El sentía como su enfermedad avanzaba cada día ya no tenía nada había perdido todo su familia sus amigos y todo por su maldita enfermedad porque tenía que pasarle a él desde que descubrió que tenía esa enfermedad las personas se fueron apartando de él, bueno él no los culpaba nadie en su cinco sentido quisiera estar con una persona como él, a nadie le gustaría en lo más mínimo estar con un persona enferma, aunque por fuera era una persona muy hermosa con un bello rostro, solamente él y las personas que habían convivido con él tenían idea de lo enfermo que él estaba desde que esa enfermedad apareció en su vida había acabado con todo sus metas, sus aspiraciones y hasta con su ganas de vivir ¿por qué a mí? ¿Qué hice para que me pasara esto? esas eran las preguntas que siempre se hacía pero no encontraba repuesta bueno no le extrañaba el mejor que nadie sabía que esa enfermedad avanzaba y muy pronto terminaría con él, claro que con el tratamiento adecuado y una terapia puede frenarse pero qué más daba ; no tenía razones para hacer algo así su mamá lo había abandonado y no tenía a nadie lo había perdido todo su familia sus supuesto "amigos" y lo peor de todo es que dentro de muy poco tiempo no tendría dinero ni para comer.
El chico suspiro otra vez se encontraba dentro de aquella estación de tren donde había mucho ruido de seguro ese no era el mejor lugar para pensar o para descansar, pero para él era el mejor lugar para no escuchar aquellas voces que lo atormentaban el chico se sentó eran las cinco y media y el mejor que nadie sabía que significaba eso, otra vez vería a ese chico la primera vez que lo vio no pudo apartar la mirada de él al verlo supo inmediatamente que él era una persona diferente no sabía por qué pensaba así ni siquiera lo conocía nunca habían hablado pero sin embargo le inspiraba confianza el tren llego a la estación y se detuvo las puertas se abrieron causando mucho ruido las personas empezaron a bajar sin embargo ni por más que el castaño buscara con la mirada no lo vio era raro el siempre bajaba del tren a esa hora se encogió de hombros y siguió esperando, el reloj marcaba las diez de la noche el castaño se levantó del lugar ese día no iba ver al pelinegro bueno no era raro él tenía una vida normal el chico se dirigió a el baño de la estación a lo que salió vio como dos chicos molestaban a una muchacha que acababa de llegar a la estación -Miren pero si es una chica linda- exclamo uno de ellos mientras le quitaba el bolso -Divierte con nosotros- agrego el otro tomándola del brazo <<No es tu problema no hay porque entrometerse además si la ayuda ella no te va a ayudar a ti>> esa voz de nuevo había parecido el castaño se tapó los oído -Cállate- susurro <<Sabes que lo que digo es la verdad a nadie le importa si sufres porque tendrás que preocuparte por los demás>> un grito de la muchacha llamo la atención del castaño <<Déjala que sufras>> el chico empezó a caminar intentando ignorar aquella voz <<Eres un idiota ojala te maten>> el castaño siguió caminando -Déjenla- grito mientras se acercaba a gran velocidad aquella voz había desaparecido, el castaño cogió a la chica y la levanto del suelo y la puso atrás de su espalda -Tu qué quieres- el castaño empuño la mano y golpeo a chico -Corre- le grito a la muchacha mientras la empujaba, la chica obedeció la orden y dejo el lugar -Tu eres un entrometido nos hubiésemos divertido mucho si tan solo no hubiese aparecido- el castaño hizo una mueca de fastidio de repente sintió como lo cogía por la espalda sosteniéndole los brazos -Bueno ya que ella se fue y tu estas aquí vamos a divertimos contigo- el chico se limpió la sangre que corría por su labio y golpeo a el castaño -Bueno eso es solo un poco para todo lo que tengo que hacerte- el chico que lo sostenía empezó a reír, el castaño escupió la sangre que estaba en su boca -Suéltame- dijo comenzado a forcejear -Si claro cuando te desfiguremos esa cara de niño bonito- el chico le dio un rodillazo en su estómago el grito del castaño fue fuerte, el chico que lo sostenía lo soltó y el callo al piso -Mírenlo pero sí parece una mujercilla- dijo el otro acercándose y dándole una patada en el vientre -¡¿Que hacen?!- dijo un voz los chicos se asustaron creyendo que era el policía del lugar y salieron corriendo -¿Estas bien?- el castaño se sorprendió al ver que el chico era el pelinegro que siempre él esperaba que bajara del tren <<Eres un inútil hubiese sido mejor que te mataran>> esa voz aprecio nuevamente <<Un estúpido ni siquiera vales lo que vistes tu vida es un asco>> el castaño no respondió hizo un gran esfuerzo para levantarse pero a lo que se levantó perdió el equilibrio rápidamente y callo -Cuidado es peligroso- dijo el pelinegro al momento que lo cogía del brazo evitando que cayera al suelo el pelinegro se sorprendió al ver que el chico temblaba -¿Quieres que te lleve a un hospital?- dijo pero sin embargo no recibió repuesta la mirada del castaño estaba perdida -Reacciona- grito en el oído del castaño haciéndolo volver a la realidad lo primero que el castaño pudo ver eran los ojos negro del chico -¿Quieres ir a un hospital?- pregunto nuevamente el pelinegro -No- dijo el chico al momento que se separaba de él -Tranquilo no te voy a hacer daño- el castaño sintió su cuerpo liviano y su conciencia se perdió en lo más remoto de su ser.
*¿Dónde estoy?* se preguntó el castaño al momento de sentarse en la cama ese lugar no se le hacía reconocido y no parecía un hospital cuando sintió el dolor en su vientre recordó lo que le había pasado la noche anterior -¿Estás bien?- pregunto el pelinegro entrando en la habitación -No- la repuesta extraño al pelinegro -Come un poco- el pelinegro le ofreció un plato lleno de fruta -No gracias- el castaño se levantó de la cama -Creo que ya va siendo hora de irme- el pelinegro dejo el plato a un lado -¿Que paso anoche?- pregunto, él castaño dio la vuelta era raro que alguien que no conocía le preguntara eso -Nada- dijo cortantemente el pelinegro lo tomo del brazo -Bueno primero mi nombre es Shiroyama Yuu pero puedes decirme Aoi, segundo esta va hacer tu habitación hasta que te recuperes y tercero tienes que responder toda las preguntas que te haga- el castaño lo miro era una persona amable pero sin embargo era autoritaria -Está bien- el castaño se soltó del pelinegro.
- ¿Cómo te llamas?-
-Takashima Kouyou-
-¿Por qué? te golpearon ayer-
-Por defender a una chica-
-Eso es muy bueno ¿De dónde eres?-
-____-
¿Cómo se llaman tus padres?
-_____-
¿Dónde vives?
-_____-
El pelinegro suspiro no tenía pensado responderle esas pregunta -Puedes quedarte hasta que te sientas mejor- Takashima lo miro con el ceño fruncido -De hecho ya estoy bien creo que va siendo hora de irme- el pelinegro sonrió -Tienes algún sobrenombre- el semblante del castaño cambio -Shima- respondió -Bueno Sima mucho gusto en conocerte espero que disfruten tu estadía aquí- el castaño volvió a fruncir el ceño -¿Por qué me ayudas?- Aoi sonrió -Hablamos en la sala- Shima fue atrás el pelinegro al llegar a la sala ambos tomaron asiento -¿Por qué me ayudas?- pregunto nuevamente el castaño.
-Porque quiero ayudarte-
-Esa no es una repuesta, nadie se ofrecería ayudar a un extraño y peor a una persona como yo-
-A una persona como tú- dijo enfáticamente -Yo te veo como una persona normal-
-Ese no es el caso pero si yo me quedo aquí voy a causarle muchos problemas y no tengo dinero para pagar la estadía así que sería mejor si me marcho-
-Porque eres tan insistente en irte acaso tienes algún lugar a donde ir-
-No, pero igual no puedo quedarme con usted-
-¿Por qué?- el castaño no supo que responder -Si no tienes una razón válida no te dejare ir -No tengo dinero con que pagar- dijo rápidamente -Bueno si haces todo los labores de la casa puedes quedarte- el castaño estaba confundido no sabía qué hacer -Va a lamentar la decisión que estás tomando- el pelinegro sonrió -Veremos- el castaño vio como el chico entraba a una habitación y desaparecía –¡Maldito!- el castaño empezó a caminar por la casa hasta que llego al patio era muy hermoso tenía muchas rosas se acercó a una de ellas para olerlas cuando esa voz volvió a aparecer <<Mátalo>> decía esa voz <<Si no acabas con él te destruirá la vida igual que las demás personas>> el castaño se levantó y se tapó los oídos –Cállate- grito –Es mentira una gran mentira- <<Sabes que es verdad no te quieras negar a la verdad>> -Cállate desaparece de mi vida aléjate de mí- gritaba con desesperación el muchacho – Aoi quien lo estaba buscando logro escuchar sus gritos y se apresuró a ir hacia el patio -Shima ¿estás bien?- pregunto al momento que atravesaba la puerta se quedó parado un momento no podía creer lo que veían sus ojos <<Acaba con él o acaba con tu vida sabes que no vales nada, nadie te quiere>> el castaño tenía la cara mojada por las lágrimas –Cállate, cállate- el castaño se sentó el suelo mientras tapaba sus oído con desesperación –Ya no quiero oírte no quiero detente- Aoi regreso a la realidad y se acercó a él –Shima ¿estás bien?- el castaño al sentir la otra presencia se levantó rápidamente –Aléjate- grito <<El cree que estás loco te va a abandonar al igual que lo han hecho todos nadie quiere estar cerca de una persona como tú>> -Te odio- el castaño se dejó caer en el suelo sus lágrimas eran demasiado lastimeras –Te odio- Aoi se acercó nuevamente a él –Cállate- Aoi no entendía nada el chico parecía ver a una tercera persona pero ahí no había nadie sin embargo no lograba entender por qué se tapaba los oídos, Aoi abrazo al castaño y esta vez no rechazo su presencia pero sin embargo seguía pidiendo silencio después de varios minutos el chico se tranquilizó y dejo de llorar se sentía cálido alguien lo estaba abrazando era una cesación que él creía haber olvidado el castaño cerró los ojos y se quedó dormido Aoi lo cargo hasta la cama y lo recostó nunca había visto a alguien actuar de esa manera era algo sorprendente pero ahora que estaba dormido estaba tranquilo lo observo por un momento y su rostro era muy hermoso en eso recordó las palabras de él “Te vas a arrepentir de tu decisión”.
Eran la media noche cuando Shima se despertó sintió su respiración agitada <<Falta poco para que te abandone no recuerdas la formas en la que actuaste te veías ridículo>> el chico tomo la almohada y se tapó con ella apretando los oídos <<No seas tonto nunca vas a dejar de escucharme nunca>> Shima empezó a temblar <<Tu existencia es inútil, muerto estuvieses mejor no causarías tantos problemas>> Shima empezó a llorar nuevamente pero esta vez se quedó completamente estático <<Tu eres el único tienes que terminar con esto si tu no lo haces nadie lo hará, acaba con tu vida con tu inútil existencia>> Aoi sintió la forma en la que lloraba Shima se dirigió a su cuarto rápidamente se sorprendió mucho al ver la forma en la que caían sus lágrimas, él pelinegro - lo llamo varias veces por su nombre pero Shima no respondió, Aoi se acercó a él y lo tomo de los hombros el castaño reacciono al contacto pero no duro mucho tiempo pronto volvió a entrar en el estado en el que se encontraba Aoi lo abrazo y después de varios minutos Shima volvió en sí, Aoi se separó de él y salió del cuarto a los pocos minutos regreso con un vaso de agua –Necesitas tranquilizarte- Aoi le dio el vaso de agua y el castaño lo tomo –Gracias- el silencio en la habitación duro mucho hasta que el castaño se decidió a hablar –Mañana me iré- el pelinegro frunció el ceño -¿Por qué?- Shima se mordió el labio inferior y después de unos segundo de silencio dijo –Es mi decisión no tengo por qué darle motivos-
-Así trata a las personas que te ayudan-
- No es eso es solo que…-
-¿Solo qué?- el pelinegro suspiro -¿No es la primera vez que pasa?-
-No, ya me ha pasado antes-
-Conoces la razón por lo que te suceden este tipo de cosas-
-Si la conozco, por eso digo que sería peligroso si me quedo aquí-
-Eres capaz de hacerme daño-
-No yo no le hago daño a los demás solo…-
-A ti- el castaño alzo la mirada –Entonces cada vez que te sucede eso te haces daño a ti- Shima lo miro desconcertado el pelinegro se acercó a él –No tienes de que preocuparte para mí no es ninguna molestia- el castaño sintió como le ponía la mano en la cabeza –Todo va a estar bien- Shima estaba sorprendido no entienda la razón de su amabilidad – ¿Por qué? me brindas tu ayuda- Aoi alejo la mano de su cabeza –Tu siempre estabas sentado en la mismo lugar no importaba que día fuera tu siempre estabas hay, te vi varias veces pero nunca me importo realmente pensaba que eras una persona que tenía demasiado tiempo libre pero luego me percate de algo, tu mirada me di cuenta de la forma en la que tu veías a las personas que entraban y salían de los trenes la forma en la que sonreías con melancolía cuando veía a una mujer con sus hijo a una familia, cuando era pequeño mi mamá me decía que las miradas de las personas reflejaba el estado en el que se encontraban su alma pero tu mirada era diferente nunca había visto una así, tu mirada es la de una persona que está sola que ha sufrido el abandono tu sabes lo que es la soledad- el castaño está demasiado sorprendido como podía decir algo así cuando nunca habían hablado –Escondes tu dolor debajo de un rostro de frialdad- era posible acaso existía la más mínima posibilidad de que existieran personas como el que ayuden a los demás desinteresadamente –Sabes no importa el estado en el que se encuentre el enfermo si no el corazón del prójimo yo quiero ayudarte déjame ayudarte solamente confía en mí- Podría confiar en él hace mucho tiempo que nadie le brindaba apoyo desde hace mucho tiempo que se encontraba solo podría después de haber perdido su fe en la bondad de las personas podría confiar en alguien, podría confiar en aquella persona que le daba la manos en ese momento podría tomar esa oportunidad que le estaba dando la vida –No llores- el pelinegro abrazo al castaño y seco sus lágrimas –Todo va a estar bien- el castaño asintió cuando Shima se durmió poco después, el pelinegro dejo la habitación y se dirigió a tomar un vaso de agua estaba muy cansado eran demasiadas emociones en un solo día pero de lo que si estaba seguro es que su vida no volvería a ser la misma de ahora en adelante .
El castaño se levantó miro la hora y eran las doce del día se sorprendió tenía mucho tiempo que no dormía tanto salió de la habitación la casa estaba silenciosa volvió a entrar a la habitación quería bañarse pero recordó que no tenía ropa para cambiarse se sentó en la cama y los pensamientos se apoderaron del *Estará bien lo que hice, de todas formas no puedo quedarme aquí mucho tiempo él se va a cansar al final todos se cansan* el sonido de la puerta abriéndose lo saco de sus pensamientos –Shima estas bien- dijo al verlo sentado en la cama sin moverse –Si- respondió el castaño –Que bueno, ven vamos a desayunar- el castaño cayó en cuenta de que no se había aseado –¡Eh! Aoi lo que pasa es que yo…- el castaño no pudo terminar la frase estaba demasiado avergonzado el pelinegro frunció el ceño y a los pocos minutos entendió lo que quería Shima –Si quieres ducharte hazlo- el pelinegro se acercó a Shima –Pero yo no tengo ropa para cambiarme- Aoi sonrió –Entonces eso era lo que me querías decir- el castaño asintió con un poco de vergüenza –Bueno entra al baño yo voy a buscar ropa y te la dejo aquí- Shima entro al baño se paró frente el espejo y se observó se quitó la camisa y vio unas cuantas marcas que tenía en el pecho *¿Por qué? tenía que pasarme a mí nunca quise que me pasara algo así* esas marcas que él tenía en el pecho se las había provocado el mismo haces unos años atrás tubo un ataque muy fuerte y acabo lastimándose de esa manera, después de eso estuvo internado durante una semana en el hospital y esa fue la ultimas que vez que vio a su mamá <<Te va a abandonar, tarde o temprano se cansara de ti>> Shima se tapó los oídos <<Es inútil>> el chico trato de contralar sus gritos no quería que Aoi lo escuchara –Cállate aléjate de mí- Shima empezó a cavarse las uña con muchas fuerza –Cállate- repetía una y otra vez se acercó a la ducha y la abrió aun no tenía ropa encima pero no le importó abrió la llave quería tranquilizarse y que aquella voz desapareciera se agacho al sentir como se volvía más insoportable el chico siguió clavando las uñas en su cuerpo tanta era la fuerza con la que lo hacía que la sangre ya estaba empezando a mezclarse con el agua al ver que la voz no desaparecía se levantó y busco algo que tuviese filo no quería hacerlo pero por alguna razón extraña esa voz desaparecía cuando se lastimaba no se demoró mucho al encontrar una cuchilla pequeña en ese momento no le importó saber cómo había llegado hay o porque alguien tendría una de esas en un baño lo único que él hizo fue pasarla por su brazo provocándose una cortadura pequeña pero profunda la sangre recorría su brazo hasta caer en el suelo del baño Shima reacciono y soltó la cuquilla la cual hizo un sonido al tener contacto con el suelo, Shima se apresuró a entrar en la ducha la abrió y se quedó hay durante varios minutos se bañó y espero que su herida dejara de sangrar salió del baño y limpio todo lavo la cuchilla y la guardo nuevamente en donde la había encontrado.
-Gracias por la ropa- el castaño entro a la cocina –Que bueno que te haya quedado- Shima sonrió enserio estaba agradecido porque la camisa fuera con mangas largas –Si- ambos chicos se sentaron a comer –Tienes bellas manos- el pelinegro sonrió ante el comentario –Gracias- Shima sintió como su herida volvía a sangrar se apresuró a apretarse la herida pero este acto llamo la atención de Aoi -¿Estás bien?- el castaño lo miro asustado no entendía por qué sentía miedo de que Aoi lo descubriera pero era el mismo miedo que sentía cuando su mamá notaba que se había hecho algo –Necesito ir al baño- el pelinegro lo miro extrañado –Estas seguro de que estas bien- el castaño se levantó de la mesa violentamente y se dirigió a su cuarto el pelinegro fue tras el –Shima abre la puerta- Aoi no podía abrir la puerta estaba asegurada desde adentro <<Siempre acabas haciéndole daño a las personas no vales nada>> Shima se asustó –Déjame- <<Si tan solamente te hubieses cortado la venas todo sería más fácil vamos no seas cobarde es algo fácil>> el sonido de la puerta atormentaba más a Shima -Detente no sigas- <<Vamos hazlo de una vez no te preocupes termínalo>> -Cállate- el pelinegro dejo de tocar la puerta <<Tan fácil y se rinde, vamos hazlo tú sabes que lo quieres, sabes que es la única forma>> el castaño se levantó ya no aguantaba más se dirigió al baño y cogió la cuchilla -Esto es lo que quieres- Aoi intentaba abrir la puerta pero no lo conseguía Shima paso el cuchillo por su brazo cortándose nuevamente -Es esto lo que quieres cierto- Aoi empujo la puerta con fuerza y la hizo ceder -Detente- Aoi se apresuró a quitarle la chiquilla a Shima -Que estás haciendo- <<Mírate eres una basura>> -Cállate ya hice lo que querías déjame en paz- <<Vamos solamente un poco más>> -Déjame en paz por favor déjame- Shima se dejó caer en el suelo Aoi se acercó a él aún estaba alterado -Ya no quiero escucharte- susurraba -Por favor déjame- Aoi lo abrazo -Tranquilízate- le susurro el castaño se aferró a Aoi -Perdona no quería lastimarte, perdóname mamá- el pelinegro se sorprendió parecía que Shima había perdido el sentido de la realidad -Todo estará bien- Aoi levanto al chico en y lo coloco en la cama miro su herida y suspiro -Por qué te lastimas- Shima cerró los ojos lentamente se sentía cansado la pérdida de sangre le había afectado mucho.