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La despedida por Dragon no Shiryu

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Notas del fanfic:

Una historia que surgió por andar jugando en facebook con estos personajes XD, no todo el crédito es mío, también es de una amiga a la que quiero mucho, Andrómeda Capricornio, espero que les guste

Notas del capitulo:

Único capítulo [originalmente, aunque ya tiene un capítulo alternativo XD], espero que lo disfruten, está pequeño n_n

Saga estaba sentado al lado de Kanon, ambos miraban hacia el frente. El menor no dejaba de mover las manos de manera nerviosa, mientras el mayor intentaba pensar de qué manera darle ánimos

-Kanon- murmuró Saga y éste le dirigió la mirada –no tienes por qué preocuparte… sé que está en el inframundo, pero ¿quién podría castigarlo ahi?, el es el dios de la muerte-

-Lo sé… es sólo… no sé lo que sucederá si los demás dioses se enteran que será el quien llevara nueve meses a sus hijos, y peor aún, a los hijos de un humano, y todavía peor, una marina de Poseidón y caballero de Athena al mismo tiempo-

-¿Y qué podrían hacer, matarlo?- preguntó el mayor con una risa –no te preocupes, Zeus será el rey de los dioses, pero es tan impuro como todos los demás, no podrá juzgar a tu amado Hades- bajó la vista y luego añadió –y sinceramente, dudo que le importe…-

-¿Y su padre Cronos?-

-¿?Qué puede hacer-

-Cambiar el tiempo… y arrebatarme a Hades y a mis hijos-

-Entonces lo solucionaré yo, puedo entrar a su dimensión y luchar contra él-

-¿Sólo un caballero de oro contra un titán? No me hagas reir-

-¿Y? No olvides que se trata de mi, tengo el apoyo de Dohko de Libra, Shion de Aries, Shiryu Dragón, Kardia de Escorpio y Albafica de Piscis, una exclamación de Athena bastará-

-Está prohibida-

-Ya la he hecho antes, y ésta vez iría por ti-

Kanon volvió su mirada a Saga nuevamente

-¿Harías eso por mi?-

-¿Y a qué vine a éste mundo sino a cuidar de ti antes que nadie? Somos hermanos, y aunque tengas mi misma edad, siempre te veré como mi hermano pequeño, y si hay que sacrificarse por ti, lo haré-

-¿Y los demás, por qué lo harían?-

-Porque si él decide manipular el tiempo, también los afectará… déjate de preguntas, sólo sonríe, tal vez no sea tan malo como tu crees-

-Saga… te lo agradezco-

El mayor sonrió y volvió la vista al frente

-Saga…- llamó el menor –dime la verdad… ¿sigues molesto por el hecho de que haya elegido a Hades para mi compañero eterno?-

-Nunca estuve molesto, estuve dolido, pero nadamás-

-Lo siento, sabes que herirte no era mi intención, pero me enamoré de él, y no pude evitarlo-

-Lo sé… y si te ahorraras la explicación te lo agradecería- respondió un poco triste –en fin… ahora que Hades no está, podría despedirme de ti como he querido hacerlo desde que me anunciaste tu partida, Kanon- el menor lo miró desconcertado ante tal declaración y Saga tomó su mentón y le alzó el rostro para besarlo. Kanon intentó resistirse, pero Saga continuó, ansiaba probar por última vez el sabor tan conocido de su gemelo, su primer amor, y el único con quien había compartido la cama hasta ahora –te amo, Kanon, quiero que seas feliz-

El menor bajó la vista, sentía que traicionaba a Saga, pero no podía evitar amar a Hades de la forma en que lo hacía. Decidió hacer algo para que su gemelo supiera que aún le era importante, aunque cargara con la culpa toda la vida.

-Saga… si será la última vez que nos veremos de ésta forma, entonces despídete bien de mi, y permíteme despedirme bien de ti-

Y se acomodó sobre su gemelo, para empezar a besarlo, tuvo que admitir que también lo había extrañado, pero no se arrepentía de su decisión. Saga inmediatamente le dio la vuelta, y eso lo hizo sonreír, en raras ocasiones, su gemelo mayor le permitía tomar el control, y no estaba dispuesto de todas formas. El mayor se recostó sobre su cuerpo, se sentía extrañamente feliz y triste al mismo tiempo, en el fondo, sabía que terminaría mucho antes de lo que le hubiera gustado, pero al menos tendría la oportunidad de amarlo otra vez. Lo despojó despacio de sus prendas, Kanon sonrió

-¿Cuándo te volviste tan sutil, Saga?-

-Cuando supe que iba a perderte… además tenemos toda la noche- y continuó quitándole las prendas mientras Kanon se mordía los labios, con el nudo en la garganta

–Siempre te voy a amar Saga… aunque de otra manera-

-Shhh lo sé- el mayor repartió suaves besos en el cuello de Kanon, lo besó con mucho deseo en los labios y luego empezó a descender por su torso, quitándose las prendas rápidamente, ahora que Kanon estaba totalmente desnudo. Y de nuevo, admiró su desnudez al llegar al espacio entre sus piernas, infinidad de veces lo había visto, era idéntico a él, de todas formas, pero nunca dejaba de admirarse de su cuerpo, sabiendo que era su gemelo, el hombre que siempre llevaría en el alma, aunque no fuera como había sido antes. Ya estaba succionando aquella parte, Kanon suspiraba de placer y abría las piernas

-Ahhhh… Saga… mmm…- arqueaba su espalda, hacía tanto que no se dejaba hacer que ahora se sentía completamente un inexperto, aunque no lo fuera. Y Saga estaba igual, succionaba de la mejor forma, como sólo el sabía hacerlo, y aún así se preguntaba si Kanon disfrutaría tanto como le hacía creer con esos apasionados gemidos. De nuevo se sintieron como en su primera vez. Saga continuó lo mejor que pudo, deleitándose con los grititos de placer de su amante, que se retorcía en la almohada con fuerza

–Saga… ahhh, Saga… eso es, hermano... ahhhhh, ya no… ya no puedo- advirtió y se corrió en la boca de su gemelo, que aguardaba con ansias el ansiado sabor de su amado Kanon.

El menor estaba sonrojado, se cubría el rostro con el brazo y respiraba agitadamente. Tenía las piernas abiertas, para darle espacio a Saga, que se subió hasta llegar a sus labios nuevamente, y atraparlos con deseo y desesperación, sabiendo que pronto todo terminaría, y entre más avanzaba el tiempo, más cerca estaban del último beso, y aunque ambos se habían prometido secretamente que no pensarían en el final, era inevitable.

-Te amo- murmuró el gemelo mayor. Sabía que su Kanon ya no se lo diría, o traicionaría por completo el corazón del dios de la muerte, y no quería que llevara más culpa de la que ya iba a llevar, así que en ningún momento le pidió decírselo.

Después del beso, Kanon sabía lo que seguía, así que lamió los dedos de Saga que empezaban a adentrarse en su boca hasta que estuvieron listos para dar el siguiente paso. Los metió en la entrada de Kanon, uno a uno, quien estaba completamente apretado por la falta de costumbre, y eso le arrancaba gemidos dolorosos. Un rato después, su entrada estaba completamente dilatada, lo suficiente para recibir la culminación del acto de amor que ahora tenía con Saga.

-Saga… ahhh… Saga…- gimió al sentir la primera intromisión en su interior. El mayor no podía más que moverse despacio, preso también del deseo y la desesperación, pero siempre había sido sutil con su gemelo a menos que éste le pidiera que fuera de otra manera, porque siempre había temido lastimarlo. Continuó hasta el final, centímetro a centímetro hasta que estuvo completamente adentro.

-¿Estás listo?- preguntó mirándolo a los ojos con el deseo de siempre, sus brazos deteniéndolo para no dejarse caer sobre su hermano, y  respirando agitadamente. Kanon asintió y abrió las piernas un poco más, al sentir que su gemelo empezaba con el lento vaivén en su cuerpo

–Ahhh, Saga…- gimió muy bajo y escondió su rostro en el hombro del mayor, lo abrazó por la espalda y empezó a gemir más fuerte.

Saga se embriagaba en el deseo, sentía que esa excitación duraría toda la noche y culminaría en un delicioso clímax, como siempre que hacía el amor con su hermano. Cada vez aceleraba más el movimiento, masturbaba de la misma forma el miembro de su hermano y se detenía cuando sentía que estaba por correrse, sin dejar de deleitarse un instante con los gemidos de Kanon que le mordía el cuello y los brazos por el placer.

La noche avanzaba, la madrugada también, y el dolor de Saga se incrementaba tanto como su excitación, cerca de las cinco de la mañana, cuando había aguantado varias horas ya en el interior de su hermano, aceleró el vaivén al máximo, sabiendo que ya no podía aplazar más lo inevitable, mientras Kanon se aferraba a él con fuerza y también movía sus caderas

-Ahhh Saga…. Ahhh-

-Ahhh… Kanon, te amo… mmmm….-

-También te amo-

Las últimas palabras de Kanon salieron a relucir mientras Saga llegaba al clímax, haciéndolo a él correrse de la misma forma. Saga se quedó perplejo aún después de esas palabras, y salió semiconsciente del interior de su hermano, para después acostarse a su lado

-¿Qué?- fue todo lo que pudo preguntar.

Kanon sonrió un poco y abrazó el torso de su gemelo sin decir una palabra. Si, lo amaba, lo amó como antes esa noche, pero ahora todo iba a terminarse y volvería a ser el amor de hermanos que fue cuando ambos eran muy pequeños, y si pudiera hacer de otra manera, lo haría, pero no ahora, no cuando Hades ya había entrado a su corazón para quedarse.

Saga miró el reloj y acarició el cabello de su hermano

-Es hora de irme, Kanon- murmuró y se acercó al rostro del menor para darle ésta vez el último beso, sufriéndolo y disfrutándolo al mismo tiempo. Cuando se separaron, el mayor se puso su ropa nuevamente.

-Encontrarás a alguien a quién amar, Saga-

-Lo sé- le respondió el mayor con una sonrisa desganada –porque si no fuera así, tú te quedarías conmigo… es sólo… que ahora no tengo a nadie a quien amar, excepto tu-

-Lo siento de verdad-

-Así tiene que ser, Kanon… fue lo mejor que me pudo pasar mientras duró- y con esas palabras, le sonrió a su gemelo y se marchó de su casa.

Kanon se quedó mirando el suelo hasta que Hades llegó, diciéndole que todo había salido bien y que ahora podrían ser padres de los pequeños sin ningún problema. El gemelo menor sonrió y miró por la venteana, pudo ver a Saga subir a su auto y alejarse rápidamete, y no pudo negar que sintió un nudo en la garganta, que se desvaneció rápidamente cuando Hades lo abrazó por la espalda y besó su mejilla. Se volvió hacia él y el beso que le dio ahora fue en los labios, había llegado la hora de olvidarse de su hermano, confiando en que en una vida pasada, se amaron hasta la muerte.

Notas finales:

Gracias por leer, dejen sus notas aquí abajo n_n, suerte, un gran abrazo


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