CARACOL
Cada vez que veo un caracol recuerdo la triste historia de Harry, quien un dia cualquiera…
Como cualquier dia en Hogwarts Harry Potter y Draco Malfoy se peleaban en los pasillos tras los insultos de este último hacia los amigos del primero. Era algo común en ellos por lo cual muchos de nosotros sus compañeros terminamos acostumbrándonos hasta el punto de quitarnos de su camino cuando veíamos a estos dos magos a punto de colisionar en el mismo trayecto.
-Harry, no me digas que estas asi por lo que te dijo el hurón-
-Pero él tiene razón Ron-
Sucedió que tras una discusión de las muchas con el Stlateryn el valiente león por vez primera se sintió afectado a tal grado de no asistir a las clases diarias con excepción de los días que llovía como si de alguna forma el clima reemplazara su tristeza, esa que era tan notoria cuando uno tenía la desgracia de cruzarse en su camino.
-¿Qué pasa Potty, aun llorando por mami y papi?-
-Cállate Malfoy-
-¿Qué pasa Wesley, acaso aun no hace un testamento heredándole todo su oro a tu asquerosa familia?-
Y asi las peleas continuaron pero cambiando de protagonistas para horror no solo de Malfoy, sino también de todos los estudiantes que ya no aguantaban las bromas estúpidas de los hermanos Wesley y de los intentos pueriles por intentar de nivelar las venenosas palabras de la serpiente que por nada del mundo se dejaba amilanar por estos.
Algunos decían haber visto a Harry bajo la lluvia, fuera de dia o de noche, rumores que por cierto no fueron del agrado de sus amigos quienes no paraban de negar aquello al ver por dónde iban aquellos comentarios, sobre todo cuando los Slytherin comenzaron a decir que el líder de los Gryffindors estaba perdiendo la razón.
Hasta que un dia cualquiera Harry entro al salón totalmente empapado y ya no pudieron continuar refutando los comentarios de los Stlateryn, ni de nadie.
-¡Mueve Potter!-
-Mierda Potter que lento-
Eran uno de los muchos reclamos que debía soportar el pobre Harry por sus compañeros de casa, sobre todo cuando la temporada de quidich comenzaba y el ante todo pronóstico de ser el más rápido buscador se convirtió en el peor que se hubiese visto en la historia de la escuela.
-Está deprimido-
-Pues como sus amigos deberían hacer algo, porque si esto sigue asi no solo los Stlateryn querrán cobrárselas-
Amenazaban a sus amigos de lo que le pasaría al antes líder de su casa por su tan radical cambio de actitud que empeoraba al ser visto corcovado con una gran mochila a las espaldas.
-¡Ya basta compañero, sácate esa cosa que solo provoca que se burlen de ti!-
Profirió furioso su mejor amigo ante un nuevo ataque de parte de las serpientes que ahora eran secundadas por sus propios compañeros de casa para taparle apenas lo descubriera.
Fue raro, mas nadie le prestó atención hasta que días después la mochila desapareció para ser reemplazada por una túnica, aún más grande a la anterior que ni con eso disimulaba la gran joroba bajo esta.
-Diablos Cho y ese era el que te gustaba-
-No, te equivocas a la que siempre le ha gustado es a Wesley, Ginny Wesley-
-¡De eso nada! Harry es…es amigo de mi hermano, nada más-
Los profesores comenzaron a preocuparse por su salud y hasta se habló de una mala transformación aludiendo que Harry intento por su propia cuenta convertirse en un animago sin la supervisión adecuada cuando rumores acerca de la forma de su joroba comenzaron a correr por el colegio y sobre todo cuando contradiciendo las indicaciones de Madame Pomfrey este asistió a clases ya sin la túnica y a pecho descubierto.
-Pero…que mier…-
-¡Que rayos es eso que tienes en la espalda Potter!-
-¡No lo toques Parvati!-
Todos estaban aterrados y asombrados por partes iguales ante lo que veían, pues lo que todos creíamos una joroba no lo era, sino algo más.
-Es un caparazón-
-Lunática puedes dejar de hablar idioteces-
-Ella…ella tiene razón…parece un caparazón, mírenlo bien-
Y asi los días fueron pasando y con ellos la condición de Potter que no mejoraba para nada, sino todo lo contrario para un buen dia…
-¡Chicos, chicos deben venir a verle!-
-¿Pero qué te pasa Zabini?-
-¡Solo vengan maldita sea!-
Increíble era una palabra corta para lo que nuestros ojos veían desde el patio del colegio, pues por las grandes paredes del castillo un caracol gigante se arrastraba por ellas.
-¡Es Potter!-
-¡No digas estupideces Zabini!-
-¡Pero lo es, mírenlo bien!-
-Tiene razón, es su…su caparazón-
Los profesores no sabían que hacer, nunca habían visto tal condición en un mago, ni mucho menos en un alumno y ya habiendo descartado hechizos o pociones no les quedo más que continuar investigando.
El pobre de Harry ya no era bienvenido en sus casa, ni mucho menos dentro del castillo en donde más de un ataque de pánico creaba en sus estudiantes y ni hablar de fuera de este en donde se temía que en cualquier momento pudiera ser devorado por alguna bestia o caerse de bruces y matarse por lo cual Hagrid decidió hacerse cargo de él.
El nuevo hogar de Harry era espacioso, lleno de hierba, cerrado por mayas metálicas y un pintoresco techito que impedían que se escapara.
-Parece feliz-
-Cómo demonios va ser feliz Hermione-
-Me gusta pensar eso, es preferible a-
-Pensar que es una asquerosa babosa-
Reía con descaro el enemigo innato del pobre caracol que antes fuera conocido como Harry Potter, mientras se dedicaba a pincharlo con una vara provocando que este ocultara sus antes ojitos, ahora antenas, retrocediendo lentamente hacia atrás.
-¡Déjalo Malfoy!-
-Porque si es divertido-
-Maldito animal-
Con el paso de los días el gran fenómeno en el que se convirtió Harry Potter el caracol, como ya se le conocía, paso al olvido, dejando como únicos responsables de su supervivencia a Hagrid y a sus amigos más cercanos.
-Draco si sigues tomando tanta agua te vas ahogar querido-
-Es que tengo sed, ¿acaso ustedes no la tienen?-
-No, además hace frio-
Fue cuando note que algo raro pasaba con Malfoy, algo que a simple vista paso desapercibido por todos pero no para mí.
-¡Malfoy maldita sea la practica era a las 6am no a las 10am!-
-Draco quieres apurarte vamos a llegar tarde querido-
-Por Merlín, Pansy no tienes por qué ir corriendo-
-Malfoy…quieres que te… carguemos…es que-
-¡Están locos!-
-Pero es que…por tu causa…ayer no alcanzamos esos deliciosos pastelillos-
Y asi como Harry, Draco Malfoy comenzó a faltar a clases, pero a diferencia de este no se le volvió a ver hasta dos semanas después cuando alguien grito despavorido.
-¡Miren eso!-
-Es solo Potter que se escapó de su jaula-
-Eso no es cierto, Harry tiene una linda pelusa negra en su cabecita y ese, ese no-
-Oh por Merlín, el no, el no-
-Sabes de quien se trata Parkinson-
-¿Es Draco, verdad Pansy?-
Y asi fue como dos enemigos acérrimos terminaron conviviendo juntos bajo el mismo techo para horror y diversión de algunos.
-Es gracioso pero parece que hasta se llevan bien ahora-
-No lo digas ni de broma-
-Por favor Wesley, solo míralos-
-Es verdad, no es lindo que esto sacara algo bueno-
-¡Pero como puedes decir eso Luna! ¿¡Acaso no ves cómo esta Harry!?-
-Déjala Hermione, ella nunca entenderá nada-
Toda la escuela parecía frustrada y asustada, sobre todo cuando tras ser informados los padres de Draco y ver a su hijo se negaran a hacerse cargo de este y acusaran al director de tapar su asesinato al no poder probar que el caracol Draco era quien decían que era, pues a esas alturas su cuerpo no contaba ni con una gota de sangre en su interior o al menos no humana.
-Hey miren, ¿qué están haciendo?-
-Creo que están jugando-
-No, no es eso se están apareando-
-¡Hagrid como puedes decir eso, acaso olvidaste que ambos son machos!-
-Ron no tienes por qué alterarte es algo natural entre caracoles-
-¡Hagrid en serio, no sé cómo te permiten educarnos!-
-El…tiene razón…-
-Hermione, tú también-
-Los caracoles son hermafroditas Ron, por lo cual lo que hacen es natural en su especie-
El pobre de Ronald Wesley después de eso dejo de ir a ver a su mejor amigo por un buen tiempo, arrepintiéndose de ello cuando Granger le comunico de su desaparición.
Ambos caracoles habían escapado escarbando bajo su prisión metálica, dejando un rastro de baba directo hacia el bosque prohibido en donde Hagrid acompañado por un par de voluntarios fue en su búsqueda.
-Nos separaremos para abarcar más espacio. Ron, tú y Luna vayan por ahí, mientras Hermione y yo iremos por este otro lado-
-Entendido-
A poco andar entre un par de matorrales encontré unos huevos dentro de un gran hoyo que de seguro los acobijaría hasta el dia de su nacimiento, simplemente era una imagen precioso.
-No es bello-
-¿Qué?-
-Esto, mira Ron, son los hijos de Harry y de Draco-
Fue entonces cuando supe de mi error porque a ese mago no le interesaba la felicidad ajena, ni la vida ajena, a ese mago solo le interesaba lo que le dictaba su razón y nada más que eso.
-¡Esto es una abominación!-
Vociferaba el desgraciado pisoteando las crías nonatas de su mejor amigo sin el menor remordimiento, mientras yo yacía en el suelo atada por un hechizo que el muy bastardo me lanzara a mis espaldas para impedir que interfiriera en su ruin plan.
Hermione quiso justificar su accionar, mas Hagrid y yo sabíamos la verdad y no quisimos por ello volver a tener más trato con él.
Hasta que un par de semanas después el mismo Wesley comenzó a faltar a clases para un buen dia encontrármelo de improviso en el baño de mujeres con la cabeza dentro de un inodoro.
-Espere, eso quiere decir que ese caracol gigante no es un experimento fallido de clases de Pociones Profesora Lovengood-
-No, Rivers ese que ves ahí, ese es Ronald Wesley, mi ex compañero de clases-
-¡Escuchaste eso Wesley, ese es tu tío abuelo!-
-¡Cierra el pico Goyle!-
-Chicos la maestra-
-No creo que a ella le importe, mírenla- apunto una estudiante a su maestra que parecía estar en la Luna.
-Pero maestra, ¿qué paso con Harry y Draco?-
-Oh, de ellos no se supo nunca más nada-
-Vaya que historia-
-Sí, grandiosa-
-Ves porque es bueno tomar esta clase-
-Sí, además que ganamos puntos por casi no hacer nada y aparte escuchamos historias terroríficas-
-Habla más despacio- susurro su compañero al chico que tapaba su boca mirando a su profesora que le echaba unas ramitas de olivo al caracol dentro de una jaula reforzada con magia.
-Bien muchachos pueden marcharse, por el dia de hoy las clases han terminado-
-Hasta el Miércoles profesora Lovengood-
Cada vez que veo un caracol recuerdo la triste historia de Harry, quien un dia cualquiera…
-Se convirtió en un caracol- pronuncio mirando al caracol que se arremolinaba en su jaula -Al igual que tu mí querido Ron pero que a diferencia tuya, el sí encontró el amor- rio emocionada al escuchar como algo se removía desde unos arbustos.
Dos antenas aparecieron ante mí dejándome verles con mayor claridad para notar esas típicas motitas sobre sus cabezas que me ayudaban a distinguirlos.
-Harry, Draco, es un gusto volver a verlos-
Mencione como siempre emocionada por la baba que me regalaban para realizar pomadas curativas.
-Y veo que no vienen solos- dije emocionada -Mira Ron, esos son tus sobrinos- apenas alcance a decir para sentir un golpecito en mi pierna -Lo siento Draco, es verdad, el no merece tener una familia-
Cada vez que los veo marcharse recuerdo el hermoso final que tuviera la historia de Harry y Draco, quienes un dia cualquiera, gracias a una maldición extraña, descubrieron que se amaban.
Fin