Capítulo 1 (único) “Incendiándonos de amor”.
{Pov ‘Key}
Estoy viendo por la ventana. Un curioso gatito se está lavando en mi terraza, es de pelaje gris con unas simpáticas rayas de un gris más obscuro, también tiene una de su patitas delanteras de color blanco. Sus ojos son verdes manzana y un lindo color rosado en su nariz. Me sentía embelesado ante esa criaturita, así me sentía cuando observaba a mi novio, Taemin, pero últimamente nuestra relación va de mal en peor. Siento que esto se acabará pronto, aún que siento que mi amor por él no es el mismo, creo que nuestros sentimientos se están apagando últimamente.
¿Cómo es que me di cuenta? Bueno, simple, recuerdo que hace tres meses, exactamente, Taemin llegó con olor a perfume, no era el mío y tampoco el de él. Deduje que era de algún lugar que paso y se le impregno a él pero de ese día llego con el mismo perfume por tres días consecutivos. Sentí que se me iba de las manos, una noche le preparé una deliciosa cena. Ambos comimos felices, intercambiamos diálogos muy agradables, él sonreía a cada locura que yo decía y yo hacía lo mismo escuchando sus torpezas en la oficia. Me dijo que estaban haciendo una prueba de luces y esta exploto y el termino debajo de su escritorio asustado. Esa noche nos regalamos besos y caricias, lo necesitaba. Quería sentir su piel expuesta contra la mía, pero él me rechazó. Me dijo que estaba cansado y necesitaba dormir.
Esa noche me había enojado mucho, demasiado. Ya había pasado un mes desde ese entonces, no había insistido en hacer el amor y solo una vez, me había acorralado contra una de las esquinas y empezó a besar mi cuello desesperadamente. Le dije que no iba hacerlo cuando él estuviera dispuesto, se enojó y salió de casa. Volvió hecho un mar de lágrimas y más aún borracho. Me pedía perdón, pero yo no entendía por qué.
Recordando todo eso me sentí triste, desde entonces nuestras noches de pasión desaparecieron de nuestra agenda, anteriormente éramos activos y teníamos la misma cantidad de apetito sexual. Ni mucho, ni poco. Recordar sus manos sobre mi piel, acariciando cada rincón. Sus labios lamiendo los míos y sintiendo nuestras lenguas chocar. El sonido de nuestras bocas al momentos de ser uno solo, completamente unidos.
Pero, sentía que esa magia que había en nosotros había desaparecido de repente. Ya no nos hablábamos con cariño ni mucho menos nos veíamos agradablemente.
Me levante dispuesto a dejar de pensar en cosas que me ponían molesto. Me decidí a terminar nuestra relación así ambos dejamos de sentirnos molesto con el otro. Aún que nos enojábamos por cual quier cosa “Por qué el no acomodo la tapa del baño” “Porque yo me olvide la sal” “o simplemente porque el viento paso y pego una ráfaga en el rostro”. Ya no era lo mismo…
—Aigo~—me estire y entre en el baño, hice mis necesidades. Lave mi rostro y mis dientes para luego prender la ducha y adentrarme en esa calentita ducha. Al salir, me seque y me coloque un pantalón hasta mis rodillas de una tela fina, una musculosa holgada color negra con una calavera dibujada—Bien…—susurré a mis adentros dirigiéndome a la cocina para preparar el desayuno. Café con leche y medialunas con crema pastelera. Un buen desayuno, coloque ambas tazas con respectivas medialunas en la mesa.
—Buenos días—Habló Taemin viniendo desde la otra habitación, pues, dormíamos por separado.
—Buen día—susurré—Que suerte que despertaste, se enfriaría si llegabas tarde—dije sentándome para beber de mi café.
—Claro, yo me despierto temprano porque trabajo, no cómo tu que te las pasas rascándote el culo todo el día—se sentó algo brusco haciéndome saltar por la sorpresa, tomo un sorbo de su café—Cada días empeoras en la cocina, eh. A ver para cuando decides inscribirte en un instituto de gastronomía porque yo de tu comida ya no como más.
—Entonces haz tu propia comida, no me reclames si quieres que haga todo lo domestico. No trabajo porque tú casi te arrodillas para decirme que serías el hombre de la casa, que ironía ahora pareces una mujer quejándose—dije indignado, él me ponía de mal humor en el instante.
—Sí, lo que digas Kibum. Por favor no grites—dijo sobándose la cien dado que eleve mi voz— tienes una voz chillona que taladra mis oídos, así que abstente a elevarla, debo estar fresco para ir a la oficina.
—Eish…—resople—No diré nada, no me enojare contigo. Solo no quiero que malditas arrugas aparezcan—dije calmándome un poco.
—Bien, cariño. Me iré a trabajar—hablo haciendo énfasis en “cariño” añadiendo un tono de desagrado.
—Sí, adiós…—me concentre en esa masa con esa crema deliciosa, restándole importancia a Taemin quien se iba molesto.
{Pov’ Taemin}
Salí de la casa dirigiéndome hasta mi auto que era un Audi A3 Sportback gris, Gracias a mi trabajo pude darme el lujo de comprarlo, aún que no sea tan barato mi bolsillo pudo acceder a él. Si, por mi esfuerzo en la oficina.
Aceleré y me detuve en ocho semáforos antes de llegar a mi oficina, en el camino solo había parejas felices ¿Por qué Kibum y yo ya no éramos así? ¿Qué paso con el amor que florecía siempre que nos veíamos? Realmente cuando volviera del trabajo hablaría con Kibum acerca nuestra relación, ninguno de los dos nos llevamos bien. Quizá era tiempo de buscar nuevas cosas, terminar con esta relación era lo más cómodo para ambos.
Llegué a las oficinas del presidente Kim, yo ocupaba el puesto de vice-presidente gracias a mi desempeño laboral, el cuál debo de agradecer para poder escalar puestos y puestos sin ningún tipo de problemas.
Apenas entre me encontré con las empleadas en una línea recta haciendo una venía para saludarme yo solo les respondí con una sincera sonrisa, llegue a recepción y ahí estaba Sandara.
—Buenos días señor Lee Taemin—Me sonrió
—Buenos Días Señorita Sandara—salude— ¿Algún proyecto nuevo?—agregué
—Sí, el empresario Choi Minho no tarda en llegar—dijo mientras revisaba unos e-mails.
—Perfecto, ¿algo nuevo con el presidente Kim Jonghyun?—pregunte.
—Oh, casi lo olvido. Dijo que lo esperaba en su oficina
—Bien, muchas gracias por su trabajo duro—me despedí y camine hasta el elevador dónde presione el último piso del edificio, el cual debo de aclarar era muy grande— ¿Qué querrás ahora Kim Jonghyun?—susurré mientras llegaba a mi piso deseado, caminando hasta lo último del corredor alejado del resto de las oficinas, dónde aquella puerta me separaba de la oficina de Jonghyun. Golpee la puerta.
—Adelante…—abrí y lo vi sentado en su gran y cómodo asiento de cuero negro.
— ¿Qué sucede señor Kim?—dije haciendo una reverencia en forma de saludo.
—Oh~ que frío que eres conmigo Minnie, ¿Por qué me tratas así? Si la última vez solo decías mi nombre pidiendo más—
—Claro, eso fue gracias a no sé qué droga le metiste a mi bebida—dije enojado
El rio
—Pero al menos lo disfrutaste mucho, además… me siento un macho completo, por que cual quiera desearía poseerte como yo lo hice—se acercó a mi tocando mi mejilla con su fría mano.
—No me toques—la corrí bruscamente—solo vine porque Sandara me dijo que me necesitabas, si es sobre trabajo hable ya.
—No dije que fuera sobre la empresa, así que no te atajes. Solo vengo a hacerte una propuesta—
— ¿Qué?—susurré
—Deja a Kibum y quédate conmigo…—se relamió los labios.
— ¿Eh? ¿Contigo? ¡JA! No me hagas reír Kim Jonghyun—dije irónico.
—Que gracioso, nunca vi a alguien estar con la persona que no ama—susurró
— ¿Qué dices?—
—Así es Taemin, sé muy bien acerca el estado de tu relación con Kibum. Si se mueve un poco más ese ladrillo se derrumba, así que porque no lo tiras tú mismo, en cual quier momento se caerá ¿no crees que es hora de que esa torre sea demolida por ti?—
—No, gracias…—dije enojado.
— ¿Por qué haces esto? Si sabes muy bien que Kibum no te quiere, ya no te ama… yo puedo darte todo. Kibum ya no puede.
— ¿Quién dice que no me quiere? Kibum me ama, yo lo sé.
—Bueno, no hay más ciego que el que no quiere ver. Pero allá tú, Si Kibum te amara tanto cómo dices ¿cómo explicas que se acostó con el novio de su amigo Onew?—
— ¿Minho…?—
—Sí. Tengo contactos Taemin, lo sé todo acerca de ti—
— ¡Pero que mierda…!-dije completamente furioso.
¿Kibum y Minho? Esa maldita perra me escucharía, me engaño con el novio de su mejor amigo. Y Esa rana pervertida decía ser mi amigo, que basura.
Salí disparado de las oficinas, ahora me valía madre ser despedido o no. Me daba lo mismo, solo tenía que hablar con Key, esa zorra que se acuesta con quien sea mientras tiene una pareja. Me subí a mi auto y conduje hasta toparme con el primer semáforo.
— ¡Mierda!—recordé todo lo que key y yo vivimos, creo que fue mi culpa el hecho de que el me haya engañado.
Llegue a casa a toda velocidad rogando que Kibum estuviera ahí, sería perfecto encontrarlo con Minho quien sabe haciendo que cochinadas. Encontrarlos con las manos en la masa.
— ¡Kibum!—grité azotando la puerta detrás de mí.
— ¿¡Que rayos te pasa!? ¿! ¿¡Por qué mierda gritas!?—gritó saliendo de del baño tallando su corto cabello, algo que tenía este chico era que amaba bañarse y lo hacía cada dos por tres.
—Grito si se me da la regalada gana ¿entiendes?—
Odiaba el hecho de saber que alguien lo marco, que fue poseído por aquella rana de cuarta. Sus cuerpos sintiéndose y yo cómo estúpido sin haberlo notado, sin haber visto marcas de propiedad en MI Kibum.
Sin pensarlo dos veces estampe mis labios con los suyos, sintiendo ese dulce sabor que había olvidado por completo. Aquel suave tacto que sentía cuando los movía sobre los de él, pero en ningún momento me correspondió. Tampoco necesitaba de su autorización para marcarlo como mío otra vez, no necesitaba su permiso para borrar las marcas de aquel hombre.
Me separo de su cuerpo, su rostro mostraba indignación. Hacía mucho que nuestros labios no se tocaban. Solo sentí esa corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo, quería más de ese dulce néctar que Kibum poseía.
— ¿¡Que te pasa!?—me hablo algo asustado, lo veía en sus ojos. Que estaban levemente cerrados y sus cejas un poco fruncidas.
—Solo quiero que seas mío otra vez—lo tome en brazos, yendo hasta la primera habitación que encontré, tirándolo sin suavidad alguna a la cama.
Me quite la camisa y el cinturón abalanzándome a sus labios, el los fruncía no quería tener contacto alguno conmigo. Pero yo le obligaba a corresponder, mordía esos regordetes labios, los lamía y succionaba. Coloque mis manos en sus pezones, acariciándolos por encima de la remera, hice prisionero su cuello, Lamiéndolo a mi antojo. Saboreando ese delicioso extremo de su cuerpo. Sintiendo cómo se estremecía debajo de mí.
La irá me invadía, me imaginaba cómo Kibum se estremecía así o más debajo del cuerpo de Minho. Sin pensarlo tome sus pezones entre mis dientes, mordiéndolos y estirándolos de golpe. El solo gemía quedito.
— ¿Taemin? ¿Qué te pasa? ¡Suéltame!—por fin reacciono, pero no se lo dejaría tan fácilmente. No permitiría que otro lo hubiera marcado.
— ¡Cállate!—le di una cachetada, él no debía hablar. No ahora, él debía respetarme cómo pareja.
— ¿Ta-tae?—dijo entre sollozos.
— ¡QUE TE CALLES TE DIGO!—Otra cachetada en su otra mejilla.
Se escuchaban sus sollozos histéricos, se mordía el labio para que estos no se escucharan.
Quite su pantalón y el solo dio un gemido de sorpresa, sus ojos estaban fuertemente cerrados mientras susurraba “suéltame…” y un “tengo miedo”. En un momento lo iba a dejar pero la imagen de Minho y Kibum vino a mi mente y no me permití.
Lo voltee bruscamente, Su rostro quedo pegado en el colchón mientras que su culito quedo completamente expuesto para mí, oh~ sin duda era una vista hermosa. Era obvio, key estaba excitado, de su entrada escurría algo de líquido, haciéndolo ver tremendamente tentador.
—Ngh~—Un gemido reprimido salió de la garganta de Kibum, cuando introduje mi lengua en su estrecha entrada, removía mi sinhueso en su estrecho hueco, sintiendo ese sabor que tanto me hacía falta— N-no ha-hagas eso mmm~—susurró.
— ¿Eh? ¿Por qué no? ¿Acaso quieres que Minho te haga esto?—dije enojado, sin pensarlo mi cariño y suavidad desapareció.
— ¿Mi-Minh...? ¿¡Minho!?—se sorprendió, si, seguro se sorprendió por qué lo descubrí. Me despoje de mis pantalones y mis bóxer, tome mi miembro el cual ya se encontraba completamente caliente e hinchado, palpitaba y un cosquilleo lo recorría por completo.
—Hm…~—solté un gruñido cuando me fui enterrando en sus estrechas carnes—Ohhh~ Mierda…~
—Ahh!
{Pov’ Key}
Sentí el apoteósico bálano atravesar mi carne, después de tanto tiempo sin tener relaciones me encontraba muy estrecho. Él no tuvo compasión, se enterró por completo sin titubear. Vi cómo de mi entrada escurría sangre. Estaba sangrando y el no detenía sus estocadas, fuertes y firmes.
Daba de lleno en mi próstata en cada penetración. Dolía pero aquél dolor me daba un tremendo placer. De mis ojos caían lágrimas, por el dolor y la nostalgia que sentía al volver a sentir las manos de Taemin recorriéndome entero.
Su mano atendió mi miembro, bombeándolo de arriba hacia abajo sin detenerse, el buscaba su liberación y yo ya estaba cerca del orgasmo.
—Ahh~ Tae~ Nghh—sentí cómo su miembro dio aún más fuerte en mi punto dulce, mis piernas estaban como gelatina. Sentía como saliva escurría por mi boca y mis ojos apenas los podía mantener abiertos.
—Bummie~—Susurró en mi oído provocando mi liberación en toda su mano, unas estocadas más contra mí y el también libero toda su semilla dentro de mí.
—Ahh~ Ngh~ ¡Tae~!—me tiré por completo en el colchón, acomodando mi ropa interior y pantalón que estaban por mis rodillas, todo me dolía. Aún veía como sangre mesclada con su semen se escurría por mi entrada, mis lágrimas aún recorrían mis mejillas. El momento fue genial, pero… él había empezado forzándome y al fin y al cabo lo hizo porque supuestamente él lo hice con ¿¡Minho!? Rayos, es estúpido. Cuándo yo me acostaría con una rana fea y pervertida, y más aún más cuando él es el novio de mi mejor amigo, Onew.
— ¿Y ahora?—susurró
— ¿Eh?—levante mi rostro observándolo, él estaba colocándose sus pantalones. Dejándome ver esos marcados abdominales.
— ¿Y ahora, quien crees que lo haga mejor?—comento.
— ¿De qué rayos estás hablando?—quise sentarme pero el dolor en mi culo me estaba matando, cómo si tuviera metido un bate de béisbol.
—Eso… ¿Minho o Yo?—se acercó a mí y tomo mi rostro entre sus manos.
—Eres un estúpido—mis lágrimas volvieron ¡¿cómo mierda yo iba a acostarme con aquel?!
— ¿Qué? ¿Soy estúpido? ¿Por qué? ¿Por qué te digo la verdad?
—Eso es estúpido Taemin, ¿Por qué crees que yo me acosté con Minho?
—Alguien me lo dijo, no eres más que una zorra—me empezó a besar nuevamente.
{Pov’ Taemin}
— ¿Y ahora?—susurré, volvía a sentir esas mariposas en mi estómago como antes al tocarlo
— ¿Eh?—Levanto su rostro en forma de pregunta.
— ¿Y ahora, quien crees que lo haga mejor?—dije, no debía dejarme llevar por el momento
— ¿De qué rayos estás hablando?—Se quiso sentar pero callo nuevamente en el colchón
—Eso… ¿Minho o Yo?—me acerque a él y tome su rostro entre mis manos, era tan suave
—Eres un estúpido—sus lágrimas se hicieron visible ¿acaso tanto le afectaba que le dijera la verdad?
— ¿Qué? ¿Soy estúpido? ¿Por qué? ¿Por qué te digo la verdad?
—Eso es estúpido Taemin, ¿Por qué crees que yo me acosté con Minho?
—Alguien me lo dijo, no eres más que una zorra—Lo empecé a besar nuevamente pero el solo me alejo.
— ¿Y le crees a esa cuya persona y no te molestas en preguntarme a mí?
— ¿Qué dices?—ya me estaba entrando la duda.
—Y-yo ¡E-en nin-ningun momento me a-acosté con él!—sus hipidos eran audibles y su rostro se deformaba tiernamente, me odie por hacerlo llorar. Ahora me daba cuenta en lo cuanto lo amaba.
— ¿Eso es verdad?
—Aún que por mi mente paso por la cabeza el hecho de no amarte, no podía, no podía dejar de sentir estos sentimientos por ti ¿entiendes? Yo, yo no sé qué has hecho tu pero recuerdo en las noches que venías con un olor a perfume distinto al mío y definitivamente tuyo no era—llevo sus manos a su rostro— Creí que deberíamos terminar pero… Yo te amo, Taemin… nunca me acostaría con alguien que no seas tú.
—Y-yo ¡P-perdón!—lo abracé con todas mis fuerzas—en verdad lamento tanto, todo… todo, por no preguntarte. Por obligarte a hacer esto, yo simplemente no pude detenerme al imaginarme a ti con Minho.
Él se estrechó a mi cuerpo.
—Debo decirte algo…—le dije mientras que el me veía atento—Ese día que vine con un olor a perfume fue, fue la fiesta en la oficina. Era una buena velada solo de gente importante, El presidente me había dado una bebida, muy exótica a mi parecer. Yo lo siento, no sabía, no sabía lo que contenía esa bebida—Las lágrimas que quise contener salieron, me sentía venerable.
— ¿Quiere decir que…?
—Sí, me acosté con él—vi su rostro estaba entre sorprendido y triste a la vez, decepcionado.
—Pero…—iba a decir algo pero.
—Seguro ahora me odias, que estúpido soy al creer que no lo harías
—No, Taemin—tomo mi rostro con sus suaves manitas, me miro tiernamente transmitiéndome esa calidez que tanto extrañaba. ¿Por qué tuve en mente la posibilidad de alejarme de él? Cuando ni siquiera puedo imaginármelo sin el—Recuerda que aún te amo. Siempre lo haré—
—Sí, Remember that I love you~—susurré cantando en su oído