Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Balada del Héroe por Rhape

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Fanfic conmemorativo por mis 7 años escribiendo en Fanfiction.net.

Aquí puedes encontrar las portadas del fic*

Portada 1: http://rhape.deviantart.com/art/Balada-del-Heroe-Portada-347796779?q=gallery%3ARhape%2F1620223&qo=0 
Portada 2: http://rhape.deviantart.com/art/Balada-del-Heroe-Portada2-368571420?q=gallery%3Arhape&qo=0

- Eso es todo por hoy, Link. Ya puedes irte a casa a descansar – dijo una mujer pelirroja de rostro cándido.

- ¿Estás segura, Anju? – preguntó un chico rubio de ojos azules que acomodaba cajas en el almacén - Aún hay cosas que no he puesto en el mostrador –

- Eso puedes hacerlo mañana – sonrió - Anda, vete antes de que el día se oscurezca. Sabes que no me gusta que camines solo por las noches. Es muy peligroso – comentó entre regaño y advertencia.

- Sí, lo sé. No te preocupes. Tendré cuidado de no toparme con ningún monstruo – dijo en broma.

- Yo lo decía más por los ladrones… – suspiró ante la falta de seriedad del muchacho y ladeó  la cabeza con desaprobación – Hablo en serio, Link. Ten cuidado y vete directo a casa. Hay… una pesadez extraña en la atmosfera. Las noches se han hecho más largas y los días más cortos, ¿también lo has notado? –

- Pero eso es por el cambio de estaciones, ¿no? – inquirió con una mueca de confusión.

- Sí…, perdona. Tal vez estoy exagerando – dijo apenada – Desde que mi marido murió estoy demasiado alerta... Temo perder a mis seres queridos, y por supuesto eso te incluye, ¿lo entiendes? –

El rubio asintió sonriente, entre enternecido y apesadumbrado. En el poco tiempo que llevaba viviendo en la Villa Ordon, Anju era con quien ya había forjado un fuerte lazo de amistad, tanto, que la consideraba como una hermana mayor, a veces incluso la madre que le faltó, así que entendía por qué era tan sobreprotectora; quizás ella lo consideraba como el hijo que no pudo tener.

O0O0O0O0O0O0O0O0O0O0O0O

- ¿Oh? ¿Así que era cierto? – comentó sorprendida una muchacha rubia al ver a Link al salir de la tienda de abarrotes.

- ¿Qué cosa, Ilia? – cuestionó sin entender a qué se refería.

- ¡Que trabajas en la tienda de Anju! –

- Sí, ¿qué tiene eso de raro? Llevo casi una semana trabajando con ella – continuó la marcha y la chica caminó a su lado. Total tenían casi el mismo rumbo.

- ¡Pues eso! Tú trabajando – rió – Es que no lo creí cuando Ralph me lo dijo. ¿Tanto necesitas el dinero? –

- No realmente… – contestó igual riendo, aunque algo forzado – Simplemente quise ocupar mi tiempo en más actividades –

- ¿Es decir que seguirás arreando ganado con el padre de Collin? –

- Ajá –

- Eres un chico muy raro, Link – se cruzó de brazos y lo miró feo - ¡A mí que me encantaría tener más tiempo libre y tú desperdiciando el tuyo haciendo cosas de adulto! – dijo sintiendo algo de envidia.

- Pues a mí me gusta – se justificó.

- Eso no lo puedo negar. Pero al menos deberías pasar más tiempo conmigo y los chicos de vez en cuando. Te haría bien divertirte, ¿no crees? –

- Supongo que sí… –

- ¡Genial! ¿Qué tal esta noche? Ralph, Saria y yo acamparemos junto al Lago Farone, ¿quieres venir? –

- L-lo siento. Hoy no puedo. Tengo cosas que hacer mañana temprano… – contestó apenado. Pero la verdad era que quería seguir el consejo de la pelirroja para no causarle algún disgusto innecesario.

- Debí saberlo – dijo molesta – Vamos, Link, ¿qué te acabo de decir?; necesitas divertirte. Desvelarte una vez en la vida no te matará –

- Lo sé, pero… -

- Por favor – suplicó juntando las manos.

- De acuerdo – suspiró con resignación – Allí estaré –

O0O0O0O0O0O0O0O0O0O0O0O

- Oh, así que El-señor-que-nunca-se-deja-ver decidió sorprendernos con su grata presencia en esta maravillosa velada – dijo burlón un muchacho pelirrojo.

- ¡No seas malo, Ralph! – le reprendió una chica de cabello verde – Si Link no tiene tiempo de salir con nosotros es porque él sí trabaja, no como otros que no hacen nada y se la viven todo el día pescando, eeeeh –

- Mi familia tiene dinero. No necesito trabajar – contestó éste cruzado de brazos y como si sonara muy obvio.

- Sucede que eres un vago, eso es todo – dijo Ilia sacándole la lengua y Saria y Link rieron mientras que el otro bufó.

- ¡Muy bien! Ya que por fin estamos los cuatro reunidos… - comenzó a decir Saria – ¡debemos dar por iniciada la sesión de historias de terror! –

- ¿Historias de terror? – repitió Link.

- Sí. Mira – explicó Ilia – Siempre que nos juntamos contamos historias que den miedo, vamos, como lo haría cualquiera en cualquier campamento –

- Ya… -

A decir verdad, Link no tenía idea de lo que era un ‘cualquier campamento’, al menos no con otras personas, pues gran parte de sus 16 años vida se la pasó errando de pueblo en pueblo (desde la muerte de sus padres al menos) y acampando cuando no encontraba una posada en donde dormir, pero sin estar realmente acompañado de alguien con quien compartir alguna historia.

- ¿Tú te sabes alguna, Link? – quiso saber la de cabello verde.

- No, lo siento. No sé ningún cuento de nada – encogiéndose de hombros.

- Está bien, no importa. Entonces yo empiezo –

- Nada de eso, ¡yo seré el primero! – dijo Ralph de pronto – Tengo una historia nueva que los hará temblar a todos como gallinas – sonrió desafiante.

- ¿Vas a contarnos de nuevo la de La chica de la curva? – dijo Ilia con cansancio y echando más leña a la fogata al centro de las tiendas de campaña.

- Claro que no – entornó al mirada, molesto – Siéntense de una vez para comenzar a contarla –

Ya que todos se habían acomodado sobre los troncos alrededor del fuego el pelirrojo comenzó su relato.

- Esto es algo que dicen que pasó de verdad: Cuenta la leyenda que en un día próximo al invierno, justo como el de hoy, se encontraba una chica bonita caminando por un bosque llamado Lost Wood, que se encuentra por las planicies del reino de Hyrule, buscaba hongos para hacer pociones que vendía en su tienda pero…la chica no volvió a salir de ese bosque. Cuando fueron a buscarla, solamente encontraron su canasta y pedazos de su ropa rasgada de una manera violenta, se cree que fue atacada por… ¡un monstruo! –

Link resopló, algo aburrido. Era obvio que los monstruos no eran reales. Si esa historia era cierta, seguro la pobre chica fue atacada por algún oso muy hambriento.

- ¡¿Un monstruo?! – exclamó Saria temblorosa - ¿E-eso no es cierto, verdad? ¿Lo acabas de inventar, verdad? –

- Bah, no lo sé. Mi padre dice que en realidad pasó y no hace mucho, pero tampoco me consta... Aunque, puede que tal vez sí sea una historia real y a los monstruos les guste comer chicas – dijo Ralph con malicia en su voz – Así que, ya sabes, Saria, no vayas sola al bosque –

- ¡Waaaaa! – gritó con las manos en la cabeza, pues solía entrar al bosque de Farone para cazar insectos.

- Tranquila, amiga, los monstruos no existen – dijo la rubia para intentar calmarla.

- ¡Eso tú no lo sabes! – replicó con ojos llorosos y echándose una manta encima.

Rato más tarde…

- Ah, ya se está acabando la leña – dijo Ilia cuando quiso avivar la hoguera - ¿A quién le tocaba recoger madera esta noche? – preguntó con el ceño fruncido y los puños sobre las caderas.

Saria señaló enseguida a Ralph.

- ¡Hey! Pero si ya fui por leña –

- Sí, pero por muy poca por lo que veo – resopló – Como sea. Yo iré por más. Regresaré en un momento –

- Espera, Ilia, yo iré – dijo Link parándose del tronco.

- Ah. ¿Estás seguro, Link? –

- Claro. Ustedes me invitaron a su campamento y yo hasta ahora no he contribuido en nada. Déjame ir a mí –

- Déjalo, Ilia. No le pasará nada – dijo Ralph – El monstruo a quien quiere es a Saria –

- ¡No digas esas cosas! – gritó la peliverde mientras le pasaban escalofríos por la espalda.

- Umm…está bien, pero no te alejes mucho, ¿de acuerdo? No creo que conozcas el bosque tan bien como nosotros, así que ten cuidado – dijo, y le prestó una linterna de aceite.

- Sí, lo tendré en cuenta – sonrió ligeramente y se adentro a los arboles.

Link llevaba unos pocos minutos buscando palos secos cuando escuchó gritos provenientes del campamento. Dejó caer a propósito los palos,  y, con la linterna y se dirigió a toda prisa de regreso, pero un bulto gigantesco le impidió el paso. Frente a él se encontraba una horrible bestia de color negro y cuerpo humanoide con los brazos más largos que sus piernas y una cabeza con forma de escudo. El rubio, sin decir nada, retrocedió para escapar, mas fue un intento en vano porque la bestia corrió tras él y se le lanzó encima.

Link cerró los ojos y pensó que el monstruo se lo comería (o por lo menos lo despedazaría como a la chica del relato de Ralph), no obstante, escuchó un sonido pegajoso, y no se sintió como si lo que se oyera chorreando fuera su propia sangre, por lo que separó los parpados y vio una escena que lo impactó incluso más que el mismo monstro.

Había un chico, casi idéntico a él, sosteniendo la espada que la bestia tenía enterrada en el pecho.
Link miró detenidamente al muchacho, casi sin parpadear. Realmente eran muy parecidos. Tenían la misma cara, el mismo cuerpo, aunque aquel se notaba ser un poco más alto; y su color de cabello, ojos y piel también era distinto. El cabello de Link era rubio, sus ojos azules y su piel algo tostada mientras que el cabello del otro era negro, ojos rubís y su piel muy pálida.

El otro, al notarlo, también lo miró con sorpresa, mas éste no le dio tanta importancia y simplemente sacó la espada un tirón.

- Oye, tú… ¿te encuentras bien? – preguntó el pelinegro, quien hacía la pregunta más por cordialidad de haberlo salvado que por interés.

- ¡Eh!... S-sí, gra-gracias – tartamudeó Link, todavía sin salir del asombro de encontrarse con un doble, eso y sumando la horrenda visión del monstruo sangrante. Además, otra cosa que notó diferente es que el muchacho llevaba puesto una armadura dorada de pies a cabeza.

- Bien – dijo el otro secamente y guardó la espada – Sígueme –

- ¿Seguirte? – repitió confundido – De-debo ir a ver a mis amigos, los oí gritar…-

- ¡No te preocupes, ellos están bien! – dijo una aguda voz femenina saliendo de entre los árboles en un tono travieso – Yo ya me he encardo de los monstruos que los acosaban –

Link, al distinguir la pequeña figura flotando frente a él no pudo sino dar un grito de impresión y caer de espalda al suelo rompiéndosele la linterna por el impacto, quedando todo a oscuras, aunque la luz de la luna iluminaba bien.

- Qué gracioso… - dijo la chica con rostro malicioso – El chico de la leyenda es idéntico a ti, Rinku –

- No sé cuántas veces tengo que decirte que me llames Dark – dijo el muchacho ignorando el comentario.

- Dis-disculpen – habló Link, tembloroso y algo asustado – ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Quiénes son ustedes? ¿Y esas cosas qué eran…? –

- Todo a su tiempo, Héroe de la leyenda – dijo la criatura con una sonrisa siniestra (desde el punto de vista del rubio) – Pero puedo decirte ahora que mi nombre es Midna y el Rin…-

- Dark – corrigió el pelinegro.

- Dark. Y hemos venido por ti. Ahora haz el favor de acompañarnos –

- “Héroe de la leyenda” – musitó Link pensativo y confundido – ¡¿Acompañarlos?! ¿A dónde? No entiendo de qué hablan –

- Hasta que nos encontremos fuera de peligro podremos darte las explicaciones que desees – dicho esto, se escuchó un rugido que hizo revolotear a los pájaros dormidos.

- Ahí vienen más – dijo Dark, y tomó a Link de la muñeca antes de comenzar a correr.

Link intentó resistirse muchas veces pero el otro chico era por mucho más fuerte que él y lo jalaba sin problemas. Y sólo detuvieron el paso cuando llegaron frente a un extraño portal hecho de oscuridad.

- ¡Qué suerte, un portal justo aquí! - dijo Midna muy aliviada - ¡Entra en ese portal, Link! –

- ¿Eh? ¿Cómo sabes mi nom…? –

- ¡Entra ahí ya! Dark y yo te alcanzaremos en cuanto acabemos con ellos, no podemos permitir que nos sigan el paso –

- Pe-pero… - Link balbuceó. No sabía que podía encontrar allí dentro pero sí sabía que no debía confiar en extraños.

- ¡Qué entres! – exclamó Dark y lo empujó cerca del portal del que salió una mano gigantesca que arrastró a Link dentro de él.

Notas finales:

El fic tendrá lemon pero hasta más adelante :1


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).