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Una nueva generación, una nueva vida. por Overr4ted

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Notas del capitulo:

La vida en la casa Slytherin no es tan desagradable como siempre les han hecho ver a Albus, quien está agradecido por encontrar allí a su mejor amigo. 

CAPÍTULO II

 

El despertar fue tan duro como aquel golpe que le propinó James en sus sueños. Albus despertó antes que Scorpius, y tardó más de la cuenta en regresar a la realidad. Tomó un pergamino y comenzó a escribir letra por letra, tratando de evadir el tema con cosas sin importancia. Había sido seleccionado para Slytherin, y eso era algo que no se podía cambiar. El moreno se metió a la ducha poco después de terminar, y sinceramente no quería salir de allí nunca.

El chico rubio, con su cabello más desordenado que nunca bajo cautelosamente por la escalera al borde de su cama, intentando no despertar a su compañero que yacía en llanto bajo la regadera. Con imprudencia (y por qué no, curiosidad), tomó con sus pequeñas manos la carta cuya tinta aún estaba fresca. La leyó con detenimiento, aunque a una velocidad impresionante. Decía:

Queridos mamá y papá. La he pasado muy bien el día de ayer. Vi a tío Hagrid llevarnos al castillo como de costumbre (según lo que me han contado), y Neville, perdón, el Profesor Longbottom nos puso el sombrero a todos los de primer año. Tengo un nuevo compañero que conocí en el tren, seguro te agradará cuando lo conozcas.

Scorpius se sintió halagado por la forma como Albus se refería a él sin ningún desprecio, al que ya estaba acostumbrado. Notó que la carta aún estaba sin terminar; tocó la puerta del baño y apresuró al moreno para que saliera rápido. Cuando ambos estuvieron arreglados para su primer día de clases, el rubio se acercó sigilosamente a su compañero.

-      Deberías decírselos.

-      ¿Qué cosa? – Dijo Albus mientras trataba infructuosamente de arreglar su melena desordenada por naturaleza (otro legado Potter, para variar).

-      Que eres un Slytherin, ya sabes, a tus padres.

Albus sintió nauseas. La piel se le puso de gallina y vio cómo su mundo giraba y giraba. Scorpius lo sostuvo antes que cayera al suelo, de donde se levantó rápidamente.

-      Lo sabrán algún día, Albus. Y será más pronto que tarde.

En su voz había un tono tanto recriminatorio como alentador. El moreno rompe en llanto, esta vez ante los ojos de la única persona que quizás lo entienda.

-      Me odiarán, Scorpius. Toda mi familia odia a la casa Slytherin. Cuando papá lo sepa… será un desastre.

Su voz temblaba ante cada palabra que salía de su boca. No podía creer que eso le estaba pasando justo a él. Pero tenía que afrontar lo se le venía encima: la decisión del sombrero no iba a cambiar; y su familia tampoco, lo que le entristeció aún más. El rubio, con sus ojos llenos de compasión, trajo hasta el la tinta, el pergamino y la pluma. Albus lo miró como quien escribía su propia sentencia de muerte. Le regaló una sonrisa, y puso su mano cuidadosamente en la de su amigo, ayudándole a escribir.

-      Lo haremos juntos ¿Vale? – Dijo Scorpius con enorme dulzura (¡Si su padre lo supiera!).

Tomó su mano por la parte superior y juntos deslizaron la fina punta de la pluma sobre el papel.

         … y, papá, mamá, soy un Slytherin.

         Los amo.

                   Albus Severus Potter.

El moreno se levantó con gran valentía, ató la carta a la pata de Castor, su lechuza marrón, y la envió a su hogar. Desde ese momento se convirtieron en algo más que compañeros de cuarto; habían entablado una amistad, y para ambos el otro era su primer amigo. Y supieron que todo iba a estar bien siempre que estuviesen juntos.

Bajaron hacia la sala común que estaba casi vacía. Corriendo a la mayor velocidad posible (sin que Malfoy dejara atrás a Potter) llegaron tarde a su primera clase.

-      Hola a todos. – Dijo la profesora claramente molesta por la impuntualidad de los jóvenes – Mí nombre es Cho Chang y soy su maestra de transformaciones.

Al terminar la frase, la mujer saltó hacia uno de los pupitres convertida en una hermosa águila blanca. Solo se pudo oír un ¡Wow! Eso, en comparación con el resto de la clase fue lo más extraordinario. Albus y Severus pasaron las dos horas enteras intentando convertir una rana en una pinza para el cabello, con resultados desastrosos.

El resto del día fue tranquilo. Su clase de herbolaria con Neville les resultaba muy llamativa. ¡Y qué decir de pociones!, siendo impartida por el profesor Slughorn y jefe de su casa, quien les regalaba puntos por cada acierto. Al caer la noche ambos estaban rendidos.

-      Contraseña, por favor. – Dijo el hombre del cuadro.

-      Serpiente Plateada. – dijeron los chicos, al unísono y casi gritando.

La sala común estaba llena. Los de grados más avanzados estaban más cerca de la chimenea, y los menores ya se habían ido a dormir.

-      Oye, Potter. – Escuchó Albus.

Miró hacia atrás y vio como cuatro estudiantes, quizás de último grado, se le acercaron. El más grande de todos tomó la palabra.

-      ¿No te asusta que un Potter como tú esté justo en el “nido de las víboras”?. Dijo, moviendo los dedos para enfatizar sus últimas palabras.

-      ¡Déjalo en paz! – Dijo Malfoy, evidentemente enfadado.

-      En absoluto. - afirmó Albus con tranquilidad. Hasta los más grandes leones le temen a la mordedura de una serpiente.

Los jóvenes se quedaron en silencio ante la astuta respuesta del moreno. Pareció intrigarles, pero se marcharon sin nada más. Uno que otro tenía una sonrisa estúpida en el rostro. Pero ¿Qué acababa de hacer? Había insultado la casa donde había pertenecido casi toda su familia. Y contra cualquier otra cosa, se sintió bien.

-      Eso fue increíble. – Dijo Scorpius con tono de sorpresa.

Subieron corriendo por las escaleras hasta llegar al dormitorio. Se cambiaron de ropas y se pusieron a dormir. Mañana tendrían otro fabuloso día.

***

Albus seguía despertándose tarde, como de costumbre. Ya habían pasado tres semanas, y aún no había obtenido ninguna respuesta de sus padres. Nestor, el prefecto de quinto año, interrumpió en su cuarto y llamó a Potter. La directora quería verlo en su oficina. Los niños de dieron una mirada furtiva y el moreno salió a grandes pasos hacia la rectoría.

-      ¡Señor Potter! – escuchó decir a la profesora McGonnagall por la rendija de la puerta - La decisión del sombrero no puede modificarse,  usted bien lo sabe.

-      Pero Minerva, mi hijo no puede ser un Slytherin.

-      Lo es.

La mujer terminó la conversación con un acento dominante muy similar al de su tía Hermione. Albus entró lentamente, y vio cómo su padre lo miraba. No era desprecio, pero si decepción. Harry se sentó a solas con el muchacho, para conversar.

-      ¿Te sientes bien en tu nueva casa?

-      Si papá. Es un buen lugar. Y no me quiero cambiar.

-      ¿Por qué no? – preguntó el padre con intriga.

-      Porque tengo un amigo.

El rostro de Harry no se inmutó ante tal noticia, pero era la primera vez que su segundo hijo decía tener un amigo, y eso superaba cualquier expectativa que tuviese sobre él y su casa. Le dio un prolongado abrazo, y antes de irse le dijo:

-      La casa Slytherin ha ganado un excelente mago. - Y se fue sin decir nada más.

Albus sabía que no todo estaba bien, pero que su padre lo aprobara le hacía quitar un peso de su espalda. Ya tendría que enfrentar a su familia después.

***

Los días se volvieron semanas, y el primer año se iba tan rápido como llegaba el invierno. El par de primerizos eran casi inseparables. Iban a todas sus clases juntos, hacían sus deberes en compañía (el uno copiando lo que el otro sabía más, y viceversa). El moreno no había hablado con su hermano mayor desde el día en que subió al tren, y solo había intercambiado unas cuantas miradas con él por los pasillos. “Nos arreglaremos en navidad”, pensó.

Conforme pasaba el tiempo se dio cuenta que, aunque la casa Slytherin había sido el hogar de los magos más tenebrosos, también había acogido a aquellos que hicieron cosas grandiosas. Malvadas, sí, pero grandiosas. Y, por el momento, su ahora mejor amigo y eso era más que suficiente para continuar. 

Notas finales:

Los reviews me animaron a continuarlo más rápido de lo que creía. Gracias a todos, y espero sus comentarios ^^


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