Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My partner is a murderer por Nashin

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

>w< Aquí les traigo una de mis historia preferidas, por la que he trabajado junto con una amiga por 4 años y más.
Decidí retomarla y volverla a escribir. El fic está aún en mi cuenta, por si quieren leerla xD esta es la versión 2.0 con mucho más detalles y giros un tanto diferentes que la historia original. 

¡Les informo amados lectores que esta historia da para más! Pronto con mi amiga sacaremos su novela gráfica uvu  Me emociona ver crecer una historia que inició tan pequeñita y como un mero rol. 

¡Sin más explicaciones les dejo con este primer nuevo capítulo!

Les aclaro: algunas cosas que estén entre " " [comillas]  son los pensamientos de cada personaje y otras simplemente son énfasis o sarcásmo.

Sin decir más me despido <3 espero sus review para saber si les gusta la historia. ~


Era el primer día del año escolar, el reloj de mesa anunciaba la hora de levantarse a un joven aún sumido en su sueño. El joven bostezó y golpeó suavemente el reloj para silenciarlo. Sus ojos verde esmeralda fueron restregados con fuerza por su puño y sus cabellos castaños oscuros se sacudieron para alejar el sueño de sí.

Hiroshi era, posiblemente, el joven más entusiasmado por ingresar a la escuela nuevamente.

— ¡Genial, ya llegó el primer día! — Sus saltos denotaban su emoción, tal como si fuera un pequeño niño ansioso por navidad, a pesar de ya tener 16 años. — Tengo todo listo. — Hiroshi hecha un último vistazo, revisando que sus cuadernos estén a la perfección- ¡Ya está!

 

A lo lejos, en el primer piso del hogar, se escuchaba hablando por teléfono al padre del joven, el ojiverde se asomó por la puerta de su habitación tratando de escuchar la conversación, parecía importante.

— Gracias a usted joven, sí, sí… estará todo listo a su llegada, no se preocupe. — Colgó el teléfono y se dirigió a llamar a su hijo, escaleras arriba. — ¡Hiroshi, ven acá, tengo buenas noticias que darte!

Al escuchar su nombre, el joven corrió escaleras abajo, casi al borde de caerse.

— ¿Cuáles? — La duda le comía  los pensamientos, aún así estaba emocionado al ver la cara de su padre.

— Arrendamos el cuarto desocupado, desde hoy tendremos un huésped en nuestro hogar.

La noticia que su padre le había entregado sorprendió bastante al joven Hiroshi, ya que hace tres meses que el cuarto desocupado de la casa estaba en arriendo y al parecer nadie parecía interesado. El joven se preguntó qué clase de persona sería el nuevo inquilino y qué tan urgente quería el cuarto para mudarse el mismo día.

— Que bien, ¿quieres que te ayude a preparar la habitación antes de irme a la escuela?

— Si lo haces llegarás tarde, no te preocupes de los detalles, me encargaré yo, ve tranquilo hijo.

— Ok…Entonces me retiro, quiero llegar temprano. — Con una amplia sonrisa el ojiverde recoge sus cosas para marcharse a su primer día, camina entusiasta hacia la puerta principal e inicia su camino.

Para no hacer tan vacía su ida a la escuela, Hiro se coloca los auriculares de su reproductor de música, se distrae y olvida un poco sus nervios por el esperado “primer día”. Sin embargo, su distracción fue demasiada, tanto que ya no notaba sus pies en el piso y menos al desconocido que se cruzaba frente suyo.

De un estruendo ambos cayeron al piso.

— ¡P-perdone n-no lo vi y…! — Hiroshi trataba de levantarse, el golpe lo había dejado aturdido y tambaleante.

Había chocado con un chico aparentemente de la misma edad que él, alto con ojos profundos y oscuros como la noche al igual que sus cabellos que hacían juego con su mirada indiferente. El desconocido se sacudió la chaqueta de la escuela arrogantemente, Hiroshi no tardó en percatarse que el uniforme del joven era el de su misma escuela, aún así no recordaba haber visto al desconocido. ¿Estudiante nuevo?

— Pon más atención niño. — Su mirada era desafiante y despreciativa, tanto que sus ojos llegaban a intimidar a su pequeño adversario. — Vaya que idiota.

— ¡¿Eh, qué te pasa?! ¡Fue un accidente, ya te dije que lo siento, no es para que me trates de esa forma! — Hiroshi observó furioso como la figura insolente se enfrentaba a él como si fuera un pequeño animal. Molesto se levantó del suelo, sacudió sus ropas y recogió sus cosas desparramadas por el suelo.

— Ruidoso… — El azabache ni si quiera se inmutó en disculparse, ignoró completamente sus quejas para luego disponerse a seguir su camino.

— ¡¿Quién se cree qué es?! ¡¿Ni si quiera una mínima disculpa?! … Bueno, no tengo tiempo para inútiles. – Sin darle más vueltas al asunto volvió a su, casi tranquilo, camino hacia la escuela.

No tardó en llegar a la escuela ya más calmado, casi había olvidado el mal gusto que el incidente con el horrible y odioso desconocido. Volvió a su sonrisa habitual, nada en ese día lograría arrebatarle la emoción de su primer día que para él era todo un suceso que para muchos no significa nada. Se adentró por los pasillos de su escuela y al llegar a su correspondiente salón pudo sentir como varias miradas se clavaban con odio sobre él. Sus compañeros prácticamente lo detestaban por obtener, siempre, los primeros lugares en las calificaciones de la clase y no ser ellos los que estaban en su lugar porque la realidad era que ellos eran unos fracasados.

— Ahí viene esa rata… — Uno de ellos susurraba al ver pasar a Hiroshi frente a ellos.

— Ojalá que este año no sea el insoportable primer lugar-

— Como me gustaría empujarlo de un quinto piso. — Ambos estudiantes rompieron en carcajadas por sus propios comentarios.

El castaño al escuchar risas en su salón, pensó inocentemente que eran producto de los ánimos del primer día ignorando que esas burlas se referían a él como todos los años. Sin tomarle más importancia al asunto se sentó en su respectivo lugar, primera columna, primera línea, justo frente al pizarrón.

— ¿Eh?... – Sus ojos se posaron sorprendidos en una figura durmiente a su lado. Era extraño, ya que en los años que llevaba en esa escuela nunca había tenido un compañero de banco y ver repentinamente a alguien le era todo un suceso.

Era un chico de cabellos azabaches, cuyo rostro no era visible debido a que era cubierto por sus brazos, se encontraba en un profundo sueño. Hiroshi movió levemente el cuerpo de su compañero para comprobar que estuviera completamente dormido. No obtuvo respuesta, por lo que efectivamente lo estaba y prefirió dejarlo dormir.

— Creo que está bien… — Frecuentemente miraba a su compañero de reojo para ver si éste despertaba, pero nada, no se movió ni un centímetro en los transcurridos minutos antes de que empezará el día.

Momentos después, daban inicio las clases, el profesor que entraba, parecía exhausto a pesar de ser sólo el primer día, pero la verdad era que odiaba estar en ese lugar más que nada. Un profesional con completa vocación, claro. Paseó con la mirada por el salón, hasta fijarse en el bulto que yacía sobre la mesa.

— Bueno días jóvenes, hoy comienza otro año más… “Otro más…” Espero que den lo mejor de ustedes. “No creo”. Como sea, este año tenemos un nuevo estudiante. Por favor preséntese joven… — Se refería al chico durmiente, que ni si quiera se insinuaba a despertar por la voz del maestro.

Hiroshi, movió con suavidad el cuerpo de su compañero para que atendiera al llamado del profesor. Por fin despertaba, pero por la expresión de su rostro parecía más que molesto.

— ¿Qué quiere? — Se notaba bastante encabronado por haberse despertado de improvisto, con el ceño fruncido restregó sus azulados y oscuros ojos para alejar el sueño de él, su mirada se clavó con un instinto asesino en su maestro, cosa que estremeció a Hiroshi, pero que al profesor poco y nada le importaba.

— Joven, preséntese a la clase…

— Ah… Es cierto soy nuevo. — Sin mucho interés y con extrema pereza levantó su persona del asiento lentamente para situarse frente a la clase, el resto de la clase posó sus ojos con toda la atención del mundo en el nuevo compañero.

Como si un rayo le partiera la cabeza el pequeño Hiroshi se percató, por fin, de quién se trataba el nuevo integrante del salón. ¡Era el chico de antes! Sin duda era él, aquel ser tan irrespetuoso con el que se había topado en el camino.

— Buenas… — Antes de proseguir su presentación, bostezó pesadamente. — Me llamo Kiyoshi Shiro. — ¿Era japonés? Por su apariencia demostraba lo contrario, al igual que su extraño y enredado acento. — Vengo de… supongo que esa parte no les importa… la verdad espero que no me fastidien lo suficiente como para odiarlos. — Dicho estas sinceras, demasiadas sinceras, y crudas palabras regresó como si nada a su asiento sin mirar a nadie.

Todos los presentes del salón quedaron impresionados por la actitud desafiante del nuevo estudiante, incluso el profesor. Era primera vez que un comportamiento así se presentaba en esa clase.  Esto también extrañó a Hiroshi, aún que no demasiado ya que en su primer encuentro lo había tratado de la misma manera, arrogante y despreciable.

— Quién se cree… — El ojiverde miraba de reojo enfadado a su nuevo compañero de banco, se notaba la molestia que le causaba aquel estudiante. “¡Tan idiota!” Era lo que concluyó él.

— ¿Viste al chico nuevo? ¡Es genial y guapo! — Un grupo de chicas cercanas, ya empezaba a formar una sociedad admiradora del nuevo estudiante.

— ¿Qué le encuentran? ¡Por favor, el tipo es una basura! — Hiroshi no entendía, qué podrían verle a un chico conflictivo, suponía que capaz esas cosas atraían a las chicas de su edad hoy en día…una razón que podría explicar el por qué ninguna de ellas se le había acercado en 3 años.

La clase siguió su ritmo normal, de vez en cuando Hiroshi miraba por sobre su hombro con odio al joven de su lado, o como él lo llamaba “el magnífico idiota de su lado”. Shiro, en cambio, no le prestaba ni la más mínima atención al castaño, es más, lo ignoraba completamente, ni si quiera le dirigía la palabra. Por unos momentos Shiro cayó en el más profundo aburrimiento, miró con poco interés a quién se encontraba junto a él y se dignó a hablarle.

— Oye, tú, ¿Cómo te llamas? — Apoyó su cabeza sobre su mano, mientras miraba con aburrimiento a su compañero.

— ¿Y para qué quieres saber? Primero eres un grosero ¿y luego vienes con eso? — La pregunta de “ese magnífico idiota” estalló el enfado de Hiroshi, tanto que no le molestó responderle “amablemente” al contrario.

— Cállate, solo quiero saber cómo se llamará la molestia pequeña e insignificante que tendré de “compañero” de banco. — Con dos de sus dedos, encalcó la palabra “molestia” con un sentido de burla.

— ¡¿Molestia?! ¡¿Quién diablos te…! — Fue interrumpido bruscamente por el contrario, sin darle la oportunidad de continuar su queja.

— Ya cállate niño eres muy ruidoso, ¿No ves que tengo sueño y apenas puedo mantenerme despierto? El cambio de horario fue tremendo… Ahora dime. — Su tono era cortante y decisivo, parecía querer obtener sí o sí su respuesta.

— ¡Que me importa a mí que tengas sueño! —Respiró agitado para tomar una pausa y ceder en responderle. — Me llamó Ayukawa Hiroshi ¿Feliz? — Espera alguna burla por su nombre como siempre ocurría, sin embargo el pelinegro no parecía estar interesado en lo más mínimo.

— No me interesa, solo no me fastidies… — Desvió su atención del chico para fijarla en las explicaciones del profesor ignorando completamente el actuar del castaño.

— Idiota… — “¿Fastidiar? Realmente es un idiota ¡¿Qué sólo le importa él?! Es oficial, detesto a este idiota”  – Prefirió no dedicarle ni una pizca más de su atención por lo que quedaba del día, si seguía amargándose más de lo que ya estaba su “perfecto día” se arruinaría por completo.

El día transcurrió sin muchas novedades, Hiroshi no le dirigió la palabra a su molesto par y él tampoco, como si ninguno existiera en sus vidas. Pasó el día, hasta que llegó la hora de la salida. El primer “emocionante día de Hiroshi” acababa y no como él lo esperaba, si no, terminó molesto por tener de compañero a un “idiota”. Shiro era el primero en salir de la escuela, como si le incomodara estar en la institución, bueno, más que incomodar, le aburría, se podía ver en rostro. Sus pasos eran rápidos y en poco tiempo se perdió en el horizonte por suerte para Hiroshi, ya que no tendría que verlo en lo que quedaba del día, ahora podría volver a casa a tomar su merecido descanso.

— Ese idiota… ¿Qué le pasará? Se fue como si se le estuviera quemando la casa o algo así. — Observó cómo se perdió de su vista mientras recogía sus cosas para alistarse e irse a casa. — Mejor me voy a descansar, por lo menos en casa me olvidaré de su molesta presencia.

Hiroshi comenzó su camino de regreso a su hogar, lleno de pensamientos que lo hacían enojar más de una vez acerca del desagradable azabache. El conocerlo había sido horrible para él y deseaba no tener que lidiar más con su pésima persona. Siguió su sendero, escuchando música para relajar sus pasos, al llegar a casa trató de ocultar su molestia con su típica sonrisa para encontrarse con su padre.

— Llegué padre… — Unas maletas estaban a los pies de las escaleras, le llamó la atención, pero recordó que el invitado debía de llegar hoy. Su padre no estaba, por lo que no recibió respuesta ante su llegada. — Debe ser el nuevo residente… — Subió para llegar a su habitación para descansar y de paso para darle la bienvenida al nuevo inquilino. — Mucho gusto, espero que sea de su agrado estar aquí… ¡¿QUÉ RAYOS?! — Se quedó paralizado de la impresión, su cara y todo su ser quedaron en blanco al ver lo que torturaba su felicidad en ese momento.

Lo peor…cuando él buscaba tranquilidad, el caos llega en su hogar, y peor, para quedarse… Shiro Kiyoshi se encontraba tendido en la cama de la habitación del nuevo inquilino.

— ¿Ah? Eres tú, bueno como ya estás aquí, anda y trae mis maletas. — Fijó su atención de un libro que tenía entre las manos, para volver a mirar al joven sin ningún interés. — Vamos no te quedes ahí y apresúrate.

— ¡Tú! 

Notas finales:

uvu Espero que hayan disfrutado del primer cap~ Os amo c': Actualizaré semanalmente, normalmente los días Viernes, Sábados o Domingos c': Ahora si que si actualizaré, tengo una editora malvada que me controla y agrede (?) xDD

Nos vemos en el próximo capítulo!

-Nashin Alexander Matthew Ascuas-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).