Él no pudo terminar de hablar, cuando sintió a que el otro acortaba distancia entre sus cuerpos luego comenzó a besarle desesperado. El más joven estaba sorprendido ya que eso lo había tomado desprevenido. El más alto actuaba rápido y puso el rostro delicado del más joven entre sus manos para hacerle responder a sus besos.
- Es… espera – dice intentando alejar al más alto.
- No – vuelve a tomarlo de la cintura, con más fuerza entre sus viriles brazos.
- Espera – dice sonrojándose – No… no podemos hacer esto
- Eh… podemos y lo haremos – observa la entre pierna del más joven – Además debemos atender eso.
- Eso… eso… – cubre asustado su erección – No… no es nada.
- ¿No me escuchaste? – susurra el más alto – No te dije que si querías experimentar con un hombre lo hicieras conmigo – vuelve a fundir su boca con la del más joven.
El corazón de Him Chan latía tan rápido que sentía que iba a salirse de su pecho. Así que poco a poco fue correspondiendo al beso de Yong Guk. No podía creer que estuviera besando a Yong Guk, así que dejo que el alto lo guiara. Cuando la lengua del más alto pidió entrada en su boca Him Chan la abrió tembloroso y con timidez. Oyó una risita y luego sintió una lengua lamer por completo sus labio, abrió mas la boca dejando a Yong Guk la oportunidad de explorar por completo su boca. Después Him Chan comenzó a jadear.
- Tu piel es tan suave – susurro el más alto sin apartar sus labios de los de Him Chan. Estaba acariciando debajo de la camisa del más joven, llegando hasta el torso y los pezones.
Esas caricias hicieron que la lengua de Him Chan chocara contra la de Yong Guk correspondiendo por completo al beso. Los besos del más alto eran cada vez más necesitados, lo que llevo a Him Chan a soltar un gemido ahogado de placer. Entonces Yong Guk se detuvo y se alejo, dejando al más joven confuso. Luego Yong Guk lo tomo de los hombros y lo echo a la cama.
Him Chan sintió un peso extra, sintió al más alto. Sin tiempo a responder, Yong Guk metió nuevamente su lengua en su boca. Sintió como el más alto profundizaba el beso, mientras comenzó a sentir las formidables manos de su amigo acariciar sus muslos frotando sus piernas de arriba hacia abajo recorriéndolas por completo.
Him Chan rompió el beso cuando sintió como las viriles manos de Yong Guk rozaban su miembro el cual ya estaba pidiendo salir de esos ajustados pantalones. Podía sentirlo a través de los pantalones, una sensación tan placentera que comenzó a sentir que ardía y que el placer lo haría explotar. Él nunca había sentido algo como eso. Después sintió como el más alto se acomodaba sobre él para que ambos estuvieran juntos. Era algo extraño, pero demasiado placentero sentir el miembro de Yong Guk rozar contra el suyo sobre la delgada tela de sus pantalones, se arrepentía de llevar semejante prenda tan ajustada pues la sangre comenzó a bajar aún más a su virilidad.
Así mismo Yong Guk sintió crecer con fuerza su propio miembro. Hizo una mueca y después enseño su habitual sonrisa. Desabotono cuidadosamente el pantalón del más joven. Bajo el pedazo de tela hasta liberar al miembro de Him Chan. Sin desearlo Him Chan se retorció sobre su espalda al sentir como alguien lamia su parte baja. Emitió leves gemidos.
Hundió su boca hasta tener dentro todo el miembro del más joven. Casi tocando su garganta. Lentamente se movió, una y otra vez. Lamia y succionaba. Him Chan emitió un leve gemido, cogió fuertemente del pelo a Yong Guk para acelerar los movimientos. Después se retorció sobre las sabanas ante la boca del más alto.
– Es… espera – dice entrecortado, apenas podía respirar, sentía demasiado placer por parte de la boca de Yong Guk en su miembro – Yong… espera nnh…
Yong Guk se negó a detenerse, lo que lo obligo a intensificar su accionar sobre el miembro de Him Chan, haciendo que este gimiera más fuerte. La paciencia del más alto culmino con ese gemido, tirando de los pantalones de Him Chan y lanzándolos por el aire. Después rasgo la camisa e imito la misma acción, lanzándolos por el aire. Observo desde su perspectiva el cuerpo completamente desnudo de Him Chan, haciendo una débil mueca de satisfacción al ver la erección del más joven. Ante la mirada de Yong Guk, el más joven intento cubrir su erección con ambas manos, pero Yong Guk la aparto.
– Me gusta verte así – sonrió. Besó la boca de Him Chan, después sus labios bajaron hasta la suave piel del cuello. Lo que obligo a que Him Chan gimiera más fuerte. Yong Guk siguió usando su lengua para saborear el toso de su amigo, succionando los pezones y saboreándolos con la lengua.
Yong Guk siguió usando su lengua para recorrer el cuerpo de Him Chan mientras sus manos rozaban sobre la erección del otro. El rose se convirtió en agarre y luego en movimientos ascendentes y descendentes mientras su lengua se enredaba con la de Him Chan.
Mientras el más alto acariciaba su virilidad, Him Chan decidió introducirse los dedos para dilatar su zona oculta. De adentro hacia afuera al mismo ritmo que Yong Guk acariciaba su virilidad.
Algo molesto Yong Guk aparto la mano de Him Chan – Esta noche disfrutaras al máximo de cómo es hacerlo con un verdadero hombre – deslizo sus masculinas manos hasta la entrada de Him Chan. Decidido a prepararlo tomó su dedo índice y comenzó a rodear la entrada del más joven antes de meterlo dentro.
– Así no – chillo Him Chan antes que Yong Guk introdujese el dedo en su entrada.
– ¿Te lastime?
– No, estoy bien – volteo hasta la mesita de luz y esculco en uno de los cajones hasta dar con un frasco que usaba con frecuencia – Con esto es más placentero – entrego un frasco de lubricantes al más alto.
Yong Guk no respondió solo cogió el frasco, que parecía haberse usado varias veces ya que casi no quedaba mucho en su interior. Hizo una mueca de disgusto imaginado cuantas veces Him Chan lo habría hecho con aquel hombre. Lo siguiente que sintió Him Chan fue como Yong Guk le abrió las piernas. Luego Bang le levantó la cadera al aire dejando al descubierto su cuerpo desnudo por completo y una magnifica vista de su entrada. El más joven siseo al sentir un líquido frio repentinamente en su entrada. Después de haber lubricado la entrada de Him Chan, el más alto unto lubricante en sus dedos, luego con sumo cuidado volvió a introducir su dedo en la entrada de Him Chan. Debía admitirlo que le fue más fácil hacerlo, alzo la pierna de Him Chan sobre su hombro mientras sacaba el primer dedo y metiendo dos al mismo tiempo.
- Mmmmmh – expreso Him Chan con lujuria al sentir los dedos de Yong Guk en su interior.
Al ver aquella expresión tan lujuriosa y sexy en el rostro de Him Chan, Yong Guk no soporto más, su miembro golpeaba con su pantalón, así que decidió liberarlo.
Sin esperarlo Him Chan sintió algo más grande en su interior que los dedos de Yong Guk. Lo que lo llevo a gemir más alto y más excitado. Aquello empujaba débilmente en su entrada, con delicadeza, tan diferente de sus anteriores conquistas. Aunque estaba acostumbrado al sexo, el miembro de Yong Guk era el mejor que había sentido en su interior.
- Seré cuidadoso – susurro acariciando el bien formado torso de Him Chan. Ante el tacto la piel se sentía lisa y suave, un cuerpo perfectamente trabajado en musculatura.
Gimiendo placentero al sentir en su interior el miembro del más alto Him Chan decide mover sus caderas, clara señal que deseaba más. Yong Guk lamio sus labios esbozando una gran sonrisa, enseñando su perfecta dentadura.
- Eres jodidamente estrecho – dice iniciando a moverse de adentro hacia afuera, lentamente ya que sentía como las paredes del otro se contraían – Aún así me gustas
<<Eres el mejor>> pensó cuando Yong Guk comenzó a moverse más rápido, lo que lo llevo a gemir y gemir cada vez mas fuerte, pues se sentía pleno con el más alto dentro de él. Yong Guk daba estocadas cada vez más fuertes sin dejar de ser dulce con Him Chan. Después lo cogió por las caderas para ir mas dentro de él haciendo que sus cuerpos chocaran con cada envestida, Him Chan gritaba de placer cada vez que sentía que Yong Guk le tocaba ese punto especial, si bien trataba de cubrir sus gritos con la almohada o con las sabanas, no pudo más, deseaba gritar por el placer que sentía por dentro.
- Más, más, más, Yong… más – gimió – s… sie…siento.. Siento que voy…a – tomó aire – voy a explotar - dijo entre cortado.
La simple advertencia de Him Chan llegando al límite dio al más alto un último, pero definitivo impulso así que empezó a empujar más fuerte contra las caderas del más joven y busco sus labios, coló su lengua dentro de su boca fundiéndose en un beso pasional. Después Him Chan sintió el mayor placer que ningún hombre le había podido ofrecer; Yong Guk llenándolo por dentro, ese cálido y espesó liquido recorrer sus entrañas le era como tocar el cielo con las manos. Yong Guk cayó sobre el más joven, escuchando las respiraciones agitadas de ambos, agotado y excitado, comenzó a retorcerse para luego salir del interior de Him Chan y echarse a su lado. El teléfono sonaba insistente, molesto por el ruido el más alto lanzo el aparto contra la pared. Se recostó junto a Him Chan y lo rodeo con sus viriles brazos.
- A partir de hoy cada vez que necesites hacer esto – sonrió enseñando sus magníficos dientes, una sonrisa de ensueño – Hazlo solo conmigo.
- ¡Amaneció! – miro su Rolex, obsequio de Yong Guk – Llegaremos tarde al trabajo.
- Hoy no tomaremos el día – beso los labios de Him Chan, quien aún no salía de su asombro. Creía estar soñando, pero era real su cuerpo chocaba contra el cuerpo masculino de su líder.
- Eres el líder de la sección, debes dar el ejemplo – intento reclamar.
- Es tu culpa – acaricio el pelo de Him Chan y lo beso con dulzura. Esperando que Him Chan entendiera sus sentimientos. Esperando seguir siempre juntos.
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Rumbo a la casa de Jaejoong, estacionó en una esquina que marcaba el semáforo en rojo. Sintió una llamada, observo el localizador de llamadas y decía “mansión”. Molesto pensando que sería Sebastián insistiendo en que hablase con su madre corto la llamada. Después antes de arrancar volvió a recibir una llamada “desconocido”
- Hola – contestó desganado – ¡Cuánto tiempo! – cambio la expresión de su rostro.
- Bastante. ¿Podemos hablar un momento?
- Bueno – dudo – estaba por ir a otro lugar – pensó en la casa de Jaejoong.
- Insisto, lo que tengo que decirte te interesa.
- Acepto – sonrió – Nos vemos en algunos minutos ¿te parece si voy a tu estudio?
- Si. Te estaré esperando.
Junsu giro el volante en U para regresar hacia la zona céntrica de Seúl. La llamada lo sorprendía, pero era un amigo el que lo llamaba y no podía negarse.
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Yoochun abrió de manera exorbitante sus ojos, no comprendía lo que su jefe le estaba anunciando.
- Volviste a tu viejo puesto – señalo el sillón del escritorio. Una clara invitación para que Yoochun retomara su puesto – ¿Cómo lo supiste?
- ¡Eh! – replico asombrado. No estaba enterrado en lo más mínimo de que había retomado su puesto. Además nadie se lo había informado.
Con gestos astuto Kim KiBum le explica a Yoochun que debido al magnífico accionar con el que había resguardado la integridad de la famosa estrella Max Changmin. Los altos jefes de la policía quedaron bastante impresionados. Ya que no solo frustro un atentado en el aeropuerto, sino dentro del hotel, sin olvidar cuando la estrella estaba en una firma de autógrafos. Yoochun ese día había detectado a un grupo de mujeres de actitud sospechoso, usando su astucia logro diferenciarlas de las miles de fanáticas en el lugar. Aquellas mujeres que solo observaban desde lejos estaban disfrazadas de colegialas. Efectivamente aquellas mujeres traían armas en su poder, estaban dispuestas a asesinar a Max Changmin. Yoochun de solo recordar esos estresantes día se sentía abatido. Nunca imagino que una simple estrella de rock tuviese tantos enemigos, la mayoría mujeres. Aunque solo eran grupos minoritarios, jamás decían de donde o como tenían esas armas.
Kim KiBum agrego que el mismo cantante había dado excelentes referencias de Yoochun ante los superiores. Quienes volvieron a reafirmar la entereza y liderazgo del teniente Park ante situaciones extremas, casi terroristas. El teniente no salía de su asombro, solo fueron algunos días y retomo su tan amado puesto. Todo parecía volver a su normal estado, salvo una cosa.
- ¿Qué sucederá con la estrella de rock? – pregunto Yoochun algo desconfiado de su reciente reincorporación.
- Decidieron que los atentados dejaron de ser ajenos a un simple intento de antifans. Se calcula que detrás de eso hay acciones terroristas, por lo que la central de división de inteligencia se encargara de llevar la protección del cantante. – sonrió KiBum – Aún así están impresionados con tu trabajo.
Yoochun no salía de su asombro, algo no encajaba en el relato de KiBum, ser restituido en tan poco tiempo, era muy fácil.
El teniente Yoochun estaba consciente que era merecedor del puesto como jefe de esa departamental policial. Se consideraba un hombre inteligente, autoritario, firme y con convicciones de justicia, con un espíritu indómito, lucido, confiado y astuto. Su cerebro divago en un mar de pensamientos, hasta detenerse en el recuerdo de la última vez que vio al cantante.
No hace más de un día que el cantante admitió en su rostro que cuidaría de Junsu, que se quedaría cerca de él. Esa idea molestaba a Yoochun, lo alarmaba y confundía aún más. Sin más que decir hizo una reverencia ante su superior, KiBum imito la acción, alagándolo por cuidar de Max Changmin.
El teniente hizo una mueca asqueado al escuchar el nombre del cantante, le disgustaba y mucho.
- Sé que te molestó convertirte en el custodio del cantante – intentó animar el rostro de Yoochun. Ya que lo único que KiBum había escuchado hace una semana, eran las quejas de Yoochun de la molestia de haberse convertido en el niñero de una famosa estrella de música.
- De cierta forma fue entretenido – dice Yoochun retomando el lugar en su escritorio. Pero lo que en realidad deseaba decir era <<Solo fue un estorbo>>
Antes de que Kim KiBum respondiera su móvil empezó a sonar insistente. Hábilmente contesto la llamada. Su tranquila mirada se torno perturbada – ¿Hace cuanto? – preguntó con tono grave KiBum - ¿Él está bien? – acento levemente. Yoochun no comprendía nada, pero el rostro de KiBum decía que no era nada bueno – Entiendo. Si, iré en seguida.
- ¿sucedió algo malo? – dice en tono despreocupado, como si fuera una pregunta de rutina.
KiBum dudo en responder – El cantante Max Changmin sufrió otro atentado mientras estaba en compañía de un amigo – dice con un tono serio.
Yoochun se levanto abruptamente de su escritorio. Tomo nuevamente su placa como teniente en jefe para acompañar a KiBum. No le interesaba la seguridad del cantante, sino que temía que Junsu fuese el amigo que estaba con Max Changmin a la hora del atentado. Deseaba que Junsu no fuese aquel amigo, pero era lo que más temía pues ambos eran tan cercanos.
Los grupos denominados antifans del cantante eran cada vez más perversos. Este nuevo atentado fue dentro del edificio de la compañía del cantante. Alrededor de dicho edificio había una cuadrilla de oficiales de la policía, bomberos y la prensa. Diferentes canales de televisión, radio y revistas habían acudido al lugar al enterrarse de dicho atentado.
Las noticias aún eran confusas sobre lo sucedido en el atentado: “una bomba estallo en uno de los pisos de la SM” “estallo dentro del ascensor” otros decían “la bomba daño el rostro del cantante”. Todos rumores vagos y conclusiones sacadas por terceros. Lo único seguro era la detonación de un explosivo en uno de los pisos de la SM, compañía disquera que representaba a la famosa estrella de rock Max Changmin.
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Buscó entre la enorme cama, tanteo buscando el cuerpo de alguien y al no encontrarlo despego su rostro del las sabanas. Levanto la mirada y no había nadie en la cama. Estaba él desnudo solamente cubierto por las sabanas. Intento levantarse y buscar desaforadamente a quien deseaba ver.
- Buenos días – sonrió seductoramente.
Él sintió alivio al verlo salir del cuarto de baño. A diferencia de su cuerpo desnudo el otro estaba vestido con ropa formal.
- ¿Vas a alguna fiesta? – mira hacia el enorme ventanal y ve que aún brillaba el sol.
- Te deje el almuerzo en la mesa – dice Heechul sin contestar la pregunta y voltea para verse en el espejo y acomodarse el saco. Vestido de gala peros sin corbata lo que le quitaba cierto aire de fiesta de gala.
- Me estas dejando – gruño
- No te estoy dejando – continuo observándose en el espejo e hizo una mueca – Quien me dejo hace años fuiste tú – hizo una sonrisa de costado – Además nunca tuvimos una relación más allá del sexo – acomodo su pelo y volteo hacia Siwon.
- Nunca te dejé – frunció el entrecejo – Tu siempre me dijiste que “solo teníamos sexo casual y nada más” - ahogo una risa sarcástica – Recuerdo que cuando intente presentarte ante Ye Eun, tú mismo te presentaste como un amigo mío… ¿recuerdas?
- Lo olvide – fingió un gesto desdeñoso que provoco la risa de Siwon. En ese tiempo Ye Eun aún era una niña que apenas iniciaba los primeros años de la primaria por lo que Heechul pensó que era muy pronto para presentarse como la futura pareja de Siwon. Además Heechul temía al compromiso, no quería atarse a ninguna familia ya que temía lastimarlos al igual que su madre lo había hecho con la suya. Y apreciaba mucho a la familia de Siwon como para lastimarlos si la relación no funcionaba y más por la pequeña Ye Eun.
- ¿A dónde vas? – pregunto, ya que si respondía iniciaría una nueva pelea con Heechul.
Heechul sepulto su vista en su pantalla LCD. Hizo una mueca mostrándose interesante antes de responder la curiosidad de Siwon.
- Tengo que ir a un lugar a recibir a una distinguida dama – guardo su móvil en el bolsillo del pantalón – Simple protocolo social – dijo para tranquilizar a Siwon ya que sabía que aquel hombre pensaba que él se encontraría con algún amante.
- Déjalo – rodeo con su brazos alrededor de la cintura de Heechul – Quédate este día junto a mi – susurro dulcemente sobre el cuello de más joven.
- No puedo – beso los labios de Siwon. Acción que dejo a Siwon sorprendido, sentía ese beso un beso de despedida.
Después Heechul lo dejo en la habitación, marchándose al mismo instante que Siwon bajase la guardia. Siwon estaba decidido a ir a buscarlo, pero su móvil sonó, desplego la pantalla LCD y contesto la llamada.
- ¿Cómo? – grito exasperado lo que hizo que Heechul volviera a la habitación - ¡¿Cómo esta?! ¿Él está bien? – pregunto resollando – Si, si… resguarden el lugar. Si algo malo le sucedió ustedes pagaran las consecuencias.
- ¿Qué paso? – pregunto intrigado al ver la expresión de desesperación e Siwon.
Volteo hacia Heechul, pero no respondió. Buscó su ropa e inmediatamente se vistió. Ese silencio preocupaba a Heechul temiendo que algo malo le hubiese ocurrido a Ye Eun. Cuando intento hablar, Siwon lo abrazo fuertemente. Un abrazo tan necesitado como si buscara ser reconfortado en los brazos de Heechul. Abrazo que correspondió sin decir nada.
- Hoy te perdono – dice Siwon besando la mejilla del más bajo – Son asuntos de negocio, nada importante.
- No parecía nada importante sino todo lo contrario – fijo sus ojos en los de Siwon.
- Ve a buscar a tu dama – acaricio la mejilla del más bajo e intento una sonrisa forzada así despreocupar a Heechul – pero si esa maldita se enamora de ti o se atreve a tocarte, la asesino. Ahora que te tengo no te dejare.
- Idiota – volteo su rostro – Sigues siendo tan impulsivo como cuando te conocí, pensé que con los años has madurado.
- Eres tu quien me hace ser así de impulsivo – beso los labios de Heechul.
Por más que Heechul intentase resistirse o negarse, no podía con Siwon. Correspondió al beso antes de despedirse uno del otro.
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A la pista de aterrizaje descendía un avión proveniente de Milan, Italia. Como es habitual en el aeropuerto de Icheon y cual quien aeropuerto internacional, se produce el desembarque de pasajeros. La terminal del aeropuerto lucia normalmente, el volumen de pasajeros era normal. Heechul no estaba acostumbrado a esperar en el vestíbulo de desembarque, miraba incesante su costoso reloj de mano, regalo de Yunho hace no más de un año. Desde su perspectiva observaba el vestíbulo de chequeo, la sala de embarque, bandas de equipaje, puertas de salida, un restaurante, tiendas, bancos, cajas de cambio, el servicio de baños. Por protocolo decidió esperar parado, a pesar de empezar a cansarse.
Terminando los habituales controles migratorios, control de pasaporte y aduana. Una distinguida dama toma su bolso de mano y con la cabeza erguida abandona la sala de controles. Una mujer con presencia que robaba todas las miradas de los empleados y pasajeros. Un tanto molesta por las miradas y el cansancio del viaje cubre sus ojos con gafas oscuras y acomoda el colgante de brillantes. Con pasos firmes y elegantes atraviesa el pasillo para llegar al vestíbulo de desembarque. Seguida por empleados aeroportuarios que llevaba sus más de 20 maletas en carritos de viaje.
- ¿Esperaste mucho? – su risa es fría, sin ninguna pizca de humor. El paso que da ella es tan rápido que apenas le da tiempo a él de retroceder.
- Lo suficiente – responde Heechul con una reverencia.
- ¿Viniste tu solo? – gira los ojos con suma elegancia por los alrededores esperando encontrar a alguien más.
- Sí, me disculpo si con mi compañía no es suficiente – sonrió.
Absorta como es su costumbre señala su equipaje. Heechul rápidamente entiende la señal, como ese día no contaba con la presencia de Him Chan ni Yong Guk, desconocía donde estaban, decidió ir en compañía de otros custodios de igual elite que los dos anteriores. Señalándoles que cogieran las maletas para llevarlo hasta la lujosa limusina que estaba aparcada en la entrada de aeropuerto.