Era una noche de frio invierno, cuando la luna era color vela, en la habitación de un orfanato al norte de una ciudad de Francia, un niño tenía encendida un par de velas negras, al lado unas cartas, llamadas cartas de tarot, al frente del niño 9 copas planeta, llenas cada una con diferentes tipos de plantas acuáticas, y el pronunciaba unas palabras bastante raras, casi en susurro, para no ser escuchado, de pronto una voz menciono su nombre, el niño se asustó y serró sus pequeños ojos.
-Erik- seguía diciendo la voz, al parecer aún más cerca
-¿qui….quién eres?- dijo con un tono de miedo
-yo soy, el que has querido invocar, desde la muerte de tu padre, y cuando te vendió tu madre, a ese viejo enfermo, que te ha tocado-
-¿!quién eres ¡?- lo dijo gritando, esta vez
-yo soy, seere- dijo el demonio, con una caricia en sus mejillas ,asiéndole abrir los ojos
Y ahí estaba el demonio, como de 1:90 y con una túnica que cubría gran parte de la cara acepto su boca
-¿Por qué me has invocado? – mientras le pregunto esto, puso una gran sonrisa en su cara, se alejó un poco y se sentó en una silla, que estaba al lado de una pequeña cama
-porque……….quiero ser feliz- al oír esto, el demonio borro la sonrisa, lentamente, se acercó al niño
- y entonces ¿Por qué me has invocado?- dijo arrodillándose para estar a la altura de el niño
- porque, quiero darte mil almas, a cambio de ser feliz- dijo muy seguro de sí mismo y mirando al demonio arrodillado
- ¿mil almas?, que tentadora oferta……pero, ¿de dónde vas a sacar mil almas?-volvió la sonrisa de seere
- no te lo diré hasta que ágamos el contrato- dijo, acariciando la cabeza del demonio, para después quitarle la capucha y ver su rostro, que era, su pelo hasta la barbilla y negro, sus ojos rojos, su nariz pequeña y su boca rosa, sus ojos de ser rojos se rotaron azules como el cielo,(era tipo Sebastián michaelis pero con ojos azules)
-bueno, ágamos el contrato- le dijo, subiendo la cabeza, para mirarlo los ojos verdes del niño, igual que su piel blanca, su cabello café claro, con un peinado ponck, nariz pequeña y labios coral opaco,
Se paró y le pregunto -¿Dónde quieres tu sello?- dijo , mientras con una mano levantaba su cara
-en el ojo izquierdo-, así que el demonio se inclinó un poco, sonrió y dijo – esto te va a doler, así que no cierres tus ojos – se relamió los labios, acercó al niño a su boca y rápidamente , con sus dientes arranco el globo acular izquierdo, lo mordió un par de veces y lo trago, el niño cayó al suelo , y grito diciendo
-¿Qué as echo?-, se tapó el parpado, y con el otro ojo veía caer la sangre al suelo , al oír pisadas el demonio lo cargo entre sus brazos y salto por el balcón diciendo
-esta noche nos quedaremos en un hotel-
-¡maldito demonio¡ mira lo que me as echo y aun así dices eso con tanta tranquilidad – dijo esto dándole una cachetada, el demonio rio un poco y siguió saltando por los techos de las casas, salto unos cuantos hasta llegar a un hotel muy fino, al entrar , el demonio cambio de ropa, en vez de su túnica vieja ahora traía un esmoquin negro con una rosa blanca en el pecho, igual que el demonio el niño cambio de ropa, ahora en vez de su traje gris como pijama, traía un vestido de novia, blanco, seere lo dejo sentado en la recepción, pues este ya estaba dormido,
- deme su mejor habitación- dijo el demonio con 100 billetes de mil en la mano, al recepcionista se le abrieron los ojos al ver tanto dinero, y le dijo
-si claro señor-tomo la llave de la suite presidencial, pues la suite honeymoon estaba ocupada, y se la entrego
-aquí tiene-
-gracias-
<<Lo que hace la avaricia, y pobre no sabe que morirá esta noche>>
Cargo otra vez al oji-verde para llevarlo a la habitación, se dirigió al elevador, presiono el botón que decía último piso, al llegar abrió la habitación, era enorme, casi un piso completo, camino un poco y llego a la cama, así que dejo al menor acostado, trono los dedos y apareció una playera blanca y un short, así que le quito el vestido de novia y le puso la playera y el short, cuando termino se retiró al sillón para dormir un poco