Alucinado por channiebunny

La ventana, al fondo de la estancia se encontraba abierta pero no se veía ni un atisbo de luz que la atravesase. El cielo estaba todo encapotado pero no a causa de la lluvia. Podría decirse que en esos momentos parecía una nube blanca, gigante, la cual te apetece comer hasta la saciedad. Nevaba. Era algo bueno dentro de todo lo que estaba pasando. La casa estaba demasiado silenciosa. Todos se habían ido a visitar a sus familiares o a atender algunos asuntos pendientes. En esos instantes ahí solo se encontraban IlHoon y Sungjae. Ni si quiera sabía cómo había acabado de esa manera.

Sungjae se encontraba sentado en el alfeizar de la ventana, pensando y pensando una y otra vez en la misma paranoia. La nieve cada vez se hacía más notable y el suelo, el cual el muchacho podía ver desde dicha ventana, comenzaba a cubrirse. Sonrió. Sonrió levemente mientras como un bobo admiraba como la nieve caía poco a poco y no pudo más que sacar la mano por la ventana y estirar los dedos, tratando de que un copo de nieve cayese en su palma. Volvió a sonreír. Días así, lluvia o nieve, daba lo mismo, eran geniales. Quizá para otra persona podían ser monótonos y triste pero para él era lo mejor que podría pasar. Le ayudaban a pensar. A veces sí, le ponían sentimental pero era un momento en el que podía permitirse quedar mirando al infinito y no tener que dar explicaciones por ello.
Cerró el cristal y pegó la cara a éste, literalmente y lo único que quería era salir a jugar con la nieve. Lo único que pedía era poder olvidar pero parecía que todo se volvía en su contra. Suspiró mientras desvió la mirada para fijarla en la papelera de la habitación, la cual podía verse desde donde estaba sentado. Ahí, en dicha papelera se encontraba el por qué de su estado de ánimo. Nadie más parecía haberse dado cuenta de lo que pasaba por su cabeza y eso… Eso era bueno ¿No?
Ni si quiera recordaba la última vez que había comido bien. Estaba tan absorto en sus pensamientos que lo único que podía hacer era sonrojarse por momentos cada vez que recordaba alguna frase “Y entonces IlHoon liberó el miembro del menor, mirándolo mientras se relamía goloso, introduciéndolo en su boca mientras éste no podía dejar de gemir y arquearse contra éste….”. Miraba a su hyung, le tenía frente a él, en el salón y lo único que llegaba a su cabeza eran imágenes de ellos dos besándose, tocándose… ¿Quién podía concentrarse con algo así? Desvió la mirada totalmente avergonzado para mirar de nuevo por la ventana.

─ ¡Hey! ¡Sungie! ─ oyó como le gritaban, moviendo la cabeza de un lado para otro tratando de alejar esos pensamientos, no queriendo mirar a su hyung ─ ¿Se puede saber qué te pasa?  

Pasos. Eso es lo único que escuchaba tras él. ¿Por qué precisamente hoy tenían que haberse ido todos de casa? ¿Se podía tener más mala suerte? Maldijo para sus adentros, jamás debería haber abierto ese fic y mucho menos leerlo. ¿Qué se supone que iba a hacer ahora?

─ Nada. Estoy bien ─ mintió inquieto al saber que el mayor se encontraba tras él ─ Solo pensaba que me apetecía salir a la nieve. ─ Esa era la segunda mentira que decía en una misma frase.

─ ¿Ahora? Te vas a congelar, Sungie. No es buena idea

─ ¿Por qué? Voy bien abrigado ─ comentó tras refugiarse en su cazadora y colocarse una bufanda alrededor del cuello.

IlHoon se le quedó mirando como si le hubiesen salido dos cabezas al menor y bufó ─ Haz lo que quieras. Luego no te vengas quejando ─ y dejándole confundido por esas palabras vio como el mayor volteaba y se alejaba de él por lo que él copió sus movimientos, saliendo del apartamento y apoyándose en la puerta cuando ésta estuvo cerrada. Suspiró sonoramente bajando hasta el patio para jugar con la nieve.
No podía concentrarse. No podía dejar de pensar en su hyung. ¿En qué momento había pasado de ser un simple amigo para pensar en él de otra forma? Sus pensamientos volaban mientras miraba al infinito, viendo como la nieve caía lentamente y avanzó unos pasos, como si chapotease en el agua solo que ésta vez era nieve. No tenía sentido alguno lo que estaba pensando. El era un chico, a él le gustan las chicas y a su hyung también. Era totalmente absurdo y a veces, sin querer, podía sentir los besos en su cuello como si eso hubiese pasado de verdad.
Era realmente desquiciante. No entendía qué pasaba y lo único que sabía es que jamás debería haber leído ese fic. Maldijo una y otra vez en voz alta, total… Nadie podía escucharle ¿No?
Quiso gritar, quiso pegarle a alguien pero se contenía. No estaba bien hacer una escena en plena calle ¿verdad?

Se estaba volviendo loco por momentos. Cerró los ojos con fuerza y las imágenes volvieron a aparecer en su cabeza pero un tirón en el brazo le sacó de sus pensamientos. ─ ¿Qué demo…? ─ abrió los ojos totalmente sorprendido y para cuando quiso darse cuenta sus labios eran apresados por otros. Estaba alucinando. Quizá se había quedado dormido en la nieve y eso era producto de su imaginación ¿Verdad?

Los labios ajenos se entreabrieron y él, como por acto reflejo copió el movimiento. No sabía qué estaba pasando solo sabía que se sentía realmente bien. Pasó los brazos por la cintura ajena y poco a poco cerró los ojos lentamente por lo que el mayor vio eso como una señal para introducir la lengua en la boca ajena. Sungjae estaba más que confundido. Ni si quiera sabía cómo corresponder al beso por lo que cuando notó la lengua ajena en su boca solo pudo copiar de nuevo el movimiento y ante el roce de la lengua ajena tuvo que ahogar un jadeo en su boca, separándose un poco para mirarle, confundido. ─ ¿Qué estás haciendo?

─ ¿Piensas que soy tonto, Sungie? ─ murmuró alzando la ceja, mirando fijamente al menor ─ ¿Te crees que no me he dado cuenta de cómo me miras? Sé que me deseas. De alguna u otra extraña manera sé que es así y no sé por qué.

─ ¿Qué? Yo… yo no sé de qué estás hablando, hyung ─ el sonrojo comenzó a cubrir sus mejillas. Para él era muy difícil mentir sin ser descubierto. O eso o su hyung era todo un experto en pillar mentiras ─ ¿Acaso estás probándome? No me hace ninguna gracia ¿Lo sabías? ─ le empujó algo molesto.

─ ¿Tratas de vacilarme? ¡Eres tú quien no deja de mirarme como si fuese comestible! ¡Por dios! ¿Acaso se te ha ido la cabeza?

─ ¡¿A mí?!  ─ gritó un poco fuera de sus cabales. ¿Acaso su hyung pensaba que era tonto? ─ ¿He sido yo el que se ha abalanzado sobre ti y te ha besado?

Ambos estaban demasiado alterados y ninguno iba a decir lo que quizás el otro estaba deseando escuchar.
Sin previo aviso Ilhoon agarró al menor por el brazo y le metió en el portal, llamando al ascensor con insistencia ─ ¡Déjame! ─ Se quejó el menor una y otra vez tratando de soltarse ─ ¡Hyung! ¡He dicho que me sueltes! ─ se estaba volviendo histérico por momentos pero el mayor no había ningún movimiento por tratar de aflojar ese agarre, al contrario, lo apretaba aún más.
El menor no le quedó de otra que rendirse. Sabía lo cabezota que podía llegar a ser y aunque le estaba haciendo daño se dejó. No quería discutir pero si podía decir que ese beso le había trastocado. ¿Cómo se atrevía su hyung a hacer eso? ¡Maldición!  

Salió de su ensoñación al sentir la madera dura en su espalda. Ilhoon le había empotrado literalmente contra la puerta del apartamento una vez dentro y su boca había sido tapada por la ajena, por lo que el quejido, mezcla de dolor y algo de placer tuvo que ahogarlo contra la boca del mayor. ¿Placer? ¿Se estaba volviendo loco o qué? Jadeó nuevamente al notar cómo su hyung le besaba de forma demandante y él, como un flan no pudo más que devolverle el beso de forma torpe.

─ No trates de provocarme, Sungie… Juegas con fuego y al final terminas quemándote ─ murmuró contra los labios del menor mientras le quitaba la bufanda, seguida de la chaqueta y miraba todos sus movimientos expectante, como si fuese un mero espectador que se encontraba presenciando esa escena. Pero no era así, los besos en su cuello se sentían tan reales que para cuando quiso darse cuenta ambos estaban desprendiéndose de los zapatos y de la ropa mientras caminaban hacia la habitación que compartían todos.
Cayeron en la primera cama que encontraron, solo con los pantalones puestos mientras ambos pechos se rozaban y los jadeos salían de sus bocas. Ya no podía decir con cierta cordura quién era el que estaba jadeando más.

─ No tienes ni idea de lo mucho que deseaba hacer esto y tus miradas no ayudaban en nada, Sungie ─ comentó el rapero mientras se dedicaba a lamer y mordisquear los pezones ajenos, tratando de ponerlos erectos y deleitándose con los gemidos del menor, sabiendo que era él el que provocaba todo eso.

─ ¿Q… qué? ¿H-hablas en serio?

─ Totalmente en serio ─ sus besos fueron bajando mientras con la mano masajeaba la zona de su miembro con la mano, acercando la boca y sustituyéndola por esto, besándole ahí sobre la tela para después abrir sus pantalones, sentándose sobre su cadera y mirándole fijamente.

El menor, bajo éste, solo podía sonreír avergonzado. Sería la primera vez que le vería de esa manera y no podía más que sonrojarse. Sus pantalones fueron bajados poco a poco y con ellos su bóxer, quedando totalmente expuesto ante IlHoon. El sonrojo se hizo mucho más notable y se mordió el labio, jadeando demasiado fuerte al sentir como una corriente de aire llegaba hasta su miembro, haciéndole erizar todo el bello de su piel, incorporándose sobre sus antebrazos y viendo como éste se lo tragaba centímetro a centímetro. Era la escena más erótica que jamás había presenciado y eso solo pudo sacarle un ronco gemido, tan ronco que creía que su garganta se iba a desgarrar. Se sentía bien… Sentía tocar el cielo y eso que solo era el principio.
Sus ojos se encontraron mientras éste seguía devorando su miembro, haciéndole sentir sensaciones que jamás antes había sentido, pero de repente ocurrió algo demasiado extraño, todo comenzaba a borrarse lentamente a su alrededor como si de una cortina de humo se tratase, hasta quedar simplemente en el aire la mirada que el mayor le estaba dedicando, perdiéndose poco a poco delante de sus ojos.

─ Sungie… Vamos, Sungie ─ oía como le llamaban, pero no sabía decir de dónde venía esa voz. Todo a su alrededor se había desvanecido y estaba desesperado. Se había quedado solo y no encontraba a su hyung por ninguna parte ─ ¡Maldición, Sungie! ¡¿Quieres despertar ya?! ─ Un empujón le sacó de su ensoñación y abrió los ojos de golpe algo asustado, incorporándose de inmediato y ladeando la cabeza, conectando los ojos con los de su compañero, su hyung ─ ¿Se pude saber por qué tienes el sueño tan pesado? Te juro que la próxima vez te tiro un vaso de agua encima.

─… ¿Q-qué? ─ miró para todos lados confundido mientras el otro miraba al menor como si hubiese perdido una tuerca. ¿Había sido un sueño? …. ¿Sólo había sido un sueño? ─ ¿Cuánto... tiempo llevo dormido?

─ ¿Eres idiota, Sungie? Tres horas. No había manera de despertarte

─ Oh… Bien ─ fue lo único que pudo responder.

Estaba tan confundido y perdido que ni si quiera se atrevía a hablar por miedo a meter la pata y lo único que sentía en esos momentos era una erección que estaba oprimida en sus pantalones. Se sonrojó bruscamente y desvió la mirada a la ventana. Nevaba. Estaba nevando. Sonrió tontamente por ese pequeño detalle y sin más se acercó al rostro del mayor, robándole un beso para luego saltar de su cama y correr hacia el baño a solucionar su problema, sin darle tiempo a éste a decir algo al respecto.
Ilhoon se llevó los dedos a sus labios totalmente shockeado mientras caminaba hacia la puerta del dormitorio sin saber a qué había venido ese beso. Ladeó la cabeza fijándose en los folios que había en la papelera, agarrándolos y leyéndolos por encima, lo que provocó una sonrisa algo lasciva en sus labios ─ Con que se trataba de ésto… ─ murmuró quedadamente y los enroscó, saliendo de la habitación y llevándoselos consigo bajo el brazo.

Estaba claro que ésa tarde iba a ser una tarde muy interesante.