De alguna manera la lucha interna de Yunho había culminado. Tomó paso firme hasta donde estaban Kin y Xin. Sacó un cigarrillo mientras llevaba su mano izquierda dentro del bolsillo de su pantalón, se veía tan confiado ante la situación.
- Disculpen idiotas… ¿alguno tiene fuego? – dijo Yunho enseñando el cigarrillo en su mano, justo antes de Xin golpease con furia a Jaejoong
- ¿idiotas? – reprocho Xin frenando el golpe y volteando furioso hacia Yunho - ¿Quién te crees para llamarnos de ese modo? – dijo desafiante y soberbio.
- ¿Yunho? – susurro Jaejoong sorprendido. Su asombro era tan grande al verlo. De alguna manera ese hombre lo había salvado de su mala fortuna, pero dudaba si debía estar aliviado o tener más miedo.
- Veo que son idiotas… porque solo un estúpido responde a una pregunta con otra– dijo Yunho levantando el entrecejo derecho y lanzando su cigarrillo al suelo.
- ¡ya verás quien es el idiota! – clamó Xin e hizo una señal a su hermano para que soltase a Jaejoong para encargarse de quien los había insultado.
Yunho sonrió de costado, pero su risa no era de alegría sino más bien era una risa macabra y de satisfacción. No dudaba de su fuerza y estaba seguro de derrotar a dos intentos de hombre. Esquivo el golpe demoledor de Kin, lanzando una patada certera en el pecho de Xin; sacándole el aire del pecho. Volvió a esquivar el derechazo de Kin y golpeo fuertemente en el rostro de Xin, rompiéndole la nariz. Para el grandote, Yunho tenía un plan, cuando este se le fuese encima usaría la fuerza del oponente a su favor para derivarlo. Así fue, derivo al grandote y le rompió la nariz. Ambos hermanos yacían semi inocentes en el suelo. Xin que era más terco intento atacar por la espalda, pero Yunho fue más rápido lo esquivo y lo lanzo al suelo con una certera parada al abdomen.
Mientras Yunho disfrutaba de su victoria, Jaejoong estaba escabulléndose a rastras para no ser visto, pero fue en vano.
- ¡¿A dónde crees que vas?! – dijo Yunho furioso
- Ugh… - trago saliva – Me vio – detuvo su huida y se quedo petrificado.
- ¡ven aquí! – resoplo furioso levantando a Jaejoong del suelo - ¿intentabas huir? – dijo con ferocidad en su mirada.
- No… no… solo se me perdió algo en el suelo… y yo… - trago saliva pero al ver la feroz mirada de Yunho guardo silencio y acento con la cabeza, ya que si estaba tratando de huir.
Yunho devuelve la mirada con fastidio ante la huida de Jaejoong. Coge la carne blanda del antebrazo de Jaejoong y la retuerce como una llave a una cerradura. Después lo jala hasta las escaleras para salir por la puerta principal, pero descubre que Hyun Joong estaba parado fuera de esta, aún seguía esperando a Jaejoong. Molesto de solo verle la cara a Hyun Joong lleva a Jaejoong hacia otro sitio, quería salir del lugar sin que nadie lo supiera. Su mente solo pensaba en estar a solas con Jaejoong, detestaba que le mintiesen y quería toda la verdad.
Jaejoong se sentía un objeto, era llevado y traído a la voluntad de Yunho. El pasillo principal que conectaba el patio trasero con el jardín derecho, le pareció tan largo como el dolor que estaba sintiendo. Le dolía el antebrazo pues las fuertes manos de Yunho lo sujetaban tan vigorosamente. Después volteo hacia Yunho. Estaba tan cerca de aquel hombre que comprendió la enorme brecha que los separaba. Su delicado cuerpo entendía la gran diferencia con la de Yunho quien era más alto, más fuerte, su aroma era tan delicioso, su mirada tan penetrante y su poder incomparable. De alguna manera suspiro decepcionado, pues él se sentía tan inferior ante un hombre así de magnifico y perfecto, su esencia era tan masculina. De alguna manera Jaejoong deseaba algún días ser un hombre como Yunho, pero al verlo entendió que nunca llegaría a parecerse ni en un solo pelo, en lo más mínimo. También que nadie seria como Yunho, nadie destilaba esa esencia masculina tan atractiva y poderosa que al mismo tiempo era cautivadoramente aterradora.
Ambos llegaran hasta el paredón que daba a la calle principal de la universidad. Con una gélida expresión Yunho le ordeno a Jaejoong que saltara el paredón.
- ¡qué, estás loco! – dijo molesto ante los pedidos de Yunho pues la pared tenía tres metros de altura. Si bien su cuerpo era atlético no llegaba a comprarse con un atleta profesional - ¡me niego! ¿Por qué quieres hacerlo? – cruzo encaprichado su brazo - ¿Por qué no salimos por la puerta principal?
- Porque ahí está tu otro amante – dijo molesto y casi perdiendo la voz. Por lo que Jaejoong no oyó casi nada.
- ¿dijiste algo? – miro despectivamente a Yunho.
Inexpresivo Yunho no respondió solo flexiono sus rodillas y pego un salto hacia el paredón. Quedo parado justo en la cima del paredón. Asombrado Jaejoong no creía lo que había visto, un salto de casi tres metros. Ahora comprendía perfectamente, la enorme diferencia que tenía con Yunho.
Ante la exorbitante mirada de Jaejoong por su salto Yunho se cruzo de brazos como si el salto no fuera nada – Vamos has lo mismo – se refirió a Jaejoong – ¿o es que no puedes? – miro despectivamente hacia abajo.
- Tienes razón – bajo la mirada en señal de descontento y derrota – No puedo – volteo para irse.
- ¿no puedo? Que patéticas palabras… detesto a las personas que se dan por vencidas sin siquiera intentarlo – miro fijamente a Jaejoong como si intentara devorárselo – Vamos flexiona tus rodillas así pegaras un impulso para saltar con más fuerza…
- Te dije que no podía... – gruño Jaejoong, se sentía tan patético al no poder hacer lo mismo que Yunho.
- Si no lo intentas – dijo con un tono amenazante – Bajare y te subiere de las orejas.
Desde que termino la secundaria Jaejoong no hacia ningún deporte, era pésimo en cualquier área de deportes y siempre tenía que pedirle ayuda a Yoochun. No tenía el dinero suficiente como para asistir a un gimnasio y agrandar su musculatura corporal, pero Yoochun le había enseñado ejercicios que lo mantendrían en un peso estable y un cuerpo sanamente marcado a nivel muscular. Tal vez no tenía la musculatura de un atleta, pero no se quejaba de su cuerpo. Así había sido hasta que noto el potencial de Yunho y eso lo amedrento.
- ¡Bajare! – dijo Yunho inclinados de la cornisa para saltar, pero vio el rostro afligido de Jaejoong y se detuvo. Comprendía que Jaejoong estaba carente de confianza – Vamos solo inténtalo – dijo con un tono grandilocuente.
¿Intentarlo? Jaejoong se preguntaba porque Yunho le estaba dando ánimos. De alguna forma las palabras de Yunho influyeron en su estado de ánimo. Debía intentarlo. Flexiono sus rodillas para generar mayor impulso, como Yunho le había dicho; entonces pego el salto. No fue tan espectacular como el de Yunho, aun así logro quedar colgado de la cornisa del paredón. Se sentía emocionado pues jamás imagino realizar un salto de tal envergadura. Su emoción repentinamente se transformo en miedo pues sus brazos estaban perdiendo fuerza, lo que lo llevaría a caer.
Yunho noto el temblor en los brazos de Jaejoong, extendió su mano alrededor de la mano de Jaejoong y lo impulso a subir. Los dos estaba arriba del paredón de tres metros pero Jaejoong se notaba mareado, tenia fobia a las alturas cosa que Yunho desconocía.
El cuerpo de Jaejoong empezó a perder la visón sentía como si el peso de su cuerpo estuviera muerto, parpadeo unos instantes antes de perder el control e inclinarse al vacío. Entonces la gravedad actuó, todo debe caer y eso sucedió con el cuerpo de Jaejoong.
Estremecido, Yunho notó el malestar de Jaejoong, pero fue tarde pues su cuerpo estaba por caer detrás de la pared. Sabía que esa caída podría herir gravemente el cuerpo de Jaejoong así que no dudo en lanzarse, pero no podía detener la caída. No pensó solo actuó. Para evitar que Jaejoong se lastimase uso su propio cuerpo para protegerlo. Rodeando con sus brazos el delgado cuerpo de Jaejoong anteponiendo su formidable cuerpo al vacio, seria él quien golpeara contra el suelo y no Jaejoong. De ese modo amortiguaría la caída de Jaejoong contra el vacio.
Si bien Jaejoong se desvaneció por su miedo a las alturas pudo sentir como su cuerpo caía y escuchar el sonido de dicha caída. Cuando abrió los ojos, él estaba en los formidables brazos de Yunho. Por suerte detrás de esa pared había una hilera de arbustos. Los mismos impidieron que Yunho se hiriera gravemente la espalda al servir de amortiguador para la caída del cuerpo de ambos jóvenes. Gracias a los verdes arbustos de hojas blandas ambos salieron ilesos.
- ¿Estás bien? – pregunto Yunho manteniendo a Jaejoong al resguardo de sus brazos.
- Si – dijo tímidamente. Jaejoong no podía creer lo que Yunho había hecho. Se había lanzado al vacio para rescatarlo. Estaba ruborizado pues nuevamente estaba en brazos de Yunho. Su rostro chocaba con el pecho de Yunho y podía escuchar el latir de su corazón y oler perfectamente el dulce aroma que despedía el cuerpo de Yunho.
- Qué bueno – suspiro Yunho como si estuviera aliviado. Después se dio cuenta de que sobre su cuerpo aún tenía a Jaejoong - ¿Por qué no te bajas?
- Lo haría pero… - dijo encogiendo sus hombros, aun estaba en los brazos de Yunho y este parecía no soltarlo – Si me soltaras.
Al darse cuenta de que era él quien se aferraba al cuerpo de Jaejoong decidido soltarlo como quien se quita una carga de encima, arrojándolo bruscamente al suelo. De alguna forma su cuerpo se sentía tembloroso, no era por la caída, sino por otra cosa. Recordó el instante cuando despertó en aquella mansión junto a Jaejoong. Debía admitirlo el aroma del cuerpo de Jaejoong era realmente delicioso y encantador. No sólo el aroma empezaba a gustarle sino a estremecerle el interior de su pecho.
- ¡Eso dolió! – exclamó Jaejoong después de que Yunho lo lanzase contra el suelo. Aunque estaba agradecido pues Yunho lo había rescatado ese día en dos oportunidades. Al levantarse se limpio las hojas de su camisa y notó como Yunho lo estaba observando. Aquella mirada parecía perturbada hasta perdida – ¿Te sucede algo? – preguntó algo preocupado por el estado de Yunho.
- ¿Nos conocido en el pasado? – dijo repentinamente Yunho sepultando una penetrante mirada sobre Jaejoong -¿Me conocías? ¡Respóndeme!
- ¿uh? En el pasado… – dice Jaejoong inclinado levemente la cabeza en señal de incomprensión, pues no entendía a que venía la pregunta de Yunho.
- Antes del incidente del tren… ¿Tú me conocías? – Yunho se veía perturbado la mirada parecía salirse de sus pupilas. Ansiaba oír la respuesta de Jaejoong. Quería saber cómo es que Jaejoong había podido llamarlo << - Yunnie >>. Nadie jamás lo había llamado de esa forma desde hace años, ni siquiera su hermano o sus mejores amigos. Debía encontrar alguna lógica o conexión entre su pasado y el de Jaejoong. Solo pensaba << - Vamos responde ¿cómo sabes que ella me llamaba Yunnie? ¿Cómo lo sabes? ¿Por qué lo mencionaste mientras dormías? ¡responde!>>