El edificio denominado “Guest Palace” era uno de los más conocidos en Seúl por sus delicias gourmet. Junto a sus mejores chefs entregaban un servicio especial a diversos eventos sociales. Además en la parte superior del edificio contaba con un restaurante, uno de los más costosos debido a que los mejores chefs internacionales preparaban los platillos.
Descendía del piso superior un hombre escoltado por guarda espaldas que duplicaban su altura y se veían feroces vestidos con trajes oscuros. Al lado del él caminaba una mujer muy hermosa de rasgos orientales, pelo largo y sedoso.
- Señor Psy – dijo en tono dulzón – Llegara tarde a su cita con la presidenta - señalo la cita de las 19 hs en su Tablet.
- Mi hermosa Yoona – acaricio la mejilla de la dama – llevas años a mis servicios y aun no entiendes que soy quien manda – miro con una potente sonrisa apartando su mano de la hermosa mujer.
- Lo siento, señor – hizo una débil reverencia. Los años que había permanecido junto a Psy le eran tan eternos. Tanto que olvidaba el enorme poder de su jefe. Desde pequeña había sido criada por ese hombre y aun no podía creer como había crecido su poder. No solo dominaba la ciudad, sino todo el país a su voluntad.
- Creo que llevare un pastel – dijo Psy bajando del ascensor en el segundo piso – Tu mi linda Yoona adelántate – sonrió – Tal vez cenemos juntos esta noche – giño un ojo –Claro, después de que vea a la presidenta – se despidió de su secretaria personal y se dirigió al piso de los postres, acompañado de sus escoltas.
Después de estar por una hora dando vueltas por la ciudad, Yunho decidió estacionar el auto. No era bueno para mentir y menos para seguir fingiendo, no tenía la más mínima idea de dónde buscar el catering para la fiesta. En vez de llamar a Heechul y solicitarle ayuda, decidió no hacerlo pues su amigo debía estar bastante ocupado hablando con su desquiciada madre.
Estacionó frente al único lugar que recordó que hacia buena comida y servicio a domicilio, el Guest Palace.
- ¿Por qué no subimos por el ascensor? – pregunto Jaejoong fatigado al subir los escalones.
- No me digas que subir dos pisos te canso – frunció el ceño – Eres muy débil… ¿quieres que tu suba en mis brazos? – ahogo una risa burlona.
- No - negó efusivo – No soy débil – frunció el ceño – Solo que pudimos usar el ascensor.
- Así me pareció divertido… además estoy pagando tus servicios por lo tanto tú debes obedecerme en todo – al ver que Jaejoong no le daba ninguna respuesta apresuro su paso por las escaleras dándole la espalada.
<<¿Divertido?>> Pensó Jaejoong enfadado. Había estado sentado en el asiento del auto de Yunho por una hora, dando vueltas por toda la ciudad. Sus piernas se entumecieron al permanecer inmóvil y le costaba subir las escaleras. Parecía que estaba subiendo cada escalón con dos bloques de cemento atado a ambas piernas. Después de que Yunho lo subestimara, subió presurosamente cada escalón, además estaba en el “Guest Palace”. Le emocionaba la idea de estar en ese distinguido lugar, porque en el estaban los mejores chefs nacionales e internacionales.
- Además tu quisiste probar los postres – dijo Yunho con un tono de reproche – Yo quería probar los vinos.
- Eso es lo último para hacer. El plato principal se selecciona de acuerdo al tipo de postre que uno servirá – dijo subiendo el último escalón hacia el segundo piso.
En la entrada a la sala de los postres había una mujer bastante joven y atractiva, pero aun así era mayor que Yunho. Era la encargada de recibir a los visitantes. Yunho se acercó a ella para presentarse y que le mostrase el lugar. La mujer sonrió de manera amable, después llamó a una de sus empleadas.
- Victoria encárgate de estos caballeros – sonrió la encargada volviendo a su puesto en la entrada.
Victoria sonrió y saludo a ambos hombres. Era nueva en ese puesto, además de nueva en el país. Si bien era de nacionalidad surcoreana y sus rasgos eran perfectamente hermosos. Desde muy pequeña se fue a vivir a EE.UU por lo que mezclaba ingles con su idioma natal.
- Are they the couple that you mentioned? – (¿Ellos son la pareja que usted menciono?)pregunta Victoria en ingles, idioma que le resulta más cómodo.
- ¡que! – clama la encargada mientras nota que más personas se anunciaban en la entrada. Sin prestarle la mínima atención a lo dicho por su empleada, solo asienta con la cabeza – ¡DA UN BUEN SERVICIO Y SE AMABLE! –
Con una efusiva sonrisa Victoria se presenta ante Yunho y Jaejoong como su guía en la degustación de los diversos postres de la sala. Ella comienza a hablarles del lugar y las variedades de los postres, pero se tropieza con el tacón de su propio zapato. Aun no estaba acostumbrada a esos afilados tacones de aguja negros, por lo que ese día había estado permanentemente en el suelo. Aunque en esta ocasión alguien detuvo su caída y la cogió por la cintura.
- Are you okay? – preguntó Yunho mientras soltaba a Victoria sana y salva de la caída.
- Si – dijo sonrojándose. Estaba tan avergonzada como apenada. Yunho había llamado su atención desde el principio, era tan varonil y atractivo. Se repuso de su vergüenza y sonrió coquetamente – Gracias.
- Ten más cuidado, pudiste dañar tu bello rostro – dijo Yunho asentando con la cabeza como si aceptara el pequeño coqueteo de la empleada.
- ¿Estás intentando conquistarla? – resoplo Jaejoong mientras se cruzaba de brazos.
- Conquistar mujeres es lo que hacemos lo hombres – susurro en el oído de Jaejoong. después siguió a Victoria.
- Conquistar mujeres es lo que hacen los hombres – repitió Jaejoong burlonamente – Idiota.
Victoria tenía un encanto natural con los clientes masculinos, ella suponía que era por su belleza, pero algo en su ser le decía que Yunho jamás la miraría. Guio a ambos hombres hasta el último rincón del salón, uno que estaba detrás de una enorme columna dorada. Era el sector de los pasteles de boda.
- ¡Aquí estamos! – señalo efusiva la mesa donde descansaban diferentes pasteles de bodas y una cartilla fotografiada con otros pasteles.
- ¿P…pasteles de boda? – recrimino Jaejoong sorprendido, pues pensaba en visitar las otras mesas y no la selección de pasteles de casamiento.
- Si, son perfectos para este tipo de eventos – sonrió Victoria viendo a Yunho – ¿No les gusta? – pregunto deprimiéndose, pues su jefa le había ordenado dar un buen servicio y mostrar amabilidad a una pareja de hombres que vendría para seleccionar una torta de casamiento – Si no les gusta… Puedo mostrarles…
- Son perfectos – dijo Yunho tomando la cartilla de fotografías.
- ¡Que! Pero… pero… – Jaejoong no entendía la actitud de Yunho. Los pasteles de esa mesa no eran adecuados para eventos como recepciones, solo para casamientos.
- La señorita tiene razón – dijo Yunho con una risa burlona – Son perfectos para este evento ¿Cuál es el más costoso? – dijo dirigiendo su mirada a Jaejoong – Well nothing is expensive for my future wife – (No escatimare en gastos para mi futura esposa) dijo en ingles ya que notaba que Jaejoong no entendía una sola palabra.
- Good… is the Afrodita – señalo la imagen en la cartilla – Es sumamente elegante, cubierta con crema blanca y rodeada de flores de azúcar doradas, además su sabor es único e irrepetible.
Jaejoong aun no entendía porque Victoria los había llevado hasta ese sector, pero Yunho parecía entenderse con ella ya que la trataba con tanta confianza. Se sentía invisible cuando ambos hablaban, además hablaban en ingles; idioma que él no dominaba.
El Afrodita era un pastel que se realizaba por encargo, explicó Victoria antes de adentrarse a la cocina en busca de pequeñas porciones de muestras. Antes de irse les dijo en ingles a ambos que podían probar cualquier porción de los dulces que había en la mesa, puesto que no solo había enormes pasteles sino sus porciones de prueba.
- ¿Por qué no pruebas una porción de este? – señaló Yunho cogiendo una porción decorada con crema celeste y blanca a los alrededores, llamada Celestial.
- Veo que ambos se llevan muy bien – dijo Jaejoong cruzándose de brazos algo molesto pues parecía que Yunho no tomaba en cuenta sus protestas y seguía a Victoria.
- Abre la boca – dijo Yunho acercándose con un pedazo de pastel a la boca de Jaejoong.
- ¡Que! – exclamo molesto << - Sigue sin escucharme… me está ignorando>> pensó mientras cerraba la boca con fuerza, apretando sus labios.
- No escuchaste – dijo con tono amenazante – Abre la boca o te lo hare tragar con todo y tenedor.
Asustado por las amenazantes palabras de Yunho, Jaejoong abrió su boca sin decir nada más. Yunho de manera muy delicada deposito el bocado dentro del interior de la boca de Jaejoong.
- ¿Y… qué te pareció?
- La crema tiene sabor a ananá…mmmh… el relleno es bastante dulce pero no tiene una armonía con el gusto a frutas de la crema.
- Prueba este – dijo Yunho tomando otra porción y llevándolo a la boca de Jaejoong
- ¡Eh! ¡¿Quieres que coma todas las porciones?!
- ¿No vinimos a eso?… Abre la boca – miró a Jaejoong de manera amenazante acercando la porción a los labios del mismo.
Desde la cocina Victoria estaba saliendo junto a otra compañera de trabajo. Ambas se detuvieron cuando notaron que Yunho estaba dando de comer a Jaejoong.
- No son tierno – sonrió Victoria muy emocionada.
- ¿Son pareja? – preguntó extrañada.
- Si, la jefa me dijo que hoy vendrían una pareja de hombres a ver pasteles para su casamiento – acento Victoria observando hacia Yunho y Jaejoong.
- No es frecuente ver ese tipo de parejas… pero ambos son lindos – dijo la compañera a Victoria – En especial el más alto. Es tan atractivo.
- La verdad que el muchacho más bajo es afortunado de casarse con un hombre tan elegante, atractivo y caballeroso – dijo sonrojándose de la emoción – Además se ve que es muy rico.
- Si… se ve como un millonario – miró a Yunho – Ese joven es muy afortunado al casarse con un hombre de tanto dinero ¡Que envidia! – se deprimió – Debí haber nacido hombre y me casaba con alguien así.
- No seas dramática – señalo Victoria a su compañera – Eres muy hermosa ya conseguirás a alguien – dijo mientras voltea su vista nuevamente a hacia los dos hombres – Me pregunto en la intimidad… ¿Quién hará el papel de mujer?… seguro el que tiene la cara más femenina – miró a Jaejoong.
- ¡ahhh!… ¿Cómo preguntas eso? – dijo incomoda por las palabras de Victoria – Debes dejar de leer esas Boy Love… están pudriendo tu mente.
- ¡Nunca! ¡Son hermosas historias!
De cierta manera Yunho notó la mirada de ambas empleadas. Después volvió a centrar su atención en Jaejoong, notando en la abertura izquierda de los labios del mismo, había quedado un pequeño remanente de crema rosada del pastel llamado Cupido.
- Tienes crema – dijo Yunho señalando el lado izquierdo de Jaejoong.
- ¿Dónde? – preguntó Jaejoong intentando limpiarse con la mano pero Yunho lo detuvo.
Yunho tomó el rostro de Jaejoong con suma delicadeza. Jaejoong cerró los ojos pues pensaba que Yunho lo iba a golpear, pero sucedió todo lo contrario. Suavemente Yunho limpio el remanente de crema con su pulgar. Después se lo llevo a la boca. En ese instante desde la puerta de la cocina se escucho un suspiro eufórico de mujer << - ¡Ahhh!>>
- ¡¿Qué… que hiciste?! – preguntó Jaejoong sorprendido mientras se cubría la boca con la mano. Le parecía tan extraña la actitud de Yunho. No pudo evitar sentirse avergonzado. La tonalidad de su rostro pálido pasó a un rojo apasionado. Su cuerpo estaba temblando.
- Es de frambuesa – dijo Yunho después de saborear la crema que había arrebatado de la boca de Jaejoong – No me gusta, prueba este – cogió otro plato con una porción de pastel – ¿Te sucede algo? ¿Estas temblando? – preguntó Yunho como si no hubiera hecho nada.
- No, nada – dijo Jaejoong bajando la mirada << - ¿Qué está intentando hacer?>> se cuestionó Jaejoong. Yunho se comportaba aterradoramente amable con él. No estaba acostumbrado a la amabilidad de quien casi lo había asesinado en incontables ocasiones.
La mano con la que Jaejoong se cubría la boca tenía dos benditas. Yunho sabía que uno de los dedos había sido cortado por el mismo Jaejoong en la cocina de la mansión de la playa pero desconocía lo sucedido al otro dedo. Intrigado tomo la mano de Jaejoong. Después se volvió a escuchar el mismo ruido desde la cocina, pero esta vez decía << - ¡Que romántico! >>
- ¿Cómo te hiciste esta otra herida? – preguntó Yunho sosteniendo la temblorosa mano de Jaejoong. Estaba bastante preocupado por la segunda herida. El silencio de Jaejoong lo incomodaba. El día aún no terminaba y temía que cuando dejara a Jaejoong este fuera corriendo a los brazos de Hyun Joong.