Park Yoochun debía llevar un rato al pie al costado del escenario, inmóvil junto a las consolas de luces. Por más que Yoochun intentaba concentrarse en Changmin y escuchar esos maravillosos agudos en cada nota, le era imposible. Su atención estaba en Junsu, en la forma tan maravillosa que el joven teniente se movía. La canción había terminado y Yoochun espabiló su concentración, había un plan que seguir y no podía distraerse.
Los bailarines desaparecieron de escena, las luces atenuaron la visibilidad del escenario. Changmin emergió desde el centro del escenario a medida que los miles de fanáticos coreaban su nombre. Como toda actuación Changmin se esmero por aumentar le euforia de sus fanáticas. El vestuario había sido cuidadosamente seleccionado para ellas, unos pantalones ajustados con una gabardina larga sin mangas que era lo único que cubría su torso. No distinguía el tiempo transcurrido, pero quien contaría los minutos con tanta gente coreando su nombre. La armonía de guitarras, baterías y el grito de las fanáticas llenaban de una inmensurable alegría al cantante. Ni bien empezó con un agudo grito dando inicio a su sencillo Rustly Nail.
Ho, ho, ho,ho!
Kioku no kakera ni egaita bara wo mitsumete
Mirando fijamente las rosas dibujadas en fragmentos de recuerdos
Togireta omoide kasaneru kawaranai yume ni
Amontono mis recuerdos en ese sueño que no cambia
Oh, Rustly nail!
Oh, clavo oxidado!
Dore dake namida wo nagaseba
¿Cuántas lagrimas debo derramar?
Anata wo wasurareru darou
¿antes de poder olvidarte?
Just tell me my life
Solo dime, mi vida
Doko made aruite mite mo
Aunque camino y camino
Namida de ashita ga mienai
No puedo ver el mañana a través de mis lagrimas
Ho! Ho! Ho!Ho!
Josho ni owatta shumatsu no kizu wasurete
Olvidando las heridas de ese fin de semana que termino con sólo un prologo
Nagareru toki ni dakarete mo mune ni tsukisasaru
Aunque las mantengo fuerte ene el flujo del tiempo, atraviesan mi corazón
Oh, rustly nail!
Oh, clavo oxidado!
Dore dake namida wo nagaseba
¿Cuántas lágrimas debo derramar?
Anata wo wasurareru darou
¿Antes de poder olvidarte?
Utsukushiku iro asete nemuru bara wo
La belleza destiño las naciente rosas
Anata wo kokoro ni sakasete
Que florecen en mi corazón
Sugao no mama de ikite yukereba kitto
Si pudiera vivir honestamente
Hitomi ni wa tsuru yoru wa
La noche reflejada en mis ojos
Kagayaku yume dake nokoshite
Dejaría atrás sólo un brillante sueño
Asawo mukaeru kodoku wo wasurete
Podría dar la bienvenida a un nuevo día y olvidar mi soledad
Akai tekubi wo dakishimete naita
Sujetando mis muñecas rojas, lloré
Yoru wo owasete
Al término de la noche
Sus poses eran perfectas ante los ojos de sus fanáticas. El humo, las luces, el ventilador ubicado estratégicamente para darle ese aire sexy al movimiento de su cabello. Todo era perfecto para destacar sus cualidades vocales y su magnífico porte de estrella de rock.
Kioku no tobira wo tozashita mama de furuete
Temblando, la puerta hacia mis recuerdos está aún cerradas
Togireta omoi wo kasaneru aoi kuchibiuru ni
Amontono mi roto amor en tus labios tristes
Oh, Rustly nail
Oh, Clavo oxidado
Dore dake namida wo nagaseba
¿Cuántas lágrimas debo derramar?
Anata wo wasurareru darou
¿Antes de poder olvidarte?
Just tell me my life
Solo dime, mi vida
Doko made aruite mite mo
Aunque camino y camino
Namida de ashita ga mienai
No puedo ver el mañana a través de mis lágrimas
Kurushikute kokoro wo kazata ima mo
Es tan doloroso, adorno mi corazón… incluso ahora
Anata wo wasurerarenakute
No soy capaz de olvidarte
Él sonrió intentado retomar el aliento, sin apartar esa sonrisa en su rostro. Amaba cantar, pero era hora de iniciar su otro espectáculo.
¡¿Les gusto?! – preguntó con una enorme sonrisa en su rostro. Ante esa seductora mirada las fanáticas respondieron con un fuerte y rotundo “¡Sí!”
Changmin solo respondió con otra enorme sonrisa ante la afirmación de su público. Todos tenían miles de pancartas con frases muy tiernas en su nombre, agradecimientos y declaraciones de amor.
-Las amo, ¿Lo saben? – dijo y volvió a recibir un “Ah” como respuesta – Ahora cantare una canción que no es de mi autoría – esa era la señal para que los oficiales de incognito estuvieran pendiente de él y su alrededor– Es un cover que habla del amor más allá de las palabras – las fanáticas parecían hipnotizadas por sus palabras y lo escuchaban con suma atención. En ese instante Changmin supo que el rumor en internet había volado muy rápido en menos de 24 hs – Yo me he enamorado una sola vez en mi vida – pauso y volteo hacia el costado derecho del escenario donde estaba Junsu descansando junto a los bailarines.
Yoochun mordió su labio inferior y presionó su puño, sabía que debía tragarse sus estúpidos celos, pero por más que lo intentara le era imposible. Max Changmin estaba a punto de hacer la cosa más romántica en el universo, declarar su amor abiertamente en un escenario ante miles de personas. <<-Yoochun concéntrate… concéntrate>> se repetía a sí mismo una y otra vez Yoochun, debía estar atento al siguiente movimiento, todo dependía de su capacidad como estratega.
Junsu no parecía entender la extraña forma en que Changmin lo observaba, había tanta calidez en esa mirada que era capaz de derretir los polos más helados. Pero Junsu estaba atento a cada movimiento de su amigo, Yoochun le había advertido que tuviera mucha atención ante la señal del cover.
-More than Word – dijo anunciando el titulo de la canción que interpretaría – es una canción de la antigua banda Extreme – suspiró volviendo a ver a Junsu, era tiempo de confesar sus sentimientos – Para interpretarla quiero invitar a la persona que robo mi corazón… – repuso volviendo su vista al estadio y así ver la reacción de sorpresa en los rostros de sus fanáticas – Quiero que esa persona sepa de mi amor, que va más allá de las palabras…
Yoochun presionó sus puño con ira, pero rápidamente se desvaneció al ver como Changmin lucia con la vista perdida entre la multitud. Fue un lapsus de cortos segundos que nadie noto, solo la atención privilegiada de Yoochun pudo captarla.
Changmin casi palideció al ver en primera fila a Minho, no sabía porque, pero su corazón empezó a latir frenéticamente. Las palabras no parecían salir de sus labios. Minho tenía esa cálida expresión en su mirada, esos ojos parecían tan profundos como el mar, casi atravesaban el corazón de Changmin. Pestañeo un número de veces par y vio como una mujer vestida con un hermoso vestido destacaba entre las fanáticas, la mujer estaba justo delante de Minho. Él pestañeo otro número de veces par y la hermosa mujer del vestido oscuro desenfundo un arma. Ella estaba ubicada perfectamente y un solo disparo seria certero en el corazón de Changmin.
Yoochun cogió la radio dando la señal al ver a la mujer con el arma, los oficiales de incognito entre las fanáticas corrieron a toda prisa para detener a la mujer. Demasiado tarde la bala había salido disparada del cañón con dirección al cantante. ¡Bang! Se escucho y luego el grito de horror entre las fanáticas.
Lo último que sintió Changmin fue un golpe sordo en la espalada tras caer al suelo del escenario.
Los oficiales de la central lograron someter a la mujer entre la multitud antes de la huida. Junsu corrió hacia donde estaba tumbado su amigo, el corazón le palpitaba rogando porque ambos estuvieran bien.
-¡Yoochun! ¡Changmin! – exclamó Junsu con desesperación en el tono de su voz. No entendía como Yoochun logró correr a semejante velocidad para cubrir el cuerpo de Changmin – ¡Respondan! – exigió asustado al ver que ninguno de ellos se ponía de pie.
-Tu voz es casi tan aguda como un delfín – repuso Yoochun levantándose adolorido. Debía admitirlo el cuerpo del cantante era una masa de músculos bien formada, se sentía como si hubiese envestido a una pared.
Changmin reviso su cuerpo, no encontró indicios de que la bala hubiese impactado sobre él. ¿Cómo? Él había visto claramente que la bala impactó hacia él en el momento en que Yoochun corrió a cubrirlo. Entonces el herido era…
-¡El teniente esta herido! – él exclamó a Junsu con la mirada aturdida al recordar como su vida pasaba ante sus ojos en el instante que escuchó el disparo.
-¡Yoochun! ¡¿Dónde te impacto la bala?! – exigió Junsu recordando que la bala si había impactado en alguno de ellos. Tanteo el cuerpo de Yoochun en busca de alguna herida.
-¡Me haces cosquilla! – bufo Yoochun apartando la mano de Junsu mientras desabrochaba la camiseta mostrando el chaleco anti-balas que había usado durante todo el maldito espectáculo. Cogió la radio de alta frecuencia para contactarse con sus colegas que estaban esposando a la mujer del vestido negro - ¡Ella no es! – dijo con asombro en su rostro al ver a la mujer.
-Pero teniente, es la misma mujer de la foto y ella disparo el arma – explicó uno de los oficiales que estaba bajo en la fila de fanáticos – También capturamos a varios de los cómplices que la protegían y detuvimos una camioneta en la entrada con más armas.
-¡Ella no es! ¡Esa mujer es solo un peón! – refutó con desesperación. Yoochun volteo para cerciorarse de que el cantante estaba con Junsu. Pero Junsu estaba solo con esa mirada de preocupación en su rostro – Estoy bien… eh… ¿Dónde está tu noviecito?
-Los guarda-espaladas se lo llevaron – dijo con total serenidad en su voz.
-¿Por qué no fuiste con él?
-Yo… yo… - Junsu no podía admitir que estaba demasiado preocupado por Yoochun al verlo recibir un tiro. Presionó su labios así no dejar salir la verdad.
De manera inmediata un hombre de altura y mirada profunda llego hasta Junsu.
-¿Yong Guk, sucede algo? – preguntó con preocupación ante el custodio.
Bang empezó a ver a Yoochun con una sorpresa poco habitual en su rostro. Esa sorpresa rápidamente se transformo en rabia. Su cólera era tan profunda como lo era su mirada. Yoochun se percato de esa mirada, pero decidió ignorarlo, debía cerciorarse del éxito del operativo antiterrorista.
Ser ignorado no le molesto a Bang, le fastidiaba ver a Yoochun en ese lugar.
-Bang es el jefe de los custodios de Changmin… ¿sucede algo? – repreguntó Junsu a Yong Guk notando esa mirada llena de fastidio y desprecio. Luego viro hacia Yoochun suponiendo que el motivo de esa mirada era la desconfianza de Bang por Yoochun – El es el teniente Park Yoochun – señaló hacia Yoochun que no parecía conforme con los resultados del operativo, ya que Hime-sama uso peones en cada movimiento.
¿Teniente? Esa pregunta se instalo en la mente de Bang. Él no podía estar equivocado, ese hombre frente a sus ojos, el teniente Park Yoochun, era el mismo que Him Chan metió en su hogar mientras él no estaba. No una sino dos veces. Él tenía tantas ganas de escupir esa verdad y reclamar una explicación sobre esos encuentros. Se dio un golpe mental odiando imaginar a Him Chan en los brazos de Yoochun, en su cama, realmente odiaba a su imaginación. <<-¿Dónde está Him Chan?>> esa pregunta emergió de sus pensamientos, él lo extrañaba demasiado, la soldad de su departamento le era aterrador. Ese lugar al que llamaba hogar ahora solo era un ambiente vacio sin la alegre presencia de Him Chan. <<-¿Podre verlo sin pelear con él?>> eso él no lo sabia, pero su necesidad por verlo era tan necesario que estaba dispuesto a todo con tal de tener otra vez a Him Chan.
-Yong Guk me estas asustando, responde – dijo Junsu viendo con preocupación el rostro del más alto.
-Varios de mi hombres fueron envenenados, también les sustrajeron los trajes e identificaciones – aclaró Yong Guk con una voz profunda así explicar la gravedad del los hechos.
Yoochun se golpeo la frente como si recibiera la peor noticia. Junsu lo miro extrañado, pero después lo comprendió. Los hombres que aseguraron ser custodios enviados por su hermano eran los mismos sujetos que envenenaron y despojaron de vestimenta a aquellos custodios de Bang.
-Soy un idiota – murmuro Junsu palideciendo al haber entregado a Changmin al enemigo.
-No tienes porque culparte – dijo Yoochun cogiendo la radio de alta frecuencia – Cierren todo el área, nadie puede salir o entrar, el cantante Shim Changmin ha sido secuestrado.
-Copiado teniente – respondió otra voz que Junsu no reconoció. Su estado de ánimo estaba por el piso, dejar que Changmin se fuera sólo, y todo porque él quería cerciorarse de que Yoochun estuviese sano y salvo.
-Quita esa cara de tragedia – espetó Yoochun acariciando la mejilla del más bajo antes de que éste empezará a llorar – Tengo todo bajo control – intentó tranquilizar a Junsu – Sabia que ella podría hacer algo así.
-¡Si lo sabías! ¡¿por qué no me dijiste?! ¡Ahora esa lunática tiene a Changmin! – dejó salir su rabia e impotencia.
-No seas la reina del drama – dijo mientras apartaba su mano del rostro de Junsu – No le sucederá nada malo a tu noviecito.
-¡Deja de llamarlo así!
Yoochun trago sus ganas de gritarle a Junsu, contuvo su ira a medida que respiraba. Decidió ignorar ese reclamo y tecleo unos códigos en la pantalla de su consola portatil.
-¡Deja de ignorarme!
-Junsu – endulzo el sonido de su voz. Su voz era tan tranquila que calmó el enojo de Junsu como por arte de magia – No te ignoró, solo no quiero pelear… estamos en un caso muy serio.
-Lo sé – agachó la mirada avergonzado de su actitud – Lo siento.
Una escueta sonrisa se dibujo en los labios de Yoochun, cuando estaba por acariciar nuevamente la mejilla de Junsu su radio se activo y un oficial informó sobre un posible sospechoso, un auto en donde el conductor se negaba a dar su identificación. Yoochun salió del lugar a toda velocidad, atravesó la puerta de emergencia. Efectivamente el auto sospechoso tenía las ventanas polarizadas y el conductor se negaba a dar su identificación. Los oficiales apuntaban hacia el vehículo exigiendo que el conductor se identificara, pero fuera de eso el auto encendió su motor. El vehículo rebaso los vallados metálicos dándose a la fuga.
-¡La mitad siga a ese auto y la otra mitad venga conmigo! – ordenó Yoochun caminado hacia el estadio.
-Pero… ¿Qué demonios estás haciendo? Debemos seguir ese auto – se exaspero Junsu.
-Sé lo que hago – repuso Yoochun con seguridad – Ella solo está moviendo a los peones, no caeré en su trampa.
¨*¨*¨*¨*¨*¨*
Él sentía un fuerte dolor muy cerca de la nuca, casi seguro de que era producto de un golpe. Lentamente abrió los ojos. Pestañeo hasta poder acostumbrarse a la penumbra, ¿Dónde estaba? Esa era una buena pregunta, pero nadie parecía responderle. Intentó levantarse, pero sus piernas estaban aprisionadas contra las patas de la silla. Ahora si sentía miedo, sus pies y manos estaban inmovilizados.
-He añorado volver a verte desde hace tanto tiempo.
Esa voz parecía el canto celestial de un ángel, pero al mismo tiempo aterraba hasta los huesos al cantante. Achicó la vista así ver más de cerca a la mujer, porque esa voz si era la de una mujer. De repente la penumbra desapareció y la habitación se iluminó.
-¡Tú!
-Veo que me recuerdas – sonrió Soo Young con total satisfacción llevándose las manos a los costados de la cintura. Ante sus ojos ese hombre estaba endemoniadamente sexy atado en esa silla. Le fascinaba esa mirada en el más alto, sorpresa con un toque de miedo.
-¡¿Qué es lo que quieres?! – alzó la voz intentado zafarse del amarre en su extremidades, pero todo fue inútil. Sus brazos estaban a su espalda con esposas.
-A ti – dijo ella con una sonrisa casi desquiciada. Intentó acariciar el rostro de Changmin, pero éste le corrió la cara – Todo lo hice por ti.
-¡Estás loca!
-Sí, estoy locamente enamorada de ti – cogió con ambas manos el rostro del cantante. Lo sujetó con fuerza para así besarlo, pero Changmin opuso resistencia y logro esquivarla – No estás en posición de poner resistencia.
-¡Claro que puedo poner resistencia! – frunció el entrecejo, jamás dejaría que nadie lo tocase y menos esa mujer – ¡Fui secuestrado!
-¿Secuestrado? – preguntó ella con soberbia – Mi amor, esto no es un secuestro – Changmin rápidamente volteo a verla con repudio – No pediré ningún rescate, así que este no es un secuestro. Solo te estoy raptando.
Changmin frunció el ceño con fastidio, aún no podía comprender los motivos para ser la obsesión de aquella mujer. Tal vez eran los mismos motivos que llevaron a Minho a besarlo. No. No podía comparar a Minho con esa demente, él era diferente, jamás le haría daño.
-¡No iré a ningún lado contigo! – escupió él con rabia. No importaba como lo consiguiese, pero Changmin no estaba dispuesto a estar junto a esa mujer.
-Mi amor, ¿Dónde quedo el joven cien por ciento amable? – dijo ella clavando sus uñas en el cuello del cantante, como una arpía estaba dispuesta a rasgar la carne de su amado y devorarla. Pero antes devoraría los labios apetecibles de Changmin.
-¡No te acerques a mí! – logró liberar su pierna derecha y con ella patear lejos de su cuerpo a Soo Young. Obligándola a caer al frio suelo. Acto que a ella no le gusto pues sus ojos casi parecían escupir fuego.
-Castíguenlo – ordenó y los hombres que rodeaban la habitación golpearon el rostro de Changmin. Uno, dos, al tercer golpe la puerta de aquella habitación se abrió.
Los ojos de Changmin quedaron como los ojos de un animal cegado por la luz de un auto en plena carretera. Veía como uno de eso grotescos hombres similar a un gorila cogía por el cuello de la camisa a Minho. <<-¿Qué demonios está haciendo él aquí?>>
-Hime-sama – dijo el hombre gorila – Este maldito muchacho nos siguió.
-Revisen los alrededores en busca de más polisones – ella ordenó y la mitad de los hombres salió presuroso. Changmin quedo asombrado por como esos grotescos hombres obedecían a una mujer que lucía como una frágil criatura – Así que tú debes ser Minho-shi – pellizcó la mejilla de Minho quien gimió de dolor frunciendo el ceño– Esto se pondrá más divertido.
-¡Hyung! – él no pudo contener sus nacientes ganas de gritar al ver a Changmin atado como un animal a esa silla. Ni bien presencio el disparo, Minho había corrido hasta el escenario para comprobar el bien estar de su sunbae. Después sólo lo siguió, pero nunca se imagino ser testigo de un secuestro.
-¡Minho! – expulso su voz con preocupación - ¿Te hicieron algo?
Minho negó con la cabeza.
-Hyung, a ti te hicieron daño – afirmó viendo con tristeza el rostro magullado de Changmin. Su rabia fue contra la mujer que reía satisfactoriamente al ver el rostro lastimado del cantante – ¿Por qué le haces esto? – ella no parecía interesada en responderle.
Soo Young recordaba las palabras de Siwon, ella podía hacer lo que quisiera menos tocar a Minho.
-¡Déjalo ir! – exclamó Changmin – ¡Deja que Minho se marche…! Él no es culpable de nada.
-¡Hyung, no te dejare! ¡No me iré sin ti!
-¡Cállense! – bufo molesta Soo Young, pero luego alzo una ceja. Había encontrado una debilidad en Max Changmin. Él era muy amable y capaz de sacrificarlo todo por alguien. Odiaba admitirlo, pero Minho sería su carnada para tener al cantante entre sus brazos. Su rostro cambio al de una mujer comprensiva – Lo dejare ir, pero tu vendrás conmigo sin oponer resistencia.
-¡Eh! ¿Por qué él debe ir contigo? – exigió saber Minho.
-Soy su ex novia – dijo ella y el rostro de Minho palideció.
<<-¿La ex novia?...>> esa pregunta estaba en su mirada mientras veía a Changmin.
-Déjalo ir y hare lo que quieras.
Soo Young sonrió victoriosa. Pero no iba dejar ir a Minho tan fácilmente. La pequeña habitación tenía una puerta que conducía a otra habitación. Las piernas de Changmin fueron liberadas, salvo sus manos. Al llegar a la habitación vio una enorme cama <<-¿Estoy en un hotel?>> se preguntó intentando ver los alrededores, pero no había ninguna ventana que indicara que era la habitación de un hotel <<-¿Dónde estoy?>>
-Quítate la ropa – ella ordenó mientras mordía sus labios imaginando la perfección del cuerpo del más alto. En sus ojos había deseo por ese hombre y saciaría su curiosidad.
-¿Eh?
-No creerás que dejare ir tan fácil a Minho-shi – ella se recostó en la inmensa cama colocando una mano por debajo de su cabeza. Ella no tenía planeado usar la cama, pero no podía desaprovechar esa oportunidad – Ahora quítate la ropa.
-Estás loca – repuso con indignación el más alto ante el descabellado pedido de Soo Young.
-Lo sé – sonrió con suficiencia mientras cruzaba las pierna dejando ver sus muslos – Con una sola orden mía mis hombres pueden meterle un tiro en la cabeza al lindo de Minho-shi.
Soo Young ondeo la mano para que sus hombres trajeran al más joven. A empujones Minho fue obligado a ingresar a la habitación, no tuvo tiempo de hablar ya que el frio cañón del arma estaba posado en la sien de su cabeza.
-¡No! ¡Lo hare! – dijo Max Changmin dándose por vencido, no podía permitir que nada lastimase a Minho. Como el mayor debía protegerlo.
-Tu amabilidad debe ser una debilidad peor que el orgullo – sonrió con malicia – no solo quiero que te quites la ropa – Minho abrió sus enormes ojos, ahora comprendía lo que sucedía. Aquella mujer estaba chantajeando a Changmin con su vida – Quiero que hagamos el amor.
-¡No! – gritó Minho con todas sus fuerzas, su gruesa voz casi rompe los tímpanos de Soo Young – ¡Prefiero morir antes que ver que te acuestes con esa mujer!
-Minho-shi, los niños buenos no alzan la voz – dijo ella subestimando aquel grito desgarrador – Y no veras nada, porque tú te irás lejos de mi amado Changmin.
-¡Entonces mátame, porque no me alejare de su lado!
Changmin sintió su corazón latir ante la feroz determinación de Minho, acaso él estaba dispuesto a morir con tal de no separarse de su lado. Ahora comprendía que el amor de Minho era puro y transparente como el agua de manantial, era un buen amigo. Tan diferente del amor que la hermosa mujer le profesaba, un amor egoísta.
Minho quería arrancarse los oídos, extirparlo. Cualquier cosa por dejar de escuchar esos gemidos. No podía creer que Changmin cediera y además le haya gritado de esa forma porque se fuera. Al mismo tiempo se sentía culpable ya que si él no hubiese seguido a Changmin, ahora éste no estaría en esa habitación cumpliendo los deseos sexuales de esa mujer. Cada gemido era una puñalada en su corazón, se sentía impotente al no poder hacer nada.
-Ah…ah… Changmin… si… ah!
Tenía sus ojos saltones y una expresión de amargura, hasta asco de solo escuchar los gritos lujuriosos de Soo Young. Minho no soportaba más. No quería escuchar el nombre de Changmin en la boca de aquella mujer, no quería imaginarse como el más alto la embestía. No. No quería hacerlo, pero las imágenes llegaban a su mente. Presionó sus puños con rabia. Odiaba a esa mujer, realmente la odiaba por tener algo que él deseaba. Se maldecía a sí mismo por llorar, pero no podía evitarlo. No toleraba seguir escuchando los gemidos lujuriosos de esa mujer repitiendo lo bueno y maravilloso que era Changmin en la cama.
-Lo haces muy bien – dijo ella apoyando sus manos en el torso denudo del más alto sintiendo ese liquido llenarla. El mejor sexo de su vida.
Changmin no dijo nada, solo la empujo para que saliera de su miembro. Se sentía ultrajado, violado por una mujer, no había mayor humillación que pudiera superar eso. En completo silencio se colocó los pantalones y la camisa. Con un gesto de desaprobación Soo Young hizo lo mismo.
-Por hoy dejare pasar tu impertinencia, ya tendremos tiempo de educarte – se dirigió a él para acariciarle el rostro. Ahora Changmin no oponía resistencia – Debes ser más amable con una señorita como yo.
-Ahora déjalo ir… - ahogó un suspiro y todas sus ganas de empujar la mano de aquella mujer lejos de su mejilla. Ahora no podía pensar solo en su seguridad, sino en la de Minho.
-Vale, cumpliré mi palabra – dijo ella besando los labios de Changmin, pero éste los cerró como si chupase un limón.
La puerta se abrió y de ella salió Soo Young con Changmin. Minho no pudo más que agachar la mirada, no podía ver a Changmin a los ojos.
-Los policías siguieron la carnada. Estarán persiguiendo un auto vacio controlado por control remoto durante horas – dijo uno de los hombres a Soo Young. Ella sonrió satisfecha.
-Es hora de irnos – dijo ella mientras señalaba a otro de sus empleados esposar a Changmin – El vuelo saldrá en algunas horas.
¿Vuelo? Minho sabía que eso significaba no volver a ver a Changmin jamás. Esa maquiavélica mujer lo apartaría de su lado y no estaba dispuesto a aceptarlo. En el primer descuido de su captor que lo sujetaba por las muñecas, logro liberarse y golpear a varios hombres.
-Mocoso estúpido – Soo Young llamó la atención de Minho mientras le apuntaba con un arma.
-¡Déjalo! – exigió Changmin, pero fue sujetado rápidamente por el hombre gorila - ¡Déjame maldito! – se zarandeo – ¡Hare lo que quieras, pero no le dispares!
Minho quedó paralizado, el arma estaba a unos pocos centímetros de él, la mira apuntaba a su corazón.
-Entonces dime… – repuso Soo Young sin dejar de apuntar al corazón de Minho – Dime quien es la persona que logro enamorarte… que tiene esa persona que yo no tenga – Changmin mordió sus labios – ¡Responde o te juro que este mocosos se muere ante tus ojos!
-¿Para qué quieres saberlo?
-¿Pensabas en esa persona mientras me hacías el amor?
-Eso fue solo sexo – escupió él viendo como los ojos de Soo Young se aguaban.
-¡¿Quién es la maldita que robo tu corazón?! – debido al silencio de Changmin, ella quitó el seguro al revolver – Sabes que Junsu y yo no casaremos.
Los ojos de Changmin se agrandaron.
-Él y yo hemos tenido citas a diferentes lugares, su madre me llamó la mujer ideal para su hijo – volteo hacia el cantante, quien palideció rápidamente. Meses planeando su acercamiento a Mi-Rah, meses actuando como la mujer perfecta y así llegar a Junsu – ¿Te molesta que nos casemos? ¿Tanto lo amas?
-¡Deja de decir estupideces!
-Quería lastimarte, quiera verte llorar cuando nos vieras entrar a altar – su tono de voz se agudizo con desprecio y sus ojos rodaban maquiavélicamente – Quería ver tu frustración al saber que yo lo tendría durmiendo en mi cama y no en la tuya.
-Él no se casara contigo – frunció el entrecejo.
-Eso lo veremos – volvió su vista hacia Minho – Tu debes amar a Changmin, pero él jamás te amara. Él no ama a nadie y si no me ama a mi… menos a ti.
Minho sabía perfectamente eso, sabía que Changmin jamás lo amaría. Ahora eso no importaba, su amado sunbae amaba a alguien llamado Junsu. Su corazón había muerto antes de que esa bala tocase su cuerpo.
-Tu estúpido amor por Junsu matara a Minho – dijo ella dispuesta a presionar el gatillo. Ya no le importaba las amenazas de Siwon. Odiaba ver que otra persona amara a Changmin, nadie más que ella estaba autorizada a amarlo.