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Rescatame por alexriden02

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La hiel de la desesperación rozaba el pecho de Yunho. Su cuerpo se estaba entumeciendo ante la desesperación. Se le estremecía el pecho de solo imaginar lo que PSY haría con Jaejoong.

 

 

Solo podía observar detrás de la columna, no había nada que pudiera hacer. Observaba atentamente cada movimiento en silencio, intentando calmar sus pulsaciones. Necesitaba tener la mente fría y calmada, pero le era imposible, miles de desgracias rondaban por su mente. Estaba preocupado por la suerte de Jaejoong. Incluso él mismo desconocía el motivo de su preocupación. Si PSY se llevase a Jaejoong  sus problemas desaparecerían, al fin se desharía del amante de su hermano. Pero él también era posesivo y nadie le robaría algo que era suyo. Jaejoong era eso, de su propiedad.

 

Respiro profundamente antes de soltar el aire comprimido en su pecho. Al igual que PSY, su maestro,  no estaba dispuesto a perder nada que le perteneciera. Y eso era Jaejoong, le pertenecía a él y a nadie más.

 

 

Cabizbajo y muy apenado Jaejoong se disculpó con aquel extravagante hombre. A Jaejoong le resultaba extravagante pues ese hombre llevaba gafas de sol en un ambiente cerrado, adema lucia una extraña corbata-moño roja que sujetaba el cuello de una oscura camisa.

 

 

El hombre se quito aquellas gafas oscuras, como si deseara observar con más claridad al joven que tenía frente a sus ojos. Acento levemente con el cuello, señal de aceptar las disculpas de Jaejoong. Después sonrió lascivamente mientras observaba el esbelto cuerpo de Jaejoong. Rastreo con una intrigante  mirada cada parte del cuerpo del esbelto joven. Deseaba confirmar que el cuerpo de Jaejoong aún lucia esplendoroso, como aquella noche.

 

- Qué te parece – sonrió mientras apoyaba confiado la mano sobre el hombro de Jaejoong – Si… como compensación me ayudas a elegir otro postre – expreso entusiasta mientras señalaba un postre desperdigado por el suelo.

- Me parece justo – aceptó Jaejoong con una tímida risa.

 

A medida que pasaban por diferentes mesas del salón Jaejoong señalaba cada postre y explicaba sus sabores e ingredientes. Pero PSY no escuchaba una sola palabra, su atención estaba centrada sobre el cuerpo de Jaejoong, específicamente en sus labios. Observaba fascinado el movimiento de esos carnosos labios como se abrían y cerraban chocando entre sí, rosando con los incisivos y jugando con la lengua. Ahogo una risa antes de relamerse los dientes como un animal apunto de hincar los dientes a su presa.

 

- ¿Para quién es el postre? – pregunto Jaejoong al sentir que PSY no le estaba poniendo la mínima atención.

- ¿El postre? – dijo despabilándose. Ladeo la cabeza dubitativo pues su atención estaba centrado en los labios carnosos y rozagantes de Jaejoong deseando saborearlos hasta la última gota – Es para una mujer – respondió liberando una mueca de disgusto.

- ¿Su esposa? – preguntó curioso.

- Bueno – dice agravando el tono de  la voz – Digamos que el postre es una compensación por hacerla esperar.

- Entiendo – ladeo la cabeza mientras  dibujaba en su rostro una sonrisa – Entonces este es perfecto – cogió un plato de la mesa de postres franceses.

 

 

Con suma delicadeza PSY cogió el postre sugerido por Jaejoong. Se preguntaba que tenia de especial un postre que a simple vista lucia tan común. Una forma ovalada y cubierta de crema sabor vainilla.

 

- Se ve común – dijo haciendo una mueca de desagrado, pues la belleza de los demás postres opacaba al que tenía a mano.

- No lo creo – ahogo una risa – Ante la mirada de los hombres la belleza de este postre parece común… pero en el paladar de una mujer es esplendoroso – prosigue confiado pues sabía de lo que hablaba. Desde pequeño su madre le había enseñado acerca del delicado paladar que poseían las mujeres y como adoraban los dulces. – Por fuera la cubierta de vainilla asemeja a la delicada piel de una mujer.

- Continua – sonreía PSY al ver la tersa piel de Jaejoong.

- Bien… el interior de este postre es perfecto ya que posee un corazón de mousse de chocolate. Dentro de este mousse se encuentra la dulzura de los frutos rojo que simbolizan la delicadeza y suavidad de los labios…

- Como los tuyos – dijo PSY sonriendo.

 

 

Detrás de la columna Yunho no podía escuchar nada, solo podía observar fastidiado  la amable actitud que Jaejoong tenía  con aquel hombre. Estaba tan compenetrado en sus pensamientos que no se percato que alguien le tocaba el hombro.

 

- Señor – dijo Victoria palmeando tímidamente el hombro de Yunho.

 

Yunho algo dubitativo observo a Victoria. Su afligida expresión se torna más zagas. Con un tono de suplica le pide a Victoria que le hiciera un favor. La hermosa mujer no comprendía el extraño pedido de Yunho, aún así acepto.

 

 

 

Con una sonrisa satisfactoria PSY encarga el postre sugerido por Jaejoong. No solo estaba fascinado con el rostro de Jaejoong sino por sus increíbles cualidades culinarias. Nadie más que un chef o un pastier sabría tanto de postres o sus ingredientes.  Maldecía la mala suerte que tuvo aquella noche al no poder comprarlo.

 

 

- Me llamo PSY – sonrió confiado mientras del bolsillo delantero de su saco, desenfundaba un diminuto papel. Una tarjeta de presentación oscura con letras doradas que decían su nombre.

- PSY – repitió Jaejoong sorprendido – No es un nombre común – coge la tarjeta.

- Digamos que me gusta, ya que es único… soy único y así me conocen – dijo reincorporando sus gafas negras sobre sus ojos.

- Un gusto – hizo una leve reverencia ante PSY – Mi nombre es… Kim…

 

 

Antes de que Jaejoong terminara de efectuar la presentación de su nombre, aparece repentinamente Victoria. No parecía la dulce y amable mujer que había hablado con él hace algunos minutos atrás. Esa mujer frente a sus ojos lucia enojada hasta furiosa.

 

- ¡Eres un idiota! – regaño a Jaejoong - ¡Un completo idiota! – enfureció su mirada - ¡Cómo pudiste dejar todo ese desastre en la cocina! – exclamó cogiendo fuertemente el antebrazo de Jaejoong.

 

- ¿eh? Pero… pero – tartamudeo, Jaejoong no comprendía de lo que estaba hablando Victoria. Quiso preguntar pero Victoria le lanza una mirada tan aterradora que lo helo.

- Disculpe señor – hace una reverencia ante PSY – Kim debe ir urgentemente a la cocina y arreglar unas cosas – se despide a medida que empuja fuertemente a Jaejoong hacia la cocina.

 

Pasmado por aquella impertinencia PSY no pudo hacer mucho, pues uno de sus hombres le informo que la presidenta estaba impaciente. Un cargamento repleto de cocaína había desembarcado en el muelle, los contenedores tenían el símbolo de la compañía de PSY y estaba siendo transmitida por televisión.  Si la noticia se extendía no solo estaría en problemas, sino que la policía retendría parte de la mercadería. PSY nunca anteponía los negocios al placer por lo que abandono presuroso el edificio. Decidiendo olvidar momentáneamente a Jaejoong. Esbozo una carcajada antes de subir al ascensor  << - Ya habrá tiempo para nosotros dos>> susurro fehacientemente, como si fuera una promesa.

 

 

Sin poder oponer resistencia laguna, Jaejoong era arrastrado por Victoria. No podía creer la manera en  que la bella empleada se dirigió a él, menos la enorme fuerza de arrastre que tenía el pequeño y esbelto cuerpo de la mujer.

 

Cuando ambos llegaron hasta en interior de la cocina. Victoria emitió una leve sonrisa haciendo que despareciera su gélida expresión. La joven estaba contenta pues había logrado cumplir el pedido de Yunho <<- No importa como… aparta a Jaejoong de ese hombre, pero sé cuidadosa. Debes traerlo hasta la cocina con cualquier excusa, pero jamás digas que vino conmigo o menciones su nombre o el mío>>

 

 

- ¡Mission accomplished! –  (Misión cumplida) sonrió Victoria hacia detrás de Jaejoong.

 

 

Cuando Jaejoong voltea ve que detrás estaba Yunho, escondido entre los moldes. Se acerca sugestivamente hacia Victoria como si ignorara la presencia de Jaejoong junto a la mujer.

 

- Thanks – dice Yunho besando la mano de la empleada. Después coge suavemente el afilado rostro de la hermosa mujer y la contempla. Delicadamente deposita un tarjeta entre las manos de la mujer – Not only are beautiful if not very intelligent. I owe you one –  (No solamente eres hermosa sino muy inteligente. Te debo un favor.)

 

 

Jaejoong observó la situación y no comprendía nada, entrelazando los brazos hasta cruzarlos. Resoplo molesto. Nuevamente Yunho lo estaba ignorando por aquella hermosa mujer. Se sentía confundido, la extraña actitud de Victoria y la cercanía con Yunho. Volteo la vista pues ya no podía seguir viendo a ambos tan cerca uno del otro, sentía que estaba en medio del romance de una pareja.

 

- There is another way out? – (¿existe otra salida?) preguntó  a Victoria.

 

Sonriente al ver los oscuros y penetrantes ojos de Yunho, Victoria señalo detrás de los hornos. Además de la entrada principal había otra que usaban los empleados para subir y bajar cargamento. Un ascensor descendía hasta la planta baja y conectaba con la parte trasera del edificio. Yunho besa la mano de Victoria en señal de despedida. Coge la mano de Jaejoong. Sus delgados dedos se entrelazan con los tiritantes dedos de Jaejoong.

 

- ¡Suéltame! – exclamó Jaejoong furioso, pero Yunho parecía sujetarlo con más fuerza ante cada reclamo. Nuevamente estaba siendo arrastrado por la voluntad de aquel hombre.

 

 Cuando llegaron al pasillo, el dulce aroma de los postres se desvanecía. Pero al ingresar al ascensor no estarían solos, sino con un cargamento de postres que serian enviados a un evento en la Casa Azul. La puerta del ascensor se cerraba y el espacio entre ambos se reducía. Dentro de ese lugar Jaejoong no tenia donde escapar y la duda lo estaba invadiendo, quería preguntar sobre la extraña forma de actuar de Victoria. Sabía perfectamente que Yunho tenía que ver en el cambio de la dulce mujer.

 

Jaejoong respiró profundo.

 

- ¿Qué fue todo eso? – preguntó elevando tímidamente el rostro hacia Yunho. Pero Yunho no omitía ninguna expresión,  seguía sujetándolo por la mano y  con más fuerza. Jaejoong sentía una electrizante punzada que nacía desde su mano y llegaba hasta su pecho. Estaba asustado y quería salir huyendo pero le era imposible, no había donde correr. Estaba tan cerca de Yunho que Jaejoong tenía miedo, un miedo diferente al susto; un miedo a lo desconocido. Al desconocido sentimiento que estaba naciendo desde el interior de su pecho. Trago saliva y volvió a preguntar, esta vez con más decisión - ¿Qué fue todo eso…  ¿la actitud de Victoria conmigo? ¿la actitud de ustedes dos? ¿Qué está pasando?

 

Yunho inspiró profundamente para después soltar el aire de su pecho, casi como si estuviera agotado. Centro su intimidante mirada sobre Jaejoong, pero este aparto el rostro a un costado. Era evidente el miedo que Yunho veía en los ojos del más bajo.

 

- Primero dime…  ¿De quién no estás enamorado? – agravo la voz con un tono amenazante. Al notar que sostenía la mano de Jaejoong la aparto – Responde, es una pregunta simple.

- No tengo por qué responderte – dijo Jaejoong arrinconándose en una esquina del ascensor. No podía decirle a ese hombre que junto a Victoria hablaban de él. Debía callar o estaría muerto, le parecía ridícula y hasta patética la idea de que Yunho estaba intentando conquistarlo o que algún día ambos se verían como una pareja. Temblaba de solo imaginar las palabras de Yunho <<- Eres  ridículo o estúpido. Eso no sucederá ni en un millón de años. Los hombres conquistamos mujeres, no estúpidos como tu >> Imaginaba  tales palabras dichas por Yunho antes de ejecutarlo. Para que eso no sucediera Jaejoong debía callar.

- Entonces ninguno de los dos hablara. Esto termino – se cruza de brazos y observa el contador que indicaba el número de pisos que descendían.

- Pero… pero – reclamó asombrado.

- Tu no me responderás y yo tampoco. Así que olvídalo.

- ¡Eh! – dijo enfadándose. Sentía que merecía saber que sucedió, ya que desde el inicio Yunho se estaba burlando de él. Debía saber el motivo - ¿Por qué  te importa saber de quién estoy o no enamorado? – dijo en tono desafiante.

 

Yunho volteo hacia los desafiantes ojos de Jaejoong y sostuvo su gélida mirada. Claro que le importaba saber a quién amaba Jaejoong. Le interesaba porque pensaba en su hermano. Recordaba el día en que Junsu le confesó que Jaejoong era su amante y que por eso lo protegía. Desde ese día la tranquilidad de Yunho había culminado, estaba inquieto e inseguro. Detestaba sentirse de esa manera pues se sentía tan vulnerable. Un hombre como él no podía tener esos sentimientos, debía ser fuerte e implacable, pero la llegada de Jaejoong a su vida cambio todo. Ya no sabía cómo actuar, solo pensaba en Jaejoong  y su hermano.  Dejando de lado sus propios objetivos.

 

- Tienes razón – acento Yunho apartando su vista, centrando  su mirada en la puerta del ascensor. Después volteo nuevamente hacia el otro joven. Clavo una  punzante mirada sobre la camisa de Jaejoong, no podía equivocarse; reconocía esa camisa. Esa camisa era de Junsu, él  mismo la había  mando a confeccionar a Italia. Furioso arrincono a Jaejoong y lo tomo del cuello de la camisa.

- ¡¿Qué te pasa?! – exclamo Jaejoong ante la furiosa mirada de Yunho.

- Hoy estuviste con Junsu.

- ¿Eh? ¿De qué hablas?

- Si… ambos estuvieron juntos – dijo confiado. No existía otra explicación para que Jaejoong llevase puesta la camisa de su hermano. –  Traes la camisa de Junsu – sostuvo con más fuerza el cuello de la camisa.

- Ah… esto – Jaejoong señaló a su pecho,  << - Maldición, lo olvide. Soy un idiota>>  Pensó escudándose de las acusantes palabras de Yunho – Te equivocas… esto… esto fue…

- ¡Cállate! – dijo cogiendo brutalmente la pálida piel del antebrazo de Jaejoong. El ascensor abrió sus puertas indicando el piso inferior.  Sin pensarlo arrastro a Jaejoong hasta el estacionamiento donde había dejado su lujosos convertible negro –  ¡Deja de mentirme! – sacudió a Jaejoong entes de lanzarlo sobre el asiento trasero del auto.

- … No estoy mintiendo… Hoy no lo vi – intentó explicarse  Jaejoong levantándose del golpe que había dado su cuerpo contra el asiento de cuero.

- ¡Que! ¿ahora usas su ropa sin siquiera verlo? –  aprieta los dientes – Te advertí que no me mintieras  –  dijo amenazante tomando el volante y acelerando a toda marcha. – Si piensas lanzarte del auto… ¡Hazlo! A esta velocidad es una muerte segura.

 

 

Asustado Jaejoong se acomodo fuera del alcance de la vista de Yunho, se tomaba la cabeza; estaba aterrado. En el interior de su mente repetías una y otra vez <<- Maldición. Otra vez. ¿A dónde me llevara?>>. Aferro sus delgados dedos contra el cuero del asiento del auto. La velocidad del convertible hacia que sintiera vértigo, además veía todo borros. Pasaba tan rápido por las calles y avenidas que apenas distinguía donde se dirigía.

Notas finales:

Me disculpo por la tardanza =P

Lo escribi a reloj... Además lo dividi en dos partes porque aún sigo escribiendo la continuación.

Espero que os guste. 

Gracias por vuestros comentarios.... sera hasta la proxima.

Nuevamente me disculpo con vosotras por la tardanza en las actualizacion.

 

Lo siento... mi imaginacion andaba algo bloqueada pero las vacaciones me disiparon la mente y volví con mas energías... bueno no tantas XD pero con mas imaginación.

 


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