Fregó sus ojos para despabilarse, el dolor de la resaca los llevó a recordar lo sucedido antes de caer dormido << ¡Yoochun!>> se sobresaltó del descanso entre las sabanas de la cama, de la cual no sabía cómo parado ahí. Temeroso inspecciona a su costado derecho, no había rastro alguno de que Yoochun durmiera en la misma cama con él. Revisó su vestimenta, para comprobar que no había sucedido nada como consecuencia de su borrachera. Su camisa seguía abotonada, no había rotura de botones. Su pantalón parecía completamente asegurado, sin signos de violación o algo parecido. Palpó su cuerpo y todo seguía intacto, respiró aliviado al no haber cometido una estupidez con Yoochun. ¿Aliviado? ¿Aliviado de no haber hecho el amor con Yoochun? Esa era la sensación más triste del mundo para Junsu.
Cogió su cabeza con pesadez, la resaca era lo único que odiaba después de beber. Intentó buscar a Yoochun, pero sólo se topó con una nota que celosamente descansaba en el mueble junto al espejo de la habitación. Fue en ese instante que Junsu recordó como había llegado hasta esa habitación de hotel.
“Aún roncas al dormir, igual te veías tierno.
Si quieres saberlo, no. No abuse de ti. Te traje a este lugar y me fui cuando te quedaste dormido. La habitación del hotel esta paga. Refréscate, más tarde nos veremos en la central.
¡Ah! Casi lo olvido, te deje un obsequio junto a la nota.
Pd: Accidentalmente pise tu celular.”
Junsu terminó de leer la nota y vio una pequeña caja de cartón rojo con la forma de un corazón. Intrigado cogió el corazón de cartón, lo abrió con ansiedad y suma curiosidad, pero su ansiedad se transformó en decepción. Vacía. La caja estaba completamente vacía salvo por unas extrañas letras escritas al fondo de la caja. “Que puede iluminar al mundo entero en un segundo y envolver todo de obscuridad rápidamente.”
- Idiota – bufó molesto viendo la carta con decepción ante el supuesto obsequio. Tan enfadado estaba él, que intentó romper la carta, pero se detuvo al ver que en el reverso de la misma estaban escritas otras palabras. Se propuso a leerlas.
“Se cuanto odias las adivinanzas, disfruta del regalo. Si logras descifrar su significado, puedes pedirme lo que quieras, por ejemplo deshacer nuestro trato”
- Un completo idiota – gruñó viendo con intriga la caja en forma de corazón, él no tenía ni la menor idea del significado de ese objeto. Una parte de su mente quería hallar la respuesta para deshacer del trato de pagar con su cuerpo, pero otra parte de su mente, su corazón, quería obtener la respuesta para que Yoochun cumpliese su palabra “puedes pedirme lo que quieras”
¨*¨*¨*¨*¨
El pelinegro estornudo.
- ¿Estás enfermo? – preguntó con cierta preocupación el comandante Lee. A lo que Yoochun respondió con una sonrisa, signo evidente de su buen estado de salud físico y emocional – ¿Ha sucedido algo bueno para tener esa sonrisita?
- ¿Por qué lo pregunta? – intenta evadir la inquisidora mirada del comandante.
- Estas sonriendo, hasta pareces alegre. ¿Tuviste buena noche?
- La mejor – no pudo evitar sonreír enseñando su perfecta dentadura. No solo se sentía victorioso al haber visto como Junsu dormía plácidamente, sino que había destruido el celular del más joven ya que aquella mujer no paraba de llamarlo. En su sonrisa cantaba victoria sobre aquella mujer – He analizado los informes de la oficina de forense – dijo para no generar otro interrogatorio por parte del comandante acerca de su buen estado de ánimo. En parte se debía al ver como descansaba un ángel entre sus brazos, pero también se debía a pronta resolución del caso de triple homicidio – Coteje la veracidad de los testimonios de las familias de los jóvenes asesinados, cada uno de esos jóvenes tenían problemas con su familia, eran considerados chicos problemas. La manera en que murieron fue brutal y con cizaña.
- ¿Sigues con la teoría de que fueron los Yakuza de Tokio los responsables de la muerte de esos jóvenes? – preguntó el comandante habiendo leído el primer informe del teniente Park. Fascinado por la pronta muestra de una hipótesis que en sí, podía ser verdadera.
- Hime-sama – respondió él con concentración – Ella es la clave para mi hipótesis, la líder del clan Yakuza de Tokio es mi única pista con el triple homicidio de esos jóvenes y los atentados al cantante Shim – puso su mano bajo su barbilla – Ahora la pregunta es saber ¿Por qué una líder de los Yakuza tendría como objetivo a un cantante?
- Según el informe de Investigación, el cantante es un joven nacido en Corea del Sur. A sus diez años fue considerado una mente brillante, por ende consiguió una beca en la prestigiosa academia Yonsei. A los 14 años adiciono para la SM…
- Un chico con una vida normal – irrumpió Park, pues había leído el informe – Lo único que me llamó la atención fue saber que su abuelo paterno era amigo del fallecido empresario Han-Jung. Salvo ese detalle, me parece un chico común – fue sorpresivo para él enterarse que el abuelo de Junsu conocía al abuelo de Changmin. Tal vez esa coincidencia los llevó a ambos a tener una amistad.
La puerta de la oficina se abrió y desde la misma un oficial informa la presencia del cantante Max Changmin.
- Creo que él responderá todas tu preguntas – dijo confiado el comandante Lee.
Changmin había sido citado para una nueva declaración, aún cansado, aceptó. Lo que nunca esperó, fue ver en la sala de interrogatorios al teniente Park Yoochun. El amor de Junsu y su potencial rival.
Yoochun vio el rostro de sorpresa en el cantante. Asombrado era poco decir, el cantante palideció ante su presencia.
- Lamento que nuestros encuentros sean en estas circunstancias – se excuso el teniente – Se que está muy ocupado para su próximo show, así sólo serán una preguntas breves.
- El comandante Lee me informó que habría un nuevo investigador – dijo mientras tomaba asiento con total confianza. Por más que detestaba a ese hombre por dañar a Junsu, no podía odiarlo ya que había salvado su vida en el aeropuerto – No esperaba que fuera usted ese nuevo investigador. ¿Qué lo llevo a querer ayudar en este caso?
Yoochun sonrió de costado con suficiencia <<-Si supieras que Junsu me lo suplico, si supieras que paso la noche conmigo y no en tus malditos brazos>>
- Tengo algunas hipótesis sobre el posible responsable de los atentados contra usted – explicó enseñando la nota anónima que el cantante recibió hace algunos días atrás – Gracias al descuido de ella al enviarle esta nota.
- ¿Ella? – preguntó sorprendido al escuchar un “ella”, una mujer era la culpable.
- Usted es una famosa estrella de música ¿ha tenido muchas parejas? – preguntó con frialdad. Changmin se tenso y se negó a responder – Es de suma importancia que responda a mis preguntas – ante la negativa del cantante explico sus hipótesis – Según los análisis que se le hicieron a la nota anónima hay un 99% de probabilidades que la haya escrito una mujer – mentía ya que esas eran sus hipótesis, los análisis eran nulos e insatisfactorios.
El cantante suspiró.
- No he tenido parejas estables, sólo romances fugaces.
- ¿En estos momentos está en alguna relación fugaz? – preguntó con gran expectativa. Casi saboreaba que la respuesta fuera Junsu.
- No – respondió olvidando su vergüenza. Ante su respuesta KangTa ingresó con furia a la sala de interrogatorios.
- ¡Qué es este atropello! – exclamó molesto – ¡Parece el reportaje de una revista de moda!
Los oficiales intentaron sacar al representante de la estrella de rock, pero Yoochun se los impidió. Notó que la permanencia del hombre destensaba al cantante.
- Me ha dicho que tuvo romances fugaces – dijo simplificando sus palabras ante la gélida mirada de KangTa – ¿Podría hacer una lista con las personas con las que salió en los últimos tres años?
- ¡Pero esto…! – alzó la voz KangTa, que no pudo seguir con sus reclamos ya que Changmin acató el pedido del teniente Park. Cogió un lápiz y papel así escribir los nombres de sus relaciones fugaces.
- Le doy mi palabra que esta lista será confidencial – aclaró Yoochun al molesto representante.
- Eso espero – gruñó KangTa viendo a su representado anotar nombre tras nombre.
Al finalizar con las lista, Changmin le entregó la lista a Yoochun. Éste lucia ansioso esperando encontrar entre esos romances fugaces el nombre de Junsu. Con una curiosidad imparable leyó la lista de nombres, todas mujeres y ningún hombre.
- Sólo 20 mujeres – dijo como decepcionado, los rumores acerca de la elección sexual del cantante parecían ser falsas, entonces porque Junsu le había dicho aquellas palabras.
- La vida de un músico es muy agobiante, no deja tiempo para los romances – dijo el cantante viendo la expresión de sorpresa en Yoochun – Tampoco crea todo lo que escucha sobre mí, la mayoría son mentiras – miro fijamente a Yoochun – Además mi corazón esta ocupado.
Esas palabras sorprendieron al teniente Park, quien volvió a leer la lista de conquistas del cantante, ningún nombre parecía llamarle la atención. Seria agotador, pero debía preguntar por cada una de ellas cosas como ¿Dónde se conocieron? ¿Cuánto duro la relación?
Con total tranquilidad el cantante respondió cada uno de esas preguntas con cada una de sus supuestas noviecitas. Ninguna de ellas parecía entrar en el perfil que buscaba Yoochun. Todas habían sido las que rompieron con el cantante.
- No estoy muy convencido con esta lista – dijo poniendo énfasis en su mirada al cantante. Debía haber algo, no podía estar equivocado con su corazonada.
- En eso estamos de acuerdo – dijo KangTa con soberbia al teniente – Las mujeres de esa lista son los romances que Changmin tuvo que ocultar, todas ellas terminaron dejándolo, salvo una…
Max Changmin no parecía entender de qué mujer hablaba su representante.
- ¿Falta alguien en esta lista? – preguntó como si esperase otro nombre, una señal para que sus deducciones fueran acertadas.
- Una modelo – aclaró KangTa.
- Hyung, yo no recuerdo haber salido con ninguna modelo – recriminó a su manager. No recordaba a ninguna mujer, pero a su ente vino aquel recuerdo de esa mujer. Abrió los ojos como platos – Pero no tuve ninguna relación con ella.
- ¿De qué mujer están hablando? – preguntó viendo como el cantante y su manager se miraban debatiendo aquella posible relación.
- No recuerdo su nombre – dijo Changmin intentando recordarla.
- Hace dos años Changmin dio una entrevista a una famosa revista de Tokio, lo entrevistó la misma modelo con la que hizo las sesiones de fotos – Changmin abrió los ojos al recordar haberle contado la misma anécdota a Taemin – Para conocer mejor la ciudad la modelo se ofreció a ser la guía de Changmin. Ella creyó que era una cita o algo así, en el parque de diversiones varios paparazis les tomaron fotografías juntos e inventaron un romance – aclaró KangTa ante el repentino silencio de Max Changmin – Ella afirmó el romance y Changmin lo negó.
- Todo fue una confusión – dijo el cantante reponiéndose de la sorpresa al recordar ese día en el parque de diversiones – Ella entendió que al darle un anillo teníamos una relación amorosa – él quedo pensativo al recordar como la mujer lo había increpado en su habitación de hotel – Malinterpreto mi amabilidad, me abofeteo y después me pidió disculpas.
- Era una modelo joven, supusimos con la productora que buscaba fama – dijo KangTa.
- ¿Cuál era el nombre de esa mujer? – preguntó con ansiedad.
- Si no me equivoco – KnagTa pauso – Choi Soo Young.
En un segundo se puso de pie y retrocedió hasta la esquina de la sala de interrogatorios. Extendió los brazos y sujetó su cabeza. <<Choi Soo Young>> repetía una y otra vez ese nombre en su cabeza.
Max Changmin frunció el ceño con curiosidad, pero no dijo nada. Se limitó a observar.
Park respiró cansado. En su cabeza repasaba una y otra vez su encuentro en aquel restaurante con Junsu y la mujer también llamada Choi Soo Young. El mismo nombre. Repasó las posibilidades de que eso fuera una maldita coincidencia, eran nulas las posibilidades. Tecleo en su ordenador el nombre de la mujer, datos, buscaba saber más de la identidad de la maldita zorra que se atrevió a tocar a Junsu.
- ¿Debo sentirme celoso? – preguntó él haciendo una infantil mueca con sus labios mientras depositaba una porción de pastel de crema junto al ordenador de Park.
Yoochun alzó la vista hasta el joven a su lado. Tan infantil como siempre. Tragó de un bocado la porción de postre frente a sus ojos.
- ¡Esto esta delicioso! ¡Eres muy bueno cocinando postres! – se relamió el resto de la crema de sus labios – Mi estomago sentirá tu ausencia.
- ¡Ah! – respondió él claramente decepcionado. Yoochun no pasaba mucho tiempo en el departamento y cuando lo hacía siempre le recordaba que en unos días tendría que marcharse.
El cuerpo de Yoochun se levantó de la silla como si tuviera un resorte. Buscó una memoria donde almacenar toda la información sobre Choi Soo Young. Arregló el cuello de su camisa mientras su ordenador ejecutaba la copia.
- ¿Te gusta esa mujer? – preguntó Him Chan con cierta incomodidad al ver las miles de imágenes de la bellísima mujer.
- Es solo parte de mi trabajo – respondió con total indiferencia al rostro desanimado del más joven – No me esperes para cenar – dijo antes de abandonar el departamento.
- Que tengas un buen día – respondió Him Chan al escuchar la puerta cerrarse. Algo que él odiaba más que a su pasado era la soledad. Tres días viendo fugazmente a Yoochun era suficiente para empezar a extrañar a Bang.
¨*¨*¨*¨*¨*
Tres días era suficiente para él, odiaba estar recostado en la misma cama durante esos tres días. Para él eran como meses esos insignificantes días.
- Si no comes no te darán el alta – dijo con una voz seductora mientras cogía un poco de puré de manzanas para llevarlo a la boca de Yunho.
- Eso no es comida – bufó negándose a comerlo.
- Actúas peor que un crio – dijo Junsu mientras ingresaba a la habitación con Changmin.
Los ojos de Yunho se llenaron de brillo al ver a su pequeño hermano. Desde que había permanecido en el hospital Junsu lo visitaba con frecuencia, su hermano ya no parecía odiarlo o tratarlo con frialdad. Junsu volvía a ser el Junsu de siempre, salvo por las ojeras. Producto de desvelarse horas para resolver el caso del triple homicidio.
- Yo si quiero comer – dijo Changmin arrebatándole la bandeja con comida a Heechul.
- ¡Es mi comida! – replicó Yunho.
- Tu no la querías – dijo Changmin arrasando con todo alimento sobre la bandeja – Ahora no hay nada.
Heechul se enfado y salió de la habitación e ir por más comida para Yunho. Como un niño pequeño Changmin salió detrás de Heechul así pedir más comida.
- No ha cambiado en nada – dijo Yunho sonriendo, recordando los viejos tiempos en que los cuatro eran amigos.
- Hermano – dijo Junsu bajando el tono de voz.
- ¿sucede algo?
- Sé que debí decírtelo hace tiempo, pero sentía vergüenza – agachó la mirada. Yunho guardo silencio – Hace tiempo salía con un chico, se que tú me viste – tragó saliva – Pensé que me odiabas por lo que viste y que quisiste vengarte, pero estaba equivocado.
- Yo nunca haría algo así – dijo Yunho con certeza – Eres mi hermano, jamás te odiaría. Fue difícil para mí saber que te gustaban… que no te gustaban las mujeres.
- Ella manipulo todo, ¿verdad? – Yunho no respondió – Aunque intentes protegerla se que ella planeo mi separación de él. Ella siempre nos manipulo, pero conmigo perdió.
- Ella es tu madre, no deberías hablar así – reprendió a Junsu sin necesidad de levantar la voz.
- Mi-Rah siempre fue más madre tuya que mía, te amo más que a mí.
Yunho sabía que las palabras de Junsu eran verdad, Mi-Rah trataba a Junsu como otro niño más, nunca como un hijo. Era una buena mujer, amable y dulce, pero después de la muerte de su padre Yunho notó que su madre cambio. Pero el cambio más evidente fue con Junsu.
- Yunho no sigas protegiendo a nuestra madre – Junsu no pudo evitar cristalizar sus ojos. Todo el dolor que su hermano soportó por su culpa. Frialdad y rencor, Junsu había cometido un error – Lo siento, espero que algún día volvamos a ser los mejores amigos – sonrió anhelando esos días en que eran cuatro.
- Tonto – dijo Yunho estirando el brazos hasta coger la mano de Junsu – Eres mi hermano y nada cambiara eso, siempre seremos mejores amigos. ¿Vale?
Junsu asintió con una enorme sonrisa. Después de dañar a su hermano con su mal infundado rencor, éste lo perdonaba. Podrían decir que Yunho era un ser hostil y frio, pero era todo lo contrario. Era un alma bondadosa escondida detrás de una máscara de hierro.
El doctor ingresó para revisar a Yunho antes de darle el alta. Todo estaba en perfecto orden, sus signos vitales y análisis clínicos habían dado valores normales. Aún así algo parecía inquietarle a Yunho.
- ¿Sucede algo señor Han-Jung? – preguntó el médico viendo la preocupación de Yunho.
Yunho tardo en responder, el doctor parecía un hombre sumamente amable, casi se veía como Sebastián. Eso infundio algo de confianza en Yunho.
- Doctor, el principio de hipotermia ¿Pudo dañar algún órgano? – se cogió el pecho.
- No, ¿pero le duele algo?
- Siento una punzada en el corazón – dijo algo intranquilo.
- ¿cada cuanto siente esa punzada? ¿se le adormece alguna parte del cuerpo?
- Cuando lo veo a él – agachó la mirada para responder la otra pregunta – No diría que se me adormece ninguna parte del cuerpo, sucede todo lo contrario.
- Ver… ¿a quién?
- Cuando lo veo esa punzada hace que mi corazón se acelere a ritmos vertiginosos. Frente a él me siento indefenso, pienso cada día y noche en él, ansió verlo y sólo su imagen aparece en mi cabeza – el médico en silencio escucha sin emitir ninguna expresión – ¿Qué es lo que tengo?
- Bueno… - tragó saliva – Lo que me describe no es un síntoma de ninguna enfermedad, le repito que su estado de salud es excelente.
- ¡Eso es imposible! – gruñe Yunho – Quiero que estas sensaciones desaparezcan, debe haber alguna pastilla, vacuna o cirugía para eliminar esto que quema en mi corazón.
- Lo que usted siente no es del campo de la medicina – sonríe con amabilidad el médico, habla como si hablase con un niño pequeño – Llámele como usted quiera, pero eso que me describe suena como enamoramiento.
- Es ridículo que alguien de mi posición tenga ese tipo de sensaciones por alguien tan insignificante como él… eso es ridículo – dijo pesaroso <<-Es ridículo que éste enamorado de otro hombre>>
- Puede que sea algo hormonal – aclaró el médico sabiendo que era muy difícil entender para alguien como el empresario Han-Jung Yunho el amor de un hombre por otro – Le recetare estas pastillas, tómelas dos veces al día – escribió en un papel viendo como el rostro de desanimo de Yunho desaparecía – No le aseguro nada, si sigue sintiéndose perdido – entrego una tarjeta de presentación a Yunho – Es una buena amiga mía.
- ¿Psicóloga?
- Tal vez ella lo ayude mejor que unas pastillas.
- Lo sabía, estoy loco – murmuro Yunho viendo el nombre de la mujer.
- ¿Dijo algo?
- ¿Usted alguna vez sintió amor? – preguntó al médico.
- Felizmente estoy casado y tengo dos hijos fruto de ese amor.
- ¿Alguna vez lastimo a ese amor hasta el punto de hacerla llorar? – preguntó recordando las lagrimas de Jaejoong.
- Nunca la lastimaría, eso me heriría el alma. La amó demasiado y solo quiero su felicidad.
Yunho guardo silencio mientras el médico firmaba la autorización de su salida. Una vez en la camioneta mira a Changmin quien estaba revisando los últimos detalles de su gran show. Junsu se había marchado con suma urgencia.
- ¿Estás nervioso? – preguntó viendo como Changmin golpeaba su zapato contra el piso de la camioneta, una y otra vez.
- No, es sólo que… - apenas salía su voz.
- Junsu me aseguro que no debía preocuparme por nada – dijo viendo al cantante, bastante nervioso casi parecía un novato en su debut – Confió en él, nada malo te sucederá – tenso su mirada con firmeza – Y veras que la persona que intentó dañarte pagara las consecuencias – <>
Changmin muy pocas veces había visto esa mirada en Yunho.
¨*¨*¨*¨*¨
Los ruidos de las tazas de café chocando con los platos de porcelana eran un eco característico de la cafetería. Pero ese día la cafetería estaba con más algarabía que de costumbre, el frio de la ciudad atraía a los transeúntes en busca de algo caliente y dulce.
El señor Kim miró a su joven hijo recostado en la barra mirando un sobre blanco. Desde hace días que su hijo tenía ese sobre en su poder, sólo observando, mirando aquel pedazo de papel blanco con indecisión.
- ¿No deberías estar en el show de Max Changmin? – indago Hyun Joong sentándose en la barra junto a Jaejoong.
- Hyun Joong tiene razón, hace días no hablabas de otra cosa que no fuera ese dichoso show – dijo el señor Kim mientras saludaba a Hyun Joong.
La mayor ilusión de Jaejoong era ir al concierto de Max Changmin. Pero a la mañana había recibido la visita de Yoochun, quien le suplico no asistir al show de la estrella de música. Cuando Jaejoong le preguntó el motivo, Yoochun sólo se limito a contárselo como un secreto. Un secreto que Jaejoong guardaría, ese secreto lo obligo a quedarse en su casa en vez de asistir al show.
- Yoochun me dijo que algo extraño sucedería durante el concierto.
- ¿Qué? – preguntaron intrigados el señor Kim y Hyun Joong.
- No lo sé – respondió con pesadez.
- ¿Y esta carta? – Hyun Joong señaló el sobre blanco que Jaejoong había estado observando desde hace horas. Antes de cogerla, Jaejoong la tomó entre sus manos.
- Debe ser la carta de alguna novia – dijo el señor Kim con una sonrisa cómplice – Apuesto a que se te declarará en la carta – Jaejoong se sonrojo hasta las orejas.
- ¡Appa! – bufó avergonzado.
- ¿Qué he dicho? – preguntó totalmente desentendido viendo como su hijo se marchaba al mostrador guardando celosamente la carta.
- Nuestro Jaejoong –ah está enamorado – dijo Hyun Joong riéndose de manera burlona.
- ¡Al fin seré abuelo! – exclamó el señor Kim y se ganó un golpe de parte de su esposa.
- No seas infantil, mi Jaejoong aún es un niño – frunció el entrecejo mientras el señor Kim se sobaba la cabeza por el golpe recibido – Primero debe terminar su carrera, ya habrá tiempo para su casamiento.
Hyun Joong no pudo evitar reírse, ya que la madre de Jaejoong era muy sobreprotectora con su único hijo, teniendo como expectativa a una nuera perfecta en todos los aspectos. Hermosa, inteligente, dulce, divertida, buena ama de casa... Hyun Joong sentía hasta lastima de la mujer que su uniera a Jaejoong, realmente sentía pena.
<<Algo extraño va a suceder durante el concierto>> recordó esas mismas palabras en boca de Heechul. Hyun Joong tampoco había asistido al show tour de la estrella Max Changmin debido a la insistencia de Heechul por no asistir. Se preguntaba que era aquello tan extraño que sucedería, seguramente nada bueno.