Tres personas distintas pero similares, cada uno con su propia personalidad que lo hace ser un ser único e irrepetible. Tres sujetos unidos por una cuestión en común: amor. Por sus nombres los conocerán, por sus acciones los identificarán…
Fahrid Guerra Conde, un espectacular pelirrojo, tiene veintisiete años, editor en jefe de una exitosa revista periodística. Tiene un carácter fuerte y decidido. A veces suele ser egocéntrico, vanidoso, presumido y muy indolente. Es muy amigo de Patricio Sanromán, un chico con el cual ha hecho muchas “travesuras”. En su vida se encuentra Daniel, al parecer odia a ese sujeto, pero detrás de ese desprecio existe una profunda atracción… su nombre clave: El diablo.
Marco Fabián Rivero Conde, un chico de veintiséis años. Es delgado, piel clara y ojos color turquesa (iguales a los de su primo Fahrid). Pese a la hermosura de esos orbes adornados por aquellas rizadas pestañas, se asoma la tristeza, un dolor muy grande lo invade desde tiempo atrás, busca solo vivir y trabajar. Tiene sentimientos completamente opuestos a su primo, es cálido, amigable y más bueno que el pan dulce. Sin embargo sus planes se ven interrumpidos por el descarado y cínico Antonio Rambal, mejor conocido por todos en la oficina como ‘Tony’ él le hará pasar ciertos detalles nada agradables, intentando ocupar el lugar de Gabo, una persona muy importante para Mark. Su nombre clave: El bueno.
Jean Carlo C.C. muchacho promiscuo de veintiséis años, mejor amigo de Fahrid y Mark. Su apellido es un completo misterio, desde el colegio lo escondía y nadie sabe lo que significa C.C. Siempre cuenta las anécdotas de unos “amigos”. Comúnmente habla de ejemplos sexuales y por lo mismo es catalogado como muy sexoso. Suele meter en problemas a sus amigos y hace cosas tontas, dicen que es un idiota pero a veces da destellos de inteligencia. No es ni feo ni bonito, un chico común. Su vida se ve entorpecida con la aparición del beato y religioso niño de familia Maximiliano Fernández-Vidal. ¿Qué podría hacer un representante de la rodilla ensangrentada y la vela perpetua con un pecador como Jean Carlo? Nadie lo sabe, su nombre clave: El tonto.
Teniendo una breve introducción, ahora conoceremos la vida del primer integrante de esta historia, el pequeño Mark, para esto retrocederemos diez años en el tiempo…
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EL DOLOR DE MARK
Recuerdo su mirada, esos ojos color verde esmeralda, Gabo, estaba saliendo de la alberca, lo acompañé a su entrenamiento, él era integrante del equipo de natación oficial de la ciudad. Pese a su corta edad (dieciséis años solamente) su técnica para el nado resultaba excelente. Desde las gradas lo miraba cuando realizaba sus clavados, realmente me sorprende lo estupendo de su habilidad. Los demás chicos del equipo lo vitoreaban por ser el mejor.
-Vamos Marki, espero que no vayas tarde a casa, aunque ahora mismo me sorprende que Fahrid no esté aquí reclamándote por no estar en tu casa.- mi primo es como mi hermano mayor, me cuida y yo lo quiero. Sin embargo pasar tiempo con Gabo es genial, nos conocimos desde primaria, me caía muy bien, hace unos meses terminó con una chica que era su novia. Diana, su hermana, me decía que Gabo quería algo más conmigo, yo nunca lo comprendía, ¿qué podría querer mi amigo?
-Sí, a veces es muy loco- nos reímos. Salimos del recinto donde entrenaban, dos amigos de Gabo se despidieron de nosotros, Armando y Jared…
-Buena suerte campeón- Jared le dio un pequeño puñete en la barbilla, no entendía para qué le deseaba suerte.
Caminamos rumbo a mi casa, saliendo del colegio lo acompañaba a su entrenamiento, luego me llevaba a casa y él se iba a la suya. Sin embargo esa tarde del cuatro de abril la recordaré siempre. Faltaban unas cuadras para llegar a mi hogar cuando mi amigo me detuvo y me llevó a una zona con arbustos, un pequeño terreno en área verde aún. Me sorprendió que me llevara a allí.
-¿Qué haces Gabo?- me sentía nervioso porque me tomó de la mano en todo momento
-Marki… yo… te… tengo que decir algo…-
-Pues dilo…- estar a solas con mi amigo me ponía muy tenso, a veces rozaba mi dedo meñique con el suyo a propósito, me sentía un delincuente, pero me agradaba el contacto con él, su piel era suave y muy cálida.
-Marki, yo te conozco desde hace mucho, pero mucho tiempo…- asentí, me sentía caliente de las mejillas, definitivamente ya me quería ir.
-Gabo… debemos apresurarnos- le dije con voz temblorosa
-No hasta que diga lo que tengo que decir-
-Pues dilo- ojalá no sea que ya tiene novia, me choca que me lo cuente, sé que si pienso que su novia es mala soy malo, pero me gustaría mucho que se sintiera muy cómodo a mi lado, tanto como para que no buscara una niña.
-Mira…- se quitó la mochila de la espalda para sacar algo- aguarda, espera… solo un segundo- el cierre de su maletilla se atoró- suéltate desgraciada, ¡no ahora!… no te trabes ahora- mi amigo suele pelearse con las cosas, una vez se atoró su camiseta con un alambre y maldijo al objeto por horas- ¡Ahoraaaaaaaaaaaaa!- jaló tan fuerte el ziper que lo arrancó, abrí los ojos grandemente, cuando mi amigo se enoja se enoja- ¡viste miserable! ¡Yo mando!- rió triunfador, Gabo es muy infantil a veces.- Ahora sí… toma- dulcificando su tono desvió la cabeza a su derecha y me alcanzó una caja, un cubo mejor dicho color amarillo.
-¿Qué es?- pregunté, cuando la tomé mi cara me quemaba, ahora si toda la sangre se me subió a la cabeza
-Ábrelo- con manos temblorosas quité el listón rojo que mantenía armado el cubo y cuando por fin se abrió miré con sorpresa…
-Es… es… es un canario- era un canario de juguete, parecía real, sus plumitas amarillas y sus patitas color naranja lo hacían lucir como de verdad- Gabo… ¡Me encantan los canarios!- salté feliz, en verdad esas pequeñas aves me fascinan, entonces mi amigo me miró a los ojos.
-Marki… en el piquito tiene una notita… léela- su voz ahora era la que temblaba… Gabo está nervioso, lo conozco, yo me puse igual al ver el pequeño papel en la piquito de mi regalo…
Te pedimos que nos dejes volar contigo… ¿quieres ser mi novio?
Terminé de leer, ¿acaso era cierto? ¿No era broma? ¿Gabo, mi amigo Gabo me pedía ser su novio? Abracé la nota y mi canario fuertemente intentado pensar que no era broma.
-Esto… yo…- mis ojos se comenzaron a humedecer, iba a llorar…
-Marki… yo… yo te quiero- levanté lentamente mi cara, fue cuando vi que sus ojos esmeralda también estaban cristalinos… también iba a llorar.
-¿Esto no es un juego Gabo?- pregunté temeroso de que lo fuera
-No Marki… no es un juego- me acerqué, pero fui tan brusco que choqué contra su frente- Ya va Marki, si no me quieres nada más no me golpees en la cabeza- reí, hasta en estos momentos tiene que hacer bromas.
-Yo… yo sí- contesté
-¿Tú si qué?- indagó, creo que no fui muy claro o ¿me estaba obligando a decirlo?
-Que si te quiero- dije rápido y escondí mi cara bajo mi canario
-entonces… ¿volamos juntos?- me preguntó cerca, puso su nariz con la mía…
-Si Gabo… quiero ser tu novio…-
-¡Sí! ¡Sí!... ¡Ajúuuuuuuuuuuuuuuuuuuuua!- comenzó a brincar, él estaba feliz y yo temblando como gelatina por los nervios.- ¿Viste méndiga? Dijo que sí, dijo que sí, aunque no querías abrir tonta…- levantó su mochila y de una patada la arrojó lejos
-Gabo… ¿no ahí estaban tus tareas de mañana?-
-¡Demonios! Ahora sepa a dónde fue a parar- hizo un puchero, me reí de su cara y sin pensarlo me besó la mejilla, deje de reírme para quedarme sorprendido… ¡Me besó! ¡Me dio mi primer beso! Me tallé el lugar besado
-Gabo…- dije casi como susurro, erala primera vez que un chico me besaba, era la primera vez que él me besaba.
-Ahora sí somos novios oficiales… te quiero bebé- me acercó a él y me abrazó- te quiero mucho mi dulce Mark… mi buen Mark- y así nos quedamos, ese cuatro de abril nos hicimos novios. Luego de eso fue corriendo a buscar su mochila, no tardaba en oscurecer y mañana temprano tendríamos que entregar las notas… mi loco Gabo, mi novio.
Unos días después Diana se enteró, con vergüenza le dije que su hermano y yo nos hicimos novios…
-¡Pero si esto es un logro! el tonto de mi hermano se te declaró por fin…- entonces ella, al igual que él, comenzó a brincotear de felicidad- Ya sabía que tú y mi hermano eran jotos- me sonrojé, era verdad, si yo andaba con un chico eso me hace homosexual ¿verdad?
-Ya… no me digas así…- escondí la cara detrás de mis manos
-Aww… que lindo eres… te apena que te digan joto… pero prometo no decirte tantas veces lo jotos que son- y siguió canturreando que se alegraba de mi felicidad.
A Fahrid le contamos Gabo y yo de nuestra relación, él estaba con Patricio, a mi primo al principio no le agradó la idea y luego de amenazar casi de muerte a mi novio dio su visto bueno, sin embargo su amigo Patricio todo el tiempo estuvo serio, ese muchacho me da miedo, tiene unos ojos muy duros, me dan cosa.
Y se descubrió por completo nuestro noviazgo porque cierto sujeto que nada se le ocurrió gritar en un entrenamiento…
-Este va por ti mi amor… mi Mark- todos los del equipo dejaron de prestar atención al del clavado y me miraron a mí. Solo pude esconder mi cara detrás de mis manos… ese Gabriel es un tonto.
Luego de un rato de burlas, por fin se me acercaron a felicitar, Jared y Armando, dos de los grandes amigos de mi novio me abrazaron…
-Bueno, a mí no me gusta jugar espadazos pero los respeto… este campeón es joto, qué le vamos a hacer- me sonrojé, luego vino Armando
-Pero ya están juntos, y la neta hacen bonita pareja, es más si te maquillaras parecerías una chava- me sonrojé aún más, sobre todo porque Diana una vez lo intentó, dizque para verme más femenina, pero yo no quiero verme femenina… no soy mujer, que me guste Gabo no me hace mujer ¿o sí?
-Ya chicos, dejen a mi Marki en paz- llegó mi novio, lo miré con recelo, ¿cómo pudo decir eso frente al equipo?- Ya, no te enojes bebé, ya sabes que se enterarían…- voltee la cara y me besó la mejilla, desde que empezamos nuestra relación solo me besa en la mejilla, aunque ¿es malo querer que me bese en los labios? ¡Pero qué cosas pienso!
-¡Ay los tortolitos!- ahora los otros siete chicos del equipo gritaron al mismo tiempo. El entrenador a decirnos…
-Para eso me gustabas cabrón, pobres de las niñas que tenían una esperanza contigo, se morirán ahora que sepan que les saliste defectuoso- el hombre algo robusto y de voz gruesa habló amistosamente.
Y así continuaron las bromas, si me daba pena pero al final de cuentas es mi novio y lo quiero.
Los entrenamientos se hicieron más fuertes debido a que el equipo viajaría a Brasil para el campeonato internacional, cuando me enteré que mi Gabo viajaría mi felicidad fue mucha, él quería asistir a ese campeonato y gracias a sus habilidades fueron los ganadores de la competencia a nivel nacional. Me sentí muy dichoso.
Un día antes de marcharse me llevó pasear, me vestí muy sencillo, con unos pantalones de mezclilla y una camiseta color blanco, a él le gusta ese color por eso lo escogí…
-¡Pero que novio tan guapo tengo!- me dijo y luego silbó como halago
-Ya Gabo… me apenas- escondí mi rostro entre las manos
-No te apenes, ven acá- me abrazó, ese chico me hace muy feliz.
Me llevó a caminar por un parque que tiene un lago muy grande, hay patos y pececitos que si les arrojas galletitas se la comen. Me compró un helado de coco, mi favorito, y me regaló un pequeño calendario que tenía la imagen de un canario, amo los canarios y como me fascinó esa imagen mi novio me lo compró.
Ya caía el atardecer y nos quedamos sentados en una banca, mirábamos el reflejo del sol en el lago…
-A que no sabes algo Marki-
-¿Qué?- le contesté sin apartar mi cabeza de su hombro, cabe destacar que varias personas nos veían con malos ojos, un señor hasta nos llamó putos, pero Gabo le dijo “su hijo también” y me escondió detrás de su espalda.
-Compré dos playeras-
-¿De veras?- por muy común que fuera, me gustaba que mi Gabo me contara de su vida
-Sí, esta que traigo puesta- una color verde con letras en azul celeste, era bonita- y una que me pondré para cuando regrese y te lleve al cine-
-¿Enserio? Anda dime de qué es… anda no seas así- no me gustaba quedarme con las dudas
-Solo te puedo decir que es una playera que te gustará mucho, tiene algo que te fascina- ya no me dijo más, iba a ser una sorpresa.
-Bueno…-
-Recuerda, cuando regrese iremos a ver esa película que tanto esperas…-
-Sí, “Luna de París” ya quiero verla, esa historia que narra el libro es bonita, a ver si la película es igual- leí un libro llamado Luna de París, lo escribió uno de mis autores favoritos, Ken Murdoch, la historia narra a una pareja de enamorados que se separa y se reencuentran una noche en París.
-Si bebé… iremos juntos… te amo…- ¡Me dijo te amo! Es la primera vez que me dice así
-Gabo… yo también te amo…- nos acercamos poco a poco, cerré los ojos y sentí como sus labios chocaron con los míos, tal vez esté mal, pero me agrada sentir su contacto, sus labios en los míos, amo a Gabo, mi Gabo…
Mañana regresa Gabo, ha estado fuera semana y media, ya muero de ganas por verlo de nuevo, iremos a ver Luna de París, me mostrará su camiseta nueva que por ahora está sin estrenar y me volverá a besar en los labios como cuando lo hizo aquella tarde.
Por los nervios no pude dormir, me ha estado enviando mensajes, anoche se despidió con este…
“Mi Marki, te amo, recuerda que te amo como nunca antes he amado a nadie… mi dulce Marki… siempre estaremos juntos”
Me desperté temprano para ir al colegio y mientras desayunaba con mis papás, los cuales me adoran, veíamos las noticias, hubo una que me causó mucha ansiedad…
-Hoy a las cuatro de la mañana tiempo del centro del país, un avión comercial Airplane modelo T506 propiedad de la empresa “Flylines” se estrelló en la colina conocida como “El pico de Fraile” hasta el momento se desconocen las causas del siniestro y si hay o no sobrevivientes, a lo largo del día estaremos cubriendo este acontecimiento en cobertura especial con la información que los elementos del ejército y los peritos proporcionen-
Pobre gente, lo más seguro es que sus familiares estarán sufriendo con esta noticia, eso es lo que pensaba…