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Roble Noble por salem

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Notas del fanfic:

es una historia que hice despues de tener una pesadilla ^^U

PD: este fic lo subi a Hatofamily, soy la misma autora

----------- Noble Roble --------------

 

 

 

Roble, la madera más noble. Su color caoba reflejaba en su superficie la luz del amanecer que entraba por la ventana. Esta luz avanzaba con el tiempo, recorriendo el cuarto centímetro por centímetro, con una precisión casi de adoración, tocando cada trozo del salón, de los muebles de la alfombra de color celeste donde se encontraba aquel joven retozando. Su brazo estirado y su cabello cubriendo su rostro se mantenían quietos pese al vaivén de su respiración. Movió su mano levemente, acariciando la alfombra, su respiración se agito sus ojos se abrieron. Había conseguido despertar, nuevamente, había despertado. Se levanto de su leve sueño y camino por los pasillos de aquella enorme mansión, llego hasta el salón principal, aun estaba allí

                Aquel féretro portaba el cuerpo de su hermano, aquel que lo había cuidado por años, allí estaba, en aquella caja rodeado de familiares y amigos. Pero ¿qué sabían ellos? ¿Qué les importaba que su hermano Exequiel estuviera muerto?, a nadie le importaba. Las preguntas continuaban atormentando a su madre que incorruptible montaba guardia al lado del cajón de madera reluciente; “¿cómo murió?” sencillo, los perros se lo habían comido, “¿cómo terminó en el bosque?” sencillo, su padre lo había arrastrado hasta allí. Para el todo era obvio, pero su madre no era capaz de responder a sus distinguidos invitados cosas de tan mal gusto. 

                No lo vio, pero podía imaginárselo. Trazo por trazo del cuerpo de su hermano, podía dibujarlo con sus dedos en el escritorio de su padre dialogando con el, su hermosa boca contorsionándose en  gritos si así conseguía hacerse escuchar. Su padre deteniéndolo con furia y su hermano, su amado hermano intentando decirle aquello que solo él sabia: “Es que no me entiendes padre” “esto no es un ataque a ustedes” excusas que su padre no entendía, ¿cómo entender que en una familia tan perfecta y noble tu hijo sea un degenerado? ¿cómo entender que Exequiel no gustaba de mujeres u hombres? ¿Cómo una familia tan perfecta se explicaba eso? Podía imaginarlo, su padre abofeteando a su hermano, este cayendo sobre la perfecta alfombra del despacho, raspando su carísima ropa en las fibras de la finísima alfombra. Los gritos, las defensas de Exequiel, la declaración de su padre, una acertada patada en su boca, para que la sangre le crispara los nervios y aquellas palabras salieran finalmente. “Tu familia es un mierda, no sabes nada de lo que hacemos” declaración tras ofensa se sucedieron, hasta que su padre lo supo, hasta que su altísimo hermano lo dijo: su hijo era un degenerado que no gustaba ni de mujeres ni de hombres, sino que de su  propio hermano de sangre.

                Alejo se sentó en la escalera para mirar a quienes seguían asombrados por aquel velorio;  “¿cómo murió?” sencillo, los perros se lo habían comido, “¿cómo terminó en el bosque?” sencillo, su padre lo había arrastrado hasta allí. Esa noche los gritos destruyeron las fachadas, pero fue el silencio el mortal.

                Podía verlo si entrecerraba los ojos. Su padre tomando a su hermano tras aquella discusión,  llevándolo a rastras al bosque que quedaba tras los jardines de esa esplendida mansión. Era un degenerado sin alma, ¿que importaba si moría?  Debía dejar de tocarlo, podía contagiarse de su aberración, lo tiraría al suelo, si, a la tierra fría y seca. Podía imaginar la perfecta ropa de su hermano llena de tierra y sangre, lo veía en el suelo mirando desafiante a su padre. Sentándose derecho sin pestañear, perfecto para el sacrificio, hermoso como siempre. Levantando con orgullo la frente para que su padre sacara el revolver y apuntara a su propio hijo, un seco disparo y nada más. El calor de su hermano se esparramaría por el suelo, mancharía el suelo y dejaría todo manchado del rojo de su interior, pero aun así seguiría siendo perfecto. Si piel blanca rodeaba de una aurora roja lo haría solo más hermoso a sus ojos. ¿Cómo murió Exequiel? por su propia mano, porque se atrevió a romper la fachada de la casa, porque se atrevió a amar a su propio hermano.

 

                Si se tomase una fotografía de esa casa, veríamos una familia normal. Un padre de buena situación económica, con una casa y terrenos dignos de una pequeña fortuna, una esposa de grandes lujos, exquisito gusto y mayor refinación. Dos hijos, educados en la perfección estudiantil, con futuros brillantes y sin mayor necesidad  de destino que continuar esta perfección familiar. Pero dentro de la belleza tiene que estar la fealdad, ninguna cosa es perfecta y esta casa no era la excepción, porque la fealdad existe cuando creemos que las cosas son bellas, al creer algo hermoso todo lo demás se destruye.

               

                El funeral seria mañana, todos seguían en la sala velando el cuerpo, aquello que quedaba del hermano mayor de la familia. El cajón cerrado, por decencia decían las ancianas, “¿escucharon?  Un arriero encontró trozos de ropa y las siguió encontrando a los perros peleando por trozos de carne”. Eso era Exequiel ahora, trozos de carne que los perros salvajes se habían comido, ventajosamente para su padre, hasta la bala se habrían tragado. Sin mas que hacer que mirar el cinismo del pueblo, volvió a su pieza y se baño, pero no era suficiente, estaba sucio gritaba su madre a su padre cuando este le contó todo, su precioso hijo menor había sido profanado por su hijo mayor. Alejo miro las pequeñas gotas de sangre que se habían difuminado en el agua, estaba sucio, su hermano lo había profanado noche tras noche desde que había cumplido 13. Recordaba esas noches, cuando Exequiel entraba a su habitación y se metía a su cama, le abrazaba y besaba, le sacaba la ropa y le decía que hacer para sentirse mejor. Ya mas grande Alejo comprendería que aquello no era normal entre hermanos, pero mientras no lo supo no le dolió, aquello era bueno, se amaban. Todos sus amigos tenían sexo con la excusa de amarlas, pero luego el amor se desvanecía cuando ya no eran vírgenes o quedaban embarazadas, ¿no era mejor el amor de su hermano? era puro y sabia que sería eterno.

                El agua se enfriaba, manteniéndose estancada en la tina, su cuerpo tiritaba por el frio que ya colmaba el baño. Aquel chico se abrazaba a si mismo sentado dentro de la tina con agua helada, sus manos se aferraban a la carne de su espalda, hundía sus dedos con temblores constantes, dejando marcas en su blanca espalda, aquellas extremidades delgadas se apretaban unas contra otras. Las vertebradas en su espalda resaltaban a la vista, demostrando la extrema delgadez del muchacho. Seguía en esa tina tras horas de silencioso lamento, se restregó con aquella escobilla de acero hasta arrancar la sangre de su piel, rasgado, amorato, su cuerpo estaba destruido. Temblaba de frio y miedo, no lloro, aquello era demasiado poco para quitar todo lo que pasaba en su mente.

                Miro el agua, estaba sucio según su madre, por eso no le había hablado en toda la semana que se demoraron en encontrar el cadáver de su hermano, tampoco le habían dado de comer y el tampoco se alimento, solo deambulo por la casa mirando todo sin interés, durmiendo en la cama de su hermano, ahogándose en su olor. Su padre si lo llegaba a ver miraba para otra parte, era un fantasma en esa casa, quizás comer era malo, por eso no lo hacia, solo hacia que su cuerpo siguiera allí y el no quería eso, sus padres lo trataban como un fantasma y a el le gustaba ser uno. No comería, hasta que el peso extra de ese cuerpo le dejara en paz y pudiera ser un espíritu en esa casa. La gente ya se habría ido a esa altura, pero no quería salir a mirar. Tocaron a la puerta. No respondió. Era su padre, preguntaba si estaba bien, el dijo que si, su padre entro, solo lo vio y sonrió. Alejo  le sonrió a su padre, le había hablado tras una semana de simular que su hijo era un fantasma, quizás su padre ya podía ver fantasmas.

                El agua se mantenía quieta, Alejo sonrió, no, su padre no podía ver fantasmas, el aun vivía, por eso podía verlo, pero no seria por mucho, lo sabia. Sonrió, su padre quería hacerlo feliz, lo haría un fantasma, igual como lo había hecho con su hermano. “No tienes alma, perdóname por no haberte protegido” su padre lloraba mientras le hablaba, Alejo le dijo a su padre que lo quería, su padre lloro,  se acerco a la tina y tomo de los hombros a su hijo, empujándolo bajo el agua y no dejándolo salir, no hasta que fuera un fantasma real. Su cuerpo se estremeció ante la sensación de ahogo, el quería hacer a su padre feliz, así que no quiso pelear, se molesto con su cuerpo que instintivamente  intentaba vivir, ¿para que su cuerpo intentaba respirar? ese no era el deseo de su padre, no debía desobedecerlo, el era un buen hijo. Exequiel también lo era, por eso aquel día, al ver a su padre frente a si apuntándolo con su arma se quedo quieto, levanto su perfecto mentón y dejo que el apuntar a su cabeza fuese mas fácil. Ambos amaban a su padre y por eso fueron obedientes hasta el final, porque así fueron educados, porque ambos eran perfectos ejemplares de hijos.

               

 

The enD

Notas finales:

espero les haya gustado

gracias por leer

 

 

by

 

Salem


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