Después de varios minutos lo encontró sentado en una silla y en sus piernas se encontraba un chico de cabellos verdes, piel blanca y ojos verdes que vestía únicamente una túnica de mangas largas que llegaba a mitad del muslo, al lado del de cabellos azules se encontraba otro hombre de piel morena, cabellos castaños y muy fornido vestía un clásico traje negro, y sentado en un almohadón al lado de este se encontraba un chico de piel trigueña, ojos verdes, cabello en rulos cortos de color castaño traía puesto un pantalón color azul rey parecido al suyo solo que llegaba hasta las rodillas y con un cinturón blanco.
Saga vio al rubio desde lejos observándole y después de unos segundos le hizo una señal para que se acercara, y cuando estuvo lo suficientemente cerca el blondo se paró de tras de la silla del de cabellos azules, poco tiempo después sus ojos turquesa se toparon con los verdes del castaño y sonrió al leer en sus labios su nombre.
– Aioria –dijo en voz baja pero aun así Saga pudo oírlo y por esto volteo viendo que la mirada de este se encontraba con la del juguete de su amigo Aldebarán y eso lo molesto.
– ¡Shaka! –lo llamo–Ven a sentarte aquí conmigo.
– Pero…
– ¡Que te sientes aquí! –ordeno mientras señalaba su pierna libre
Resignado el rubio tomo lugar en la pierna izquierda de Saga, realmente no sabía para que lo quería ahí pero no tenia opción además que si a eso le sumaba el hecho que tener al otro chico a un lado acariciando sugestivamente al peli azul, lo hacía sentir peor, así que buscando una distracción volteo su mirada nuevamente volviéndose a encontrar con la de Aioria que ahora se encontraba masajeando el miembro de su señor esto causo que ambos chicos se sonrojaran y desviaran las miradas.
– ¿Y este chico Saga? –pregunto Aldebarán
– Es mi nuevo y más preciado juguete –contesto el otro posando su mano sobre la cadera del rubio–. Tu Shunny siempre ha sido de los mejores complaciendo a todos, espero que tu lencito sea tan bueno.
– Lo será, pero este será solo para mí –hablo el moreno mientras acariciaba los cabellos de Aioria.
– Shunny porque no le muestras a mi querido juguete como debe complacerme –dijo Saga mientras le daba un trago a su whisky en las rocas–, aun no aprende a hacer lo que deseo.
El chico miro a su amo buscando su aprobación o no, cuando tuvo un asentimiento por parte del moreno se bajo de la pierna de Saga y se arrodillo frente a este despacio bajo la cremallera del pantalón y después saco el miembro del peli azul que estaba despertando primero lo acaricio lentamente y con el mayor cuidado hasta que logro que el pene se endureciera por completo, después se acerco más y cuando estuvo a su disposición aquel pedazo de carne lo introdujo a su boca y comenzó a moverlo de adentro hacia afuera, lo saco y comenzó a lamer todo el tronco mientras con una de sus manos la metió dentro de los pantalones para comenzar a masajear los gemelos del peli azul mientras volvía a auto penetrar su boca con el miembro del mayor.
Shaka que había querido desaparecer de ahí, se encontraba viendo los ojos esmeraldas de Saga, que lo había sujetado de la cadera más fuerte cuando quería pararse para salir de ahí, en una lucha por ver quién podía más pero de pronto sintió que su mano era tomada por una más pequeña obligándolo a desviar la mirada encontrándose con otros verdes ojos que brillaban de deseo, su mano ahora había ido a parar al miembro erecto de Saga que al sentir la mano del otro sintió un corriente eléctrica que casi había causado que terminase en la mano del otro, el rubio al recobrarse de la sorpresa por el actuar de aquel chico quito su mano de aquel pedazo de carne mirándolo con la molestia pintada en su rostro, llevo su mano hacia la camisa del peli azul y sin importarle nada se limpio con ella ante el asombro de Aldebarán, Aioria y el pequeño peli verde.
– Si me permiten tengo que ir al baño –se disculpo educadamente, se levanto elegantemente de su “asiento” y se disponía a continuar su camino cuando el peli azul lo tomo del brazo.
– Yo te acompaño rubio –dijo Saga levantándose mientras que el pequeño peli verde se hacía a un lado–. Ahora regreso Aldebarán.
– Ve con calma, no creo querer moverme en un tiempo –hablo con una sonrisa mientras señalaba al chico de cortos cabellos castaños que ahora se encontraba saboreando su duro miembro.
Saga solo sonrió de medio lado a su amigo, se acerco más al rubio para pasar su brazo alrededor de la cintura del rubio y acercarlo a su cuerpo cosa que incomodo a este debido que el peli azul no había abrochado sus pantalones y llevaba su pene erecto como si solo estuviera él en toda la mansión.
– Piensa estarse exhibiendo –hablo Shaka viendo siempre al frente tratando de no desviar su mirada hacia aquel pedazo de carne.
– Vamos al baño ¿no? –contesto simplemente.
El rubio ya no dijo nada simplemente siguió caminando hacia el baño que se encontraba en la primera planta de la mansión, cuando llegaron el menor se encerró sin darle tiempo al mayor a entrar este ultimo solo sonrió ya que le parecía que el otro se comportaba como un niño, después de unos minutos Shaka salió y fue nuevamente escoltado por Saga hacia donde habían estado hacia escasos minutos, durante el camino el blondo se pudo dar cuenta que ya muchos de los “juguetes” como les gustaba referirse a todos aquellos que vestían ropa que poco dejaba a la imaginación, dentro de todo el tiempo que llevaba en esa “fiesta” había podido ver como algunos de estos chicos o chicas se dedicaban a complacer los instintos sexuales de sus señores, se encontraban casi desnudos o algunos ya lo estaban mientras que sus dueños se encontraban a medio vestir recibiendo las atenciones de los más jóvenes.
– ¿No cree que su fiesta se está saliendo de control? –cuestiono el menor.
– Claro que no –contesto tranquilamente–, esto apenas comienza mi querido rubio.
Ya no dijeron nada ninguno de los dos, uno porque no quería saber más sobre de lo deseado mientras que el otro simplemente porque disfrutaba de sentir la piel del otro y deseando que el menor volviese a tocarlo como hacia unos momentos con ayuda de Shunny lo había hecho, sonrió al recordar de nuevo aquella sensación y más que nunca deseo echársele encima al de al lado, pronto nuevamente se encontraban frente a Aldebarán que ahora se encontraba entretenido por el peli verde que se había sentado sobre este y se encontraba envistiéndose en fuerte y duro miembro del moreno.
– Veo que no has perdido tiempo Alde –dijo Saga mientras se sentaba y obligaba al rubio a sentarse en sus piernas.
– No pude… resistirme a… esta hermosura –hablo entrecortadamente mientras envestía al menor, y con su mano acariciaba el miembro de un ruborizado Aioria que se encontraba ahora parado a un lado del mayor.
– Eso es seguro –comento el otro mientras tomaba la mano del rubio en sus piernas y la dirigía hacia su miembro palpitante.
– No –objeto Shaka al ver lo que el otro quería, causando molestia en el peli azul.
– O lo haces o tu papi la apaga –le susurro el de pie trigueña al oído.
De mala gana el rubio dirigió su mano hacia el pene erecto de Saga y despacio comenzó a masajearlo mientras desviaba su mirada hacia otra parte, no quería ver al otro y mirar a los demás realmente no estaba ayudando mucho que digamos ya que por todos lados podía ver a chicos y chicas siendo penetrados o haciendo algún trabajo oral a su acompañante, en la distancia diviso a Alberich que se dirigía hacia donde se encontraban tal vez no le cayese muy bien al peli rosado pero si tenía suerte sabia a que tomaría su lugar en cuestión de minutos, y no se equivoco a penas llego el de cabellos rosas se bajo su pantalón estilo harem mientras pedía un permiso silencioso.
Shaka entendió la indirecta muy directa y se bajo con todo el gusto del mundo de las piernas del otro pero antes volvió a limpiarse la mano que había utilizado para masajear el miembro del peli azul en la camisa rosa chicle de este sonriendo, decidió ir a caminar un poco por el lugar pero sin adentrarse entre las personas, caminando se encontró con Kanon y Mu que se encontraban en un sillón sentados platicando como si no pasase nada.
– Puedo hacerles compañía –pregunto llamando la atención de la pareja.
– ¿Shaka? –pregunto incrédulo Mu
– El mismo calza y viste –contesto el otro.
– ¿Pero que te paso? –fue el turno de preguntar del gemelo de Saga.
– Digamos que su hermano no me ha dejado ninguna opción –hablo Shaka mientras recordaba la sorpresa que le había dado más temprano el gemelo mayor.
– Entiendo –dijo Mu–, porque no te quedas un rato aquí con nosotros no creo que tengas muchas ganas de andar paseándote con esa vestimenta.
– ¿Puedo preguntarte algo Mu? –inquirió el rubio mientras se sentaba.
– Claro Shaka –contesto el otro mirando el escenario que se le presentaba.
– ¿Por qué ustedes vienen a este tipo de fiestas? –pregunto Shaka.
– Fácil, no queremos que Saga se sienta con nosotros –hablo Kanon–. Además nos sirve para preparar motores para más tarde.
Shaka sabia a lo que se refería así que dejo de lado el tema y continuaron hablando de cosas triviales por un largo rato, mientras esto acontecía Saga había dejado que Alberich tomase el lugar del rubio solo por el simple hecho que no quería que nadie más viese el cuerpo totalmente desnudo de su más nuevo juguete, mientras envestía al peli rosado sonrió al saberse celoso de que alguien más pudiese admirar la belleza de Shaka y envistió más fuerte mientras con una mano atrajo más hacia si al otro y le planto un apasionado beso, aun lado del peli azul Aldebarán se encontraba ahora besando pausadamente a su castaño juguete y con una mano seguía masajeando el pene erecto de este mientras que Shun seguía auto penetrándose con su miembro una y otra y otra vez parecía poseído por la pasión y la lujuria, después de algunos momentos más entre jadeos y besos los tres llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo.
Por su parte Saga seguía disfrutando del interior de Alberich, siguieron asi unos minutos hasta que el mayor detuvo las caderas del menor que deshizo el beso en el que estaban confundido por la acción del otro pero solo obtuvo como respuesta que el otro lo elevara y saliera de él, lo voltease y con su brazos alzo sus piernas dejándolo totalmente expuesto, el menor apoyo sus manos en los brazos del sillón donde estaban, y volvió a penetrarlo comenzando nuevamente el vaivén de adentro hacia afuera pero más fuerte.
– Me prestas… a Shun… otra vez –dijo jadeando Saga a Aldebarán que solo tomo al muchacho de una mano y se lo paso– Shunny…. Porque no haces… tu magia… con Alberich… mira… como esta…
El peli verde no necesito más y se arrodillo para quedar a la altura del miembro erguido de Alberich y sin ningún preámbulo lo comenzó a saborear desde la cabeza hasta el final del tronco, primero lo metía todo lo que podía a su boca y después iba sacándolo lentamente, jugaba con los testículos del peli rosado, este se sentía morir del placer con tan buenas atenciones que le estaban dando.
Por su parte Aldebarán había mandado a su nuevo juguete a que buscase servilletas con las que pudiese limpiar su traje del moreno y de paso limpiarse él, cuando regreso el más alto lo tomo y lo coloco en sus piernas y estando ahí sentado limpiaba con cuidado primero el miembro de su señor, después paso a su camisa y el saco, por ultimo limpio su mano aquella que se había manchado con su semilla.
– Listo, señor Aldebarán –hablo sonriendo el menor.
– Gracias mi hermoso león– contesto el otro atrayendo lo más posible al de cabellos ondulados y busco su boca para robarle un suave beso.
– De nada mi señor –hablo el muchacho mientras apoyaba su cabeza en el hombre del mayor mientras este masajeaba su pierna derecha–. Me alegra estar con usted.
– A mi igual leoncito –susurro Aldebarán en el oído del otro logrando que este se ruborizara.
El mayor desvió su mirada a los tres hombres que se encontraban a su lado y vio con asombro que habían variado la posición ya que ahora habían formado un trenecito, Saga penetraba al peli rosado y este a su vez penetraba a su pequeño peli verde que se sujetaba con fuerza de los brazos del sillón en busca de apoyo, justo ahora los más jóvenes se encontraban disfrutando de un beso lleno de lujuria y pasión, unos momentos más duraron cuando finalmente Alberich termino dentro del más joven, este a su vez ayudado por la mano experta de Saga conseguía descargarse y este finalmente y gracias a las contracciones del interior de su juguete termino llenando por completo al otro.
Aldebarán regreso su mirada al frente dejando a los amantes improvisados descansasen, ante el comenzaba a erguirse una de las razones por las que le encantaban las fiestas de ese tipo, podía ver cuerpos desnudos, sudados, llenos de pasión y lujuria por todos lados, todos se entregaban a todos incluso algunos de los “amos” de vez en cuando olvidaban su papel y se disfrutaban entre ellos dejando de lado a sus queridos juguetes.
Por su parte Shaka veía exactamente lo mismo que Aldebarán solo que para él eso era grotesco, paseaba su mirada por el lugar entre los cuerpos desnudos o semi desnudos cuando se tomo con la mirada de Afrodita que está atendiendo a un chico de cabellos azulados ensortijados, piel a perlada, no veía su cara porque se encontraba de espaldas a él y el peli celeste estaba apoyado en la pared mientras con sus piernas enrolladas en las caderas del otro.
De un momento a otro el hombre que cargaba a Afrodita volteo quedando el apoyado contra la pared, y bajando al peli celeste lo volteo y volvió a penetrar continuando con la faena, unos minutos después llego un joven de cabellos agua marina y piel blanca totalmente desnudo que beso al de pupilas celestes mientras acariciaba el cuerpo del otro por su parte el de cabellos azules, que Shaka reconoció ahora como Milo Scorpion, indico al peli aguamarina que levantase la pierna y le ayudo a enredarla entre ambos cuerpo, entonces el chico fue penetrado por Afrodita que parecía haber olvidado en donde se encontraba porque gemía sin parar, el rubio desde su asiento desvió su mirada para no continuar viendo pero la voz de Mu lo hizo volver a voltear.
– Milo Scorpion y Camus D´Acuario –dijo como quien no quiere la cosa–, son los que están con Afrodita.
Las turquesas nuevamente se fijaron en los tres hombres que ahora habían vuelto a cambiar de posición y habían ido a parar a un sillón mediano, acostado boca arriba se encontraba Afrodita y encima de el en posición invertida se encontraba el que suponía era Camus D´Acuario y Milo penetrando a este ultimo, Camus penetraba con tres dedos la entrada de Afrodita mientras seguía atendiendo el miembro de este con su boca y el de cabellos celestes hacia exactamente lo mismo mientras que sus manos acariciaban el cuerpo del otro y de vez en cuando también masajeaba las piernas de Milo, siguieron asi por varios minutos cada vez aumentando la velocidad debido a la excitación el primero en terminar fue Afrodita, después Camus y por ultimo Milo que cansado se dejo caer sobre los cuerpos de los otros dos.
– ¡SHAKA! –hoyo que gritaban pero entre los gemidos, las voces y la ligera música exótica no distinguía de donde provenía hasta que a lo lejos observo a Sorrento que de su atuendo ya solo traía consigo el velo alrededor de su torso.
– Bueno creo que se acabo mi descanso, nos vemos – se despidió de la pareja que solo asintió con la cabeza.
– ¿Pasa algo? –cuestiono el de cabellos largos cuando llego hasta su compañero de vida.
– El Señor Saga te está buscando desea que veas algo –hablo el de cortos cabellos lilas–, se encuentra en la biblioteca.
Ambos jóvenes se dirigieron hacia lugar, cuando llegaron lo que primero pudieron vislumbrar fue varios cuerpos de hombres enredados entre ellos, al fondo se encontraba Saga sentado en un gran sillón y sonrió de medio lado al ver al rubio, levanto un brazo llamándolo y el de ojos turquesa solo suspiro y se encamino hacia él, por su parte Sorrento se había perdido ya entre el mar de cuerpos.
Cuando llego hasta Saga pudo ver claramente que este ya no contaba con nada de ropa sobre su cuerpo, se ruborizo al darse cuenta que recorría con su vista lentamente aquel cuerpo a perlado labrado por el entrenamiento y Saga ensancho más su sonrisa al percatarse del sonrojo tan evidente en el blondo, cuando llego hasta el peli azul este lo tomo del brazo y lo hizo sentarse sobre el viendo hacia donde estaban todos los cuerpos desnudos dándose placer unos a otros.
– ¿Qué harías para no estar junto a esos cuerpos? –pregunto el mayor tomando del mentón al rubio para que no dejase de mirar los cuerpos entregados a la lujuria.
– No importa que digas yo no dejaría que ellos me tocaran –contesto firmemente el menor.
– Tal vez si estuvieses en tus cinco sentidos pero… –decía el peli azul asiendo una pausa para tener toda la atención del otro y cuando la tuvo el rubio simplemente este sintió un piquete en su pierna cosa que causo que voltease encontrándose con un Alberich sonriendo de medio lado y con una jeringa vacía y entonces se escucho nuevamente la voz de Saga–… que pasaría si estas drogado, solo te resistirás un poco pero después sucumbirás a la lujuria al éxtasis.
– ¿Qué tenía? ¿Qué me inyectaste? –preguntaba un asustado Shaka por que de ahora en adelante estaba en las manos de Saga.
– Eso ya no importa –contesto el otro–, lo que te debe interesar es mi propuesta.
– ¿Qué quieres a cambio de no dejar que me violen? –cuestiono impotente el menor mientras cerraba sus puños.
– Algo sencillo, mira rubio si no quieres que todos esos tomen tu cuerpo –se explicaba el de ojos esmeralda poniendo su barbilla en el hombro desnudo del oji turquesa– lo único que me debes dar ahora es una simple danza.
– ¿Danza? –interrogo el otro.
– Si, bueno más bien lo que deseo es que solo subas y bajes –se explico Saga–. Párate y desnúdate.
– ¡No! –dijo el otro
– Bien entonces llamare a Alberich para que te lleve con los demás –dijo de lo más normal el peli azul.
El rubio volviendo a tirar su orgullo al piso se paro y comenzó a quitarse el pantalón estilo harem que traía después prosiguió con sus bóxer quedando completamente desnudo ante Saga que se quedo maravillado de ver tan hermoso cuerpo, después este mismo dejo parado frente a él con sus piernas aun lado de las suyas y le hizo una señal para que se sentara, Shaka volvió a suspirar y se sentó sobre Saga sintiendo la piel caliente del otro causándole una corriente eléctrica, misma corriente que sintió el de piel trigueña.
– Ahora… sube… y baja… –jadeo el de ojos verde esmeralda con solo tener al otro encima suyo sin siquiera moverse.
– Prometes que nadie me tocara –dijo en un susurro el rubio viéndolo a los ojos esperando ver la verdad.
– Te prometo que solo yo podre sentir tu piel –hablo el otro manteniendo la mirada–, nadie más que yo te tocara de ninguna forma.
– Tengo tu palabra que con esto evito que me fuerces a pertenecerte –volvió a hablar Shaka sin mover ningún musculo.
– Si haces esto cuando te lo pida, si me dejas probar tus labios –se explico el peli azul– y si me permites solo poseer tu boca con mi pene te prometo que tu padre jamás se enterara él para que te compre y yo no te forzare a tenerme dentro de ti.
– Confiare en su palabra señor Saga –decidió Shaka, era lo único que ahora le aseguraba que no lo fuesen a tomar a la fuerza para él no era lo ideal pero justo en ese momento no tenía más opciones.
Saga sonrió al escuchar la respuesta del rubio, bien aun no podría tomar ese cuerpo a su voluntad pero por lo menos ahora podría besar, sentir el cuerpo desnudo del otro junto al de él y podría sentir la boca del otro probando su pene, salió de sus cavilaciones cuando sintió que Shaka subió y después bajo sintiendo como ambos miembros se rozaban, y el rubio siguió el movimiento acompasado de arriba a abajo mientras ambos cuerpos se rozaban, siguieron un largo tiempo hasta que ambos hombres terminaron en el vientre del otro.
El mayor espero unos momentos y después se levanto sujetando a Shaka de la cintura para que no se callera, paso su otro brazo por debajo de las piernas del rubio para cargarlo y así desapareció del lugar llevando su preciada carga hasta su habitación dirigiéndose a su cama donde deposito el cuerpo del más joven.
– Si que funciono el tranquilizante que te inyecto Alberich –hablaba consigo mismo admirando la hermosura de Shaka–, ya has dado el primer paso y pronto me pedirás que entre en ti.
El peli azul fue hasta su mesita de noche y saco unas esposas sonrió, pues el rubio estaba a su merced sabia que podría tomarlo pero no quería eso quería que fuese Shaka quien le suplicase que lo tomara, puso una de las esposas en el brazo izquierdo del menor y la otra en su brazo derecho causando con esto que el rubio tuviese que dormir sobre él claro eso al mayor no le molesta disfrutaba sentir aquel cuerpo desnudo junto a él, así abrazando el cuerpo de Shaka y recorriendo de vez en cuando la espalda hasta llegar a sus firmes glúteos y volver a recorrer el camino de regreso Saga se dejo envolver en los brazos del sueño.