Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"En el bosque de tus sueños" por konekoyaoi

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mh…bueno los Gazettos no me pertenecen, hehe.

La historia sí.

Sumando una más… xD

Notas del capitulo:

 

Y esto se me ocurrió una tarde…simplemente empecé a escribir y escribir ~

Me pregunto que habrán pensado del resumen, hehe xD

 

 

 

[Y es en este bosque de fantasía donde encuentro mi más grande realidad…]

 

*

 

En el bosque de tus sueños ~

 

I

 

 

Mi pensamiento, como un niño de 5 años, era que tener como patio trasero un bosque era simplemente  lo mejor del mundo y ahora con 14 recién cumplidos; mi pensamiento sigue siendo el mismo.

Mis padres compraron esta casa ya hace nueve años y en ella hemos tenido muchos recuerdos, buenos, no tan buenos. En fin, pase gran parte de mi niñez aquí. Conocí a mis amigos aquí cerca también.

Así que hoy, cuando me han dicho que debemos mudarnos…bueno, no es como que me haya puesto a saltar de felicidad.

¿La razón? Papá ha recibido una oferta de trabajo en la ciudad vecina y para mamá la idea de mudarse a la misma ciudad donde reside su familia es más que buena.

¿Para mí? Para mí -como adolescente- es el fin.

Adiós a mis amigos, adiós a mi colegio, a mi casa, a mi…patio.

¡Joder! ¡¿Por qué ahora?!

Entré a mi habitación luego que la cena -donde me dieron la linda noticia- terminara. Sólo tenía 3 días para despedirme de todo.

Salí inmediatamente al balcón. Respirar el aire de la noche era siempre reconfortante. Y sabiendo que mis padres se irían directo a su habitación, me aventure a “escaparme” un rato.

La estructura de la pared me deja fácilmente llegar hasta el suelo. Tampoco es que sea mucha la distancia. Me fijó en que en efecto ya las luces de la cocina y el living –que son las habitaciones que se pueden ver desde ahí- están apagadas. Llegó a la reja de separación y con mi llave –esa que nadie sabe que tengo- abro con sumo cuidado de no hacer ruido alguno.

Subo el cierre de mi suéter y meto mis manos en los bolsillos.

Una caminata se viene bien para despejar mi mente.

¿Soy un despreocupado por mi seguridad y desconsiderado con mis padres al hacer esto? Pues no. Por más increíble que parezca por aquí no ha habido ni accidentes ni ataques de ninguna clase de animal. Dudo en realidad que haya algo más grande que una ardilla.

Y al fin llego a mi lugar favorito. Rápido trepo por aquel gigantesco tronco hasta sentarme donde mejor me parece. La vista de la ciudad es magnífica desde ahí. Ah, y también se puede ver una parte de mi casa -mi habitación-.

Suspiró.

De verdad…de verdad que extrañare tanto este lugar.

No quiero. No quiero irme.

Y mi vista de pronto quedó oscurecida.

Unas manos la habían cubierto.

¿Asustado? ¿Aterrado? ¿Me violaran?

Nah…

 

—    ¡Ruki!

 

Bueno, sí me tomó por sorpresa.

Ese pequeño -pequeño- castaño amigo mío era todo un caso de persona.

 

—    ¿Qué haces aquí?

 

—    ¿Qué haces tú aquí?

 

Me mostró una cajetilla de cigarrillos. Bufé. Él y sus nuevas experiencias.

Ruki, mh, es decir, Matsumoto Takanori es algo así como mi mejor amigo. Ok, lo es. Siempre me ha hecho reír con sus ocurrencias y locas ideas acerca de que nuestro otro vecino, Yutaka, le mira siempre el trasero. Algo que en lo personal no he comprobado.

Además de él, esta Akira. Akira es otro idiota -digo idiota con cariño- que hace mis días más divertidos. Vamos a la misma escuela y el mismo grado.

Oh bueno, íbamos…

 

—    ¿Por qué la cara larga?

 

—    ¿Recuerdas que te mencione que mis padres querían hablar conmigo?

 

—    Ajá…

 

—    Nos mudaremos…

 

—    ¡¿Qué?! –de la impresión incluso dejo caer el cigarrillo que tenía entre los labios.

 

—    Eso… –baje la cabeza.

 

Y antes de que mi amigo pudiese decir algo escuchamos aquello.

¿Qué era?

Ni idea.

Ambos nos miramos las caras y decidimos bajar del tronco para ver. No estaba tan oscuro y Ruki siempre traía una linterna consigo. Avanzamos entre los arbustos, no dejábamos de escuchar aquello.

En serio ¿Qué era?

 

Sollozos. Llanto.

Nos quedó más claro a medida que nos íbamos acercando más a la fuente.

Y entonces lo vimos.

Agachado contra un árbol, abrazado a sus rodillas ocultando ahí su rostro estaba un niño.

Claro que mi primera reacción al no llevar ni mis lentes o mis lentillas de contacto fue la de pensar, con mucha lógica sobre todo, que era un duende.

Ruki me golpeó y me hizo acercarme más –ya que estaba listo para salir corriendo- y no, no estoy loco.

Nos volvimos a ver las caras y otra vez a él.

 

—    ¡Hey…! –Ruki le llamó quedo.

 

Seguía llorando.

 

Y me acerqué. Sin ser demasiado brusco me puse a su altura y toque suavemente su hombro.

 

—    Oy-…

 

Y rápidamente ya lo tenía aferrado a mi cuello.

Fue un par de minutos después que al fin despegó su cara de mi pecho.

Sus ojos oscuros se encontraron con los míos.

Ojitos brillantes en lágrimas, nariz y mejillas rojas.

 

—    ¿Estás bien?

 

Fue lo único que atine a preguntar.

 

—    ¡M…Me perdí!

 

Exclamó sin soltarme un poco.

No lo había visto antes por aquí y realmente podía decir que conocía a todos las personas en un radio de tres cuadras. Al parecer Ruki tuvo el mismo pensamiento, sólo que él fue un poco más listo al momento.

 

—    En la casa de la esquina…

 

—    ¿Ah?

 

—    Está tarde un matrimonio se mudó allí. ¿Es tu casa?

 

El chico lo vio unos segundos y luego a mí.

 

—    Sí.

 

—    ¿Cuántos años tienes? –pregunté.

 

—    8.

 

—    ¿Cómo te llamas?

 

—    Shi-ro-ya-ma Yuu.

 

—    Mucho gusto Yuu-chan –rió.

 

Negó.

 

—    ¿Mh?

 

—    ¡Aoi!

 

—    ¿Aoi?

 

—    Mi hermano me dice así.

 

—    Aoishii~

 

Ruki exclamó cantarín aquello ganándose dos mofletes inflados.

 

—    ¡Vamos! ¡Te llevamos a tu casa! –Ruki se irguió y se sonó un poco el cuello.

 

Yo me quede viéndolo ¿Por qué? Porque aquel niño no dejaba de mirarme. O había descubierto algo en mi cara que yo no frente al espejo o no sé…me incómoda un poco cuando la gente se me queda viendo, pienso lo peor.

 

—    ¿Pasa algo?

 

Por cierto, que aún seguía sin soltarse de mí.

 

—    Tú…

 

—    ¿Mh?

 

—    Eres lindo.

 

Mi expresión debió ser bastante…

El niño se sonrojó y Ruki estalló en risas.

Yo también me sonrojé.

 

—    ¡Por Dios! Bueno, bueno, ya vamos. –Ruki se limpió una pequeña lagrimita y empezó a caminar.

 

Yo hice lo mismo una vez que me pude poner en pie. Repito, el niño parecía un koala pegado a mí.

 

 

 

Sólo nos faltaban unos cuantos metros cuando Yuu reconoció a aquel chico que caminaba mirando hacia todas partes.

 

—    ¡Nii-chan!

 

En seguida nos miró y casi corrió.

 

—    ¡Yuu! ¡Me asustaste!

 

Bajó la cabecita murmurando un “lo siento”

 

—    Tú dijiste que íbamos a jugar a las escondidas…

 

—    ¡Pero no fuera de la casa! ¡Casi muero! Y papá está a punto de llegar.

 

¿Las escondidas? ¿En el bosque? Eso debía ser a lo mucho mágicamente peligroso ¿Y si se encontraba un gato o daba la medianoche? Ok, ok. Ya estoy paranoico -muchas gracias internet, por dejarme leer todas esas leyendas-

 

—    ¡Gracias! ¡Disculpen las molestias! –esta vez se dirigió a nosotros.

 

—    No es nada –contestó Ruki mirando al chico de pies a cabeza.

 

Oh, que mi homosexual amigo no tenía remedio.

 

Yuu aceptó ser cargado por él.

 

—    ¿Y dónde te metiste?

 

El niño me miró.

 

—    Mi patio…

 

—    ¡Gomen!

 

—    No pasa nada –reí nervioso y vi la sonrisita que Yuu me dio.

 

Lo acababa de encubrir. Bueno, yo no sabía si se iban a enojar mucho después si descubrían donde se había metido en realidad.

Nos despedimos y para sorpresa de todos, más para mí. Sobre todo para mí. Yuu me lanzó un besito luego del “buenas noches”

Ruki no dejó de molestarme con aquello mientras caminábamos a casa.

Primero la suya.

 

—    ¡Buenas noches Uru! ¡Que no te coma el monstruo del armario!

 

Rodé los ojos.

 

—    ¡Buenas noches Ruu! ¡Que el gato de tu madre no te confunda con su ratón!

 

Rodó los ojos y caminó hasta la puerta.

Y esa vez pude apreciar a buen plano como el vecino, Yutaka, que estaba fumando en el porche de su casa, no se perdía detalle del meneo de caderas de Ruki avanzando.

 

Retomé el camino sonriendo.

Muy olvidada había quedado la razón por la cual salí en primer lugar.

 

Por cierto,…mi nombre es Takashima Kouyou.

 

 

 

CONTINUARA

~Grezz~

Notas finales:

 

¿Les ha gustado?

^^

¡Gracias por leer!

¡Cuídense!

~Grezz

 

PD: Sólo por aclarar, no me equivoque en el resumen ni en el cap, esto sí es Aoiha.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).