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Rescatame por alexriden02

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Recostado sobre el respaldo del asiento trasero de la camioneta, ladeaba incesante el talón de su zapato.  Su mente estaba perdida en sus pensamientos <<- te lo juro por nuestro padre que no somos amantes>>, esa frase hacía eco una y otra vez en su mente.

 

La lujosa camioneta plateada, se movilizaba por las autopistas que conectaban el sur con el norte de Seúl. La noche aún no terminaba, parecía eterna, como el incesante golpe húmedo del viento. Pronto se desencadenaría una tormenta.

 

Jaejoong levemente despierta, aún sigue algo confundido por el golpe. No puede hablar pues tiene la boca amordazada y una capellina oscura cubriendo su rostro, cubriendo su vista. El auto donde viajaba estaba reduciendo la velocidad, hasta detenerse. Sentía las poderosas manos de unos hombres que lo tomaban del brazo y lo empujaban. Podía distinguirlos por el pestilente aroma a cigarrillo y licor que destilaba cada vez que le gritaban. Esos hombres hablaban en un idioma que Jaejoong no entendía, pero que conocía gracias al anime, japonés.

 

Los hombres fuman, ríen socarronamente y discuten. Jaejoong estaba asustado, no entendía donde estaba, solo era arrastrado por esos hombres.

 

Escucha unos pasos que se aproximan a él. No puede ver más que oscuridad, temiendo su suerte.

 

- ¡Arriba! – dijo la voz masculina – El jefe lo está esperando.

 

<< ¿El jefe?>> Jaejoong se preguntaba de que hablaban esos pestilentes hombres << ¿Hablaran de Yunho?>> musito en su mente ya que no conocía a otro hombre más poderoso que Yunho. Además temía una venganza de su parte, por haber asistido a la fiesta en compañía de Hyun Joong o el haberlo interrumpido con aquella chica en el baño.

 

Al subir algunos escalones, una escalera, él escuchó como una pesada puerta se abría de par en par. Sus captores fanfarroneaban su captura, ante quien Jaejoong suponía debía ser el jefe. Después sintió como alguien lo despojaba de la capellina que cubría su rostro, a excepción de la mordaza en su boca. Su rostro palideció al ver que se encontraba en una habitación similar a la oficina de Yunho, pero el lugar  tenía cuadros de pinturas de geishas y paisajes del mote fuji. En el centro había un pequeño arbolito, diminuto,  que pendía de la cima de una cascada artificial. Era un lugar reconfortante, pero Jaejoong temblaba de solo pisar ese sitio.  Su miedo no era notorio, aún sobre rostro pendía el antifaz.

 

El hombre que descubrió su rostro de la capellina, fue quien más llamo su atención. Era bastante alto, superando el metro ochenta <<Es más alto que Yunho>> pensó Jaejoong. Un cuerpo bastante masculino escondido detrás de un traje oscuro a rayas. Su rostro era perfectamente apuesto, estaba sonriendo, pero esa risa atemorizaba al joven amordazado. Aunque debía admitirlo, a ambos costados de la mejilla se le hacían uno hoyuelos encantadores. El pelo del hombre era oscuro como sus ojos, ligeramente el cabello caía sobre su frente. El hombre se acerco hasta el joven con pasos firmes y confiados.

 

- Desde hace tiempo,  tenia esto en mente – mientras hablaba trazaba un pequeño círculo imaginario alrededor del joven amordazado, mirándolo – Me alegra conocer al hermano menor del famoso Han-Jung Yunho – dice con tono agradable.

- No deberías ser tan cordial con el hermano de esa escoria – dijo mirando al joven con desdén mientras entraba a la habitación. Se acomodo junto al otro hombre elegante, quien lo superaba en altura.

- Donghae – sonrió el más alto – Aún si Yunho es nuestro enemigo debemos seguir manteniendo el protocolo de la buena educación. Además quiero ver cuán angelical es el rostro del hermano de ese bastardo.

 

El más bajo era bastante atractivo, además tenía una sonrisa caucásica cuando él más alto lo llamaba por su nombre.

 

Jaejoong agradecía la mordaza en su boca pues había escuchado las palabras de aquel hombre. Eran enemigos de Yunho y lo habían confundido con Junsu. Un sudor frio baja por su frente, tenía miedo, pero eso no le impedía pensar y razonar. Ante la mirada de ambos ahombres agacho la cabeza, aún debía pensar cómo actuar.

 

- Olvide mis modales – dijo con tono agradable el más alto – Mi nombre es Choi Siwon – sonrió amablemente –  o también me conocen como el príncipe de los Yakuza.

 

<<Yakuza>> Jaejoong repetía una y otra vez ese nombre en sus pensamientos. Sabía  había escuchado esa palabra en algún lado. Como el flash enceguecedor de una cámara, el recuerdo impacto su mente. La primera vez que conoció a Yunho, este estaba haciendo tratos con ellos, pero después todo fue una masacre entre ambos bandos. Su temor incrementó de solo recordar que ese día casi fue asesinado dos veces. La primera por Yunho y la segunda por un Yakuza.

 

- No te imaginas cuanto deseo destruir a tu hermano – rodea a Jaejoong –   ¿crees que el llorara si te asesino? – preguntó maliciosamente.

 

Como Jaejoong no levanta la vista y no responde, el hombre más alto se le acerca.

 

- Olvide que no puedes hablar – da un paso hacia tras para quitarle la mordaza al joven, como el antifaz.

 

Cuando finalmente Jaejoong es despojado de la mordaza y el antifaz, se abraza las rodillas con fuerza pues sus manos estaban atadas. El hombre más alto observa sórdidamente el rostro del joven.

 

Los ojos de ese hombre atemorizaron a Jaejoong. Un recuerdo venia a su mente al ver esos oscuros ojos sobre él. Unas hormigas, pequeñas criaturas con cuerpos minúsculos y brillantes. No blancas sino negras. Arrastraban y tiraban de un gusano color carne. Jaejoong recordaba estar observando a ese gusano, que estaba medio aplastado por ende alguien lo habría pisado. Los esfuerzos de las hormigas le hacen dar bandazos al gusano, como si aún estuviera vivo.

 

- ¿Quién demonios eres? – rechina los dientes y frunce el entrecejo.

 

El joven guarda silencio, bajando la mirada.

 

- ¡Idiotas! ¡Soy un hombre de negocios! ¿Cómo me traen esto? – señala a Jaejoong.

 

Uno de los hombres, que segundo antes se jactaba de la captura del joven del antifaz responde tímidamente haberse guiado de las instrucciones de Siwon. Capturar al joven del antifaz oscuro.

 

- ¡El no es Junsu! ¡Estas ciego! – recrimino a gritos perdiendo la elegancia que lo caracterizaba - ¿Quién demonios eres? – volvió sobre Jaejoong.

 

Jaejoong prefería guardar silencio, pues cualquier cosa que dijese no solo le sería una sentencia de muerte, sino una sentencia de muerte para Junsu.

 

- ¿No hablaras? – se jacto molesto – Ya verás cómo te haremos hablar – dijo en tono amenazante mientras llamaba a Donghae – Entierra vivo a eso dos inútiles y que este los vea – señalo a Jaejoong.

- Si – asintió  el más bajo. Con una señal de su mano los demás hombres capturaron a los dos que habían secuestrado a Jaejoong. Después musito algo y aparece otro hombre.

 

Agarra a Jaejoong,  con toda tranquilidad pues es algo que hace a menudo y se lo carga a la espalda como si fuera un saco de maíz. Le da un azote en el trasero y hace un comentario mordaz que él no entiende. Jaejoong estaba temblando de solo imaginar la terrible forma en que serian asesinado los dos hombres que lo habían arrastrado hasta ese sitio. Fuera de eso es llevado a una habitación oscura, donde lo arrojan entre recipientes  llenos de aceite y cestos de cebollas. Cuando se marcha el hombre cierra la puerta con llave.

 

Jaejoong esta unos minutos en el interior de aquella aterradora habitación, sin moverse. Ve que, desde la ventana entra luz formando un, único, cuadro movedizo del brillo de la noche. La puerta nuevamente se abre y de ella parece el joven que anteriormente lo había mirado con desprecio.

 

El joven hace preguntas, que Jaejoong no responde, solo acepta en silencio los latigazos en su mejilla por parte de la mano del joven. Donghae no era un hombre paciente a diferencia de Siwon, necesitaba respuestas ya que fueron sus subordinados los que fallaron en la captura. 

 

Distraídamente Jaejoong mira como las gotas de humedad se desvanecían por la pared, levemente cuenta: Uno, Dos, Tres. Cuando llega a diez aquel joven ha vuelto con un látigo de cuero. Azota a Jaejoong, en las manos, una, dos, tres, llegando hasta diez. El joven no era malvado, solo necesitaba que Jaejoong dijera aunque sea su nombre. Pero Jaejoong seguía guardando silencio, los golpes le eran ligeramente dolorosos si con eso, salvaba la vida de Junsu.

 

De la angosta puerta de aquella habitación ingresa Siwon. Después musito unas palabras en japonés a sus hombres, que cogieron a Jaejoong para llevarlo a las afueras del lugar. Por lo poco que había visto Jaejoong, sabía que ese lugar era un restaurante, que otro lugar tendría una despensa con alimentos.

 

El imponente hombre cogió fuertemente  del pelo a Jaejoong, para que virase al jardín. La tierra había sido removida anteriormente. La expresión en los ojos de ese hombre, no indicaba temor o culpa, habiendo enterrado a dos personas vivas. El hombre musito unas frases al oído de Jaejoong << - Responde las preguntas o terminaras de la misma forma>>

 

 

***********************        

 

 

Presuroso, un policía se anuncia en la sala de enfermerías como el custodio de Max Changmin. Las enfermeras permiten su paso a excepción de otros visitantes. El piso había sido especialmente cerrado por órdenes del cantante. Él atravesó como el viento los pasillos hasta llegar a la habitación donde el cantante se encontraba. Cuando abrió la puerta, notó que Max Changmin cogía fuertemente la mano del joven tendido en la camilla.

 

Antes de pronunciar alguna palabra, es silenciado por la mirada del cantante. Después  Changmin  despidió a los dos custodios que resguardaban el interior de la habitación. Con un gesto disimulado invitó a Yoochun hasta una esquina, lo suficientemente lejos del joven  tendido en la camilla.

 

 

En voz baja como un susurro, Yoochun muestra su alivio. Se le informó que algo malo había sucedido con Max Changmin, lo que nunca imaginó, fue ver a Junsu tendido sobre la cama. Dormía profundamente por los calmantes inyectados. Curioso, como es la costumbre de un policía, Yoochun  preguntó lo sucedido.

 

Hábil y rápido para descifrarlo todo, Max Changmin entendía que Yoochun no preguntaba en calidad de policía, sino de forma más personal. Astuto respondió ante el interrogatorio del policía.

 

- Solo fue un susto. Junsu tenía mucha presión  con el trabajo. Creo que es natural que su cuerpo colapsara.

- Puede ser – musito Yoochun, no le convencían las palabras del cantante.

- Usted es policía debería entenderlo – volteo para ver a Junsu con benevolencia  – Algo debió alterarlo.

- ¿Algo?

 

Max Changmin notó el rostro de Yoochun. Lucia bastante perturbado con sus palabras.

 

-  Recuerdo la primera vez que algo así le sucedió  – observo al joven con lastima – Fue hace algunos año, cuando él estaba en la academia de policía. Él salía con alguien… bah… no sé con quien – dijo notando el nerviosismo de Yoochun. Aún así prosiguió son su relato, como si estuviera sometiendo a alguna prueba al policía – Me llamo por teléfono, solo escuche su llanto e inmediatamente fui en su búsqueda.

 

El corazón de Yoochun se estremeció al escuchar las palabras del cantante. Entendía que Junsu había revelado varios secretos a Max Changmin. Fingió estar sereno, pero no evitó que sus ojos temblaran. Cada palabra del relato de Max Changmin, le parecía estar reviviéndolo nuevamente aquella escena, como si el tiempo hubiese retrocedido. El marchándose a EE.UU, abandonando a Junsu.

 

- Intento quitarse la vida – dijo el cantante en tono angustiante – Si no llegaba a tiempo Junsu estaría muerto.

- ¡Que! – sus ojos parecían escapar de sus cuencas, al enterrarse que Junsu casi pierde la vida hace años.

- Es un secreto entre Junsu y yo – fijo su mirada en Yoochun – Bueno, ahora usted. Desde ese día estuve a su lado. De cierta forma agradezco que esa persona lo abandonase. Ahora que volví a Seúl, no me alejare de la persona que más quiero. No soy tan idiota para abandonarlo. – dijo mirando hacia Yoochun, quien lucía perturbado con las palabras del cantante –   Yo no lo abandonare.

- Debo irme – dijo tumbando su voz, luego hizo una reverencia.

- Gracias por su preocupación señor Park Yoochun – dijo acercándose a su amigo. Después levemente acaricio la mejilla de Junsu – Volveremos a vernos – dijo con un gesto taimado. Esperando no volver a cruzarse al teniente.

 

Yoochun asintió  levemente, pues deseaba abandonar esa habitación. Sus piernas temblaban, para no desvanecerse se apoyo sobre las paredes del pasillo. Al llegar al ascensor, no escucho el saludo de las enfermeras parecía hipnotizado. Solo expreso alguna emoción cuando las puertas del ascensor  cerraron. Un diminutos espacio, unos pisos por descender. Se tomo la cabeza y se derrumbo al suelo. Sepulto su vista sobre el frio metal de la puerta. Desde sus ojos descendían diminutas gotas, una tras otra, parecían no detenerse. El teniente esperaba ver alguna vez una cascada, sus lágrimas ya eran una imitación de ese lugar. Se cubrió la boca para no esbozar un grito de rabia a sí mismo. Estaba molesto consigo mismo. El intento de suicidio de Junsu pesaba en su conciencia. Esa culpa jamás se la quitaría de encima. Rezaba para que Junsu se recuperara. Rogaba un perdón divino por lo que había hecho años atrás.

 

Cuando salió del ascensor, se dirigió hacia las calles, donde había dado inicio a la última lluvia de verano. Sus lágrimas se camuflaban con las gotas de lluvia.

 

Desde lo alto de la habitación del hospital, Max Changmin observaba alejarse al policía. Con un gesto desdeñoso musito unas palabras <<- Esta vez evitare que lo vuelvas a lastimar>>

 

Somnoliento Changmin se dirigió en busca de una bebida a la máquina de sodas. Dos jóvenes se acercaron al cantante. Uno lo bastante alto y otro un poco más bajo. Ambos atractivos y jóvenes. Uno tenía la mirada tímida, casi asustada, mientras que el otro parecía tan despreocupado.

 

- ¿Qué hacen ustedes dos? – pregunto Max Changmin sacando una soda de la maquina.

- Minho quiso venir – señalo al más alto.

- Si – asintió el más alto viendo con preocupación a Max Changmin -  ¿Estás bien?

- Si – sonrió Max Changmin a Minho – Solo fue un susto.

- ¿tu… tu amigo esta mejor?- musito Minho corriéndose el pelo hacia atrás.

- Si – acaricio el pelo del más alto – Siempre eres tan amable conmigo

- No es solo amabilidad – refunfuño el más bajo – El te aam…

- ¡Te admiro! – cubrió rápidamente la boca de Taemin.

- Puf… planeas matarme – exclamó molesto apartando la mano de Minho.

- Si dices estupideces… tal vez – dijo Minho en tono amenazante. Después sonrió amablemente al cantante. Era como si al ver el rostro de Max Changmin el delicado rostro de Minho se iluminaba.

 

Changmin sonreía de gusto, sus dos compañeros de  SM seguían siendo tan alegres y joviales como cuando los conoció hace años. Compartían la misma compañía disquera, como escenario o video clips. Ambos jóvenes pertenecían a una famosa boy band de chicos llamados Shinee, que constaban de otros tres integrantes. De alguna manera el cantante  había entablado una amistad con todos los integrantes, especialmente con Minho, quien siempre parecía seguirlo. <<- Sunbae soy tu máximo admirador>> esas fueron las primeras palabras de Minho cuando conoció a Max Changmin.

 

- ¿Si quieres nos quedamos contigo? – dijo Minho con una sonrisa.

- ¡Que! ¡Me mentiste Choi Minho! – dijo sepultando su vista en el más alto – Solo vendríamos a ver al sunbae… mañana tenemos ensayo…

- Pero… pero….

- Ve – apoyo su mano sobre el hombro de Minho y froto su pelo – Gracias por tu visita.

-  ¡Ven! – jalo a Minho lejos de Changmin – Nos veremos – fingió reír.

- Me alegra que volvieras a Seúl – musito tímidamente Minho. Su corazón latía fuertemente de solo volver a ver a Max Changmin. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo tuvo tan cerca.

 

Changmin sólo esbozo una dulce sonrisa ante la tímida mirada de Minho. Después su mirada volteo hacia la habitación de Junsu, pues se quedaría junto a su amigo hasta que despertara.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨

 

 

-  Minho dime… – musito Taemin mientras descendían pisos tras piso dentro del ascensor – ¿En verdad sientes algo por él?

- ¿Eh?  este… este – agacho la mirada.

- Sabes que eso es imposible – apoyo la manos sobre el más alto, buscando reconfortarlo –   Con frecuencia nos meten en relaciones ficticias, sabemos que es mentira pero que sucedería si resultara ser cierto.

- Lo sé – musito decaído.

- Entonces debes olvidar al sunbae. El es un gran cantante y solo te ve como un amigo. No quiero que salgas lastimado si él te rechaza – respiró  profundo antes de seguir hablando a Minho – Debes seguir concentrándote en tu carrera.

- Lo sé – volvió a musitar decaído. No importaba cuantas veces Taemin le repitiera esas palabras, no importaba si fueran años o siglos, él seguiría manteniendo sus sentimientos por Max Changmin. No podía borrar de un plumazo lo que su corazón había sentido por tantos años.

 

 

*************************

 

 

Ver recostado a Junsu, era algo que Max Changmin no le resultaba novedoso. Desde que ambos se conocieron fueron grandes amigos. Con frecuencia Max Changmin se quedaba a dormir en la mansión de la familia Han-Jung y siempre dormía en la misma cama que su amigo.

 

Cogió una silla y la acerco hasta la cama de Junsu. Lo contemplo unos instantes, besó la frente del chico dormido y se recostó en la incómoda silla.

 

Como si despertase de una terrible pesadilla, Junsu se levanto. Estaba mareado por el somnífero, pero eso no impidió que se levantase de la cama. Su mente pensaba en el paradero de Jaejoong. Si su hermano no hacía nada,  debía ir a rescatarlo. Se desplazo sigilosamente hasta la puerta, para no despertar al cantante.

 

- ¿A dónde vas?

- ¿te desperté?

- No, solo cerré los ojos. No puedes moverte – abandono la silla y cogió la mano de Junsu.

- ¡No! – intentó apartar al cantante - ¡debo ayudarlo! ¡déjame!

- No  puedo – cogió fuertemente la muñeca del más bajo.

- Yunho te lo pidió – agacha la mirada – Siempre se hace su maldita voluntad.

- ¿Por qué hablas así de tu hermano? – musito el cantante.

- Y lo preguntas, jamás lo perdone por lo que me hizo hace años. Hacerle eso a su propio hermano. Es un hombre despiadado, sin emociones, es un maldito demonio.

 

El cantante cogió del cuerpo a Junsu y lo elevo del suelo. Lo sostuvo en sus brazos unos instantes, fijo su atención en los bellos rasgos del joven, en especial los labios. Después lo deposito sobre la cama de la habitación. La mirada del cantante se torno angustiante, pero aún así no agacho la cabeza. Había estado guardando un secreto desde hace tantos años, tal secreto clamaba salir de su pecho. Ya no podía seguir ocultándolo, debía decírselo a Junsu.

 

Junsu veía aquellos angustiantes ojos de su amigo. Era la primera vez que veía esa débil mirada en los ojos del cantante. Max Changmin era de los que sonreía y contaba todo con alegría, muy pocas veces hablaba enserio. Junsu siempre le decía que Max Changmin sería como Peter Pan, ya que no parecía crecer, solo en altura. Su mente seguía siendo tan pura e inocente como la de un niño. Pero ahora Junsu estaba preocupado. El silencio le era incomodo y más la angustiante mirada del cantante. Se veía como cuando alguien se está  debatiendo entre el silencio y las palabras. Como cuando alguien tiene que hacer una pausa antes de una terrible o agradable confesión. Así era el silencio del cantante. Junsu solo aguardo a que Max Changmin hablase. 

Notas finales:

WIIII (n__n) Otro capitulo escrito y editado en tiempo record.

Espero que os siga gustando. Siento cada vez, siento más cerca el final del fic,  (U__U) y eso  me entristece. Bueno, pero a dejar eso para más adelante. Aquí os dejo otro capítulo.

(>__<) Espero que les guste, hay nuevos personajes. Todo para seguir complementando la historia.

Agradezco vuestros comentarios. Me despido hasta la próxima. Espero que sea pronto, ojala apruebe todos los parciales.

 


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