Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El precio del amor por Shamita

[Reviews - 94]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 


 


Perdon por la tardanza... pero por fin pude terminar este capitulo todo gracias a Shinju Perla que no paro de hacr presión para que continuara este fic


 

 


Habían pasado una semana desde aquella noche que para Shaka fue casi un huracán de emociones y recuerdos, para Mu era evidente que el menor estaba cada vez más envuelto en una depresión de la cual era necesario que saliera pronto sino su salud se vería perjudicada y ahora más que nunca debía cuidar de que esta mejorase.


El de largos cabellos lilas caminaba por los pasillos de la mansión buscando al rubio ya que desde que Saga se había ido y gracias a la ayuda de su novio Kanon pudo lograr que el jefe de guardias dejase que el menor durmiese en la habitación que generalmente ocupaba su pequeño hermano pero había un problema hacía unos meses el joven rubio comía muy poco después comenzó con algunos mareos que debido a su poca alimentación no eran pasado por raros pero ahora justo ahora tenía días sin comer y tenía la manía de salir y mantenerse sentado en el jardín o acostado en la cama sin mover ni un solo milímetro parecía que estaba decidido a no hacer nada y lo peor era que parecía dispuesto a dejarse morir y parecía que los únicos que se daban cuenta de ello eran Kanon, Afrodita, Albiore y él.


Justo ahora ingresaba al cuarto que ocupase desde hace una semana el rubio pudo comprobar que en la cama no se encontraba pensó en irlo a buscar a otro lado pero el sonido de la regadera abierta le dio la ubicación del menor, con cuidado abrió la puerta del baño y pudo comprobar  que ahí se encontraba Shaka bañándose o más bien restregándose el cepillo por todo el cuerpo otra manía que parecía había adquirido, llevaba varios días que lo encontraba así en la regadera tallándose frenéticamente como si quisiese borrar algo de su piel que por cierto ya estaba enrojecida.


–     Shaka ya déjalo, ya estás limpio –hablo haciéndose notar por primera vez–. Además tu piel ya está muy roja anda sal, que tienes que comer algo.


–     No –fue la simple contestación que dio el otro sin dejar de tallarse–. Aun no estoy limpio.


–     Si sigues así irritarás más tu piel –dijo en tono serio el ojí verde acercándose a donde se encontraba el otro–. Vamos es suficiente por hoy.


–     Solo un poco más –hablo el rubio pero Mu le quito de las manos el cepillo para que dejase de tallarse– No espera Mu…


–     Nada, nada vamos tienes que comer algo –dijo el nombrado alejando el objeto tomado y cerrando la llave de la regadera después le tapo con una toalla y lo saco guiándolo a la cama– Te vistes y bajas para que almuerces algo.


–     No tengo hambre –rechazo Shaka mientras se vestía con unos vaqueros y una camisa azul marino, cinturón café y mocasines del mismo color– Además no era necesario que vinieras hasta acá ya sabes que últimamente no tengo ganas de nada.


–     Ya te he dicho que debes alimentarte bien –hablo Mu– Recuerda lo que dijo el doctor.


–     No importa eso –contesto el ojí turquesa– Además quería pedirte un favor Mu.


–     ¿De qué se trata? –cuestiono el mayor.


–     Ayúdame a salir de este lugar –pidió mirándolo a los ojos dejando ver su dolor– ¡Por favor!


–     Shaka, ya lo hemos hablado no puedo hacer eso –contesto el peli lila–. Sabes cómo están las cosas además si en algún momento pensé que podríamos encontrar una manera de sacarte de aquí las circunstancias han cambiado espero que me entiendas.


–     ¡No, no entiendo! –grito desesperado Shaka– ¡No ves que no quiero estar aquí!


–     Lo siento pero con tu condición no pienso intentar ayudarte a salir de la mansión –contesto firmemente Mu– Si aquí te estás dejando morir no quiero ni pensar que pasara si estas solo por tu cuenta.


–     ¡QUE NO VEZ QUE LO QUE ME ESTA MATANDO ES ESTA MANSIÓN! –grito exasperado– ¡DESDE QUE LLEGUE A ESTE MALDITO LUGAR QUE ME ESTOY MURIENDO LENTAMENTE!


–     Shaka se que lo que te ha tocado vivir no es fácil –trato de calmarlo el peli lila– pero por favor entiéndeme que solo quiero mantenerte a salvo.


–     ¿¡A SALVO!? DIME, ¿DÓNDE ESTABAS TU CUANDO ME VIOLABA? ¿DÓNDE ESTABAS MIENTRAS NOCHE TRAS NOCHE PONIA SUS ASQUEROSAS MANOS EN MI CUERPO? –inquiría el otro mientras se abrazaba a sí mismo como un niño desvalido– ¡¿DÓNDE ESTABAS CUANDO TE NECESITABA?! ¡¿DÓNDE ESTABAS CADA VEZ QUE PEDI AYUDA?! ¡Y AHORA QUE TE PIDO AYUDA TU ME LA NIEGAS!


–     Lo sé, sé que no te protegí cuando debía hacerlo pero es por eso que ahora quiero protegerte a ti y a tu…


–     ¡No, no quiero que lo digas! –interrumpió al otro– ¡Si no me puedes ayudar a salir de este lugar entonces ayúdame a deshacerme de esto!


–     No puedes hablar así Shaka –hablo seriamente haciendo que el otro se sentase nuevamente en la cama y sentándose a su lado y abrazándolo para reconfortarlo– Yo se que tu no podrías hacer lo que me has pedido no tienes corazón para matar a…. tu bebe.


–     ¡No lo quiero! Me recuerda a todo lo que me ha pasado en este lugar –dijo en voz baja dejando libres algunas lagrimas–. Si lo tengo cada vez que lo vea me recordara como es que fue concebido y lo odiare tanto como a Saga.


–      Yo no creo que pudieras odiarlo ya que también es tuyo –dijo el otro– Te puedo apostar que cuando lo tengas en tus brazos serás feliz porque a pesar de todo, Shaka es tu hijo.


–     Un hijo concebido por una violación – hablo Shaka mirando a la nada sin soltarse del abrazo del peli lila– ¡Un hijo que yo no pedí!


–     Pero es tuyo y no creo que seas capaz de matar a un ser que no tiene la culpa de nada –siguió hablando Mu–. Porque al final de cuentas Shaka ese bebe es tu hijo, tu carne y sangre, es parte de ti y lo seguirá siendo a pesar de todo.


–     ¡Tengo miedo! –susurro Shaka correspondiendo por primera vez al abrazo de Mu– Tengo miedo de que cuando Saga se entere se deshaga de él, tengo miedo de que si nace sea igual a él, tengo miedo a encariñarme de este ser y que cuando nazca me lo arrebate –continuo hablando–, tengo miedo de cuando me pregunte como fue concebido no sabre que responderle, tengo terror de no ser un buen padre, de odiarlo al igual que a Saga, de no poder cuidarlo, de todo lo que viene a partir de ahora, por eso pensaba que si era yo quien me deshiciera de él no me dolería tanto pero si me da terror el pensar en todo lo que puede pasar cuando nazca el pensar en deshacerme del bebe hace que me duela el corazón más de lo que me duele ahora, hace que se me estruje el corazón porque al final se que este ser no tiene la culpa de nada de lo que está pasando.


–     ¡Animo Shaka!  Te propongo un trato –hablo el peli lila sonriendo al saber que el rubio no estaba convencido de deshacerse del bebe así que tendría una oportunidad para hacerlo desistir por completo–. Dame la oportunidad de mostrarte que la vida aun puede ser buena y que todo va a estar bien pero tú tendrás que alimentarte mejor ¿sí?


–     Está bien –contesto el otro–. Pero si no lo logras me ayudaras en lo que te pida sin importar lo que sea.


–     ¡Es un trato! –convido el peli lila.


Ambos jóvenes salieron del cuarto que ocupaba el rubio menor para dirigirse hacia la cocina donde almorzaron aunque el más joven solo comió un poco pero para entonces fue algo que agradeció el peli lila justo en ese momento llego el hermano menor de este ultimo aprovechando esto el mayor de los hermanos se dispuso a realizar algunas llamadas dejando al pequeño Kiki entreteniendo a Shaka ya que parecía el niño había logrado distraer al rubio aunque fuese un poco.


Por su parte Mu se encontraba en el despacho de Saga hablando por teléfono con algunas personas concertando una reunión en la mansión, tenía un plan para lograr animar al de ojos turquesa bueno tal vez y  estaba jugando con fuego pero quería mostrarle al otro que el amor podía encontrarse donde menos lo esperaba y que todavía existía la posibilidad de ser feliz así como también tenía que ver que podría hacer para que Shaka intentase por lo menos llevarse bien con Saga, sabía que este no se lo merecía pero esperaba que con la llegada de aquella criatura que estaba en el vientre del rubio el mayor de los gemelos entendiese el dolor que le había causado al otro así como también que el menor aunque fuese lo perdonara, cuando  tuvo todo listo salió para encontrarse con Kiki y Shaka.


Los tres pasaron el tiempo juntos viendo algunas películas, claro todas elección del más pequeño, comiendo algunos dulces y palomitas sobretodo el rubio que había tenido un antojo de palomitas con mayonesa y cátsup aunque fue visto un poco raro por los hermanos Hamal pero el mayor de estos aunque extrañado por aquel antojo sonreía feliz debido a que el rubio estaba comiendo sin embargo aun era muy poco comparado con lo que debía alimentarse debido al embarazo.


Las horas pasaron hasta que dieron las cinco de la tarde y con ello comenzaron a llegar los invitados de Mu en total eran tres bellos jóvenes que se encontraban sentados en la sala principal de la mansión Géminis, el peli lila sonreía al ver a los  chicos que se encontraban frente a él.


–     Chicos él es Shaka de Virgo –presento Mu al rubio de ojos turquesa–, es de quien les hable.


–     Un gusto –hablo un joven de cabellos medianos color agua marina, piel blanca como la nieve, ojos agua marina que eran como el hielo enmarcado por unas cejas tupidas, de complexión delgada pero se veía que realizaba ejercicio que se encontraba vestido con unos jeans de mezclilla, una camisa blanca y encima de esta un chaleco gris, y unos converse negros–. Camus D´Acuario.


–     Es un placer conocerte –dijo a su vez un chico de cabellos rubios con tintes anaranjados hasta los hombros, ojos color rubí y piel blanca, que estaba vestido con unos jeans oscuros y una camisa tipo polo color rojo, con unos zapatos cafés– Mime de Benetnasch.


–     Shaka, que bueno verte –hablo un chico de piel trigueña y cabellos rulos cortos color castaño, ojos verdes con una sonrisa de oreja a oreja, vestía unos pantalones color café con varias bolsas a los costados, una camisa verde y unas sandalias  y dirigiéndose a los otros que se encontraban en el lugar–. Aioria de León, gusto en conocerlos.


–     Es un placer conocerlos a todos –hablo Shaka por primera vez sonriendo levemente aun sin comprender que hacían aquellos jóvenes frente a él.


Los cinco jóvenes se dirigieron hacia el jardín donde había una pequeña mesa de jardín ideal para platicar sin que Kiki ni cualquier otro de los juguetes de Saga molestaran, primero se dedicaron a platicar sobre cosas triviales mientras tomaban unas bebidas pero Mu quería y requería que los presentes le contasen a Shaka sobre su vida como juguetes y había elegido a estos chicos debido a que los tres tenían una relación más allá de juguete-amo daba gracias a que se mantenía en contacto con algunos de sus amigos que aun jugaban a ser señores de la vida de otras personas.


–     Bueno chicos, los llame porque necesito de su ayuda –hablo Mu llamando la atención de los otros cuatro–. Me gustaría que le contasen  a Shaka un poco de cómo es que llegaron a hacer vendidos en la subasta y como es que a cambiado su relación con su señor desde que fueron comprados, ya que ahora Shaka está pasando por una transición muy difícil.


–     Yo no tengo ningún inconveniente en hablar sobre eso, no se los demás que opinen –contesto Camus.


–     Pienso igual que Camus –secundo Aioria.


–     Entonces está decidido –hablo Mime sonriendo.


–     Perfecto, quien desea empezar –dijo el peli lila sonriendo amablemente a los otros.


–     Empiezo yo si les parece –hablo alegre Mime recibiendo una afirmación silenciosa por parte de los otros–, bien mi historia comienza hace unos seis años estaba pasando por una situación muy difícil ya que había perdido mi trabajo, mi casa estaba hipotecada y solo tenía dinero para vivir al día –relataba mirando al rubio de largos cabellos–. Como verán la situación era difícil, esta por demás decir que me sentía dando patadas de ahogado y por eso cuando un amigo me hablo de Hades Heinstein y Julián Solo  diciéndome que ellos pondrían fin a mis problemas acudí a ellos y estos después de pensarlo unos días me dieron el dinero suficiente para pagar mis deudas claro con un precio que no vi, no hasta que tres meses después llegaron a mi casa diciendo que debía pagarles obviamente no tenia con que, y para empeorar más las cosas si era posible descubrí que estaba embarazado de mi anterior novio aun así me llevaron a la subasta de la que todos nosotros exceptuando al Señor Mu hemos vivido –siguió relatando después de obtener un afirmación con la cabeza de los demás juguetes– ahí fui comprado por el Señor Eo Scylla quien pago una suma de dinero que fue casi el doble de lo que yo debía cosa que obviamente les encanto a Hades y a Julián, ya que no pensaban que un “juguete usado” como yo podría recaudar tanto dinero,  desde aquella noche comencé a vivir en casa del Señor Eo pero no solo era vivir en una mansión sino que tenía que darle ciertos servicios a mi señor lo que al principio vi como algo humillante pero con el trato del día a día comencé a sentir cosas por Eo, además tenía que ver con que él me trataba bien por el bebe que llevaba en mi vientre–continuaba contando su vida mientras paseaba su mirada por los otros cuatro–, claro él no veía más que como un juguete y como tal debía comportarme a pesar de que para mí el tener sexo ya no era más sexo sino algo más, se había convertido en hacer el amor al menos de mi parte, pero como algunos aquí comprenderán no estaba solo yo en la mansión había otro chico que atendía a Eo cuando no me requería a mí y empezaba a ver que el amor que nacía en mi por Eo no sería correspondido cuando mi embarazo fue más evidente sucedió…


–     ¿Sucedió? – se atrevió a interrumpir el ojí turquesa– ¿Qué sucedió?


–     Su trato cambio hacia mí, empezó a preocuparse más por mí y mi hijo, me llevo a comprar ropita, zapatitos y todo lo necesario para cuando mi pequeño naciese –siguió con su relato sonriendo al recordar aquellos momentos–. Cuando llego el momento de que mi niño naciera Eo estuvo a mi lado en todo momento a pesar de que no era su propio hijo y eso me dio la esperanza de que podía luchar por el amor que sentía por mi amo sobre todo cuando él fue el más emocionado con todo lo bueno que estaba pasando, Eo cada vez estaba más cerca de mí y poco a poco me fue demostrando que ya no solo me veía como un juguete que comenzaba a verme como Mime así que lo comencé a… –hizo una pequeña pausa mientras pensaba, apoyando su rostro en la palma de su mano, como explicarse– mmm… enamorar aunque tenía claro que podía haberme equivocado y que él no sentía nada por mi pero aún así me arriesgue claro me costó mucho tiempo para que Io reconociese sus sentimientos hacia mí, de eso han pasado cuatro años aproximadamente no soy bueno para las fechas.


–     Es decir que tú has pasado de ser un juguete más a ser su ¿novio? –dijo el rubio de largos cabellos.


–     Mas que su novio, soy su marido –respondió sonriendo para después tomar un sorbo de su jugo de naranja–. Y ahora estamos esperando a nuestro primer hijo.


–     Vaya, felicidades por ese bebe que viene en camino –hablo Mu sonriendo feliz.


–     Muchas gracias –contesto Mime– ¿Y bien quien seguí?


–     Si no les molesta lo hare yo –dijo Aioria recibiendo una afirmación silenciosa por el resto–. Bueno para mí todo comenzó cuando salí del orfanato de eso hace ya dos años había salido de ese lugar con la intención de estudiar para ayudar a niños que como yo han sido abandonados por sus padres claro soñar no cuesta nada pero llevar a cabo mis planes no resultaba tan fácil, para empezar no tenia con que comer así que entre a trabajar a una fabrica pero el salario era una miseria apenas y completaba para comer algo durante cada día lo único que me ayudaba era ir a un refugio, claro para era necesario que llegará al lugar temprano sino no encontraba un catre donde descansar, así pase casi un año hartándome de no poder tener la vida que había soñado durante toda mi vida –relataba el castaño– por eso decidí buscar  otro trabajo y lo encontré en un casino como guardia de seguridad al principio estuvo bien pero pronto me vi tentado por jugar, primero fue una sola partida más tarde dos y después cuatro hasta que me gastaba todo lo que ganaba en aquel lugar pronto no pude con las deudas así que el dueño del casino  Julián Solo me llamó un día y me dijo que debía pagar pero obviamente no tenía dinero suficiente por eso–continuaba viendo directamente a los ojos turquesa de Shaka, en los cuales detectado desde que llegaron una mezcla de emociones pero lo que más veía era un dolor profundo parecido a cuando se habían conocido hacia algunos meses atrás–,  primero me hizo trabajar hasta cansarme pero como aún no era suficiente de un día para otro me encontraba encerrado en una mazmorra esperando a que sucediese algo que desconocía ahí fue donde conocí a Shaka, el llego llorando y gritando porque lo dejasen libre pero obviamente eso no paso y ambos fuimos subastados a mi me compro Aldebarán Taurus  un hombre que al verlo me hizo estremecer primero pensé que era debido a su tamaño el cual puede imponer a cualquier persona.


–     En eso tienes toda la razón –comento Mu–, recuerdo que cuando lo vi la primera vez pensé que de hacerlo enojar fácilmente podría desquitarse.


–     Sí, yo también tuve esa impresión –convido Aioria para después continuar con su historia–. Volviendo a la historia recuerdo que cuando llegamos a su mansión él me llevo directamente hacia la habitación, que iba a ocupar desde ese día, ahí me hizo suyo por primera vez aunque debo decir que solo me limite a mantenerme inmóvil con los ojos cerrados esperando que terminase lo más rápido posible –continuo su historia el castaño–. Los días siguientes para mí no fueron mejores ya que mi Señor Taurus siguió poseyéndome a pesar de que yo no quisiera y sintiese que solo era utilizado solamente para calmar el deseo de mi señor pero estaba consciente de que si él no estuviera feliz tal vez podría hacerme algún daño así que seguía solo permaneciendo quieto cada vez que me tomaba, hasta que un día me pidió que participara más cuando tuviéramos relaciones que no quería únicamente ser él el que disfrutase de nuestros encuentros al principio me costaba mucho dejarme llevar pero Aldebarán me tuvo paciencia hasta que pude desenvolverme como él quería –seguía con un sonrojo apenas perceptible debido a su tez–, aunque no todo ha sido tan sencillo cuando por fin pude complacerlo totalmente el señor Aldebarán  comenzó a ser mucho más brusco conmigo incluso una vez me golpeo por no hacerlo como él quería pero eso solo sucedía cuando se emborrachaba debido a que ha tenido algunos problemas en sus negocios.


–     Es cierto Eo dijo que muchas empresas se han visto afectadas con las nuevas políticas que está empleando el gobierno, dice que el fin de todo lo que se está haciendo es que las empresas más productivas ayuden a pagar las deudas que adquirió el país –comento Mime.


–     Si, de hecho ahora están todos los empresarios más importantes reunidos en la capital para llegar a un acuerdo con el presidente –hablo Mu– pero bueno Aioria, ¿quisieras continuar?


–     Claro, bien como les decía no siempre las cosas han sido buenas con el señor Aldebarán pero de un tiempo para acá él a tratado de no lastimarme y bueno muchas veces me ha buscado solamente para hablar de cualquier cosa e incluso cuando le conté de mi sueño de estudiar para ayudar a niños huérfanos como yo me dijo que me apoyaría e incluso si había la oportunidad que me construiría una casa hogar para atender a niños y adolescentes huérfanos, además de que me dijo que todo eso lo haría para verme feliz y ahora que se fue dejándonos a Shun y a mi solos en la mansión me dijo que cuando regresara si todo estaba solucionado quería darle la libertad al pequeño Shun así como la posibilidad de estudiar y que lo mantendría hasta que este sea capaz de mantenerse por sí solo pero que eso solo lo haría si yo le daba la oportunidad de conocernos como algo más que amo-juguete –hablaba Aioria asiendo notar un leve sonrojo en sus mejillas– y la verdad desde hace meses que comencé a sentir cosas extrañas cuando teníamos intimidad aparte de que me gusta cuando me abraza en las noches me hace sentir protegido y querido.


–     Parece que el león cautivo al toro –comento Mu sonriendo ampliamente viendo al castaño a los ojos.


–     ¿Tú crees? –cuestiono el otro.


–     Lo creemos y lo aseguramos –respondió Camus–, yo he visto como te ve y créeme cuando te digo que en sus ojos se ve un brillo especial cuando estas cerca de él.


–     Gracias –dijo en voz baja el castaño.


–     Bien, creo que solo falto yo de contar mi historia –tomo nuevamente la palabra Camus–. Bueno yo era un chico normal hasta hace más o menos dos años cuando mi padre dueño del restaurante “Jardines de París”  le pidió un préstamo a un amigo suyo pero este no le podía prestar en ese momento debido a que todo lo tenía invertido y no disponía de la cantidad que ocupábamos así que le hablo de Hades Heinstein aunque le advirtió que no le pidiese demasiado dinero mi padre primero le hizo caso pero después comenzó a pedir más y más hasta que se endeudo con una suma enorme y el negocio no daba lo suficiente para pagar todo de manera rápida hasta que un día llegaron a nuestra casa el señor Heinstein diciendo que tendría dos semanas para juntar el dinero que le debía, cabe decir que no logramos recaudar el dinero suficiente así que según lo dicho regreso se llevo el dinero y me llevo con él a pesar de lo que mi padre hiciese eso no detuvo a Hades así llegue a la subasta de “juguetes” como le dicen ellos, recuerdo que estaba asustado sobre todo cuando llego mi turno y me hicieron mostrarme ante toda aquella gente –continuaba con su relato teniendo la atención de todos– entre la que pude vislumbrar a mi padre que iba en compañía de un hombre alto de tez trigueña, cabellos color azul, ojos del mismo color fue él quien me compro, cuando fue a recogerme no me dijo nada más al llegar a su limusina dentro pude ver a mi padre quien me explico que el hombre que iba con nosotros era  Kardia Scorpion, su amigo aquel que no pudo ayudarnos la primera vez, pero también me dijo que estaría a sus ordenes hasta que pudiese pagarle todo lo que debía no era un mal trato después de todo era amigo de mi padre de seguro nada malo pasaría así que confié en mi padre Degel y fui a vivir a la casa de los Scorpion ahí me dijo el Señor Kardia que como él no necesitaba ayuda extra en la mansión debería ir a vivir al departamento de su hijo donde fungiría como sirviente y que debía hacer todo lo que su hijo quisiese…


–     Milo Scorpion –interrumpió Shaka recordando al de cabellos azules que siempre lo perseguía cuando iba a realizar sus prácticas.


–     El Casanova Scorpion, aun recuerdo cuando lo conocí no perdió tiempo para intentar algo más allá de una amistad pero Kanon le dejo muy en claro hasta donde podría llegar conmigo –comento Mu sonriendo al recordar ese momento– ¡Fue tan gracioso!


–     Si, Milo de Scorpion un casanova en toda la extensión de la palabra, desde el día en que llegue a su departamento su padre, el señor Kardia, le dejo en claro que no podría hacerme ninguna insinuación y que debía respetarme pero claro cualquiera que haya conocido a Milo sabe que él no se puede quedar sin una conquista así que todos los días trataba de seducirme, siempre que estábamos solos se paseaba vestido solo con bóxers o con una toalla enredada a su cintura y no perdía oportunidades para invitarme a salir a pesar de todo eso yo me mantenía enfocado en las tareas que el señor Scorpion me había dado que serian prepararle los alimentos a su hijo y mantener el departamento en orden ya que en sus propias palabras lo que tenia de casanova lo tenia de desordenado, los días para mí pasaban entre realizar mis tareas y esquivar a Milo –siguió platicando a los demás que lo escuchaban atentos– pero por más que le dejaba en claro que no quería nada con él, él más se empecinaba en seducirme así estuvimos hasta que un día Milo decidió no esperar más y planeo una forma para que pasásemos una noche juntos, plan que llevo a cabo el día de mi cumpleaños para ese entonces ya teníamos medio año desde que el señor Kardia me llevo a trabajar con Milo, recuerdo que ese día para mi transcurrió tranquilo pero al llegar la noche Scorpion me convenció de salir con él,  ya que según sus palabras, nadie se podía quedar sin celebrar su cumpleaños así que por un día decidí que sería bueno olvidar que tenía que trabajar para pagarle al señor Scorpion, salimos a un club donde nos divertimos sobre todo porque Milo se comportaba como si no le importara estar seduciéndome y baje la guardia –relataba pero fijo su mirada en Shaka ya que cuando lo conoció vio en él la misma mirada que por un tiempo el mismo tuvo en sus agua marinas–  y eso me costó caro ya que mi queridísimo Scorpion se aprovecho para darme de beber una que otra bebida pero yo no estoy tan acostumbrado a tomar alcohol bueno, y aun hoy en día sigo pensando que esas bebidas debieron tener algo, aun sigo sin recordar del todo lo que paso aquella noche por eso solo podría decirles que seguimos en el club hasta entrada la madrugada y cuando regresamos al departamento sentía mucho calor demasiado, recuerdo que Milo me guió hacia su cuarto después sentí un peso sobre mi y quise quitarlo pero las manos de él me lo impidieron, después sentí unas caricias y besos para posteriormente sentir un dolor fuerte que inmediatamente siguió una fuerte oleada de placer, la mañana para mi llego muy rápido no entendía que había pasado y no sabía dónde estaba pero poco me duro ese gusto reconocí el lugar como la recamara de Milo además me encontraba desnudo y sentía un dolor en cierta zona, ustedes me comprenden, gire lentamente hasta que me tope con el rostro de un Milo en el quinto sueño recuerdo que me sentí indignado, humillado, herido, violado pero sobre todo triste por a ver perdido algo que yo siempre había querido darle al amor de mi vida, aquel hombre con el cual estaría el resto de mis días –platicaba a sus nuevos amigos mientras rememoraba lo que había sentido en aquella ocasión– y ahora me lo había arrebatado una borrachera y un escorpión, con cuidado de no despertar a aquel bicho rastrero me levante y salí de inmediato de aquella habitación y me encerré en la mía, ese día no salí para nada de mi recamara a pesar de que Milo me insistiera en que quería que le hiciese de comer hasta que se harto y se fue a comer a algún restaurante la verdad en ese momento no me importaba solo quería que estuviera lo más lejos posible de mí, regreso entrada la noche y pensó que podría volver a repetir pero en lugar de eso sólo obtuvo un par de golpes, creo que el que más le dolió fue el que le di en su entrepierna, y un baño de agua helada para que se le bajara la calentura –dijo sonriendo al recordar la cara de dolor que había puesto el de cabellos azules en aquel momento– si bien lo culpaba a Milo también me culpe a mi mismo por mucho tiempo ya que en primer lugar no debí salir con Milo, no debí haber tomado sabiendo que no tolero el alcohol pero ya no podía dar marcha atrás únicamente me quedaba aceptarlo y avanzar, así que me comportaba normalmente, aunque me costó mucho lograr dejar todo atrás, sólo que si  Scorpion se me quería acercar recibía de nueva cuenta un golpe en su queridísimo miembro y se quedaba sin comer, según él yo era una bestia que no comprendía nada pero ustedes estarán de acuerdo conmigo con que la bestia aquí se llama Milo Scorpion –decía recibiendo una afirmación silenciosa de los presentes– claro ahora que lo digo suena fácil pero la verdad es que me tomo mucho tiempo perdonarme a mí mismo y sobre todo a Milo para esto tuvo que pasar casi medio año más pero durante ese tiempo poco a poco mi bicho cambio su forma de ser conmigo aunque nunca me ha dicho el porqué de su cambio, yo siempre eh querido creer que se debió a que comprendió que aprovecharse de mi borrachera para tener relaciones conmigo no estuvo bien y que me lastimo mucho, porque incluso yo me di cuenta que mi mirada si bien era fría como siempre ha sido–contaba sin despegar su mirada fría de Shaka y este pudo ver, sentir en la mirada de Camus comprensión y calidez como si le dijese que todo pasaría cuando el tiempo curara su corazón–también era una mirada vacía, sin luz, sin ganas de vivir, era una mirada opaca que reflejaba el dolor no que sufrió mi cuerpo sino mi alma porque era yo quien no me perdonaba que hubiese caído en una trampa tan vieja, aunque sabía que Milo me había dado la bebida mi cerebro siempre me repetía sino hubiese aceptado salir, sino hubiese tomado esa bebida de manos de Milo, sino hubiera hecho esto o aquello pero el hubiera no existe y nunca podre cambiar el pasado, así que un día yo mismo me harte de sentirme mal, me hastié de sentirme una víctima y decidí de verdad seguir con mi vida ya no solo pretendiendo seguir con mi vida normal sino dejando todo el dolor atrás volviendo a ser quien yo era.


–     Vaya que te has repuesto bastante después de esa mala experiencia –hablo Mime después de un silencio que había hecho Camus.


–     Sí, pero como les digo no fue un proceso sencillo para mí –contesto el peli aguamarina sonriéndole.


–     Si me disculpan –hablo Shaka parándose de su asiento y caminando hacia el interior de la mansión.


–     ¿A dónde vas Shaka? –quiso saber Mu mirándolo


–     Voy… –sopeso su respuesta el rubio–… al sanitario.


Shaka desapareció al entrar a la mansión, los otros chicos se quedaron conversando de otras cosas sabían que si el ojí turquesa no estaba ahí para escuchar como terminaba la historia de Camus no tendría el mismo resultado que este ultimo siguiese relatando su vida por eso se pusieron a hablar de otras cosas, pero el tiempo pasaba y el de largos cabellos rubios no regresaba para continuar la plática así que Mu pensó que debía irlo a buscar y se levanto de su asiento mientras que Camus presintiendo que pasaba se ofreció a ser él quien hablara con Shaka tal vez con él se pudiese abrir o mínimo terminaba de contarle su historia así que partió hacia el interior de la mansión para buscar a Shaka.


Camus estuvo buscando  al de largos cabellos rubios primero en la planta baja de la mansión pero al no hallarlo pregunto a los sirvientes que le dijeron que habían visto que se dirigió hacia la habitación que ocupaba normalmente Kiki el hermano de Mu, después de que le indicaron hacia dónde dirigirse fue fácil dar con Shaka, el cual se encontraba frente al espejo del peinador que se encontraba en la habitación parecía que el rubio se miraba detenidamente como si buscase algún desperfecto o algo extraño en su apariencia, se quedo unos momentos recargado en el marco de la puerta hasta que el otro hablo.


–     Sabes cuando todo esto comenzó yo era diferente –comenzó a hablar sin despegar su mirada de su reflejo–, quería ser abogado para ayudar a las personas que tuvieran problemas legales y no tuviesen el dinero suficiente para pagar por un gran abogado, antes de llegar aquí yo era libre como el pájaro, solo tenía a mi padre pero me era suficiente más cuando fui traído a este lugar todo cambio –continuaba diciendo sin prestar atención a nada– según Saga ya no era libre, era suyo y el decidía que podía hacer, aun así decidí irme de aquí intente huir pero no pude por eso recibí una golpiza y me dejaron encerrado, y el día que se me presentaba una posibilidad de irme para siempre de aquí, ese maldito trajo a mi papá Dohko y me mostro que en verdad podría hacerle daño si yo hacia algo para salir de este lugar, ese mismo día me mostro como era la vida que quería que yo viviera pero me seguí reusando hasta… –sin darse cuenta Shaka había comenzado a derramar más lagrimas pero eso ocasiono que este ultimo fijara más su vista en el reflejo de sus ojos–  …hasta que me arrebato todo, me dejo vació, no le importo cuantas veces le dije que no, no le importo manchar mi cuerpo, no estuvo conforme con una sola vez siguieron más incluso estando mi padre en la mansión me violaba pero aun no satisfecho con mancillarme tenía que condenarme a…


–     ¿Shaka? –llamo Camus un poco asustado que había aguardado ya que parecía que el otro se estaba desahogando pero ahora el rubio estaba teniendo un ataque ya que ahora había comenzado a golpearse el estomago con sus blancos brazos– ¡Tranquilo!


–     ¡NO QUIERO! ¡NO LO DESEE! –gritaba el rubio que seguía golpeándose dejando desconcertado al de aguas marinas– ¡       YO NO LO QUIERO!


–     ¿Shaka de que hablas? –se aventuro a preguntar el mayor cada vez más nervioso.


–     ¡No quiero este bebe! –susurro mientras se dejaba caer llorando amargamente– ¡No quiero, no puedo tenerlo!


–     Shaka –lo llamo Camus mientras se acercaba para reconfortarlo espero unos momentos en lo que el otro  se calmaba–. Tranquilo todo estará bien.


–     No, como podría –hablo el otro mientras se dejaba llevar hacia la cama–. Este ser me recuerda todo lo que Saga me ha hecho y yo no sé si podría mirarlo sin volver a revivir todo una y otra vez.


–     Shhh –lo calmaba el peli aguamarina–. Ya, ya por ahora no pienses en eso, ¿por qué mejor no te cuento como es que ahora es mi vida?


–     No, ya no… cada una de sus palabras hacen que… que me acuerde –decía Shaka conteniendo los sollozos– de lo que… me ha hecho.


–     Está bien –convido el otro– ¿Qué tal si te platico entonces de como es mi hermosa Francia?


–     ¿Francia ¿Cómo? –cuestiono el rubio.


–     Yo viví ahí durante toda mi niñez, ¿quieres que te cuente cómo es? –cuestiono recibiendo una afirmación con la cabeza de parte del menor que para estas alturas estaba recostado en la cama.


Camus comenzó a contarle como era aquella ciudad donde había vivido su niñez, al poco tiempo de que comenzara a hablar noto que el rubio seguía derramando lagrimas silenciosas pero hizo como si no las hubiese notado, comenzó a acariciar los rubios cabellos para calmarlo mientras que continuo su relato hasta que vislumbro en el marco de la puerta a Mu a quien le dirigió una mirada y se llevo uno de sus dedos hacia su boca pidiéndole al otro que guardase silencio, este obedeció y envuelto en el mutismo se acerco a la cama donde se encontraban los otros dos después de varios minutos más notaron que el de rubios cabellos se había dormido así que decidieron salir de la habitación para platicar y dejar descansar al otro.


Caminaron en silencio hasta la sala donde el de cabellos aguamarinas comprobó que los otros dos chicos ya no se encontraban en la mansión ambos jóvenes se sentaron en la sala mientras esperaban el té, que Mu había encargado a una de las sirvientes previamente, aguardaron en silencio hasta que les llevaron lo pedido.


–     ¿Quisieras decirme que le pasa al chico? –rompió el silencio la voz fría de Camus.


–     Primero me gustaría saber si te dijo algo Shaka –contesto el otro mirando directamente a las aguamarinas de su amigo.


–     Aparte de que no quiere estar aquí, que Saga lo tomo a la fuerza… –comento el otro dando un sorbo al té–… a si y de comenzar a golpearse frenéticamente en el estomago, no nada.


–     Entiendo –hablo el otro–. Bueno veras Shaka fue subastado y Saga fue quien dio la mayor cantidad por él, al principio Shaka trato de irse de esta mansión pero eso solo le trajo más problemas por eso Saga se dio a la tarea de encontrar a Dohko, el padre de Shaka, cuando por fin dio con él lo trajo aquí y le hizo ver a Shaka que el tenia el poder suficiente para encontrarlo donde fuera a demás de que si intentaba cualquier cosa su padre sería el más perjudicado –relataba el de cabellos lilas– así que Shaka dejo de intentar huir, la verdad no sé bien que paso pero Saga y Shaka al parecer hicieron un trato no sé exactamente de qué iba, varias veces tuvieron peles debido a eso hasta que una noche Saga termino forzándolo… varias veces y eso tuvo como resultado que Shaka saliera embarazado pero él quiere deshacerse del bebe.


–     ¿Embarazado? –cuestiono asombrado el de cabellos aguamarinas– Pensé que Saga no estaba interesado en tener hijos, es más según me conto Milo todos los chicos de tu cuñado deben de tomar un anticonceptivo.


–     Bueno eso es verdad pero no sé por qué razón no le dio a tomar nada a Shaka –contesto el otro dirigiendo su mirada hacia las escaleras–. Creo que más que buscar un hijo Saga puede ver el embarazo de Shaka como un castigo para este.


–     ¿Y qué vas a hacer? ¿Le vas a ayudar a deshacerse de ese bebe? ¿o acaso dejaras que sufra con ver crecer al producto de sus violaciones? –cuestiono Camus.


–     Siéndote sincero no sé, una parte de mi me dice que debería ayudar a Shaka a deshacerse del bebe ya que a mi ver ya ha sufrido mucho pero otra parte me dice que tal vez ese ser que crece dentro de él puede traerle felicidad a sus padres –dijo Mu–, además está el hecho de que no sé cómo reaccionarían los Géminis si se enteran de que Shaka está embarazado ni mucho menos si se enteraran en dado caso que se deshizo de la criatura sin decirle nada a Saga.


–     Entiendo –comento el otro–. Es una decisión muy difícil e importante la que tendrán que tomar, Shaka por lo que involucra el realizarse un aborto y tú por la cercanía que tienes con ambas partes.


La sala se quedo en silencio ya que cada uno de los jóvenes estaban sumergidos en sus pensamientos, no supieron cuanto tiempo estuvieron así hasta que decidieron cambiar de tema y estuvieron conversando acerca de otras cosas por cerca de una hora hasta que los pasos provenientes de las escaleras les hizo voltear a ver encontrándose con una mirada turquesa vacía, el dueño de esta mirada se dirigió hacia donde estaban los otros dos  tomando lugar junto al de cabellos lilas, esperaron  en silencio a que el recién llegado hablase pero parecía que eso no sucedería así que siguieron conversando dejando que el rubio encontrase confianza para hablar con ellos.


–     ¿Cómo fue que superaste lo que te paso Camus? –pregunto  despacio el rubio con la mirada agachada interrumpiendo la conversación de los otros dos.


–     Bueno, no fue algo sencillo realmente pero creo que el primer paso y el más importante para mí fue el dejar de culparme –hablo el de ojos aguamarina–, entender que si bien mi cuerpo ya no era virgen si lo seguía siendo mi corazón y mi alma, que lo que había pasado no me hacía valer menos, que tal vez ya no podría ofrecer mi cuerpo inmaculado a la persona que decidiera amar y que me amase  pero que podía ofrecer algo más grande un amor verdadero y mi corazón por entero además de comprender que si alguien me va a amar, amara primero a mi persona y no mi cuerpo.


–     Pero… y Milo ¿Lo perdonaste? –se aventuro a preguntar el rubio.


–     Es un poco complicado –contesto Camus–. Lo perdone porque cambio conmigo, porque con él tiempo el me demostró que podía ser diferente y que estaba arrepentido de haberse aprovechado de mi también porque me declaro su amor y se dijo dispuesto a dejar de lado todo por mi pero nunca lo he perdonado por completo debido a que siempre me molesto el hecho de cómo me arrebato la virginidad de mi cuerpo pero si lo comparo a como era conmigo antes a como es ahora te puedo decir que Milo me enseño a perdonarlo y amarlo, así como también me mostro otra faceta de él que nadie conoce más que yo.


–     Pero… te hace… tener relaciones con otros –susurro Shaka.


–     Digamos que es como darle un pequeño toque de sensualidad a nuestra relación –comento el otro un poco sonrojado–, pero  solo lo hacemos en pocas ocasiones y generalmente el no deja que nadie posea mi cuerpo más que él y si llego a estar con alguien más el inmediatamente Milo “borra” cualquier rastro que no sea de él.


–     Entiendo –dijo el de ojos turquesa–. Si me disculpa estaré en el cuarto.


–     Nada de eso Shaka –hablo Mu que se había mantenido en silencio hasta entonces–.  Ve y busca un abrigo saldremos en compañía de Camus y Albiore.


–     ¿Eh? –dijeron confundidos los nombrados.


–     ¡Ve por tu abrigo nos vamos en cinco! –ordeno Mu.


–     Claro –se limito a decir el rubio para después subir las escaleras rumbo al cuarto que ocupaba.


–     ¿Se puede saber a dónde vamos? –cuestiono Camus.


–     Primero a un parque, creo que le hará bien salir de este lugar –hablo el peli lila–, después quiero llevarlo a una casa de padres solteros y con un doctor para que le explique lo del aborto.


–     ¿Pensé que estabas en contra de eso? –pregunto el de ojos aguamarina


–     Lo estoy pero al final es Shaka quien debe decidir qué hacer, es su cuerpo y su hijo no el mío –contesto Mu


Cuando estuvieron listo salieron de la mansión para Shaka era hacia un lugar desconocido pero no podía evitar sentirse un poco feliz debido a que casi nunca había salido de aquella mansión, después de varios momentos llegaron a un parque rodeado de arboles, en un espacio se encontraban varios juegos dispuestos para los niños y niñas que iban a este a jugar, había varias bancas donde las personas se podrían sentar a esperar a sus hijos o a platicar, los tres jóvenes se sentaron en una de estas que se encontraba cobijada por la sombra de un gran árbol estuvieron en ese lugar platicando de diversas cosas o más bien Mu y Camus platicaban mientras Shaka se la pasaba observando a las familias que se encontraban en aquel parque.


Después continuaron su recorrido de nuevo en la limusina hacia un desconocido destino, pronto el de cabellos largos como espigas de oro vislumbro un edificio de fachada sencilla y pudo comprobar que a ese lugar era al que se dirigían cuando el vehiculo se detuvo frente al mismo espero a que los otros bajaran y el hizo lo mismo siempre siendo acompañado por Albiore que no lo perdía ni un momento de su vista, cuando entraron al lugar el más joven observo a varios chicos, algunos más jóvenes que él y otros mayores, que o llevaban en sus brazos un niño o se encontraban embarazados cosa que hizo que girase su rostro hacia Mu pidiendo una respuesta.


–     Es una casa de asistencia para padres solteros –dijo Mu calmadamente


Estuvieron en aquel lugar por varias horas, conocieron a algunos chicos con los cuales estuvieron platicando algunos eran más jóvenes que Shaka mientras que otros eran de su edad, después de salir de la casa de asistencia se subieron nuevamente a la limosina y Shaka volvió a  sumergirse en sus pensamientos como había estado la mayoría del día justo ahora se preguntaba a dónde irían esta vez o si ya regresarían a la mansión de los Géminis, no podía negar el rubio que hablar con aquellos chicos que habían decidido tener a sus bebes, lo cuales fueron procreados de diversas formas, había causado que nuevamente existiera esa duda sobre si abortar o no hasta hace unas horas lo había decidido pero ahora…


–     Llegamos –anuncio Camus sacando de sus pensamientos al rubio.


–     ¿Esto es? –cuestiono Shaka al ver que se encontraban frente a un gran edificio con grandes ventanales y paredes blancas


–     Vamos a ver a un amigo –contesto el peli aguamarina


Los tres chicos entraron acompañados en todo momento por Albiore, cuando piso dentro del lugar Shaka pudo ver que se trataba de una clínica especializada tratar el embarazo en hombres cosa que causo un estremecimiento en el rubio caminaron en silencio hasta la recepción donde preguntaron por el doctor Sisyphus Rukbat y a los pocos minutos llego un hombre joven de cortos cabellos castaños claros, mirada azulina y piel trigueña el cual vestía unos pantalones de vestir negros, camisa azul y un una bata blanca mientras en su cuello colgaba un estetoscopio.


–     Buenas tardes –saludo a los tres jóvenes– Camus, ¿con cuál de estos bellos jóvenes quieres que hable?


–     Buenas tardes Sisyphus –saludo Camus–. Con él –dijo señalando al más joven– su nombre es Shaka de Virgo.


–     Joven Virgo por qué no me acompaña a mi consultorio –hablo el castaño llamando la atención del rubio del cual solo asintió afirmativamente con la cabeza–. Bien sígame, por favor.


Sisyphus y Shaka desaparecieron por el corredor siendo seguidos de cerca por Albiore mientras que los otros dos jóvenes se sentaron en la pequeña sala que había en el lugar a esperar al rubio, después de casi una hora vislumbraron regresar al rubio junto con el jefe de guardias de los Géminis.


–     En tres días tengo que venir –dijo en cuanto llego a donde se encontraban Mu y Camus.


–     ¿Para? –se aventuro a cuestionar el de cabellos lilas.


–      Para intervenirme –contesto el rubio.


–     ¿Estás seguro con esta decisión? –cuestiono Mu


–     Es lo mejor –susurro– prometiste que me ayudarías.


–     Y lo hare, a si no esté de acuerdo pero respetare tu decisión. –hablo el de pupilas verdes.


–     Podemos irnos, quiero descansar –pidió el más joven recibiendo una afirmación muda por parte de los otros.


Tanto Mu y Shaka se subieron a la limusina pero Camus se disculpo diciendo que ya era muy tarde y que debía regresar al departamento de Milo, así sus caminos se separaron. Al llegar a la mansión de los gemelos el de ojos turquesas se dirigió directamente a la habitación que ocupaba donde se recostó pronto el sueño comenzó a ser mella en él debido a que había sido un día muy  largo para él.


Mu veía desde el marco de la puerta como Shaka se dejaba llevar por el sueño, lo ideal hubiera sido que cenase algo pero dada la decisión que acababa de tomar el rubio considero mejor dejarlo tranquilo aun con pesar se dirigió al cuarto de Kanon, el cual al parecer todavía no llegaba, él también necesitaba descansar pero sabía que debía decirle lo que estaba pasando con el juguete de su cuñado pero no estaba seguro de como reaccionaria ante las noticias que debía darle.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).