Hace una semana atrás mi corazón y pensamiento le pertenecían a mi amigo Rehyll Tarou, un chico de 18 años de pelos negros y ojos azules… hermoso verdad? Pues ese hombre se marchó hace una semana llevándose mi virginidad.
Me llamo Akito Miyarama, no soy un galán pero me cuido, tengo mis ojos marrón oscuro al igual que mis cabellos. Pero yo no vine a hablar de mí.
Yo hablare de Rehyll.
Una semana atrás
No me había aguantado, después de enterarme que Tarou se iba de la ciudad en busca de “su universidad” dejando a su único y tierno “mejor amigo”- ósea yo- solo. Salí corriendo de mi casa, para el apartamento de Tarou. Pero creo que tome una mala decisión, porque ahora que estoy aquí, no sé qué rayos decir.
- Hola, Akito… ¿Cómo estás?.-Se notaba contento, pero asombrado. “seguro es por esa esa estúpida universidad”. Mi Tarou se va de mis manos por una universidad. ¡Mundo cruel!
- Ah!... yo. Ho-la… hola Tarou.-Respondí como pude. Con timidez, esto nunca se me quitaba. Dios mi corazón esta en su extrema felicidad. Creo que puedo morir en paz.
- Y…. ¿A qué se debe tu visita?.- Me hizo señas para que entrara, me quede calladito y entre. ¿Para qué había venido? Creo que se me olvido. Ah… cierto yo vine para… ¡PARA RECLAMARLE DEL HECHO DE QUE SE FUERA!. Cuando el también entro, me llevo a la mini sala y me señalo el sofá. Creo que para sentarme.- Me entere que te marchas de la ciudad…- Dios, mi voz. No se escucha más suicida por que no puede. Qué horror mátenme, me lo merezco.
- Ya veo…-(hizo una pausa)- Aki-to, yo creo que no volveré. Pero podremos hablar por el chat.
- ¡No es lo mismo!.-Grite.
- Creo que estas siendo un malcriado.-Eso me llego al alma. Quería llorar. No era necesario que me lo dijeses baka. –Perdón, ya lo sé. “No será lo mismo”, pero… ¿Dime?, ¿Qué quieres que haga?... hare lo que sea.
- Quédate…- Si ya sé que pido demasiado. Pero no me dio opción, él fue el que dijo “lo que sea”.
- Sabes que eso… eso no puedo hacerlo.-Dijo esquivando mi mirada.
- Tú dijiste lo que sea. Eso es lo que quiero que hagas por mi.- Me pare del sofá y me puse enfrente de él. Pero siguió esquivando mi mirada.
- NO SEAS TERCO.
- Bájame el tonito. No eres tú al que van a dejar solo y sin amigos.
Se paró del sofá y fue directo a su cuarto, el cual yo le seguí. Pero no debí, porque cuando llegue vi las cajas. Estaba estupefacto, atónito. ¿Ya estaba empacando?. Claro idiota o no estuvieran las caja… y maletas. Y se me va mi Tarou y no puedo hacer nada.
- Akito.- Dijo con voz de decepcionado, ese debí ser yo, no él. …l no es el que está decepcionado aquí.
- Yo no quiero esto… ¿Por qué?... me duele.-Termine entrando en llanto, odiaba llorar. Siempre me volvía todo rojo, me veía patético y débil…
- Me gusta cuando lloras…-Oculto su cara entre sus manos. ¿Estaba avergonzado?
Creo que mi rostro lo dijo todo, estaba sorprendido. El solo salió del cuarto para volver a la sala –me imagino-. La diferencia fue que esta vez yo no le seguí. Pasaron unos varios e interminables minutos y volvió para empacar lo que quedaba.
- ¿Por qué?.-Pregunte.
- ¿Qué?.- se hizo el inocente –(para evitar responder)-
- ¿Por qué te gusta que llore?... tan mal y patético me veo que te da risa.-me levante y empecé a darle golpecitos de rabia.
- ¡NO!, ósea… entendiste todo mal. Me gusta que te pongas rojo, te ves lindo. Me gusta que llores, pero solo delante de mi.-(Hizo pausa)-… cuando lloras delante de mi siento que soy importante para ti… que solo yo tengo el privilegio de verte llorar.- Que bello, me enamore de un príncipe. Pero querido tu no eres el único que me ve llorar, también está mi madre.
Le interrumpí su declaración, esas palabras tan lindas me tomaron desprevenido. Me enamoraba más de él, tanto que mi primer acto fue indecente. Le estaba besando… le estoy tocando sus labios. Me volví rojo como un tomate y lo aparte. El me miro sorprendido y yo le devolví la mirada de: “yo tampoco sé que me paso”…
- Perdón… yo… yo no de-bi.-(interrumpido)
- ¿Por qué no continuas?
- Eh?
- ¿Qué podemos hacer ahora?... ya paso. Creo que nos gustó a los dos. Continuemos.
Ya va… creo que me perdí en la narración, mi amor, mi Tarou, mi amigo. Si, si… todo eso. Me acaba de pedir que continuara besándolo. Creo que estoy soñando, no… es algo peor… es una pesadilla.
- Bueno creo que es mentira…
- ¿Qué?.-pregunte. ¿de qué mentira habla?
- ¿No estabas enamorado de mí?
- EEEEH!.... -¿Cómo sabia el eso? ¿Quién se lo dijo?.
- Etto… es que cuando te quedabas a dormir aquí. La última vez… tú empezaste hablar dormido y eso decías.
- Ah… yo… O///O no… perdón.-iba a bajar la mirada pero me sujeto de la mandíbula y volvió a besar mis labios, nos quedamos sin respiración.-Tarou… yo.- Me volvió a besar. Estaba como tomate y creo que iba a sufrir de hiperventilación.- Te amo…-(Suspire)
Ese momento fueron los segundos de las miradas. Me veía de arriba, abajo. ¿Qué paso? Íbamos tan bien. Todo estaba tan feliz….
- A-ki… Aki-to. Quizás esto te suene indecente… pero yo también te quiero y mucho… Akito yo…
- ¡Acepto!.-Tenía estrellitas en los ojos, estaba tan feliz.
- ¿aceptas?
- Si…
- ¿Qué aceptas?.-Me miro con duda.
- Casarme contigo.- Se volvió rojo. Qué lindo. Creo que ahora estoy en el cielo.
- Eso… no era lo…que yo.-Le mire intrigado. Creo que ahora si que no entiendo nada. – AKITO.-Hablo con fuerza-mucha fuerza- Yo quiero acostarme contigo.
- O//////O Tarou también me ama.
- Si…- se sonrojo más.
- ¿Pero qué haremos acostados?... no es mejor salir.
- El amor… quiero que Akito sea mi primer hombre.- Me sonrojo y ahora mi corazón estaba a millón… ja, ja, ja,… soy feliz.
- Ah…- empecé a mover mis dedos por los nervios. Mi Tarou lo quiere conmigo…. ¿Qué hago, me sudan las manos?... ya va… etto.
- Pero Tarou…¿Dos hombres… pueden… hacer eso. Eso juntos?
Tarou soltó una carcajada y al volver a verme a la cara de confusión. Mostro una de sorpresa. ¿Tan raro era que no supiera de eso? Tan raro era eso para mí Tarou.
- En serio tu… no. – Que lindo ahora sus orejas están rojas.
- Taarou… ¿Qué pasa? Estas muy rojo.-Sonrei bajito.
No se en que momento o instante, pero Tarou me lanzo a un mueble que estaba cerca, el montándose encima de mí. Observaba y besaba. Que feliz soy. Mi amor me quiere igual que yo aunque seamos hombres.
- Aki-to… si no te gusta algo. Solo detenme.
- Vale…- Me observaba con una mirada profunda. Creo que vi el mar en ella.
Después de eso Tarou empezó a quitar mi camisa de botones.-Que pena- yo solo oculte mi rostro con mis manos. Sentí los besos de mi querido entre el pecho. Sentí como bajaba y como subía mi palpitar.-Si se ponían a pensar en la escena era muy orgásmica- El seguía besando. Pero me estremecí al sentir aquella húmeda en mis tetillas.
- Ahmmn… Taro-uhh…n-no. Yo… yo me siento.- ¿Mi voz? Por qué no sale bien. –Creo que soy muy inocente en estos temas-
- Quiero oír mi nombre… gime mi nombre Aki…-La voz de Tarou también se escucha diferente. Es más ronca y seductora. ¿Sera igual con una mujer?
Volví a “gemir” cuando sentí las manos de Tarou entre mis piernas… ¿Qué hacia el por ahí?
- Rehyll…NO… PARA… Re… Ahmmn.
- ¿Cómo Aki?... no se te entiende nada.
- Pa…ahmmn… NO Reehmmn…- Ahora como le aviso que pare si cada vez que le intento avisar de mi boca sale ese sonidito extraño. Yo no quería sentirme así delante de mi Tarou… que pena.
- Te amo…-Susurro en mi oído empezando a lamer mu lóbulo. ¿eso era?… ¿exitante?
Después de aquellos toqueteos de Tarou. Empezó a rozar con sus manos por arriba del pantalón mi sexo. Eso no era lo único. Me voltio de frente hacia el sofá y lo que siguió fue tan vergonzoso como excitante.
Empezó a rozar su entre pierna-su sexo- por mi parte trasera.
- Rehyll…
- Akito…
Pensé que todo iba a acabar hay. Pero eso apenas empezó, Tarou me quito mis pantalones al igual que el de él. Unos dedos empezaron a entrar por lugares que yo nunca creí que tocaría. Dolía, dolía mucho. No soporte y empecé a llorar.
- ¡PARA!.- grite-¡PARA!.- Tarou solo me miro preocupado y asustado, sacando rápidamente sus dedos.
- Aki… yo… ¿Qué hice mal?... yo… no llores.-
Tarou estaba muy preocupado, yo igual. Realmente no quería parar –Bueno, realmente si- pero eso no me gustaba. Eso dolía, como se disfruta cuando duele mucho. Yo no quiero sentir eso, ni aquello.
- Aki… yo no sé qué hacer.- Tarou se sentó entre sus rodillas, yo seguía abajo. Cuando algo mojo mi mejillas y volví a verle. Mi Taro lloraba. Noooo! ¿Qué hice?, no Taro no llores. Prefiero que me duela. No por favor. ¿Qué hago?. Sera que el en verdad…
- Tarou… yo quiero continuar.
- Eh?
Tarou levanto su rostro confundido, por unos segundos. Solo opto por observarme. Hasta que paro en seco y seco sus lágrimas. Pude ver de nuevo una sonrisa de mi querido Tarou.
- Pero…-Intente hablar.
- ¿Pero?... Akito yo no quiero obligarte a nada.- Fue al grano. Como dicen por ahí.
- ¡NO!... no es eso…
- ¿Entonces?
- No quiero aquí…-desvíe mi mirada.
- ¿Ah?.-Dijo confundido.
- Que no quiero hacerlo aquí. No quiero que duela. Tarou, lo siento… pero…
- Es tu primera vez.-Culmino la frase.
- Si…-dije avergonzado, rojo como tomate y con la cara escondida.
El solo volvió a sonreír.
- Entonces…
- Te quiero Tarou.- Termine de decir para que el me abrazara. Con nuestros cuerpos desnudos –solo teníamos el interior-
Me beso y volvió a sonreír.
Ya vieron por qué me enamore de mi Tarou…
- En tu cama.-Dijo.
- ¿Eh?
- Hagámoslo en tu cama…- Me apene. No soy el tipo de chico que anda escuchado eso.
- Pero mi mama…
- ¿No está trabajando hoy?
- Si…
- Entonces vamos a tu cama.
- Vale.
- Aki…
- ¿Qué?
- Te amo.- awww, creo que morire feliz.
- Te amo Rehyll…- En ese momento Tarou se sonrojo.
Estoy enamorado de un hombre. Para colmo ese hombre es mi mejor amigo, uno que se ira con el tiempo para la universidad que quiere. ¿Pero me dejara su amor?
Salimos del apartamento –vestidos- y llegamos a mi casa, como el dijo mi madre estaba trabajando al igual que mi padre. Subió a mi habitación y yo le seguí. Ahora estamos sentados en mi cama. En silencio.
- ¿Y ahora? Tarou…
- Traje esto… creo que así no dolerá tanto.- en sus manos tenía un potecito pequeño –era lubricante- y un condón.
- Tengo pena.- Dije esquivando su mirada.
…l se paró de la cama y se posó frente a mí. Que estaba rojo como tomate con la cabeza gacha. Me tomo del mentón y beso levemente mis labios.
- Saben a fresa…-Dijo.
- Ah?
- Creo que tengo hambre.
- Si quieres preparo…- Me interrumpió con un beso
- Tengo hambre de aki…. Quiero a Aki.
Me empujo bruscamente hacia mi cama, continuando lo de antes-Solo espero que no duela esta vez-
Abrió la cremallera de mi pantalón y saco mi sexo. Me miro y yo me sonroje. El sonrió y se relamió empezando a manosear mi entre pierna-mi sexo- Volvieron esos ruiditos extraños, esos que entrecortaban mi reparación. Me beso y después sentí la húmeda lengua de mi Tarou en mi miembro erecto.
- Taa… que… ahmmn…No… eso es… v-ergon-so-… -Otra vez no me salía la voz. Sentía que algo venia y no era preciso que saliera dentro de la boca de mi Tarou…¿y si después me odia?
- Di mi nombre Aki…
- Rehyll… yo… Ahmmmn.-Me vine dentro de la boca de Tarou.
Un líquido espeso invadió su boca. Espere con los ojos cerrados la cara de decepción y enojo de mi amor-pero no-lo que llego fue un rico y apasionado beso. Después me voltio y empezó la fase difícil. “los dedos”. Para mi sorpresa no dolió tanto como la primera. Sentí un líquido frio. ¿El lubricante?. Entre en estado de excitación y de las mejores.
Mi corazón no paraba de sonar y el empieza a frotarse contra mí, estaba feliz. Pero como toda acaba. Vi el infierno cuando sentí que Tarou adentro su miembro erecto. Tarou adentro su miembro donde antes habían invadido sus dedos.
- Rehyllmmmn… AAAHMMN!.-solte un quejido de dolor.
- Tranquilo mi amor, ya se calmara. Relájate.-con sus labios rozo los míos y con una mano acariciaba mis cabellos.
Empezó a moverse para que yo me acostumbrara, y el dolor se fue como mi Tarou dijo. Comenzó a penetrarme cada vez con mas fuerza, entre los gemidos algunas veces se escapaban palabras como “te amo” o unas que otras con nuestros propios nombres.
Cuando llego el final yo eyacule primero manchando mi vientre y algunas sabanas y después el, dentro de mí. Habíamos olvidado nuestro contexto y quedamos rendiditos-o por lo menos yo- Unos cuantos abrazos palabras tiernas como: “Te amo mi amor”. Pero todo duro hasta que me dormí.
Esa mañana cuando desperté, nuca desee haberme dormido. Cuando desperté mi Tauro no estaba entre mis brazos y las lágrimas inundaron mis ojos. Me hizo recordar la noche más maravilloso que pude tener en años, pero la mañana más dolorosa que algún día tendré.
Ni una carta, ni un mensaje. Simplemente se fue.
Después de una semana de trabajo me entere que mi Tarou se había marchado. Intente buscarlo pero había dejado el departamento. Se marchó para seguir sus sueños sin mi. Dejando un feo final.
…FIN…
:D