- ¡Eunhyukkie, ven a dormir conmigo hoy! –gritaba, como siempre, cuando iban en la camioneta de camino a casa.
- Mmm… déjame pensarlo… no.
- ¡Pero por qué no! Hace tiempo que no lo hacemos… -Hyuk lo miró enarcando una ceja -¡Dormir juntos! Hace tiempo que no dormimos juntos… aish, deja de malpensar todo, estúpido.
- Yo no malpensé nada y no me insultes, soy tu mayor.
Donghae lo miró enojado y lo golpeó en un brazo. “soy tu mayor”, qué excusa más barata. Él podía decirle lo que quisiera, cuando quisiera. Hyukkie hizo una mueca de dolor, pues el menor golpeaba muy fuerte cuando se lo proponía, y vaya que se lo propuso esta vez.
- Eres un bruto –reclama sobándose el brazo derecho.
- Lo-lo siento –agacha la cabeza – Entonces… ¿Dormirás conmigo hoy? –volvió al tema principal poniendo esos ojitos de cachorro que no funcionaban con Hyuk.
- Pero estoy cansado, Hae –dijo con una voz lamentable, y al pobre chico se le ablandó el corazón y decidió apiadarse un poco de él. Estaba siendo egoísta y no quería ser un mal ejemplo para sus futuros hijos(????).
- Está bien… pero ¿y si no hablo nada?
El mayor lo observó y por poco le da un ataque de risa. Ni en sus sueños se imaginaba a un Donghae sin hablar. Era como esos niños que se asombran por cada cosa que ven en la calle y al final del día se lo cuentan todo a sus padres o hermanos. En este caso Hyukkie era el hermano mayor que tenía que armarse de paciencia y escucharlo, sabiendo que al otro día tendrían sueño por quedarse conversando y jugando hasta tarde. Sonrió para sí mismo, esforzándose en no soltar una fuerte carcajada.
- Sabes que eso es imposible.
- ¡Claro que será imposible si dices que lo es! –Hyuk le hizo un gesto para que bajara el volumen, y es que los chicos también estaban ahí y comenzaban a generar un sentimiento de odio hacia Donghae –Eres un pesimista… yo puedo lograr las cosas si me lo propongo, ¿sabes?
- Como tú digas –respondió sonriendo.
- ¡Entonces eso es un sí!
- Diablos, Donghae, cierra la boca –soltó de repente Kyuhyun, que con el sueño se ponía irritable y a veces (siempre) grosero.
Hae agachó el cabeza, enfadado, y es que siempre le hacían callar cuando estaba emocionado. Eran malos con él cuando tenían sueño.
Luego de eso no dijo nada más y todos suspiraron aliviados, menos Hyukkie, quien se le acercó y tomó su mano, entrelazando sus dedos. Se acercó un poco más y le susurró al oído.
- Claro que quiero dormir contigo, Hae –besó su cuello y el otro sonrió feliz.
Se apegó al mayor y besó su mejilla, apoyándose luego en el hombro de Hyuk para descansar en lo que les quedaba de viaje.
Pasaron unos cinco minutos y llegaron al edificio, Donghae se estiró un poco antes de bajar del vehículo, por lo cual algunos le reclamaron porque se estaba demorando demasiado.
- ¿No pueden esperar unos malditos segundos? –dijo Kangin que, aunque de mal humor, salió en defensa del pobrecito Hae que no tenía la culpa de nada.
Donghae se sonrojó y bajó de la camioneta, él muy en su interior también quería decirles eso pero no se atrevía porque bueno, él no estaba enojado, pero sus hyungs sí lo estaban y eso a veces daba miedo; ciertas personillas podían llegar a ser muy hirientes, y Hae era muy sensible en ese aspecto (y en varios más). Kangin lo sabía y por eso no dejaba que los chicos molestasen cuando estaban así de pesados.
Cuando todos salieron Hae se dirigió donde su Kangin y tiró de una de las mangas de su chaqueta.
- Hyung, hyung –éste se volvió para mirarlo y Hae le sonrió-. Gracias, hyung.
Kangin le devolvió la sonrisa, algo enternecido, y le desordenó el cabello.
Cuando entraron al departamento del piso 11 todos se fueron directo a sus habitaciones excepto Donghae, que tenía ganas de tomarse un vaso de leche. Se sirvió un vaso y se lo tomó al seco, sintiendo luego una sensación de frío extenderse por todo su cuerpo.
- Estaba helada –comentó al aire, dirigiéndose al dormitorio de Hyukkie.
Cuando entró, ¡sorpresa! ahí estaba él, a medio vestir, dándole la espalda. Qué linda vista, pensó Hae, y se acercó sigilosamente para asustarlo, aprovechando que Hyuk aún no se percataba de su presencia, pero este se volteó y lo pilló en pleno acto. Hyuk alzó una ceja y lo miró indiferente.
- No sirves para eso
- Lo sé… Ven, dame un abrazo.
- Hae… -iba a reclamar pero vamos, no se podía resistir a esa mirada tan tierna que el menor le dedicaba.
A veces de verdad pensaba que Hae era un manipulador, ya que en situaciones como ésas Hyuk no podía decirle que no, pero luego lo miraba y se decía a sí mismo que no podía ser; Donghae nunca lo manipularía o siquiera pensaría en hacerlo. Y de vez en cuando se preguntaba ¿Alguien podría negarse a esta lindura? Porque, además de Heechul, ninguno de los chicos de Super Junior podía hacerle frente a los ojos suplicantes de Hae.
Se acercó a su infantil amante y rodeó su cintura suavemente con sus brazos, el menor se sostuvo de su cuello y pudo descansar su cabeza y mente en el pecho de Hyuk, calmándose instantáneamente al sentir los latidos de su corazón.
- No puedo creer que hace unos minutos estabas todo hiperactivo y ahora estemos así- comentó, aunque siempre era de esa manera. Apenas entraban a la habitación a Hae le daba sueño, o ganas de estar pegado a Hyukkie. O ambas. Todo dependía del humor de los dos chicos.
Hae deshizo lentamente el abrazo, se puso su pijama y se deslizó hasta la cama junto con el mayor, quedando muy cerca el uno del otro.
- Sabes que estoy medio loco.
- ¿Medio? Estás completamente chiflado, Hae, siento decírtelo –bromeó y el otro le golpeó levemente el brazo mientras reía. Cuando acabaron las risas Hae hizo un puchero -. Pero eres mi chiflado favorito.
Le mandó un beso en el aire y Hae bufó.
- Podrías hacer dicho algo más original.
- Oh, pero si tú eres el cursi de la relación.
- ¡¿Yo?! –gritó y Hyuk tuvo que indicarle que bajara el tono de su voz porque los otros ya querían dormir.- ¿Quién fue el que me llevó al parque donde nos conocimos para declararse?
Se sonrojó.
- … ¿No me habías dicho que si te dejaba dormir aquí no abrirías la boca?
- Ah, ahora lo recuerdas –comenzó a molestarlo -. Sé que no puedes vivir sin mi voz, porque me amaaaaaaaaaaaaaaaaaas –dijo riendo y dando pequeños saltitos haciendo retumbar toda la cama, y también la cabeza de Hyuk, que ya estaba comenzando a arrepentirse de haberlo dejado, siquiera, entrar a su habitación – Hyukkie me quieeere, me ama y me adooora –canturreaba.
Rodó los ojos y se dio la vuelta, soltando un sonoro suspiro mientras pensaba que al día siguiente iría a la farmacia a comprarle un gran frasco de Ritalin.
- Ya duerme o me voy a enfadar. Tengo sueño, ¿sabes? A la gente cuerda le da sueño.
- ¡No estoy loco!- exclamó en un susurro –Oye, Eunhyuk… ¿Ya te has dormido? –inquirió pues el mayor ni se había movido después de unos largos cinco segundos. –N-no me ignores, Hyukkie… Eunhyukkie… -comenzó a desesperarse internamente. Odiaba que Hyuk hiciera eso, y éste lo sabía bien. –Hyuk, ya, detente –suplicó y el mayor se volteó, sonriente. Al parecer era él el manipulador, no Hae.
- Si sigues hablando no te daré tu beso de buenas noches –Donghae asintió fuertemente y se hizo bolita contra el cuerpo de su mejor amigo.
Hyukkie sonrió, satisfecho; ¡Al fin podría dormir! Buscó el rostro de su amante con sus manos y lo levantó a la altura del suyo propio. Se mantuvo ahí unos segundos, sólo para que Hae se pusiera ansioso. Y supo que lo consiguió cuando el menor comenzó a removerse en su lugar, causando una risa de parte de Hyuk. Lentamente se acercó a sus labios y lo besó con cuidado, como si Hae fuera de cristal y no quisiera que se rompiese. Movieron sus labios acompasadamente, sintiendo como éstos se acoplaban perfectamente a los de su pareja y haciéndoles pensar a ambos que estaban hechos para esto. El mayor pudo degustar ligeramente el suave sabor de su bebida favorita y sonrió, separando apenas sus labios.
- ¿Qué pasa? –preguntó con la respiración agitada, y Hyuk sintió cierto orgullo por ser él quien aceleró los latidos de su corazón.
- Has robado de mi leche, otra vez –susurró sonriendo -. Me gusta muchísimo, podrías hacer eso cada noche.
Hae se sonrojó intensamente, agradeciendo a los cielos que estuviera oscuro.
- Y si te gusta tanto, ¿por qué te detuviste? – hizo un pequeño puchero y Hyuk se encogió de hombros.
- Sólo quería decírtelo. Además era sólo un beso de buenas noches, ya te estabas aprovechando. –Le guiñó un ojo y le dio un pequeño beso en los labios para luego voltearse, quedando boca arriba.
- Ten dulces sueños, Hyukkie –murmuró y abrazó a Hyuk seguido de un bostezo.
El mayor tomó la mano de Hae, que se encontraba sobre su estómago, entre las suyas y la besó repetidas veces, mientras que Hae de puro instinto se apegó más a su Hyukkie, aspirando su esencia y quedando adormecido al instante por ese aroma que le hacía sentir sumergido en uno de sus mejores sueños. Un suave “Te amo” se escapó de sus labios sin siquiera haberlo pensado. Y Eunhyuk con voz adormecida le respondió:
- Cállate de una vez y duerme.
Hae sorprendido y enfadado separó su mano de la de Hyuk y comenzó a insultarlo a regañadientes, pero estaba cómodo así que no se dio el trabajo de alejarse del cuerpo del mayor; era muy cálido y olía bien, lo gustaba estar ahí. Oyó cómo Hyuk reía bajito; frunció el ceño y cerró los ojos, enfadado. Estúpido mata-pasiones, pensó.
- Era broma, mi amor. Te amo, te amo mucho, más de lo que es sano. –Admitió mientras buscaba otra vez la mano de Hae y entrelazaba sus dedos con los de ésta, brindándole ahora un beso mucho más largo y significativo, que calmó al menor e instantáneamente el sueño se apoderó de él - ¿Hae?
Sólo recibió un “Mmh” por respuesta, que fue suficiente para saber que estaba despierto y escuchándolo.
- Sueña con los angelitos –susurró y sintió como Hae sonreía contra su pecho.
Entrelazó sus piernas con las del otro para sentirlo aún más cerca y, con mariposas rondando en su estómago, se dispuso, ahora sí, a dormir.