Nuestro Primer Beso.
Amanecer con una sonrisa en el rostro gracias a Sasuke me da ánimos para el día, gracias a dios tengo el día libre y podre verlo todo el día y estar con él.
“-Buenos días dobe, ¿listo para nuestro día en Disneyland?
-Que mejor teme, estoy más que listo.
-Bueno. ¿Qué esperas? Ya estoy aquí abajo.
-¡TEME PERO APENAS DESPIERTO!
-Pues… ¿En qué piso estas?
-10 ¿Por qué?
-¿Habitación 1050?
-Sí, ¿Cómo sabes eso?
-Ábreme
-¿Pero qué demonios…?”
Abrí la puerta y ahí estaba parado y mostrándome una gran caja de chocolates.
-¿Teme?
-Valla privilegio que me das, al verte en calzoncillos, por primera vez. –Mire mi cuerpo y por la sorpresa que me había dado este teme, no me di cuenta que aún no traía ropa.
-¡Ahhh! –Corrí al baño -¿Por qué no me avisaste que subirías? –Le grite
-Quería darte una sorpresa como tu ayer. –Escuche como cerró la puerta y yo salí del baño con una bata ya puesta. –Te traje unos chocolates, sé que te gustan.
-Gracias Sasuke… -Los tome –Etto... ¿Me podrías dar chance de vestirme?
-Claro. –Se sentó en mi cama y se me quedo viendo.
-Emmm… ¿Podrías salir?
-No ¿Por qué? Después de tanta veces que te me insinuabas por teléfono y whats ¿Ahora te da pena?
-¡SI, ES MUY DIFERENTE!
-Okey, voy al baño. –Paso a un lado mío y me acaricio el cabello, causándome escalofríos. –Apúrate dobe.
Sin pensarlo más, saque mis cosas de la maleta para poder vestirme, no podía hacer esperar mucho tiempo a Sasuke, no quería que se me desesperara. Me puse unos jeans y una camisa, se veía lindo el día.
-Listo Sasuke… -Salió del baño y me miro de pies a cabeza.
-Oye… Vamos a Disney no a un compromiso formal. –Paso al fondo de mi habitación, donde estaba mi maleta y la comenzó a esculcar.
-¡¿PERO QUE HACES!?
-Ponte unas bermudas y una playera. –Me aventó ambas a la cara. –Cámbiate, pero ahora no entrare al baño. –Se sentó en la cama.
-¿Qué? –Me sonroje irremediablemente como un jitomate y comencé a desvestirme lentamente, podía sentir la mirada penetrante de Sasuke, viéndome completito. –Me apena que me mires.
-Te creí más extrovertido cuando se tratara de tu cuerpo frente a mi dobe.
-Pues no es lo mismo, una cosa es whats y otra es que me mires. –Me desabotonaba la camisa y al instante un flashazo me sorprendió y era Sasuke quien me acababa de tomar una foto con su celular.- ¡¿PERO QUE HACES?!
-Tomando un recuerdo ¿Te gusta? –Me mostro el celular y la foto que había sacado hace unos instantes ya era el fondo de nuestra conversación en whatsapp.
-¿Pero qué…? ¡QUITALA!
-No, así me gusta, gracias. Ya vístete. –En vez de verme ahora, estaba jugueteando con su celular, así ya no me inquietaba tanto su mirada. Me vestí lo más rápido posible y quede listo.
-¿Mejor? –Le levante el rostro quitándolo de su celular.
-Mucho mejor –Se levantó de la cama y guardo su celular en el pantalón –Vámonos, es un gran tramo lo que debemos caminar.
Salimos del hotel y me entrego una bolsita donde venía un sándwich y me dio un jugo de manzana, mi favorito, era por si me daba hambre en el camino. Llegamos a la estación de tren y me tomo de la mano con el pretexto de que podía perderme. Ciertamente estaba emocionado, a pesar de que en Japón hay un Disney, me emociona conocer uno nuevo, aunque quizá sea la misma temática, pero es emocionante porque lo compartiré con Sasuke.
-¿Estas emocionado? –Me apretó fuerte la mano y voltee a mirarlo.
-Mucho teme, es muy bueno estar aquí al fin contigo. –Le sonreí
-Genial, me alegra. ¿Oye?
-Sí, ¿Dime?
-Entonces… ¿Si te otorgan la beca, vendrás a vivirte aquí?
-Sí, el próximo semestre podre, ya que es el último y quizá consiga trabajo aquí que extienda mi estadía.
-Genial, entonces saldremos al mismo tiempo y estaremos en las graduaciones de ambos.
-Sí, perfecto… ¿Sasuke? –Me pare frente a él y me arrodille apoyándome en una pierna.
-Na… Naruto ¿Qué haces? ¿Y en medio del metro? –Se sonrojo al verme así.
-Quiero hacerte una pregunta. –Le tome la mano. -¿Quieres…?
-¿Si…? –El rojo de su rostro aumentaba de tonalidad.
-¿IR CONMIGO A NUESTRAS GRADUACIONES?
-… ¡ERES UN DOBE! –Me soltó y camino enfurecido hacia los andenes.
-Jajajaja –Me levante –Lo siento, debía hacerlo, debiste ver tu cara.
-Eres un maldito dobe. –Giro su rostro hacia mí y además de enojado, estaba muy rojo.
-Creías que diría. ¿Te quieres casar conmigo, cuando por fin vuelva y viva aquí?
-¡PUES ASI PARECIA DOBE! ¬////¬ -Volteo su rostro para evitar mi mirada.
-¿Quieres?
-¿Qué? – Volvió a girar hacia mí y ante el sostenía una cajita roja. -¿Naruto?
-¿Quieres casarte conmigo? –Le volví a preguntar, en realidad, si lo tenía planeado, solo era cuestión de encontrar la oportunidad y aquí esta. Compre el anillo ya hace un tiempo, quizá no seamos ni novios, pero tengo la esperanza de que acepte.
-¿Hablas enserio? –Su rostro parecía un gran jitomate.
-Nunca había hablado tan enserio en mi vida, Sasuke. –Abrí la cajita y le mostré el famoso anillo “Tú y Yo”
-Yo… -Se alejó un poco, con eso bastaba.
-No tienes que decirme tu respuesta ahora teme, aún queda un semestre para que me digas sí o no. –Guarde el anillo y como si nada hubiera pasado, volví a tomar de la mano a Sasuke.
-Yo… lo siento, Naruto, por no poder darte la respuesta ahora.
-No te preocupes, creo que llego a entender el por qué.
-Perdón.
-No te disculpes, corazón. –Le sonreí
-¿Cómo es que nunca te deprimes? ¿Cómo es que mantienes esa sonrisa a pesar de que no te respondí como esperabas?
-Por qué, no pierdo las esperanzas y sabes que lo mío no es estar deprimido y menos si estoy contigo y la verdad no quisiera arruinarlo.
-De acuerdo. –Apretó de nuevo mi mano. –Gracias Naruto.
-Gracias a ti.
Entramos al tren que nos llevaría a Disney y escogimos asientos donde se pudiera ver el paisaje por la ventana.
-¿Te gusta Hong Kong? –Me pregunto mientras tomábamos asiento.
-Me he quedado fascinado, Sasuke –Sonreía mientras veía por la ventana.
-Espero estar igual que tú, cuando visite Japón
-¿Si iras?
-Si quiero, solo espero pronto empezar a trabajar y ya no depender tanto de Mikoto y Fugaku.
-Jajajaja a punto de acabar la universidad y seguimos siendo hijos de papi y mami.
-Es que, vamos, nos gusta esta vida, bueno… a veces, pero cuando uno llega a tener su propio dinero, puede hacer lo que sea, sin restricciones de los padres.
-Si yo sé, bueno al menos ya vives solo y yo aún vivo con ellos.
-Pero cuando te vengas a vivir aquí, tendrás tu propia casa ¿No?
-Eso espero, casa propia. –Suspire –Suena bien.
-Es bastante bueno.
-¡SI! ¡FIESTAS EVERYWHERE!
-Eres un dobe. ¬.¬
-También te quiero.
-Dobe. D-O-B-E
-T-E-M-E –Me acerque a su rostro y quedamos a una corta distancia de nuestros labios. Nos comenzamos a acercar y podía sentir su aliento rozar con mis labios. ¡PIP! Sonó la puerta del tren que señalaba que estaba próxima a la siguiente estación, nos alejamos uno del otro con alerta. Etto… je ¿Falta poco? –Podía sentir como mi rostro ardía de vergüenza
-Si…
-Oh… jejeje okey
El resto de camino nos la pasamos callados y nos mirábamos de vez en cuando, quizá hablar en persona resulta un tanto difícil.
Cuando llegamos al parque temático, obviamente había mucha gente y nuevamente nos tomamos la mano para “no perdernos”
Pagamos las entradas al parque y lo primero que hice fue correr para ver más de cerca el castillo de la bella durmiente.
-Jejeje me encanta Disney. –Dije
-Sí, lo noto… -Me alcanzo y me tomo y me tomo por el hombro. -¿Y bien?
-¿Y bien, que?
-¿No nos tomaras una foto?
-¡Ahhh! Cierto. –Saque mi teléfono, lo abrace y puse la cámara en un ángulo donde se pudiera visualizar el castillo. ¡CLICK! Y un flash salió deslumbrando mis ojos y quizá los de Sasuke. -¡LISTO! Amo tomarnos fotos.
-Sí, me lo dijiste muchas veces dobe.
-Ya se teme, oye… -Mire el castillo –Este castillo me recuerda a algo.
-¿A qué?
-A que eres el bello durmiente, me sorprende que te hayas levantado temprano.
-Bueno, es que estas aquí, cada minuto lo vale.
-Jejeje gracias. –Me sonroje un poco y sabía que el momento había llegado. -¿Oye, Sasuke?
-¿Si? –En cuanto volteo, no dude en lanzarme sobre su rostro y robarle un beso. Cuando me separe, su rostro nuevamente estaba colorado. –Siempre… tan oportuno en los besos. ¿Verdad?
-Sabes que sí, solo que ahora no fue uno virtual.
-No, ya lo sentí
-¿Te molesto?
-No
-¿Te molesta que haya sido el primero?
-En realidad, no.
-¿Te puedo dar uno más?
-Te estas tardando. –Y sin más, me lance nuevamente a él, besando sus dulces labios nuevamente, mientras pasaba mis brazos por su cuello, haciendo del beso cada vez más profundo y pasional de todos los que he dado. Simplemente el mejor beso nunca antes dado. Me separe de él y pegue mi frente a la suya, sin abrir los ojos, nuestras respiraciones estaban algo agitadas y al abrir mis ojos, me encontré en el mar negro de sus orbes, me encantan sus ojos.
-Por fin te veo tan de cerca, Sasuke.
-Y es genial, no creí que tus ojos fueran tan azules.
-Jee, pues ya vez, tienen un no sé qué ¿No?
-Son hermosos.
-Gracias, los tuyos igual son hermosos, definitivamente que sí.
-Gracias dobe.
-No hay de que teme. ¿Oye y si entramos ya? Estamos estorbando, Bello Durmiente.
-Supongo que esa será la burla del día. –Se alejó y me tomo de la mano. –Vamos que Mickey nos espera.
-¡SI! ¡MICKEY! –Y tal cual, mi niño interno salió y me lleve corriendo a Sasuke por el parque.
Al inicio lo que se ve son las tiendas y los restaurantes donde más al rato podríamos pasar a almorzar, ya un poco más al fondo se podían ver las atracciones.
Iniciamos por los juegos pequeños, como el de Cenicienta, Blanca Nieves y Peter Pan, saliendo de esos, nos dirigimos al laberinto de la Reina de Corazones. Hubo una parte donde me perdí y solo y únicamente di vueltas en un círculo, Sasuke se limitó a decirme dobe, pero con su rostro me lo decía. Después nos fuimos al pequeño mundo, de ahí a los piratas del caribe, a Dumbo, pasamos a una proyección en 4D y al simulador de Star Wars, pasamos al teatro y se presentaba el Rey León, amo esa película. Cuando salimos de la obra, ya era tarde, valla que te la pasas todo el día en Disney, quizá comente las atracciones de manera rápida, más no mencione las enormes filas que se hacían en ellas, creo que son lo que más consumen tiempo.
-Creo que solo nos da tiempo para una última atracción. –Me dijo Sasuke.
-Supongo y ¿Cuál será?
-El Space Mountain. –Señalo frente a nosotros y parecía ser una montaña rusa techada, lo único que se alcanzaba a ver era como salían disparados los carritos, como si de una catapulta se tratara.
-¿Enserio? –Me aterre y comencé a sudar frio
-Claro, amo las montañas rusas.
-Yo igual, pero esta súper extrema.
-Mucho mejor. –Me jalo y me llevo corriendo, no estaba muy entusiasmado con la idea pero vamos, no dejaría ni un segundo por estar con Sasuke.
Cuando llegamos no había mucha gente en la fila, así que pasamos rápidamente a los carritos. Yo estaba muy nervioso, sabía que era una nueva montaña rusa, más extrema quizá que a las que ya me he subido.
-Tranquilo. –Me tomo la mano Sasuke. –No tengas miedo, estoy contigo. –Me sonrió y me sonroje, es toda una emoción ver como sonríe para mí.
-Si. –Apreté su mano y el carrito avanzo.
Cuando salimos de la montaña rusa, mis piernas me temblaban horriblemente y Sasuke parecía tan fresco como una lechuga.
-Valla, sí que eres miedoso. –Me dijo.
-Déjame en paz, no soy tan extremo como tú.
-Ya lo sé y eso me hace mucho más sensual.
-Hola ego de Sasuke, te extrañe. –Le dije con sarcasmo.
-Deja tu sarcasmo dobe.
-Ya lo siento, Jajajaja tenía que decirlo.
-Iras al sofá si sigues así.
-Tengo mi cama en el hotel, así que no es necesario que me amenaces con el sofá.
-¿Y que no quieres ir a conocer mi sofá?
-¿Eso es una invitación a tu casa?
-Quizá… -me tomo de la mano y nos dirigimos a la salida del parque.
-¿Cómo que quizá? ¿Quieres que conozca tu casa o no?
-Tal vez.
-¡AYY TEME! Sabes que sería genial, pero debo volver al hotel o Kakashi me regañara.
-¿Ehh? ¿Pero por qué? Se supone que rogarías porque te llevara a mi casa.
-¡BINGO! Sacaste la sopa jaja, realmente me encantaría, pero si no vuelvo, Kakashi se pondrá como loco energúmeno, creyendo que morí o algo parecido.
-Ya veo… -Sin darme cuenta ya estábamos en la estación del tren. -¿Y si le preguntas en cuanto llegues?
-¿Qué si me puedo quedar en tu casa?
-Sí, aun estarás más tiempo ¿No? –Llego el tren, entramos y nos sentamos nuevamente cerca de la ventana.
-Sí, pero no sé si Kakashi.
-¡AL DIABLO KAKASHI Y VE A MI CASA! –Me grito
-O-O de acuerdo, de acuerdo, no te enojes.
-Ay, es que me pones puros pretextos y a mí no me debes de poner pretextos dobe.
- ¬_¬ Claro teme, claro.
De nuevo paso a dejarme al hotel, le pedí que se quedara a cenar en el restaurante del hotel conmigo, pero me negó, ya que debía volver a casa para marcarle a sus padres. Antes de despedirnos, de nuevo nos quedamos viéndonos como si esperáramos la iniciativa de un beso. Al mismo tiempo los dos nos lanzamos el uno al otro y nos dimos un beso en los labios de buenas noches.
-Te veo mañana dobe. –No dejaba de abrazarme y entre besos me lo dijo.
-Sí, hasta mañana mi teme. –Lo solté y me dirigí al elevador, mi corazón saltaba de felicidad, por fin nos habíamos besado-