva venganza… será mejor que pares…
Yunho parecía estar dormido pues no respondía ante los reclamos de Jaejoong, pero continuaba sosteniéndolo con más fuerza entre sus brazos. En su rostro se veía una expresión de felicidad, Jaejoong no compendia pues estaba aterrado, pensando que Yunho le rompería el cuello con tales manos.
- Oye… ¿estás despierto? ¿me oyes? – antes de continuar preguntando Yunho obligo a que Jaejoong apoyara su cabeza en su pecho. De alguna forma Jaejoong estaba escuchando los latidos del corazón de Yunho, se oían tan calmantes como el movimiento de las olas del mar. Antes de volver a intentar deshacerse del agarre de Yunho escucho que de sus labios se pronunciaba un nombre. Levanto la vista para comprobar si estaba dormido o despierto. Pero fue evidente, Yunho estaba completamente dormido.
Nuevamente Yunho volvió a pronunciar ese nombre. Jaejoong sabía que era el nombre de una mujer, pero por alguna razón no pudo retenerlo en su memoria. Sería el nombre de una mujer con la que Yunho estaba soñando, fue lo único que retumbo por su mente. Si era ese el caso solo estaba siendo usado por Yunho, pues había sido confundido con esa mujer y eso de alguna manera lo entristecía. No comprendía el motivo de su propia tristeza, ese sentimiento de opresión en su corazón al enterrarse de que Yunho tenía una mujer en su vida.
Intentó varias veces zafarse del abrazo de Yunho, pero no pudo. Después de varios intentos se detuvo en la huida, ya que si Yunho despertaba jamás creería que éste lo abrasase por su cuenta, echándole toda la culpa a él, fue lo único que alcanzo a pensar Jaejoong. Su cuerpo entero empezó a temblar de miedo de solo imaginarse la espeluznante reacción de Yunho al verlo en sus brazos. Intento serenarse, pero no podía ya que se imaginaba la terrible reacción de Yunho.
La cabeza de Jaejoong estaba sobre el pecho de Yunho escuchando el latido de su corazón y sintiendo su suave respiración. Decidió quedarse quieto hasta que Yunho aflojase los brazos para así poder huir. Tal vez fue el cansancio o los dulces latidos del corazón de Yunho pero Jaejoong termino quedándose dormido. La mano de aquel hombre lo sostenía fuertemente y lo aprisionaban contra su pecho. Pero pasado el tiempo aquella mano se desprendió al fin de la suya, abandonando en su mano una patina de sudor.
La tormenta había cesado y por el enorme ventanal ingresaba un haz de luz que golpeaba suavemente el rostro de Yunho. A lo lejos se oían las olas del mar golpeando las rocas, el sonido de las aves cantando por un nuevo día. El cielo estaba tan azul que no se podía distinguir las líneas divisorias entre el cielo y el mar, todo parecía un solo horizonte.
Algo somnoliento Yunho empezó a abrir sus ojos, ya que el haz de luz le estaba por penetrar las pupilas. Sintió algo muy pesado que descansaba sobre su pecho, además de unas manos que rodeaban su cintura. Bajo la vista hasta su pecho y descubrió que era Jaejoong quien estaba recostado sobre él, con ambas manos rodeándole la cintura. Su asombro fue tan grande que apenas pudo asimilar que estaba despertando.
Se preguntaba molesto que había sucedido después de que se quedo profundamente dormido. Al menos Jaejoong no se había escapado, aunque jamás espero tenerlo recostado sobre su pecho.
Jaejoong frotó su rostro acomodándose sobre el cálido pecho de Yunho. Acción que sobresalto rápidamente a Yunho. Lentamente se apartó de los brazos de aquel joven que descansaba tan plácidamente sobre su pecho.
Frotó su cabeza intentando recordar el motivo por el cual tenía a Jaejoong tan cerca. Miró entre sus piernas y notó que todo estaba en perfecto estado, no la había usado. Reviso su cuerpo en busca de alguna marca extraña y estaba limpio, su piel seguía conservando un pálido claro. Observo atentamente a Jaejoong, pero todo parecía estar en orden aun conservaba ese moretón bajo su cuello, sus pantalones estaba bien puesto al igual que su camisa, solo un poco arrugada.
Después volteo hacia una esquina y notó una fuente con agua y paños blancos. Entendió que Jaejoong lo había cuidado toda la noche intentado bajarle la fiebre. Asintió con una leve sonrisa observando como Jaejoong dormía, pues hacia caras extrañas.
Consecutivamente extendió su mano para acariciar el pelo de Jaejoong, deteniéndose cuando este volteo boca arriba.
- Mmm… Junsu – repetía Jaejoong, aun dormido pero con una dulce sonrisa. Parecía estar feliz.
Inmediatamente Yunho cambio la expresión de su rostro a uno más gélido y maligno. Volvió a recordar cuál era el principal motivo por el cual había llevado a Jaejoong a ese lugar.
Su cuerpo aún estaba fatigado, pero la fiebre había disminuido y el resfrió solo era un recuerdo. De los cajones de la mesita de luz se apodero de un arma que guardó antes de meterse a bañar. La sostuvo entre sus dedos por algunos instantes mientras observaba atentamente a Jaejoong.
- Jun… Junsu – volvió a repetir Jaejoong mientras llevaba la mano a su boca. Haciendo una expresión de deseo con sus labios, como si deseara besar a alguien.
Yunho guardó un profundo silencio mientras tomaba en el arma y la elevaba hasta la altura de sus hombros. Su objetivo era Jaejoong.
- Así que sueñas con mi hermano – dijo Yunho molesto, pues sentía como su corazón estaba siendo invadido por los celos. Su sangre hervía de solo imaginar con lo que Jaejoong estaba soñando.
Quitó el seguro del arma y apunto fervientemente hacia el pecho de Jaejoong, quien seguía durmiendo plácidamente ya que estaba bastante cansado después de pasar la noche en vela.
Solo era un tiro certero en el corazón, pensó Yunho. Un disparo y eliminaba un problema. Desde el principio ese fue su objetivo, acabar con la vida del amante de su hermano.
Pero algo andaba mal, Yunho estaba dudando de hacer su tiro de gracia. Algo lo detenía desde el interior de pecho, una sensación extraña quemaba su corazón y hacía temblar su cuerpo.
- No… - agitó su cabera retomando su mirada asesina – Sólo un tiro y todo terminara. Inclusive esta extraña sensación en mi pecho – apunto firmemente al corazón de Jaejoong – Solo un tiro y volveré a ser el Yunho de antes…