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En tu corazón, solo quiero estar yo por Hikari Chibi Uchiha

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Notas del fanfic:

Summary: Endo y Kazemaru asisten diariamente al Instituto Raimon. Cierto día, en un descuido Kazemaru sale afectado debido a un accidente y mientras esta en recuperación, un nuevo integrante y alumno llega al club de soccer: Amano Kakeru, quien es el próximo obstáculo entre la relación amorosa de entre el capitán del equipo con el chico de cabellos azules. ¿Quién es este chico nuevo  y cuáles son sus verdaderas intenciones?

 

Este fic fue escrito hace dos años~~~~~~~~ XDDD

Notas del capitulo:

Disclaimer:

Hikari: Ciao!!!! Holas a todos ¿como están?

Inner: =.= no rellenes lo que se supone es un disclaimer y solo di el contenido

Hikari: ¬_¬ ok ok ya entendí. Bueno primero que nada este fic está dedicado a una gran amiga que le encanta este anime (de hecho ella misma me hizo escribirlo hace un par de años XD) asi que disfruta tu regalo SUPER atrasado Mine-chan jejejeje. En fin Inazuma eleven no me pertenece ni tampoco sus personajes, todos los derechos a sus autores ya que yo solo hice esto por puro ocio jejeje.

Ambas: Esperamos que lo disfruten!!!!

-No te preocupes- dijo Kazemaru, el cual se encontraba recostado en su cama, con un pie mal herido y Endo sentado al pie de esta

-Lo siento….fue mi culpa- Dijo el castaño con la mirada baja, recordando el suceso de aquella tarde

FLASH BACK------------------------------------------------------------------------------------       

Endo y Kazemaru se encontraban caminando entre los pasillos del Instituto Raimon, aunque realmente no se dirigían a ningún lugar en especifico ambos platicaban animadamente de cosas triviales,  pasando por fuera de los salones, subiendo y bajando escaleras, pasando fácilmente del patio a la misma azotea. Justo estaban bajando las escaleras cuando Endo estaba contándole a su acompañante una  noticia a Kazemaru

-¡¡Es verdad!!- dijo captando la atención de Kazemaru- El entrenador me contó que habrá un nuevo…- Endo seguía bajando los escalones mientras hablaba, y sin percatarse en un descuido su pie resbaló, inclinando su cuerpo hacia adelante

-¡Endo!- gritó Kazemaru  alcanzó la mano de Endo. El chico jaló al capitán de tal forma que era ahora el peliazul el que recibiría el mayor impacto en la caída. Ambos rodaron los pocos restantes escalones hasta llegar al pasillo

-Auch…eso dolió-  se quejó Endo mientras se sobaba la parte de atrás de su nuca, cuando se percató de que aun estaba sobre Kazemaru- ¡Oh! ¡Lo siento!- se apartó de Kazemaru para que este lograra sentarse- ¿Estás bien?

-No pasa nada, estoy bien Endo…tsk- se quejó al mover su pie derecho- aunque creo que me he doblado un poco el tobillo- dijo intentando sonreírle a Endo, aunque este solo se notó más preocupado

-Lo siento Kazemaru, ha sido mi culpa vamos te llevaré a la enfermería- Endo se levantó y extendió su mano derecha para poder ayudarle a su novio para que se levantara

-Gracias- sonrió un poco apenado Kazemaru al tomar la mano cálida del castaño. Al levantarse con esfuerzo apoyó un poco su pie herido, por lo que casi volvía a perder el equilibrio.

-¡Kazemaru!- Endo alcanzó a sostener al peliazul por uno de sus brazos y lo abrazó por la cadera, pegando demasiado su cuerpo para que Kazemaru lograra sostenerse de su hombro- ¿Estás bien?- el otro asintió en silencio con su rostro aun más sonrojado de lo que ya anteriormente se encontraba - Así nunca llegaremos a la enfermaría- Kazemaru se encontraba aun en silencio mientras que Endo ideaba una forma de poder trasladarse de forma más rápida, sentía sus propios latidos chocar con el pecho de Endo,  y su cadera siendo aun sostenida con firmeza para evitar que cayera, ¡por dios! Esa posición era tan vergonzosa, pero de alguna forma no era nada incomoda

-¡Ya se!- gritó Endo, sacando de sus pensamientos a su acompañante, al cual lo soltó levemente para que este guardara un poco de equilibrio- Te llevaré en mi espalda- el castaño se encunclilló delante del peliazul para que este se subiera a su espalda- Vamos Kazemaru- Le sonrió, convenciéndole que no habría problema

-¡N-no te preo-ocupes!, ¡¡¡puedo ir yo solo!!!- El rostro de Kazemaru se tiñó de un intenso rojo mientras negaba rápidamente con las manos. No podría, no podría simplemente subirse en su espalda y esperar mientras que los demás alumnados los vieran

-Todo estará bien- acentuó mas su sonrisa, a la cual Kazemaru solo suspiro resignado para después subirse a la espalda del capitán. Durante el trayecto no pudo evitar sentirse aliviado pues le gustaba la sensación de estar tan cerca de aquella persona a la que amaba.

FIN FLASH BACK-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

-No te preocupes Endo…solo fue un accidente, además me dijeron que no hacía falta ni el yeso ni una férula, bastará con una venda y dos semanas con las muletas- intentó calmarlo, aunque el rostro de Endo se entristeció aun mas al oír la parte de las muletas

-Creo que no podrás jugar fútbol o correr durante un tiempo- mencionó mientras desviaba su mirada hacia el suelo

-Pero al menos lo volveré a hacer- Kazemaru le tomó el hombro, tratando de animarlo- Además, solo será por dos semanas- cerró sus ojos y rió levemente, intentando despejar la tensión en el ambiente, pero ante aquel acto Endo posó sus labios en los del peliazul, haciendo que este se sobresaltara un poco pero a los pocos segundos el beso fue bien recibido e intensificándose.

Al día siguiente como de costumbre,  asistieron a la escuela, y como casi siempre (N/A: bueno, al menos en mis fics de inazuma jeje) las clases se pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Era hora de entrenar con los demás integrantes del club de futbol. Apenas habían pasado 5 minutos cuando Kazemaru llegó en muletas y se sentó en las bancas. Nadie, a excepción de Endo, sabían que le había ocurrido al pobre Kazemaru por lo que en cuestión de segundos todos ya lo habían rodeado

-N-no es nada grave- rió un poco nervioso- No es para tanto

-Aun así, será un poco complicado rehacer el programa de entrenamiento- dijo Kidou mientras se cruzaba de brazos- Tendremos que mover algunas posiciones hasta que te recuperes- Kazemaru bajo un poco su cabeza desanimado, por su culpa el equipo iba a tener que cambiar su forma de entrenar. Endo le había dicho que no le tomara gran importancia a ese tipo de temas pero no podía evitarlo…se sentía culpable por causar tales problemas

-No será necesario hacer eso- dijo el entrenador Hibiki mientras se acercaba a los chicos- Les tengo una nueva noticia- todos voltearon a verlo y le prestaron atención guardando un poco de silencio- Desde el día de hoy habrá un nuevo integrante, hace unos cuantos días se transfirió a Raimon- Un chico de cabello negro y levemente largo, ojos oscuros y tez blanca apareció tras el entrenador, dando una pequeña reverencia

-Mucho gusto, soy Amano Kakeru y me encanta el futbol- sonrió ante los presentes quienes lo miraron con curiosidad

-Kakeru ha jugado futbol desde niño por lo que es un gran jugador, su posición es medio campista izquierdo- terminó el entrenador. Al escuchar la posición del nuevo integrante, Kazemaru se quedó estático, aquella posición era la que le había asignado Endo dada su velocidad. Apretó sus puños, dejando sus nudillos blancos…era como tener el perfecto suplente

-¡Hola! ¿Cómo estás? Soy el capitán Endo Mamoru y todos ellos son mis compañeros- dijo mientras intercambiaban un amistoso apretón de manos

-Él estará en tu puesto mientras te recuperas Kazemaru- anunció el entrenador, dejando al peliazul con una inconformidad en su interior, pero dadas las circunstancias solo  asintió con un casi inaudible “Si”

-Así que tu eres Ichirouta Kazemaru…espero que nos llevemos bien- Kakeru se acercó al mencionado extendiendo su mano para repetir el acto que había hecho con Endo, desanimado Kazemaru apretó su palma y vio la mirada del pelinegro, al ver aquellos oscuros ojos entrecerrados y sonrisa de lado no pudo evitar un pequeño escalofrío en su espalda…por extrañas razones aquel chico no le inspiraba confianza

-Bueno vamos a entrenar, tal vez te cueste un poco de trabajo ajustarte a nuestro ritmo, pero si tienes alguna duda solo pregúntame- Endo le mostró una amable sonrisa a Kakeru, Kazemaru al notar esto no pudo evitar sentirse un poco celoso. Todos asintieron y se esparcieron nuevamente en el campo, dejando al capitán con el peliazul- Oye Kazemaru- llamó para tomar su atención- Necesitas descansar…en verdad no es necesario que te quedes  si quieres puedes irte a casa- dijo con cierto tono preocupado

-Estoy bien, me quedaré un rato más…quisiera ver aunque sea el entrenamiento, bueno si no es una molestia- Endo acercó sus rostros y poso un pequeño beso en los labios de Kazemaru, fue un beso tranquilo y realmente rápido pero suficiente para que Kazemaru formara una pequeña sonrisa en su rostro

-Solo no te esfuerces demasiado- finalizó con otra de sus inigualables sonrisas, a la cual Kazemaru (quien se había sonrojado) solo asintió con la cabeza

Durante el entrenamiento, Kidou le indicaba los detalles y funciones de cada quien dentro del equipo al nuevo integrante, quien se concentraba para memorizar todos los datos

-Y bien Kakeru… ¿tienes alguna técnica secreta?- preguntó Kidou curioso, dejando al pelinegro algo pensativo

-Hmm… solo algunas- dijo mientras posaba su mano derecha en su barbilla- mi habilidad es correr por lo que en mi anterior escuela era el más veloz, me invitaron una vez a unirme al club de atletismo, pero siempre me ha encantado el futbol así que los rechacé- rió divertido encogiéndose levemente de hombros. Kazemaru, quien oía todo a corta distancia sintió un malestar en su estomago sintiéndose peor de lo que ya se sentía, ese tal Kakeru, además de jugar en su misma posición, también corría velozmente… ¿qué más se podría esperar de un perfecto suplente como él??

Cuando llegó el fin del entrenamiento, Kazemaru se encontraba deprimido pero a la vez molesto con el chico nuevo y con él mismo, un malestar que no se podía describir claramente

-¿Quieres que te acompañe hasta tu casa?- Kazemaru no había notado la presencia del castaño hasta que este ya se encontraba enfrente de él- Al parecer todavía no te has acostumbrado a las muletas ¿verdad?

-Ah…estoy bien…no es tan complicado debes estar cansado, no te preocupes regresaré yo solo a casa- dijo aun manteniendo aquella malestar impregnada en su rostro, cosa que por supuesto no paso por alto Endo

-¿Te preocupa algo Kazemaru?- Como respuesta, el peliazul solo bajó aun más la mirada, sabía que aunque le mintiera a Endo este solo se preocuparía mas por él y no dejaría de preguntar hasta que le dijera las verdaderas razones-Sabes que puedes contarme cualquier cosa…

-La verdad…-empezó con un volumen de voz bajo- estoy un poco molesto respecto a algo…es sobre Kake…-antes de que el chico pudiera terminar su explicación sobre la situación, el chico pelinegro llamó a Endo desde la distancia

-¡¡¡Capitán Endo!!!- gritó mientras corría hacia ellos, después de pocos segundos ya se encontraba junto al par- Tengo algunas dudas aun sobre el instituto, ¡oh! ¡También algunas sugerencias que tal vez podrían ayudarnos al club de futbol!- dijo animado sin darse cuenta sobre la presencia del peliazul- ¿Me podría ayudar con esto?-

-Esto…lo siento, ahora mismo estaba…-dijo nervioso Endo mientras intentaba aun sonreír. Kakeru inclinó un poco su cabeza, al fin notando a Kazemaru

-Tú eras…el chico de la banca ¿cierto? Kaze…kaze…-Kakeru posicionó su dedo índice en su frente intentando recordar el nombre del peliazul, sin éxito haciendo enojar un poco a Kazemaru

- Ichirouta Kazemaru - contestó fríamente

-¡Oh si! Kazemaru- dijo felizmente como si el mismo hubiera recordado el nombre- ¿Eres un admirador o algún aficionado? Solo estabas viendo el entrenamiento- el comentario de Kakeru hizo que Kazemaru frunciera el ceño en signo de molestia, aunque intentó disimularlo. Cuando estaba a punto de contestar para defenderse con algún comentario “respetuoso” Endo fue el que habló en su lugar

-Él juega como mediocampista, lo que sucede es que ha sufrido un pequeño accidente, por un descuido de mi parte se ha torcido un poco el tobillo y tendrá que descansar las siguientes semanas- Kazemaru al oír aquello iba a volver a intentar convencerlo de que la culpa no era suya, pero no pudo ya que el capitán seguía hablando, pero ahora con entusiasmo- ¡Deberías verlo correr! Él realmente que es rápido, y además protege muy bien la portería- Kazemaru no pudo evitar sonrojarse ante tal comentario proveniente de su novio, el sentimiento de enojo desapareció casi al instante, dejando solo maripositas en su estomago…cómo le gustaba oír a Endo hablar así sobre él.

-¿Es en serio? Es difícil para mí imaginarme ese tipo de cosas ya que no he conocido a nadie que iguala mi rapidez-rió en alto, sacando de nuevo la impaciencia de Kazemaru a flote- Para ser sincero no creo que te me puedas comparar

-Oye Kakeru no debes de decir esas cosas-Lo defendió Endo

-Jajaja sólo era una broma Endo, no te alteres- mencionó moviendo sus manos para tranquilizar al castaño- Creo que he hablado de mas-dijo aún divertido. Kazemaru enfocó aun mas su mirada al oír la última línea, tal vez aquel comentario no había sido dicho en tono de broma, ese comentario iba muy en serio- Lo siento jeje, espero que logremos llevarnos bien Kazemaru- En el rostro de Kakeru se formó una sonrisa engañosa la cual solo pudo ser apreciada por Kazemaru. Sabía que entre ambos no había posibilidad de que creciera una “buena relación” pero para evitar que  Endo se preocupara decidió fingir llevarse bien con él…al menos por ahora

-Sí, no te preocupes, espero yo también que nos llevemos bien- fingió una sonrisa a la cual solo contestó con otra sonrisa el pelinegro la cual también era fingida.

Después de eso Kazemaru decidió retirarse solo hacia su casa, el recorrido fue lento y un poco torpe, aunque al final logro llegar sano y salvo. Rápidamente el día de mañana llegó y nuestros queridos protagonistas ya se encontraban en el campo, a punto de comenzar con el entrenamiento del día

-Veremos si es cierto lo que has dicho el día de ayer Kakeru- mencionó Kidou quien tenía un cronómetro en mano- Calcularemos el tiempo que tardas en recorrer una trayectoria de aquí hasta aquel cono en línea recta- dijo mientras apuntaba a lo lejos el dicho cono a varios metros de distancia. Kakeru se posicionó en la línea de salida, esperando la señal de Kidou- Preparado…- Kidou hizo sonar el silbato viendo salir disparado a Kakeru, pasaron pocos segundos para que el chico llegara fácilmente al cono- 22.32 segundos- expresó un poco sorprendido

Al oír el tiempo, Kazemaru apretó su quijada intentando contener su furia, su mejor marca en la misma distancia estaba por arriba de la de Kakeru con aproximadamente 4 segundos de ventaja

-En verdad es rápido ¿no es así?- Endo se sentó a lado de Kazemaru en la banca- Que bueno que el club de futbol llame la atención a gente tan hábil como él- decía entusiasmado mientras veía aun como Kidou y Kakeru hablaban

-Si supongo…- intentó decir en el mismo entusiasmo, aunque Endo notó el desanimo en Kazemaru

-Hey Kazemaru-llamó el castaño, Kazemaru giró un poco su cabeza y al chocar mirada con la de Endo, este lo tomó del mentón para luego juntar sus labios con los de Kazemaru. Cuando la falta de aire se hizo presente sus labios se separaron

-No me gusta verte deprimido, no dejes que te afecte, Kazemaru- el peliazul se sonrojó aun más al oír las palabras del chico que amaba, era el único que lograba hacer sentirlo de esa manera, con tan solo un beso lograba que todas sus preocupaciones se fueran y cursis y melosas mariposas llenaran aquel vacio, al menos por unos momentos

Para Kazemaru los siguientes días fueron eternos, ese Kakeru estaba formando buenos lazos de amistad con el resto del grupo, tan buenos que el único que seguía estando al pendiente de Kazemaru era el mismo Endo. Por fin ya habían pasado aquellas dos horribles semanas, por lo que Kazemaru ya podía volver a los entrenamientos con el resto de los chicos

-¿Estás seguro que ya puedes correr como siempre?- preguntó un poco preocupado Endo- Tal vez deberías descansar por el día de hoy

-No te preocupes Endo, me han dicho que es bueno que camine y corra, de esa forma me recuperaré más rápido- decía mientras realizaba un pequeño calentamiento

-De acuerdo…pero no te esfuerces demasiado- al terminar su pequeña platica, el resto del equipo de futbol puso en práctica su arduo entrenamiento

 

-¡¡Por fin acabó!!!- exclamó Endo mientras se dejaba caer en el suelo junto a la portería- Kazemaru si quieres puedes ir adelantándote para cambiarte de ropa- decía mientras cerraba un rato los ojos

-Está bien- dijo un poco indeciso Kazemaru. El peliazul rápidamente llegó a la angosta bodega dispuesto a cambiarse rápido ya que había quedado con Endo para regresar juntos a casa. Mientras el chico cambiaba su ropa sus pensamientos llegaron a una conclusión, tal vez a Endo como a los demás les agradaba Kakeru por lo que él olvidaría aquel rencor y tratar, al menos, indiferentemente al pelinegro…todo para evitar cualquier problema al equipo. Cuando terminó simplemente tomó sus cosas y salió de la bodega

Mientras tanto cierto castaño, se encontraba aun descansando junto a la portería, cuando abrió nuevamente sus ojos encontró al chico transferido junto a él

-¿Descansando, Endo?- el pelinegro extendió su mano para ayudar a Endo para que se pusiera de pie

-¿Todavía no te vas a casa Kakeru?- preguntó una vez incorporado

-Ya casi, sólo quería hablarte de algo antes de retirarme- La mirada de Kakeru se posó justo en la de Endo, no era la mirada que regularmente tenía, ahora la mirada del pelinegro se tornaba seria

-¿Tienes algún problema o algo parecido?- preguntó curioso el castaño. Antes de decir algo, Kakeru giró a todas direcciones, y en una de esas veces logró deslumbrar a Kazemaru, quien se iba acercando

-¡¡Endo, me gustas!!- gritó Kakeru, quien antes de poderle dar el derecho de contestar a Endo, juntó sus labios a los del castaño en un intenso beso. Kazemaru, quien los veía a lo lejos se quedó estático al ver la escena, justo frente a sus ojos el chico nuevo estaba besando al que actualmente era su novio

El cabello de Kazemaru ahora cubría perfectamente ambos ojos, los cuales amenazaban por soltar varias lágrimas. Al parecer Endo aun no se había percatado de su presencia, por lo que tomó la oportunidad para marcharse, se dio media vuelta y hecho a correr. Cuando Kakeru se dio cuenta de que el peliazul los había observado y que este se había marchado al fin separó sus labios de Endo

-E-Endo….yo lo-lo siento…n-no debí haber hecho eso…- dijo fingiendo vergüenza mientras bajaba su cabeza

-Kakeru no…lo que pasa….lo que sucede es que yo ahora mismo, estoy saliendo con otra persona…- el rostro de Endo se encontraba completamente rojizo, aunque aquella situación en cierta forma le había incomodado un poco, intentó conservar aun su sonrisa

-Acaso… ¿es Kazemaru…cierto?- preguntó aun cabizbajo Kakeru

-Esto…si así es…-Endo movía su mirada, intentando afrontar el desanimo de su compañero al enterarse de esto ultimo

-De a-acuerdo…-no te preocupes- levantó nuevamente su rostro, fingiendo que ya estaba recuperado- Yo ya sabía desde el principio que no podría tener alguna oportunidad- decía esbozando una sonrisa

Ya lejos de ahí, todavía corría cierto peliazul que sin poder evitarlo, soltaba pequeñas lágrimas que recorrían por completo sus mejillas

Pasaron pocos minutos en donde Kakeru y Endo intercambiando pocas palabras, hasta que Kakeru decidió que era la hora para marcharse a casa

-Lo siento…ya se ha hecho algo tarde… ¿quieres regresar juntos a casa?-preguntó el pelinegro

-No gracias, estoy esperando a alguien- dijo, tal vez un poco extrañado de la tardía por parte de Kazemaru

-Oh ya veo- contestó dando un suspiro- entonces nos vemos mañana Endo- el pelinegro dio media vuelta y se retiró. Habiendo quedado solo Endo se quedó esperando durante varios minutos más

-Supongo que tengo que ir a cambiarme y ver qué sucede…ya se ha tardado bastante- Endo se dirigió a la pequeña bodega donde esperaba encontrar a su lindo peliazul, y al no encontrarlo empezó a preocuparse. Lo buscó por toda la escuela: los pasillos, escaleras, salones, enfermería, dirección, campo de prácticas, una y otra vez pero no logró encontrarlo

-Tal vez tuvo un contratiempo- intentó justificarlo, por lo que después de cambiarse decidió marcharse a su casa

Cuando llegó el día siguiente Endo, como de costumbre, llegó a su habitual instituto, donde en la entrada logro reconocer a su novio peliazul.

-¡¡¡Buenos días Kazemaru!!!- Endo había acelerado el paso para estar junto a Kazemaru

-Hola Endo-contestó el peliazul sin mirarlo a los ojos, ni siquiera levantó su vista del suelo. Ante los ojos de Endo Kazemaru no era el mismo que todas las mañanas, parecía algo decaído y triste- Lo siento, pero tengo prisa- Antes de que Endo lograra preguntar algo Kazemaru ya se había mezclado con la multitud de estudiantes

Durante las clases Endo no lograba evitar seguir pensando en el extraño comportamiento de Kazemaru durante esa mañana, estaba preocupado pensando en lo que le pudo haber sucedido. Cuando llego el final de las clases, se dirigió rápidamente al campo de prácticas, donde vio a Kazemaru…el cual parecía estarlo evitando

-Oye Kazemaru-llamó mientras el chico terminaba de ponerse su camiseta del equipo- ¿acaso te preocupa alg…?-no pudo terminar su oración ya que Kazemaru lo interrumpió

-Lo siento, estoy ocupado ahora- dijo de forma cortante y sin siquiera dirigirle la mirada

-A claro…-dijo mientras le veía correr lejos de él. De esta manera pasó toda la tarde, Kazemaru no se dignaba a mirar al castaño y este solo se preocupaba más. Al término del día, el cielo tornaba sus colores anaranjados por lo que los chicos empezaban a prepararse para el regreso a sus casas

-¡¡Kazemaru!! ¿Quieres que regresemos juntos a casa?- propuso Endo, esperanzado de que asintiera para poder arreglar las preocupaciones del peliazul

-Lo siento, pero hoy tengo otros compromisos-el peliazul empezaba a irse cuando sintió como alguien lo tomaba por su muñeca

-¡¡No me evites Kazemaru!!- Endo jaló con rudeza a Kazemaru dirigiéndolo a la parte trasera de la bodega, ignorando completamente las objeciones de su acompañante. Cuando se detuvo, Kazemaru seguía contradiciendo las acciones del capitán pero antes de decir algo mas sintió la mano cálida de Endo en su mentón, dispuesto a besarlo. Ambos rostros se encontraban a tan solo unos pocos centímetros, y cuando Endo creyó rozar nuevamente los labios de su novio, Kazemaru le dio una fuerte bofetada, alejándolos al instante. Endo dio unos pasos atrás, intentando no perder el equilibrio, intentando procesar la acción de Kazemaru

-¡¡¡No te atrevas a besarme!!!- Kazemaru sintió las lágrimas al borde de sus parpados, pero aun así, decidió mantenerse firme. La mejilla del castaño estaba completamente enrojecida y palpitante, por lo que Endo solo alcanzó a poner su propia mano en ella para evitar seguir sintiendo el dolor

-¿Qué sucede Kazemaru?! ¡Me has estado evitando todo el día de hoy!- dijo mientras levantaba la voz- ¡El día de ayer te fuiste sin siquiera avisarme!, ¿¿hice algo malo?? Dime en qué estoy mal, ¡¡¡Kazemaru!!!

-¿¡¿¡Cómo pudiste pensar en besarme, cuando ni siquiera ha pasado un día desde que besaste a otro?!!?!- La voz de Kazemaru empezaba a temblar, tendría que acabar rápido con eso o de otra forma se arrepentiría- El día de ayer vi como besaste a Kakeru…-Endo se sorprendió al oír la confesión… ¿acaso los había visto? Un silencio extraño se posó en el entorno, enfureciendo mas a Kazemaru

-Kazemaru, él fue quien…-El castaño no terminó su frase ya que vio como el cuerpo del otro chico comenzaba a temblar

-¡¡¡Ya no quiero que vuelvas a juntar tus labios con los míos!!!-gritó sin poder reprimir un pequeño quejido por culpa de las lágrimas-No… ¡no podría dejar de pensar…que besaste a alguien más con esos labios! Además, yo…yo desde el principio lo sabía…-se le hizo un nudo en la garganta, pero en verdad tenía que terminar de decir lo que sentía- Que yo…yo no soy la persona más indicada para ti…perdóname Endo-La primera lágrima rodó por la mejilla de Kazemaru, pero su flequillo largo impedía que Endo pudiera observar sus ojos. El capitán se encontraba en shock, sabía perfectamente que Kazemaru estaba malinterpretando la situación pero en parte él mismo también tenía algo de culpa. Desde la llegada de Kakeru, todos habían hecho a un lado a Kazemaru, incluyéndose, además de que en el fondo sabía que a Kazemaru no le agradaba del todo el pelinegro y que tenía esa inseguridad de ser reemplazado, pero ¿Qué había hecho él para poder ayudarlo? Nada, no había hecho absolutamente nada para ayudarle, era verdad…toda la culpa era de él mismo.

En ese momento Kazemaru dio media vuelta y empezó a caminar para alejarse de ahí, por lo que Endo solo estiró el brazo dando pocos pasos, pero sin alcanzarlo

-Kazemaru espe…yo no…-Endo no sabía exactamente qué decir, ¿aun tenía si quiera el derecho para evitar que se fuera?

-Aquí termina Endo…nos vemos mañana- murmuró sin siquiera voltear hacia Endo. Al escuchar esto, Endo bajó la mirada mientras oía solamente los pasos de Kazemaru alejándose, a cada paso que daba lejos de él era como un recordatorio de que su relación había llegado a su fin. Era doloroso…muy doloroso para que sólo lo dejara por un tonto malentendido…no, Kazemaru tenía que regresar con él, tendría que explicárselo debidamente…no podía separarse de él porque dolía inmensamente…tendría que ser suyo, solamente suyo

Endo siguió sigilosamente al chico sin que este prestara atención a su alrededor, tal vez sumido en sus pensamientos, ya que aun a la distancia lograba escuchar los quejidos de su llanto. Después de unas cuantas cuadras más, vio como Kazemaru se detenía y entraba a una pequeña casa. Pasaron algunos minutos donde Endo aun permanecía afuera de la casa, tal vez intentando convencerse de que esto era mala idea pero que tampoco quería que su relación con Kazemaru terminara destrozada por Kakeru

-Exactamente… ¿que estoy haciendo aquí?- se dijo a sí mismo en voz baja. Aun sin saber exactamente qué hacer, Endo se acercó aun con sigilo al timbre de la vivienda del chico, al tocarlo y esperar unos pocos segundos, logró oír la voz apagada de Kazemaru a través de la bocina

-Disculpe, en estos momentos mis padres no se encuentran en casa, ¿quién los busca?- dijo sin saber quien se encontraba fuera de su casa- Al oír la rápida contestación, el nudo en la garganta de Endo se intensificó por lo que no pronunció palabra alguna. Él esperaba que se encontraran los padres de Kazemaru para poder pasar a la casa sin el menos problema, pero sin ellos en casa, Kazemaru nunca le abriría la puerta por sí solo. Después de recapacitarlo unos momentos, saltó la pequeña reja de la entrada y movió la perilla de la puerta, la cual se encontraba sin llave

-E-Endo…tú no…Kazemaru se encontraba a unos cuantos metros separado de la entrada, por lo que, antes de que pudiera reaccionar, Endo logró acorralarlo junto a la pared, ocasionando un golpe sordo y un pequeño quejido por parte de Kazemaru, cosa que aprovechó para poder besarlo intensamente.  Endo sentía como Kazemaru se negaba a corresponder dicho beso mientras intentaba separar sus cuerpos, pero al mismo tiempo sentía como la lengua del peliazul intentaba entrar también a su boca, era como una contradicción con lo que pedía su mente a lo que hacía con su boca y labios. Cuando se hubieron separado, Endo notó la mirada ausente en los ojos de Kazemaru, mientras que una pequeña lágrima rodaba por su mejilla…fue en ese momento en que  tomó una decisión

-¿No están tus padre verdad?- el silencio producido por Kazemaru fue la respuesta de Endo. Tomó al peliazul por la muñeca y lo condujo rápidamente hacia su habitación.  Cuando atravesó el marco de la puerta dejó caer a Kazemaru sobre su propia cama, quien no había podido poner gran resistencia en contra de los actos del castaño

Kazemaru se conservaba callado, sumido profundamente en sus pensamientos “No debo estar junto a Endo, no debo besarlo, no debo dejarme llevar…” Al sentir una vez más los labios del castaño posados en los suyos y su mano cálida por debajo de su ropa fue cuando puedo recobrar un poco de sentido, pero no el valor completo para poder negarse

-No…Endo…-dijo entre suspiros mientras sentía su temperatura subir considerablemente- Te amo…pero-  Kazemaru se tapó con el interior de su brazo ambos ojos, intentando ocultar también sus lágrimas- Pero yo no quiero…dejarme llevar- Endo lograba escuchar las respiraciones cortadas por culpa de las lagrimas, pero ni siquiera las suplicas de Kazemaru pudieron lograr convencerlo, sentía que si se detenía ahí, todo acabaría, Kazemaru se alejaría y sería de alguien más…no podía permitirlo sería suyo…solamente suyo.

Poco a poco depositó un beso en la mano libre, para después quitarle con fuerza su brazo del rostro y lograrle sacar a la fuerza la chamarra.  Después de eso intentó quitarle la parte inferior de su vestimenta, pero sus constantes manotazos y golpes se lo impedían, por lo que tornaba la tarea a algo casi imposible

-Lo siento Kazemaru- murmuró el castaño al oído de su acompañante y antes de conseguir una respuesta por parte del peliazul, Endo ya se encontraba un poco más arriba que él, amarrando ambas muñecas del chico entre la chamarra a la cabecera de la cama. Kazemaru intentó deshacerse del agarre, pero en el intento sintió como el cierre de la chamarra se encajaba fuertemente en su piel. Estaba a completa mereced de Endo, sabía que todo esto terminaría entre caricias y gritos pero aun así intentaba mentalizarse para no dejarse llevar tan fácilmente.

Endo besó los labios de Kazemaru una vez más, para después pasar a su mejilla y seguir bajando hasta su cuello, mientras que sus manos exploraban curiosas la espalda del chico, quien sentía leves escalofríos en su columna cada vez que sentía esos dedos tocar con su piel.

-Lo siento- murmuró una vez más para después bajar la parte inferior de la ropa de Kazemaru, quien solo alcanzó a dar un pequeño salto por la rudeza de la acción.

Lo sucedido después de todo esto se dio entre gritos y gemidos. Mientras que Endo llevaba el control sobre la situación Kazemaru solo podía dejar en claros sonidos (pero también sollozos) las causas de su placer.  No podía hacer nada…había perdido completamente contra Endo, aun cuando se negara no podía detener las sensaciones que ahora recorrían todo su cuerpo, pero la duda, la confusión y la indecisión aun inundaban parte de su mente

A la mañana siguiente Endo despertó junto al peliazul, compartiendo aun la misma cama, notando desde el principio a Kazemaru, quien aún seguía durmiendo, con sus muñecas entre su chamarra y la cabecera de la cama. Ahora que lo veía desde aquel ángulo no pudo evitar sentir un poco de culpa y arrepentimiento…en verdad le había hecho daño al pobre peliazul. Muy cuidadosamente desamarró sus muñecas, intentando que Kazemaru no se despertara. Cuando hubo terminado, sus ojos se posaron una vez más en los labios de Kazemaru, los cuales estaban medio abiertos murmurando cosas inentendibles entre sueños, levantó delicadamente el mentón del chico, acercando sus propios labios, faltaban pocos centímetros para la culminación de un beso cuando la culpa volvió a surgir en el interior de Endo, junto con los recuerdos de la noche pasada. Le había hecho algo horrible a Kazemaru, le había obligado a hacer algo con él en el momento menos indicado ¿y todo por qué? Por culpa de sus tontos celos y su necesidad de posesión hacia Kazemaru. Alejó nuevamente el rostro del suyo sin que existiera el mínimo rose entre sus labios. Se vistió rápidamente, tomo sus cosas y antes de salir de la habitación para presentarse en la escuela le regaló una última mirada al chico aun dormido.

Durante las clases Endo se la pasó con la mirada perdida en sus cuadernos, no había escrito nada y tampoco logró poner atención a los profesores. Pasaron las horas y Endo se encontraba cambiando su uniforme habitual a su deportivo para poder entrenar en el club. Ya iba de salida cuando un gran amigo suyo deslizó la entrada para poder entrar

-Has estado actuado extraño toda la mañana, no eres el mismo de siempre- dijo con un tono serio en sus palabras Goenji

-¿E-en serio? Jejeje- rio nerviosamente mientras intentaba sonreír- No te preocupes, no es nada grave- el castaño bajó su mirada levemente fingiendo, sin mucho resultado, estar como de costumbre- D-debemos entrenar…vamos- Al pasar junto a su amigo sintió inmensa necesidad de contarle lo sucedido pero decidió no hacerlo ya que si lo hacía solo podría empeorar las cosas, por lo que refutó la idea y siguió su camino hacia el campo para poder entrenar.

Cuando finalmente llegó, buscó desesperadamente a Kazemaru con la mirada, tal vez todavía había una pequeña posibilidad para disculparse y poder ser perdonado por el peliazul, pero lamentablemente no pudo hallarlo dentro de su campo visual, por lo que cuando estaba a punto de darse por vencido se percató de la ausencia de otro miembro del equipo: Amano Kakeru, al notar un mal presentimiento lo invadió, por lo que decidió salir corriendo en busca de ambos.

En un lugar no muy apartado de ahí, se encontraban los dos chicos conversando, creyendo que sus dos ausencias aun no habían sido percatadas por el equipo de futbol

-Pero si te lo estoy diciendo Kazemaru…Endo no es el indicado para ti- el peliazul dio un paso hacia atrás, intentando hacer más grande la distancia entre ambos- Tú eres la persona a  la que realmente amo- Kakeru dio unos pasos hacia delante, agarrando de la muñeca al otro para prevenir cualquier tipo de huida- Yo fui quien te separó de Endo pero…-decía mientras forzaba aun más el agarre hacia Kazemaru, logrando una mueca de dolor por parte del peliazul- ¿Cuál fue la reacción de este?... ¡Oh claro! Te hizo daño- Kakeru levantó la muñeca de Kazemaru en un acto un poco violento, mientras le bajaba la manga de su uniforme, dejando visibles unas pequeñas marcas de leve color rojizo en la piel de Kazemaru causadas por el acto de Endo la noche pasada-Esto no es amor…él solo te desea de esta forma Kazemaru- Kazemaru bajó su cabeza  para no tener que ver la mirada del otro chico, no quería admitir lo que estaba diciendo Kakeru, pero en alguna parte de su persona estaba de acuerdo con aquellas palabras

-Endo no…-intentaba contradecirlo pero un nudo se posó en su garganta, sin poder producir algún otro sonido

-Te amo- el pelinegro sujetó de la cintura al peliazul atrayéndolo y de un momento a otro sus labios estuvieron juntos, Kakeru profundizaba cada vez más el beso y Kazemaru se encontraba demasiado confundido como para poder rechazarlo. Fue justo en ese momento cuando el castaño observó lo acontecido, a tan solo unos pocos metros de sus dos compañeros. ¿Qué se suponía que debía hacer después de haber visto aquello?

Los segundos, que parecían años, pasaban y ninguno de los dos separaba sus labios, ni siquiera para tomar aire. Sin que el mismo Endo se diera cuenta, sus pies lo dirigían a donde estaban Kakeru y Kazemaru.

-¡Él es mío!- en un rápido movimiento Endo jaló a Kazemaru del brazo, haciendo que se separaran y después se puso entre ellos, como si estuviera protegiendo a una damisela indefensa- ¡No te atrevas a ponerle una mano encima, Kakeru!- dijo mientras veía enfurecido los ojos oscuros del chico- o si no…-dijo en forma de amenaza cuando lo agarró del cuello de la camisa dejando al silencio infundir su incompleta amenaza

-¿”O si no…”?- dijo en modo de burla mientras se quitaba las anos del capitán de su ropa- A entrenar…entrenar- le dijo mas al aire que al propio Endo, como si lo que acababa de pasar nunca hubiese ocurrido. Caminó hacia la dirección del campo, pasando fríamente por un lado de Endo y después junto a Kazemaru- Recuerda que él te hizo daño- le susurró al oído mientras no detenía su pasar, sin que Endo pudiera oír el susurro. Cuando Kakeru se alejó, Endo esperó unos minutos más, verificando que ambos por fin estuvieran completamente solos

-Esto…Kazemaru yo…-dijo intentando disculparse, pero sin dejar que el castaño terminara su frase, el peliazul dio media vuelta, empezando a caminar lentamente- ¡No! ¡Espera, Kazemaru!—Endo dio unos pasos delante para poder estar al lado de Kazemaru quien ignoraba olímpicamente las suplicas de espera por parte del castaño- ¡Escúchame!, Kazemaru, yo en verdad…- Mientras Endo intentaba formular su disculpa ambos ya se encontraban corriendo y, por razones obvias, Kazemaru era más rápido

-Déjame- ordenó el chico antes de que la distancia que los separara aumentara- Yo no quiero…- Endo ya no logró escuchar el final de lo que estaba diciendo el chico ya que la distancia había ahogado sus palabras

-¡Maldición!- dijo Endo intentando tomar un poco de aire, pero al ver que Kazemaru ya se había marchado, cayó de rodillas en el pasto donde comenzó a propinar fuertes puñetazos tratando de calmar su ira. ¡Estaba haciendo todo mal!, y aun en la situación actual no podía culpar de todo a Kakeru ni mucho menos a Kazemaru, la culpa era sólo suya…el problema principal era él mismo

Pasaron otro par de minutos y Endo seguía arrodillado en el césped mientras tenía su cabeza baja, no tenía ni las fuerzas ni el coraje como para poder intentar ponerse de pie

-¡¡Oye Endo!!- logró reconocer a lo lejos la voz de su amigo Goenji, quien se dirigía corriendo hacia él- El entrenamiento ya comenzó…-decía mientras bajaba su tono de voz al notar el estado de ánimo de su capitán- ¿Sucedió algo? Has estado extraño ya te lo dije- pronunció  Goenji un poco preocupado por su amigo- ¿Es respecto a Kazemaru y a Kakeru?- al oír el primer nombre Endo sintió como si la culpa le hubiera dado un gran golpe en el estomago, pero al recordar al dueño del segundo su ira y celos volvía a salir a flote

-Si bueno…algo así- admitió un Endo cabizbajo, mientras intentaba sonar aunque sea, un poquito alegre

-Endo, n o estoy seguro de lo que sucede pero…en el futbol no importa cuántos  goles caigan dentro de la portería, ni quien fue el que los anotó…lo importante es seguir luchando y esforzarse…eso es lo que tú siempre dices…si en verdad crees en tus propias palabras, ¡ponte de pie, Endo!- Las palabras de Goenji dieron vueltas y vueltas en la mente de Endo. No importaba si Kakeru intentaba separarlos, ellos tenían una relación y no importaba cuantas veces intentaran romperla siempre estarían conectados…los sentimientos de Kazemaru eran suyos y de nadie mas

Endo fue levantando poco a poco la mirada mientras su cuerpo se ponía de pie. Cuando al fin lo logró le dirigió una sonrisa sincera a su amigo

-Gracias, Goenji- Mencionó un poco apenado, para luego comenzar nuevamente a correr hacia el campo, tenía que hablar urgentemente con Kazemaru para luego solucionar sus problemas con Kakeru. Cuando llegó, vio como sus amigos se encontraban entrenando arduamente. Buscó con la mirada a los dos chicos pero no logró localizar a ninguno de ellos

-¡Fubuki!- lo llamó el capitán del equipo para llamar su atención- ¿Has visto a Kazemaru?

-Mmmm…hace unos minutos llegó corriendo y se marchó con Kakeru hacia la entrada de la escuela…no le di mucha importancia- contestó sinceramente el peliplateado

-Gracias- Endo rápidamente de dirigió a la entrada del Instituto Raimon. Al llegar vio como ambos, sentados en el suelo, estaban a muy corta distancia el uno del otro- Kazemaru estaba recargado en una de las paredes de la entrada del edificio mientras que Kakeru se encontraba enfrente de él. Nuevamente la furia dentro de Endo creció, en verdad quería partirle la cara a golpes al pelinegro. Se acercó a gran velocidad a donde ellos pero antes de llegar lo suficientemente cerca vio cómo Kazemaru era el que juntaba sus labios con los de Kakeru.

El encuentro entre ambos labios se veía tan genuino…tan real, aceptado por ambos. Endo al verlo, sintió algo romperse dentro de él…tal como si fuese un pedazo de cristal haciéndose pequeños pedacitos casi impegables. Retomó de nuevo su camino hacia ellos, cuando estuvo cerca del pelinegro lo tomó por el cuello de la camisa, apartándolo hacia tras y sorprendiendo a los dos chicos, antes de que alguno pudiera reaccionar Endo juntó sus labios de Kazemaru, el cual tardó un poco en procesar lo que estaba ocurriendo. El beso del castaño no era tan bien recibido por Kazemaru a comparación del beso con el pelinegro ¿Cuál era la razón? Al poco rato Endo sintió las cálidas manos de Kazemaru en su pecho que intentaban apartarlo. Cuando ya se encontraban separados y sus respiraciones estaban retomando su ritmo normal Kazemaru no fijó sus ojos en los del capitán ni siquiera por un segundo, ni tampoco le ofreció una palabra ni expresión alguna, como si Endo ni siquiera se encontrara frente a él.

-¿Qué rayos te sucede Endo? ¿No ves que estábamos ocupados?- Kakeru tomó de la muñeca a Kazemaru jalándolo en un posesivo abrazo, que al parecer no hizo incomodar en lo absoluto a Kazemaru

-¿Qué demonios sucede aquí? ¡¡Kazemaru necesito una explicación!!- Endo empezó a perder el control, subiendo considerablemente el volumen de su voz- ¡¡Kazemaru!!- el mencionado seguía con la mirada oculta bajo su flequillo, hasta podría jurar que abrazo con mayor fuerza a Kakeru

-Endo yo….-murmuraba Kazemaru en una forma casi inaudible- Voy a salir con….con Kakeru- Endo no daba crédito a lo que escuchaba, no podía confiar en sus oídos…tal vez solo se encontraba confundido por todo el enojo en él…si, definitivamente Kazemaru no podía haber dicho eso- Yo…estaré solamente con Kakeru- volvió a decir Kazemaru, tal vez adivinando que Endo no podía creer lo que escuchaba

-Ya lo escuchaste capitán, él y yo ya hemos comenzado formalmente una relación- dijo en un tono divertido y burlesco mientras pegaba de forma más posesiva el cuerpo del mas bajo- así que te pido que no interfieras y te retires- Endo solo atinó a dar media vuelta y caminar de regreso a paso lento. Goenji tenía razón…no importaba cuántos goles entraran a la portería pero, aun si se esforzara, la victoria siempre sería segura para aquel que llevará la ventaja. Lentamente fue desapareciendo de la vista de los que se quedaban en la entrada del Instituto

Rápidamente anocheció y un nuevo amanecer llegó, pero Endo no sentía las fuerzas suficientes para levantarse de su mullido colchón, sus parpados preferían estar cerrados al sentir el cansancio de estar una noche en vela por estar recordando cada momento que el chico había compartido con cierto compañero de cabellos azules, y entre estos recuerdos los momentos del día anterior le perforaban su mente, donde al final de cada anécdota recordada solo podía ver a ese mismo chico que tanta ama besándose apasionadamente con Kakeru Amano…Kazemaru ya no era solamente de él.

-¡¡¡Mamoru!!! ¡¡Deja de dormir!! ¡Llegaras tarde!- anunció la señora del hogar desde la planta baja- ¡¡¡Levántate!!!- insistió nuevamente

-¡¡¡En seguida bajo!!!- tomó aun varios segundos para que Endo lograra desenrollarse del cobertor y poder levantarse de su cama. Se vistió perezosamente entre bostezos y tomaba sus cosas con una lentitud sorprendente, era más que obvio que ese día llegaría tarde pero no parecía importarle realmente. Cuando llegó a la entrada de su escuela ya todos los demás alumnos se encontraban dentro de sus aulas y su primera clase del día iba ya a la mitad, si interrumpía sería regañado por lo que optó a saltarse la clase por completo. Sin darse cuenta, había llegado a la angosta bodega  donde regularmente se reunían los integrantes del club de soccer. Un sentimiento de nostalgia lo invadió desde dentro y los recuerdos que había intentado evitar la noche pasada volvían a tomar realidad dentro de su mente. Su mirada recorrió con gran curiosidad cada balón, cada pared, cada detalle mínimo para poder seguir hundiéndose en aquellos recuerdos, se sentó finalmente en uno de los rincones, pegó sus rodillas a su pecho y su cabeza la oculto entre estas y en algún momento todo se volvió completamente oscuro.

 

-¡Endo! ¡¡Endo!! ¡Hey!- Kidou seguía moviendo el hombro de Endo para que este despertara de su sueño

-¿Hmm? ¿¿Qué hora es?? ¿Dónde...?- dijo con los ojos entrecerrados y con la voz adormilada

-¿Qué estás haciendo aquí? Ya va a empezar el entrenamiento- le dijo un poco preocupado el chico de rastas

-¿Ya es tan tarde?- contestó el castaño mientras se frotaba los ojos intentando despertarse- En seguida iré- Kidou seguía viéndolo con cierta preocupación, según Goenji, Endo no había asistido a clases y todos habían supuesto se encontraba en su casa, pero al llegar a la bodega después de clases y encontrarlo profundamente dormido en uno de los rincones no era algo demasiado reconfortante, ya que él también había notado la extraña actitud de Endo en los últimos días

-No tardes demasiado- dijo intentando fingir calma. Dio media vuelta no sin antes volver a mirar a Endo quien ya se estaba estirando para poder despertarse por completo

Pasaron aun varios minutos para que Endo se pusiera nuevamente de pie. Justo en el momento en que iba a deslizar la puerta, esta se abrió por fuera, dejando ver a un chico de cabellos azules. Ambos se miraron el uno al otro durante un rato, sin decir palabra alguna y respirando el mismo aire

-Hola- dijo fríamente en un murmullo Kazemaru al entrar. Endo, quien se quedo un momento paralizado en su mismo lugar, salió de la bodega, dejando a su compañero dentro, y se dirigió al entrenamiento que por cierto ya había comenzado

-Perdón por la tardanza- intentó sonreír como siempre, cosa que no le salió demasiado bien. De esta manera paso rápidamente el entrenamiento y en un abrir y cerrar de ojos la semana pasó volando.

 

Aun cuando habían pasado 7 días desde aquel suceso, Endo no podía dejar de sentirse decaído y un poco distraído, ya que en lo único en lo que podía pensar era en aquella pareja, y aun así aun no se tragaba aquello de que Kakeru y Kazemaru estuvieran saliendo juntos. Todos los días los veía juntos, ya fuera platicando, agarrados de la mano o regresando a casa después del entrenamiento. Además, viendo desde lejos, Endo podía notar cierta felicidad impregnada en el rostro de Kazemaru

-Creo que al final tienes razón Goenji- dijo el capitán un poco cabizbajo mientras caminaba junto a Goenji en dirección a la escuela

-¿A qué te refieres Endo?- contestó un poco curioso

-En el futbol no importa cuántos goles caigan en la portería…pero tampoco importa cuanto te esfuerces si al final no pudiste ganar- La voz de Endo comenzó a temblar al decir esto, captando la completa atención de su acompañante- Ya que…cuando pierdes…también puedes perder más que solo un partido…

-Ese no es el Endo que yo conozco- dijo un poco desubicado por lo que estaba diciendo Endo- Si sigues diciendo esa clase de estupideces nos habrás engañado a todos, no solo a Kazemaru, a Kidou y a mi...a todo el equipo lo habrás defraudado…- seguía diciendo mientras Endo lo miraba con una mirada algo triste- ¿¡Endo que estas esperando?! ¡¡Si tienes algún problema sólo encuentra la solución!!- Endo quedó estático al oír las palabras de su amigo mientras este se alejaba a paso firme.

Era la hora del fin de las clases y ya casi estaba comenzando el entrenamiento rutinario. Rápidamente corrió de su aula a la de Kazemaru y cuando abrió la puerta esperanzado para encontrar a Kazemaru, este era la última persona dentro del salón de clases

-Nos vemos en el entrenamiento- dijo Kazemaru intentando pasar de largo junto al castaño, pero este no lo permitió y en un reflejo rápido  tomó el brazo de Kazemaru y lo condujo a l fondo del salón, dejando la espalda de este pagada a la pared-¡¡E-Endo…!!- sus labios fueron silenciados por un beso forzado, el cual no era muy recibido por parte de Kazemaru

-Yo lo siento…en verdad lo siento…-decía entre jadeos el castaño. En ese momento la mano del castaño se deslizó delicadamente por debajo de la ropa de Kazemaru, quien se quedo paralizado al sentir la piel de Endo tocar la suya propia, y como si se tratara de coordinación telepática, ambos recordaron los momentos vividos de su última noche juntos. Pasaron unos segundos en silencio, pero Endo al recordarlo con tanta vividez decidió mejor separarse de Kazemaru

Kazemaru deslizó su espalda hasta quedar sentado pegado a la pared, pegó sus rodillas a su pecho y cubrió ambos oídos con sus manos mientras ocultaba su rostro, tal vez intentando ignorar la presencia de su compañero quien no le quitaba su mirar aun estando a menos de un metro frente a él

-Perdóname Kazemaru- Endo se giró rápidamente y de la misma forma en que entro al aula salió de esta, dejando a Kazemaru completamente solo

-Te lo dije- dijo cierto chico pelinegro quien estaba parado junto a la puerta- él solo te quiere para cumplir su propio placer…

En ese mismo momento, el capitán castaño corría a través de los pasillos del instituto Raimon, solo quería correr para poder alejarse un poco mas de aquel error del pasado

-Estoy harto- se dijo a sí mismo en un murmullo mientras intentaba calmar las sensaciones dentro de él.  Siguió corriendo ahora e dirección a la bodega, donde sabía que el resto de sus compañeros ya estarían iniciando el calentamiento. Cuando llegó, el capitán estaba “como siempre” con aquella sonrisa tan característica de él en su rostro y con el humor alegre de siempre (o al menos muy bien fingidos para algunos de sus compañeros)

-Hoy terminaremos hasta aquí- indicó Kidou a sus amigos con su semblante serio y sus brazos cruzados

-Regresemos juntos Kazemaru- ofreció Kakeru a su acompañante, lo cual Endo alcanzó a escuchar- Tal vez cuando lleguemos a tu casa podríamos…-una sonrisa maliciosa se posó en el rostro de Kakeru mientras pasaba su brazo por los hombros de Kazemaru quien aceptaba el acercamiento del pelinegro

-Ya cállate-dijo fríamente el peliazul- Regresaré solo a casa- decía mientras violentamente se quitaba el brazo invasor de sus hombros. Endo quedó sorprendido ante la reacción de Kazemaru y lo vio alejarse del pelinegro y como este, muy enojado, le siguió rápidamente. Cuando ambos chicos llegaron a la entrada de la bodega Kakeru tomo en un movimiento rudo la muñeca de Kazemaru

-¿¿Tenemos un trato o no??- el primero en hablar fue Kakeru, aun sin soltar el agarre hacia Kazemaru- ¿Por qué no lo entiendes? Endo no te quiere de la misma forma que tú a él…mejor olvídalo- Kazemaru intentaba deshacerse del agarre pero la fuerza de su compañero era mayor y todo parecía ser inútil

-¡¡Ya me cansé de ti! Ya no me importa si Endo me quiere realmente o no…lo que sé es que ya no quiero estar contigo, ya me cansaste- Ante la contestación de Kazemaru, Kakeru jaló aun más la muñeca de Kazemaru y en breves segundos tomó su cintura a su propio cuerpo para acortar distancia. Cuando hubo atrapado por completo el cuerpo del peliazul, sujetó con firmeza su mentón y se hizo presente un beso forzoso que no era aceptado por el más bajo

Sin que ninguno se percatara, el capitán del equipo se encontraba viéndolos fijamente desde varios metros de distancia. Y aun cuando no quería aceptar aquella relación…si Kazemaru era feliz con ese chico, se prometía a sí mismo no interferir en su relación. Simplemente no podía permitirse dejarse llevar por sus sentimientos, celos y furia…si, no iba a acercarse a ellos…o al menos en eso pensaba mientras sus pies lo dirigían hacia la pareja

-¡¡Él ya se canso de ti!! ¿¡Es que acaso no lo entiendes?!- gritó Endo al momento que tiraba hacia atrás  a Kakeru para separarlos

-Esto no es asunto tuyo- mencionó el pelinegro- ¿¿O es que acaso quieres volverle a provocar daño a Kazemaru??- preguntó con cierto tono burlesco mientras veía irónicamente a Endo

-No quiero causarle daño…es por eso que quiero separarlo de ti-Endo se colocó justo entre ambos, y una escena igualitaria que cuando los encontró cerca del campo de entrenamiento se repitió, tomando una posición donde pareciera que defendía a Kazemaru- Si…si cuando estoy junto a Kazemaru le causo problemas ya no lo estaré mas…pero tampoco permitiré que le pongas un dedo encima

-Oh…-dijo divertido Kakeru mientras metía sus manos en las bolsas de su pantalón- ¿Eso quiere decir que nunca le quisiste, cierto?- en el rostro del pelinegro se posó una media sonrisa, intentando distorsionar el hilo de la conversación. Pero, por otro lado, Kazemaru estaba prestando atención a las palabras que salían de la boca de Endo mientras sentía que su corazón latía tan fuerte que sentía como su pecho empezaba a doler

-¡Yo siempre le quise! ¡¡Lo amo!!...creo que es demasiado…-La mirada de Endo se posó en el césped de abajo, tal vez avergonzado por tener que confesarlo a estas alturas, donde se suponía que Kazemaru ya no le guardaba ningún sentimiento especial- Y no puedo hacer nada si Kazemaru dice que ya no me quiere… ¡lo que importa aquí es que no permitiré que una basura como tú este junto a Kazemaru!- confesó mientras el rostro de Kazemaru se pintaba de un rojo intenso, y su corazón se sobresaltaba cada vez que sus oídos percataban la voz del castaño… ¿cómo es que podía ser tan feliz solo por escuchar aquello de Endo?

Kazemaru estaba dispuesto a empezar a hablar cuando vio como Kakeru se lanzaba con gran furia hacia Endo, haciendo que la espalda del castaño chocara contra una de las paredes de la bodega. Los ojos de Kakeru mostraban tal furia que tal vez en aquel estado no podría haber vuelta atrás, estaría dispuesto de comenzar una pelea con Endo

-¡¡¡Cállate!!! ¡¡¡Me enferman tus estúpidas palabras cursis!!!- Kakeru levantó el puño para golpear a Endo, cuando en ese momento sintió como dos pares de brazos lo detenían y lo apartaban del castaño

-¿No crees que deberías calmarte un poco? Estuviste a punto de comenzar una pelea dentro de la escuela-  dijo Kidou por detrás, quitando a Kakeru de encima de Endo con ayuda de Goenji

-¡Chicos!- exclamó Endo mientras sonreía por tener la presencia de sus dos amigos ahí

-Será mejor que te llevemos a la oficina del director para que te puedas calmar- decía un serio Goenji mientras intentaba inmovilizar un poco más a Kakeru

-¡Idiotas! ¡Esto no es asunto suyo! ¡¡¡Suéltenme, estúpidos!!!- exclamaba el pelinegro mientras intentaba deshacerse del agarre de ambos chicos, cosa que era imposible

-Tienes razón Goenji, abusar de las demás personas está prohibido por la escuela…seguro que al director le encantará oír tu historia, ¿o no, Amano?-  decía con cierto tono de amenaza el chico de rastas- has cometido muchas faltas desde que llegaste

-No te preocupes, nos encargaremos de esto, Endo- dijo Goenji mientras veía como su capitán suspiraba un poco aliviado- Ustedes sigan con…con lo que sea que estuvieran haciendo- Ante el comentario Endo no pudo evitar sonrojarse levemente mientras que sus dos amigos sonrieron divertidos mientras arrastraban a Kakeru hacia los edificios

-Lo siento Kazemaru- rió un poco, intentando suavizar el ambiente- ¿te hice sentir incomodo verdad?- Endo desvió su mirada mientras intentaba reír como de costumbre, sin tener el valor necesario de ver directamente a los ojos a Kazemaru- T-tengo que ir a cambiarme de ropa- menciono para después darse media vuelta y emprender su huida, pero antes de dar los pasos suficientes sintió como la mano de Kazemaru lo jalaba levemente, como un niño pequeño que no quiere que le dejen solo-Kaze…

-Yo soy el que debe pedir disculpas- dijo interrumpiendo a Endo, quien se dio vuelta para poder verle de frente- El día…el día en que Kakeru me beso…-intentaba contar mientras que Endo puso un mal gesto, aquel día era de los peores momentos que podía recordar, además de que los recuerdos de la noche anterior de aquel día aun seguían frescos en su mente, lo cual lo hacía sentir aun culpable- Ese día…Kakeru me hizo entender…que solo  querías mi cuerpo…y no a mi- Kazemaru oculto ambos ojos bajo su flequillo mientras hablaba con su tono de voz bajo, el cual parecía entrecortarse tal vez por posibles lágrimas amenazando de salir- Me dijo que…él sería tu remplazo…me dijo que yo era el que te estaba causando daño…-En aquel día Kazemaru se había tragado cada una de las palabras del pelinegro, lo recordaba perfectamente

FLASH BACK------------------------------------------------------------------------------------       

-¿Para qué quieres conversar?- dijo en tono molesto el chico peliazul- Va a empezar el entrenamiento, no quiero perder mi tiempo aquí

-Oh vamos…no te comportes así- contestó Kakeru mientras se hundía de hombros- sé que les pasó a ti y a Endo- al escuchar aquel comentario Kazemaru no pudo evitar tensarse mientras recordaba pequeños fragmentos de la noche anterior- No están hechos el uno para el otro

-¿¡Que dices?!- preguntó con molestia al oír el tono y los comentarios por parte de Kakeru

-Endo no fue el único culpable… ¿sabes por qué te trato de “aquella” manera?- Kakeru notó como se iba ganando la atención del otro, así que continuó- Él no te quiere, solo desea tener “satisfacción” con tu cuerpo…él te trata así porque ya está cansado de tus tontos y rosas sentimientos…él ya no te soporta más- Kazemaru no pudo evitar creer en sus palabras, todo encajaba perfectamente, Endo no sentía lo mismo que él

-Él me quiere- se dijo mas a si mismo que a Kakeru, tal vez intentando convencerse de sus propias palabras

-Mierda… ¿¿es que acaso sigues sin entenderlo??- siguió hablando el pelinegro, viendo como el semblante de Kazemaru por cada palabra pronunciada se volvía cada vez más opaco. Pero en aquel momento ninguno de los dos se dio cuenta de la presencia de aquel castaño que acababa de llegar, a tan solo unos metros de ellos

FIN FLASH BACK------------------------------------------------------------------------------------

Endo prestaba excelente atención mientras oía el relato por parte de Kazemaru, palabra por palabra, y por cada cosa que hablaba sobre Kakeru, su odio hacia él iba creciendo poco a poco

-D-después de separarnos…supongo que Kakeru sabía dónde me encontraba…y luego de eso…

FLASH BACK------------------------------------------------------------------------------------

-¿Qué tal te suena un trato?- el pelinegro se encontraba recargado levemente en una de las paredes, viendo fijamente las expresiones de su acompañante

-Yo no hago tratos con personas como tú- Kazemaru dio media vuelta, empezando a caminar dispuesto a alejarse del chico pelinegro, pero la voz de Kakeru lo detuvo antes de poder dar más pasos

-Con este trato podremos saber si Endo en verdad te ama- Al escuchar el propósito, Kazemaru ya no pudo seguir ignorando la propuesta de Kakeru- Tú serás mi pareja, con todo lo que eso incluye, si Endo lucha por ti…de manera limpia y da a entender que te quiere sentimentalmente habrás ganado tú, en cambio- cambió su tono burlesco a uno un poco más serio y en cierto punto, amenazador- si él simplemente guarda distancia, habré ganado yo…y tú serás mío- al termino de aquellas oraciones un silencio se poso entre ellos, tal vez dando a entender la respuesta que daría Kazemaru

-Está bien…pero aumentemos una condición más…-dijo aun un poco indeciso- Si yo gano, tendrás que dejar el Instituto… ¿de acuerdo?- un poco sorprendido ante la condición, Kakeru sostuvo una media sonrisa  y asintió con la cabeza- Debes respetar el trato

-No deberías preocuparte por eso…yo cumplo mis promesas- Kazemaru cerró los ojos, tal vez esperando a que el otro se marchara, pero en lugar de eso Kakeru tomó de los hombros al peliazul, pegando la espalda de este a la pared

-Seré su remplazo- murmuró para después comenzar a besar desenfrenadamente a Kazemaru- Imagínatelo…yo seré el Endo que tanto deseas- Las palabras de Kakeru penetraron en los oídos del peliazul…podría resistir el trato si tan solo en su mente la imagen de Kakeru era remplazada por la de Endo. Si quería demostrar que Endo le quería verdaderamente tendría que aceptar a Kakeru y rechazar al propio Endo

FIN FLASH BACK------------------------------------------------------------------------------------

Las lágrimas que intentaban ser retenidas ya recorrían las mejillas de Kazemaru ¿Cómo había sido capaz de aceptar un trato tan sucio como ese? Realmente había hecho algo terrible, y el sentimiento de horror lo hundía desde lo más fondo de su ser

-Endo…no soy merecedor de tu cariño…-No podría seguir hablando por culpa de las lágrimas, que no importará que hiciera simplemente no detenían su caer. Kazemaru estaba dispuesto a retirarse cuando sintió como los brazos del castaño rodeaban su cuerpo en un cálido abrazo

-Maldita sea…-dijo Endo, pero estas palabras no iban dirigidas exactamente a Kazemaru, quien estaba aguantando su respiración al sentir su cuerpo tan cerca del de Endo- ¿Por qué siempre haces cosas que me hacen así de feliz?-  Kazemaru quedó paralizado al oír aquello, Endo… ¿estaba feliz?- Demonios…piensa antes de actuar- a cada palabra que pronunciaba el agarre de Endo se hacía más fuerte, mientras que ocultaba su rostro entre el cuello y el hombro de Kazemaru

-¿N-no me odias?- preguntó entre sorprendido y feliz Kazemaru, sin dar crédito a sus oídos

-¿¿Acaso no me oíste?? Yo te amo- Endo dejó de abrazar al peliazul para después alzar su rostro y poder besarlo con gentileza pero al mismo tiempo con cierta pasión, y entre la confusión Kazemaru solo logró cerrar sus ojos para disfrutar aun mas aquel roce que tanto había anhelado- Te amo- decía entre besos y jadeos

Endo era la persona más feliz del mundo, se sentía realmente feliz de que Kazemaru confiara tanto en su cariño, a tal punto de hacer un trato tan bajo como Kakeru- El día de hoy- dijo Endo entre besos, intentando retomar su respiración- Tú te vienes a mi casa- Kazemaru al oír las palabras de Endo comprendió perfectamente a lo que se refería, por lo que no pudo evitar tensarse un poco al recordar aquella noche junto a él, por lo que solo apretó con un poco de temor la ropa de Endo

-Endo…tal vez aun no…-Endo lo vio directamente a los ojos, lo cual solo dejo un poco intimidado a Kazemaru por la firmeza con la que lo veía

-No te hare daño Kazemaru…ya no mas, no volveré a cometer el mismo error, pero si tú todavía no estás de acuerdo…- Endo no completó su frase ya que los labios de Kazemaru silenciaron los suyos en un pequeño besó de menos duración que los anteriores

-Todo irá bien- dijo con una pequeña sonrisa siendo adornada por un inocente sonrojo- Endo…t-te amo…-dijo resaltando aun mas su rojizo rostro mientras entrecerraba sus ojos

-Yo también- dijo mientras sonreía por la hermosa sonrisa que le dedicaba Kazemaru.

Había pasado aproximadamente una hora desde aquel momento y ahora ambos se encontraban dentro de la habitación del castaño

-Endo…tengo que decirte algo…-decía Kazemaru intentando entablar una pequeña conversación entre los frenéticos besos- Kakeru…él intento…- fue callado una vez más por los labios del castaño, donde pudo notar un poco mas de agresividad en el roce

-No quiero oír sobre él…lo mataré si te toco…-decía de forma posesiva mientras hacía caer a Kazemaru sobre su cama

-Tienes que escuchar…él lo intento…no llegamos al final pero…-Endo cayó una vez más a Kazemaru quien gozo el beso- Fue el peor momento de mi vida…-decía mientras Endo sonreía levemente al oír este último comentario- ¿Endo?

-Al menos no llegaste al final…pero si ese fue el caso…- Endo filtró su mano por debajo de las ropas de Kazemaru, quien lanzó un leve suspiro al sentir su calidez- Encimaré mis marcas sobre las suyas…no te volverá a tocar- Endo bajo sus labios en dirección al cuello de Kazemaru, quien acepto gustoso los pequeños besos que daba Endo, explorando cada rincón de su cuerpo

 

-L-legaremos tarde…-dijo Kazemaru mientras intentaba taparse con la fina sabana hasta debajo de sus ojos, justo donde estaba posado su sonrojo

-No me importa- dijo mientras abrazaba el, aun desnudo, cuerpo de su novio- Preferiría pasar todo el día aquí junto a ti en vez de tener que ir a la escuela.

Un poco más tarde, ambos corrían para poder llegar aún temprano en la escuela, la madre de Endo (quien había pasado la noche fuera y había llegado apenas en la mañana) se tragó la excusa de que Kazemaru se había quedado a dormir en la casa debido a un trabajo escolar por equipo, pero aun así ninguno de los dos se había salvado de la reprimenda de que ya era muy tarde y debían correr para poder llegar a tiempo al colegio.

Durante las clases, ambos oyeron cierto rumor de que Amano Kakeru se encontraba en la oficina del director, y además de que había probabilidades de que se trasfiriera a su antiguo colegio, cosa que por cierto alegro a ambos.

Cuando las clases hubiesen terminado, ambos se encontraban dentro de la angosta bodega, tal vez un poco confiados de que ninguno de sus demás compañeros se percataran de su ausencia en el entrenamiento y los pillarán dentro de la bodega

-No funcionará Endo…nos pueden oír…-decía entre susurros Kazemaru, intentando reprimir sus pequeños suspiros de gozo al sentir tan cerca a Endo

-Te amo- dijo en respuesta mientras le dedicaba una sonrisa- No vuelvas a buscar un reemplazo- dijo para después besarlo en la boca una vez más. Ah, amaba tanto a ese chico, era tan feliz que casi parecía estar en un sueño, pero todo era realidad, los roces, las caricias y los besos, todo, absolutamente todo era real…y por supuesto el amor que compartían el uno para el otro también lo era

 

Fin

Notas finales:

Hikari: Yatta!!! Por fin lo acabe!!!!!

Inner: De hecho, les contaré un dato curioso…este fic fue escrito a pluma hace aprox 2 años (en las horas o espacios libres en la escuela de Hikari, cuando su amiga le pedía que lo siguiera escribiendo xD), asi que la redacción les pudo haber parecido algo inexperta, espero que disculpen ese detalle

Hikari: No tenias por que decirlo -.- Prometí en aquel entonces que lo pasaría a computadora y se lo dedicaría  a mi amiga…por lo que pido ENORMES DISCULPAS por el retraso TwT jejeje. Mine-chan gomenasai

Inner: Bueno…si les gusto el fanfic no olviden de dejar sus comentarios y criticas constructivas, en verdad se los agradeceremos infinitamente!!!

Hikari: Espero que si tienen algo de tiempo leean mis demás fanfics, espero que hayan disfrutado este y luego nos leemos. Bye bye-perownaaaa!!!


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