Cuando la lluvia empezó a caer a los pies de Thor, muchas reflexiones llegaron a su cabeza, suspiraba pensando si su vida había sido una serie de malas decisiones, o porque todo siempre estaba enfocado a crearle a él y a sus seres amados mucho dolor.
Su niñez había sido un poco fuera de lo común, ya que fue criado para ser un rey, nunca un niño, siempre se le enseño de honor, historia, política, guerra… Nunca tuvo tiempo para ser un niño, escapar de sus padres y correr a divertirse al lado de su pequeño hermano Balder, quien siempre estaba alejado de él, solo lo miraba un par de minutos a la hora de comer o desayunar y tal vez, con un poco de suerte, a la hora de la cena. Pero después, el pequeño rubio se perdía en entrenamientos muy estrictos supervisados por su padre, el rey Odín de Asgard, mientras su madre, vigilaba a Balder, para que creciera como un pequeño normal, sano, lleno de ganas de vivir su propia vida y crear un destino que llenara de orgullo a su madre, ya que su padre estaba muy ocupado creando una máquina de guerra en el hijo mayor.
Muchos podrían creer que Balder creció como un niño sano gracias a vivir dentro de los lujos de un enorme castillo como el de Asgard. Pero no fue así, el pequeño castaño, miraba como Odín enfocaba todo en Thor, toda su atención, todo estaba en él. Debía ser digno de todo, todo honor solo para él, solo lo mejor, mientras que Balder, parecía un plebeyo viviendo de arrimado a las faldas del magnifico lugar.
¿Era cierto?
Tal vez en algún punto, el rey solo acogió a su madre y a él, dentro del castillo para que no vivieran en la miseria de la calle.
¿Y porque no?
El rey parecía no ponerle la atención que el niño necesitaba, ya que nunca lo escucho decirle palabras de afecto, sus respuestas siempre se limitaban a asentir cuando se le presentaban progresos en magia o su destreza con el arco. Odín no prestaba mucha atención, su atención se desvió cuando envió a forjar el poderoso Mjölnir para Thor, mientras que Balder con suerte, pudo obtener un arco que había entre los tesoros dejados por el antiguo rey Bor.
Cada noche que el castaño se sentaba a leer bajo la luz de las estrellas, podía escuchar como el rey hablaba con sus jefes de guerra, solo alababa a Thor, pronto lo llevaría a la guerra, pronto sería un hombre y pronto dejaría de ser un niño indefenso.
Eso arruinaba los pensamientos del castaño.
¿Cómo Thor podría ser tan perfecto?
Cerraba sus libros y corría a esconderse en su cama para pensar una y otra vez, ¿Cómo podría el ser perfecto? ¿Habría algún modo de que su padre lo amara tanto como al rubio?
Tanto pensar en eso lo dejaba agotado y dormía muy triste, a veces entre sus lágrimas.
Es por eso que cuando el joven obtuvo edad para ir a la guerra, pidió muy solemne a su padre, poder acompañar a Thor a una batalla a Jotunheim, a lo que el rey respondió con un rotundo NO que lo hizo sentir más humillado.
-“¿TU QUE SABES DE LA GUERRA? VE A LOS BRAZOS DE TU MADRE, ES EL LUGAR A DONDE PERTENECES…” –Respondió casi como una burla, el rey que empezaba a ponerse viejo.
El rubio marcho y volvió victorioso, una y otra vez volvía con una sonrisa triunfante, era recibido con todas las glorias que Balder empezaba a envidiar, todo ese afecto que el pueblo demostraba al nuevo Dios del trueno. El digno portador de Mjölnir, el digno heredero del trono de Bor, el primer hijo de Odín…
El pequeño y noble corazón de Balder se fue amargando hasta que pidió a su madre la oportunidad de viajar lejos, de poder olvidarse de su odioso padre y del presumido de su hermano. Y el permiso llego dos años después, ya que su padre y Thor estaban en la guerra y el debía quedarse a cuidar a su madre. Cuando por fin pudo levantar su maleta para huir de casa, sintió un gran alivio, el aire fuera del castillo le lleno los pulmones, corrió al bifrost muy feliz de poder enfrentar a la realidad por su cuenta y así darse el valor que nadie más le daba.
Aprendió magias oscuras, necromancia, magia elemental… Pero nada de eso lograba impresionar a nadie, y sabía que eso no impresionaría a su padre, el cual parecía ni siquiera extrañarlo en el castillo. Pronto llegaría el turno de visitar Midgard, un lugar basto y muy extraño para la gente de Asgard. Ahí conoció pueblos muy sencillos, los cuales le enseñaron las bondades de la herbolaria, crear antídotos, elixires y por supuesto, venenos muy poderosos que con una sola gota, lograría arrebatar la vida de alguien, ya fuera un simple niño de la calle o un poderoso rey.
Mientras tuvo sus aventuras, y adquiría más y más conocimiento, pudo comprender que todo su sentir, todo su modo de ver las cosas tan torcido, era por culpa de Thor, todo era para él, todo era el, hasta en Midgard lo adoraban como un Dios de la lluvia, su padre era llamado “padre de todo” y el… ¿El que era? Un simple arquero que vagaba por los mundos sin nada en sus manos, sin un hogar, sin nada.
Dentro de su cabeza, una idea malvada comenzó a formarse…
¿Qué pasaría si él fuera el heredero de Odín?
Si él fuese el adecuado para ser el rey y no un bruto, no una máquina de guerra que llevaría a todo Asgard a la ruina… ¡Era posible! Él tenía el conocimiento de los 9 reinos en sus manos, sabia sanación, manejo de energías, él era el ideal para manejar un reino, y más uno tan esplendido como lo es el reino eterno de Asgard.
Así que… ¿Y si tomaba el poder…?
La idea le pareció magnifica, toda su sabiduría se enfoco en eso.
Matar
Así que para poder vencer a Thor en su juego sin darse cuenta, debía ser de un modo tan incierto que él no pudiese creerlo. La idea tomo forma cuando recordó a los fieles guerreros que marchaban detrás de él. Y si… ¿Envenenaba a uno contra su hermano? Una traición de una parte tan cercana siempre es dolorosa.
Al tener en claro eso, regreso a escondidas a Asgard y busco en una taberna al popular grupo y se acerco a escuchar la conversación, esa noche no había ido Thor o tal vez, solo retozaba entre las piernas de una alegre doncella.
-¿Ya supieron? Thor se va a casar… -Dijo un castaño bebiendo un poco amargado.
Las palabras llenas de dolor del guerrero hicieron que una enferma sonrisa se formara en los labios de Balder, parecía estar lleno de…
¿Despecho?
Si
Esa noche, lo siguió al ebrio guerrero que cayó en un callejón y entre sueños balbuceaba un nombre muy extraño, sin tomarle mucha atención, solo se concentró en buscar información en su cabeza. Pudo leer en los sueños de Fandral que estaba enamorando a un joven príncipe Jotun, el cual fue vendido a Asgard para negociar una paz entre ambos reinos. Un tal Loki hijo de Laufey, el más pequeño y el más inútil de todos, ya que los demás eran nobles y hábiles guerreros, el pequeño y flaco heredero era extrañamente pequeño para su condición de Jotun, además de ser aborrecido por su madre, el rey no podía deshacerse de su otros hijos, Helblindi y Býleistr, Loki era el perfecto para entregar y así levantarse de la ruina de la guerra.
La boda se llevó a cabo de una manera tan pero tan breve que ni siquiera el hermano del príncipe fue requerido. Vaya ofensa para el castaño, pero ya estaba acostumbrado a ser hecho a un lado por el miserable de su padre, así que siguió envenenando a Fandral para que causara caos en la mente de Loki, para que siguiera aferrado a él, mientras que Thor lo ignoraba.
¡Era perfecto!
Su hermano tenía un esposo infiel a su lado y eso le producía un placer mal sano. Pero ¿Qué era mejor que hacerle daño a Thor con un esposo así?
¡QUITARSELO!
Sabía que los sentimientos de Thor se volvían blandos gracias al porte de Loki, su cuerpo lo hacía más vulnerable, así que contrato a un par de bandidos para que se llevaran al flaco Jotun y lo arrojaran por el bifrost hacia el vacío del espacio, que se perdiera y que Thor muriera de tristeza sin su juguete nuevo.
Pero ese plan no le resulto tan bien como espero.
El Jotun volvió a los brazos de Thor, se enamoraron y se entregaron pasionalmente frente a sus narices. El castaño enloqueció de celos y de rabia, así que orquesto un par de cartas del puño y letra de Fandral para sacar de su época de paz al rubio y a su esposo. Dichas cartas crearían un conflicto entre ellos y así el rubio asesinaría al esposo infiel y Odín tendría que encerrar a su hijo perfecto en la prisión.
Pero el resultado fue un aborto por culpa de una caída.
Ni el mismo pudo creer su buena suerte, eso debilito a la pareja y por fin estaba a dos pasos de vencer, pero no pudo con una nueva unión de ambos, parecía que era casi imposible separarlos, a menos que… Una espada envenenada, un complot que encontrara a Loki en medio de un asesinato… Eso por fin devastaría a Thor.
Y así fue…
Una sonrisa enferma se formó en sus labios cuando una nota llevada hasta el con una súplica de que volviera a casa para salvar a Thor llego, por fin supo que era el momento…
Su momento…
-¿Sabes Thor? –Balder blandió a Gungnir con maestría.-Todo este tiempo... Te he odiado…
-¿Odiarme? –El rubio apretó su martillo y lo levanto para imponer un perímetro.
-Si… Tenías todos y yo… ¿Qué tenía?
-Tenías libertad de ser tú mismo… -Respondió Thor y esa respuesta tomo por sorpresa al castaño
¿SER QUIEN EL QUISIERA?
Jamás lo pensó así.
Él quería ser lo que Odín quisiera. Lo que Frigga deseaba, lo que Asgard necesitara… Jamás lo que él quisiera.
-N-no… Yo deseaba ser tú… Tener todo lo que tenías…
-Lo hubieras pedido… Yo jamás quise ser así…
-¡No digas estupideces! –Le respondió, no tenía un monologo listo para esa clase de respuesta.-¡Se supone eras perfecto para Odín! ¡Para todos!
Thor solo apretó la boca.
-Hubiera deseado no serlo…
-¡Basta! ¡No se supone que debas decir eso! –Le reclamo, no era lo que había pensado todos estos años, el veía a Thor feliz de ser manipulado por su padre, pero oírlo decir lo contrario, le quitaba el entusiasmo de la venganza.
-Lo siento hermano… Pero ahora que he visto la verdad… Solo quiero tener un hogar con Loki y nuestros hijos… No quiero más…
Limpiándose el sudor de la frente, el castaño apretó el largo de la lanza de su padre, para girarla y tratar de golpear a Thor en su hombro derecho, pero el rubio pudo evitar el golpe, Balder era torpe para pelear cuerpo a cuerpo.
Era una bendición que no usara su arco, con ese si podría acabar con él.
-¡No se supone que te burles de mí! –Reclamo el castaño.
-Yo no me burlo de ti hermano… Te digo la verdad… He lastimado mucho a Loki…
Los ataques con la poderosa lanza seguían, a tal grado que el joven iba agarrando confianza del arma y se volvía más rápido. Eso preocupó a Thor, así que apretó su arma para de dos golpes tirar la lanza de las manos de Balder, quien lucía cansado.
-Dioses… Hermano, no debemos pelear… Si deseabas gobernar Asgard, lo hubieras dicho…
-No necesito tu estúpida caridad Thor… Así luces como el héroe… Frente a los Jotuns… A los midgardianos… Frente a todos siempre serás el bueno que ayudo al hermano loco…
-Yo no creo que estés loco Balder…
-¿CREES QUE NO LO ESTOY? ¿QUIÉN CREES QUE MATO A ODÍN? ¿EH?
El rubio se quedó en silencio y lo miro muy sorprendido.
-Balder… Es muy grave lo que dices…
-¿Grave? ¿GRAVE? –El castaño empezó a reírse como un desquiciado frente a todos.-¡NO ES TAN GRAVE SI TE DESHACES DE LO QUE MAS TE ESTORBA!
El castaño se tambaleo un poco y camino hasta él.
-Fue sencillo darle un veneno hecho por mis manos y ver como la vida se le iba de las manos… Fue una pena Thor… -se sonrió.- Lamento que ahora seas huérfano…
Apretando la boca, Thor solo suspiro y vio a su madre, ella estaba muriendo poco a poco, debía darle a su hijo de regreso, no podía permitir que se fuera muy decepcionada de Balder, así que lo tomo del brazo y lo golpeo un par de veces en el rostro, fue algo que el castaño no pudo prever, los puños de Thor golpeaban con tanta fuerza que sintió dos dientes salir de su lugar y escapar con los chorros de sangre que salían de sus labios.
-¡Basta hermano! –Pedía Thor tratando de sacarle lo que tuviera metido en la cabeza, ¿Era algún demonio? ¿Un hechizo?
Pero Balder solo recibía los golpes sin decir nada, parecía estar muy de acuerdo con la violencia.
-Thor… -Dijo y se empezó a reír.- Vaya que Odín creo una maquina contigo… Pero… -Saco de su cinturón un líquido amarillo que bebió con rapidez, su cuerpo se recuperó y su masa muscular se incrementó considerablemente.- Pero no contaban con que obtuviera conocimientos en otros reinos para poder acabar con todos ustedes… -
-¿Vas a acabar con nuestra madre…? –Pregunto tratando de hacerlo entrar en razón.
El castaño solo volteo a verla un segundo y luego lo miro.
-Ella siempre ha sido débil… Si ella hubiera tenido más fuerza, me hubiera criado como un fiero guerrero como tu… Pero… Me crio como a una mujer enseñándome magia blanca y sanación… Nunca vio mi potencial… -Apretó ambas manos.-Pero viviendo lejos de ustedes me conocí…
Se levantó y sonrió ampliamente, ya que era casi del tamaño de Hulk, pero con menos músculos, lo que le ayudaba a ser mas ágil, de un salto, logro empujar a Thor hacia una pared donde quedó clavado, el rubio respiro molesto, no quería dañar a Balder, pero este parecía aferrado a pedirlo a gritos.
-¿Qué vas a conseguir con todo esto?
-Tal vez liberar todo mi odio… tengo un par de años odiándote y con estos puños puedo descargarme en ti…
-¿Y esa poción?
-Oh no es nada… Solo una poción para energizarme… Sería muy injusto si tú usaras tu fuerza y no se me permitirá usar mi magia…
El rubio se levantó y limpio el sudor de su frente, soltó a Mjölnir y lo miro.
-Bien… Pelearemos con los puños… No quiero llevarte ventaja por portar un arma…
-Thor… Usa a Gungnir, Mjölnir o Leaveteinn… Igual mi sed de venganza hacia ti, me dará la victoria… -Dijo muy confiado y choco sus puños.
Resignado a tener que hacerlo, Thor y Balder se acercaron para intercambiar una serie de golpes que solo los lastimaba, en Balder incrementaba sus deseos de más venganza, en Thor, le enseñaba que la violencia no era la solución, debía idear otro plan, su hermano no podría estar tan perdido. Así que lo empujo contra una columna que tenía un grabado que conmemoraba la victoria de Bor en Muspelheim, Thor golpeo con tanta fuerza y violencia a Balder que destruyeron el grabado.
Loki miraba todo muy asustado y miro a los Vengadores.
-¿No van a hacer nada? –Se acercó a ellos.
-No sabemos que hacer… Es una… Disputa domestica… -Steve lo miro muy preocupado de darle una ventaja a Thor y que el castaño después en prisión, siguiera odiando a su hermano.
-Capitán… Lo dices como si fueses un policía… -Tony se adelantó y levanto su mano para dispararle a Balder, lo logro derrumbar y Thor respiro un poco al ver a su hermano caído.-Listo…
El castaño se quejó de la quemadura en su espalda producto del ataque de Stark, maldecía en el idioma que le venía a la mente, mientras Thor se acercó y extendió su mano.
-Ven… Aun eres mi hermano… No deseo pelear contigo… -Pidió de nuevo.
Pero Balder solo se rio.
-Por favor… ¿Crees que será tan fácil? –Lo golpeo y lo derrumbo, hizo un gran cráter al caer y Balder salto sobre él, pisando su abdomen y después repartir una generosa cantidad de golpes en su rostro.
-Lo… Lo va a matar… -Dijo Frigga y se acercó a la pelea.-Balder… Deja de golpearlo… -Suplico pero cayó cerca de la pelea, sus piernas temblaron, estaba resintiendo por fin los efectos del veneno, era el momento de morir, pero no se podía ir sola.
Volteo a buscar a Gungnir, sabía que el arma de su marido al ser lanzada volvía a su dueño, pero causaba un daño si no se atrapaba correctamente, por eso a veces Odín cargaba los brazos cortados, en batalla, no lograba atraparlo. Siempre había sido un arma problemática. Así que la reina se arrastró hasta la lanza que estaba clavada en el suelo, Loki la miro y corrió a ayudarla.
-¿Qué ocurre? –Le pregunto cuando la contuvo en sus brazos.
-Debes lanzarlo… Lanza… Gungnir… -Dijo y empezó a toser sangre.
El Jotun quiso sanarla, pero su cuerpo estaba tan contaminado, que solo logro contener la hemorragia.
-Lánzalo… Loki… Termina esta locura… -Pidió Frigga y cerró los ojos para descansar, además, no quería ver el desenlace, más porque temía que su hijo muriera con una lanza atravesada en el pecho.
-S-si… -Dijo y tomo la lanza para respirar hondo, colocó el arma sobre su hombro y camino un par de pasos para lanzarla con todas sus fuerzas y rogándole que pusiera fin a la locura del castaño.
Gungnir viajo ligera, parecía frágil, pero era un arma letal que con suavidad se acercaba a su propietario para atacarlo si no sabia como dominarla. Loki miro con cuidado esperando que hubiera apuntado bien, ya que no se habían movido de lugar, Balder parado sobre Thor golpeándolo sin poderse detener.
Era el momento, la fuerza y puntería de Loki terminarían la guerra o la incrementarían, mas si Balder lograba tomar el arma y la clavaba en medio del pecho del rubio.
Pero el viento soplo a favor.
Ya que una ligera brisa que precisamente corrió, desvió la ruta original e hizo que la enorme lanza llegase a clavarse en el hombro del joven donde tenía su mano precisamente, cruzo toda la mano y después cruzo el hombro, dejándolo prisionero con la arma que proclamaba como propia ante todo el mundo.
-¿QUE HAS HECHO? –Rugió Balder mientras retrocedió dos pasos y miro a Loki que estaba a una larga distancia de él muy sofocado por el esfuerzo.- ¡FUISTE TU! ¡PERRA! ¡ERES UNA PERRA JOTUN!
Loki muy orgulloso de su puntería, solo le dio la espalda para ir a buscar a su bien amado y golpeado esposo.
-Hey… -Dijo Loki mientras le acaricio la mejilla.-¿Thor…?
-A-aquí… sigo… -Dijo a duras penas porque tenía la mayoría de sus huesos rotos.
-Te ves… Tan mal… -Dijo con lágrimas en los ojos.
-Tranquilo… -Sonrió con sangre en los labios.- Con un baño… Con un baño se me quita… -Hablo positivo.
Unos gigantes se acercaron a Balder y lo amarraron dejándole la lanza clavada, eso les ayudaba a mantenerlo quieto.
-¿Termino…? –Pregunto Thor y tomo su mano.
Loki levanto la vista y miro a todos ya respirar más tranquilos, los agentes de SHIELD se sonreían de imaginarse en casa ya, los vengadores peleaban con palabras con los vengadores de Norman Osborn que seguía prófugo después de sus burlas a Balder.
-Pareciera que si… Pero aun debes levantar este reino…
Una sonrisa cansada se formó en los labios de Thor.
-Ambos lo haremos…
Extendió su mano para que su esposo se acercara y sellaran ese momento de paz con un beso. Por fin estarían juntos ya sin importar nada más, los celos, el odio y las peleas por fin terminaron, era el momento de ver el futuro con más optimismo, ese matrimonio por conveniencia termino, ahora eran un matrimonio lleno de amor y de hijos.
-Loki… -Hablo el rubio sujetándose el vientre.
Pero antes de que el rubio empezara a cuestionarlo, a la distancia Volstagg y Hogun llegaron con los niños, el rubio sonrió tranquilo, creía que ellos los cuidaban mientras Loki lo buscaba, pero al ver la reacción del Jotun de alegría, lágrimas, su opinión cambio.
Loki se levantó y corrió hacia sus pequeños y les dio un gran abrazo, los cubrió de besos y respiro aliviado, ahora sí podría decir que esa pesadilla por fin había terminado
-Mis hijos… Muchísimas gracias… -Les dijo a los guerreros quienes le sonrieron e hicieron una reverencia.
¿Por qué?
Vaya pregunta, Loki aún era el consorte del heredero que pronto subiría al poder, como un rey más sabio de lo que hubiese sido hacia un par de meses.